“Cabeza de toalla”, “No tires esa bomba”, “No nos bombardearás hoy”:

Bullying racista hacia los estudiantes musulmanes

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

La palabra “bullying” es un anglicismo formado a partir del verbo to bully, que significa “intimidación”, “acoso”; pero que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE); y de acuerdo a ésta su utilización es cada vez más habitual en nuestro idioma[2]; así como lo señaló Víctor García de la Concha, su ex director[3].

“La lengua no es sólo una cuestión de racionalidad; sino también un sentimiento. Hoy la sociedad entiende y maneja el concepto bullying; entonces el empleo de este término es una manera de llegar a la gente, de motorizar reflexiones sobre el tema y de promover que se tomen cartas en el asunto”.

Respuesta que dio, cuando le preguntaron por qué no se podía utilizar la traducción de la misma, teniendo en cuenta la riqueza de nuestro idioma. Bullying es una palabra que encierra un concepto, que hay que tomarlo muy en cuenta, porque de acuerdo a una definición desarrollada en Estados Unidos en 2001, tiene 3 características distintas: Un estudiante se dirige a otro, entorpece su participación en clase y le hace sentir temor constante a sufrir alguna agresión[4].

Pero, el primer autor que empleó el término “Bullying”, fue el noruego Dan Olweus[5], quien acuñó la definición más aceptada y generalizada en la comunidad.

 “Un alumno es agredido o se convierte en víctima, cuando está expuesto de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos; es decir cuando alguien infringe, de manera intencionada, o intenta infligir mal o molestar a otra persona”.[6]

Y este fenómeno de intimidación y acoso, es lo que está creciendo en la actualidad en gran parte de las escuelas de Occidente, teniendo a Argentina liderando el ranking de bullying en los colegios.

“Según datos de la UNESCO, cuatro de cada diez estudiantes secundarios admite haber sufrido acoso escolar. El 18% de los chicos dice sufrir burlas de manera habitual”.[7]

El año pasado México ocupaba el primer lugar internacional de casos de bullying en educación básica, afectando a 18 millones 781 mil 875 alumnos de primaria y secundaria tanto en públicas como privadas; de acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, es decir 60% de los estudiantes de educación básica ha sufrido bullying[8].

Por otro lado, una ONG americana, Ark of Hope for Children, lanzó un estudio del bullying y los alumnos, en los últimos años, con una serie de suicidios relacionados con la intimidación en los EE.UU. y en todo el mundo, los que han llamado la atención sobre la relación entre el acoso y el suicidio[9].

Muchas veces lo que parece una broma inocente tiene un fuerte impacto, ya que las consecuencias del bullying en las personas puede ser devastadoras y no deben ser subestimadas, como lo manifiesta Pauline Renmie - Peyton[10], los efectos del bullying pueden tener diferente intensidad dependiendo de la persona, que por motivos de importancia lo recalcamos en este escrito.

  1. Pérdida de autoestima y confianza en sí mismo y en los demás.
  2. Distracción y comportamiento nervioso.
  3. Falta de concentración y bajo rendimiento académico.
  4. Miedo y desagrado por la escuela, ausencias largas.

Y los efectos más nocivos:

  1. Depresión.
  2. Autolesiones.
  3. Ansiedad – Pánico.
  4. Desórdenes psico-somáticos (alergias, desórdenes alimentarios).
  5. Intentos de suicidio.

El bullying como estamos viendo no es un juego de niños, y debemos ponerle un alto a la intimidación lo más pronto posible, nadie está libre de ello, por eso el islam recomienda ante todo la comunicación entre padres e hijos, los deberes y obligaciones de ambos, como premisa máxima. Como padres se debe hacer entender a los hijos que nadie puede molestarlos, que el acoso no es normal y que si sufren de cualquier intimidación, verbal o física, deben repórtalo a las autoridades escolares y obviamente a los padres, porque el acercamiento, la comunicación, el diálogo y la sana complicidad es el método más eficaz para acercarse a los hijos y cumplir con una educación sana y liberadora, basada en la incorporación de valores humanos y religiosos con amor y conciencia.

Pero también hay que tomar en cuenta que este fenómeno del bullying no distingue raza, religión, posición social, estructura física, ni edad; este problema está afectando cada más a más temprana edad y ningún sector está libre de él.

Así se tiene una encuesta que monitorea la intimidación dirigida hacia adolescentes y niños musulmanes en California considera que la mitad en algún momento ha sido objeto de comentarios y rumores infames sobre su religión, en la que fueron encuestadas 471 estudiantes musulmanes en las escuelas públicas de California entre las edades de 11 a 18 años, donde el 50% denunció acoso social, a lo largo de las historias y otras observaciones[11].

“Son llamados terroristas, o qué es esa cosa en tu cabeza?... a las chicas las llaman “cabeza de toalla”; o bromas como “No tires esa bomba” o “No nos bombardearás hoy”; etc…”[12]

Y lo más doloroso de esto fue que el 10% de los niños encuestados reportó la intimidación física como: bofetadas, patadas o puñetazos; haciendo mención del bullying físico[13]. Las niñas en particular, fueron objeto de intimidación por llevar su hiyab[14], pues al menos el 17% de las chicas que usaban el hiyab o velo, dijo haber experimentado un “ofensivo tocar o tirar” de su hiyab[15].

Este comportamiento agresivo que está relacionado con la islamofobia; este acoso o intimidación entre niños en edad escolar, y también en estudiantes en las Universidades se da en países donde no existen escuelas o colegios islámicos, y en donde los migrantes deben ingresar a sus hijos para que estudien, recordemos el caso de Khadeja Fahat, [16] la niña de 14 años de la escuela de Wilmslow, Cheshire, en el noreste de Inglaterra, la que durante muchos meses sufrió abusos racistas, maltrato físico y verbal por parte de sus compañeros de clases.

“Estaba muy deprimida y perdí peso porque dejé de comer, no me daba hambre. Sólo quería irme a la cama, ya nada me emocionaba, ni siquiera regresar a casa, pues sabía que tendría que volver a la escuela al día siguiente, y no quería, porque los niños me insultaban, me llamaban terrorista y talibán”.

“Su madre asegura que su indignación sobrepasó los límites cuando Khadeja fue golpeada por otro estudiante”[17].

Y al respecto las organizaciones que trabajan contra el racismo aseguran que la islamofobia es un problema importante en las escuelas de algunas zonas de Reino Unido y otros países del mundo como Estados Unidos; como lo menciona Sarah Soyei de la Organización Show Racism the Red Card (muéstrale al racismo la tarjeta roja).

 “Estamos viendo un crecimiento de la intimidación, bullying racista hacia los estudiantes musulmanes en Reino Unido y en Estados Unidos”.[18]

Y pese a que los gobiernos de esos países, así como de otros países del mundo promulgaron leyes anti-bullying y demás normas que infringen ante casos de intimidación escolar, estamos comprobando que este fenómeno continúa creciendo, y es una realidad palpable, ahora cómo ponerle un fin rotundo.

La gente joven puede adoptar el comportamiento racista de sus padres o amigos, los cuales lo adoptaron por diversas situaciones entre ellas y la más importante es el desconocimiento y la ignorancia sobre el verdadero islam, que continúa prevaleciendo en Occidente por la mala propaganda existente, en particular por los medios de comunicación, los cuales están encargados de desinformar y aniquilar a los musulmanes, subordinados manifiestos del imperialismo y el sionismo.

Pero tampoco se trata de castigar a los niños y/o adolescentes por ser acosadores; más bien lo que hay que realizar es una campaña educadora, para que ellos y sus padres puedan entender el porqué de su actitud de racismo hacia los musulmanes por ejemplo, y de ese modo poder cambiarlas.

Creemos que en la educación está la clave para de alguna manera frenar este fenómeno, a través de esta campaña educativa en las escuelas y/o universidades poder mostrar hacia el mundo entero, que el islam verdadero no mata, no discrimina, no oprime, y los demás estereotipos que existen en Occidente sobre esta forma de vida.

“Nuestros hijos son la causa por la que late nuestro corazón. Si una suave brisa los golpea, no podremos siquiera dormir debido a nuestra preocupación por ellos”, dijo el poeta árabe Hittan al-Mu´alla.

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente


[1] Escritora, Periodista, Profesora e Investigadora Boliviana, miembro de la Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) La Paz-Bolivia, Directora de la Asociación de Mujeres Musulmanas de Bolivia.

[2] www.rae.es “Bullying”.

[3] Víctor García de la Concha, filólogo español, actual director del Instituto Cervantes y anterior director de la Real Academia de la Lengua Española.

[4] www.lavoz.com.ar “Bullying”: una palabra que encierra un concepto”; (1/07/2014).

[5] Dr. Dan Olweus; mejor conocido en el mundo por ser quien más ha estudiado y adoptado ampliamente programas de prevención del acoso en el mundo, la Olweus Bullying, Programa de Prevención, de la Universidad de Bergen, (Olweus 1973, 1982, 1984, 1985).

[6] Dan Olweus, de la Universidad de Bergen; 1973.

[7] www.bbc.com “Triste estadística: Argentina lidera el ranking de bullying en los colegios”; (07/06/2015).

[8] www.milenio.com “México es el primer lugar de bullying a escala internacional”; (23/05/2014).

[9] http://arkofhopeforchildren.org “Bullying: últimas y alarmantes estadísticas en EE.UU.”; 2015.

[10] Pauline Rennie-Peyton, psicoterapeuta integrativa, psicóloga, autora y oradora; experta en relaciones humanas, tanto interpersonales como en organizaciones.

[11] “Consejo sobre Relaciones americano-islámicas y un grupo nacional de defensa y derechos civiles de los musulmanes”. CAIR: “Casi la mitad de estudiantes musulmanes en California informe Bullying” (19 de diciembre de 2014; Santa Clara, CA). “Intimidación basada en prejuicios de estudiantes musulmanes americanos en las escuelas de ese estado”.

[12] Ídem.

[13] Elizabeth Bennelt, “Acoso escolar desde una perspectiva psicológica”; (13 de enero 2006).

[14] “Con respecto al velo o hiyab, no se legisló como restricción ni obstáculo del movimiento de la mujer, sino como protección y defensa. Si el velo es una virtud en el islam, lo es también en la religión cristiana. Prueba de ello es el uniforme de las monjas que cubre todo el cuerpo e incluye el cubre-cabeza y no deja descubiertas más que la cara y las manos como lo señalamos.

En el evangelio de San Pablo leemos: Primera de Corintios Cap. 11: 5-8 “Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza, porque lo mismo es que si se hubiese rapado. Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse; entonces que se cubra. La Virgen María (P) cuya filosofía en el vestir fue exactamente la misma que la de las mujeres musulmanas, y cuya figura es siempre representada con velo que le cubre el cabello y que lleva un manto y una túnica larga, que le cubren totalmente su cuerpo como lo manifestamos es modelo del vestuario islámico”. Ver más SAAVEDRA, Sdenka, “MUJER IRANI, ¿Revolución o involución?, Ed. ACIABOL. Pag. 105, La Paz, 2012

[15] Fátima Dadbhoy, gerente de personal fiscal y de los derechos civiles y abogado, Personal de CAIR en Anaheim.

[16] www.bbc.com “Cuando el racismo y el bullying convierte a la escuela en una pesadilla”; (30 de mayo 2013).

[17] Ídem.

[18] Sarah Soyei, gerente regional de muéstrale al racismo la tarjeta roja Oriente y Sudeste de Inglaterra. (Show Racism the Red Card).

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