En memoria del Shahîd Murtadâ Mutahharî

“Te has eternizado

Como mártir del camino del Tauhîd

Hiciste la ablución con tu propia sangre

Y partiste hacia el Amado

¡Oh fuente rebosante de conocimiento y virtud!

¡Abrévanos de tu fuente!

¡Oh purificado (Mutahharî)!

¡Oh tú, de quien Dios está complacido (Murtadâ)!”

El Mártir Mutahharî en palabras del Imam Jomeinî (ra)

Mutahharî, fruto de mi vida

 Doy mis condolencias, y a la vez, felicito al Islam, a los gran­des sabios piadosos y a la co­munidad islámica, especial­mente a la com­batiente nación de Irán, por la lamentable pér­dida del gran már­tir, pensador, filósofo y jurispru­dente de alto rango, el fallecido Haÿÿ Shaij Murtadâ Mutahhari (santificada sea su morada). Condolencias por el martirio de una persona que utilizó su noble y valiosa vida en el camino de los propósitos sagrados del Islam y llevó a cabo una tenaz lucha contra las perversiones y las des­viaciones. Condolencias por un hombre sin parangón en el conocimiento del Islam y las diferentes disciplinas del Islam y el Noble Corán.

He perdido a un hijo muy querido y estoy de duelo por alguien que fue de entre las personalidades que se consideraban fruto de mi vida. Con el martirio de este hijo prolífico y sabio inmortal, en el Islam se produjo una grieta que nada podrá llenar.

Felicidades por tener tales sacrificadas personalidades que tanto en vida como tras ella, refulgieron y aún refulgen con su semblante. Yo, felicito al gran Islam, el maestro de los seres humanos, y a la comunidad islámica, por formar tales hijos que, con sus rayos resplandecientes dan vida a los muertos (de espíritu) e iluminan las tinieblas. A pesar de que he perdido a un querido hijo que era parte de mí, me enorgullezco de que existieron y existen tales hijos sacrificados en el Islam. Sus obras escritas y sus discursos, sin excepción, son instructivos y vivificadores, y  sus consejos que dimanaron  de  un corazón repleto de  fe y convicción, son beneficiosos tanto para el sabio como para la gente común.

Mutahharî fue un querido hijo para mí, un fuerte respaldo para las escuelas religiosas y los ámbitos académicos en general, y un provechoso servidor para la nación y el país. Que su Dios tenga misericordia de él y lo coloque en la vecindad de los grandes servidores del Islam.

Ahora se escucha que los que se oponen al Islam y los grupos contrarios a la Revolución se proponen, a través de sus propagandas destructivas del Islam, que nuestros queridos jóvenes universitarios no utilicen los libros de este fallecido Profesor. Aconsejo a los estudiantes y a la clase de los intelectuales comprometidos no permitir que los libros de este querido Profesor caigan en el olvido a causa de los complots anti-islámicos. Pido a Dios Altísimo el éxito de todos.

Se esperaba que de este árbol fructífero se recolectaran más frutos de conocimiento y fe de los que quedaron, y se entregaran a la sociedad enseñanzas valiosas. Lamentablemente la mano de los criminales no dio la oportunidad y privó a nuestros queridos jóvenes del fruto sabroso de este árbol prolífico. Gracias a Dios que lo que quedó de este Profesor Mártir, con su rico contenido, conforma un educador y maestro…

El fallecido Mutahhari fue único; se habían reunido en él aspectos diferentes y fueron pocos los que sirvieron a las generaciones jóvenes y demás, de la manera en que lo hizo el fallecido Mutahhari. Todas sus obras, sin excepción, son buenas, y yo no conozco a nadie más respecto a quien pueda yo decir que la totalidad de sus obras, sin excepción, sean buenas. Fue un formador de hombres. Sirvió a su país. Este hombre admirable hizo grandes servicios en un periodo asfixiante. ¡Por la verdad del más Noble Profeta (BPD), que Al·lah lo resucite junto al más Noble Profeta (BPD)…!

Guardianes Despiertos

Nacimiento:

En el día 13 del mes de Bahman del año 1298 H.S. (1919 D.C.) Dios Generoso obsequió al sabio Hayy Shaij Muhammad Husein Mutahharî y a su creyente esposa Sakînah, un hijo que fue llamado Murtadâ.

Poco a poco Murtadâ dejó atrás su infancia. Él, que sentía un extraño amor por la verdad y la espiritualidad, con gran entusiasmo y fervor empezó a estudiar con su padre hasta que comenzó la escuela.

El rico perfume del jardín:

A la edad de doce años sintió el perfume espiritualizador del gran jardín de la Hauzah ‘Ilmîah (ámbito de escuelas religiosas) de Mash·had, y se dirigió hacia allí entusiastamente, entregándose con tal dedicación y organización al estudio que sorprendió a los entendidos.

Poco a poco se manifestaron para él elevadas ideas y preguntas definitorias: ¿Quién es el Creador del universo? ¿Qué atributos posee Dios? ¿Para qué fue creado el ser humano?... Estas preguntas habían ocupado todo su pensamiento. En esa época Murtadâ anhelaba poder un día participar de la clase de Mirzâ Mahdî Shahidî Radawî –profesor de teosofía trascendental- pero no se cumplió su anhelo y dicho profesor falleció en el año 1355 H.L (1936).

Finalmente, en el año 1316 H.S. (1937), en el período en que clamaba el tenebroso gobierno de Reza Jân y las tinieblas lo habían cubierto todo, Murtadâ, buscando la luz y la virtud, se dirigió a la Hauzah ‘Ilmîah de la ciudad de Qom para abrevar su sediento espíritu con las fuentes de Kauzar y Zam Zam, del Corán y de Ahl-ul Bait (P).

Mutahharî, tras encontrar el tesoro del conocimiento y la virtud, se abocó con un fervor y amor indescriptible al esfuerzo y actividades. Su perseverancia y abundantes estudios sorprendieron a toda la gente de conocimiento en la Escuela Feizîah.

Él no tenía descanso, sediento iba en busca de lo que anhelaba. En esos tiempos una estrella resplandeció y lo guió hacia el objetivo. Hadrat Imam Jomeinî
-paradigma de cocimiento y piedad- constituyó una clase de Moral y se dedicó a derramar luz y a formar seres humanos.

Mutahharî acudía a ver a tal gran Profesor y se abrevaba de su límpido manantial. En realidad esta clase era una clase de misticismo y peregrinaje espiritual, no de Moral en su sentido académico. Era una clase de “encontrar” y “llegar”, no de “saber” y “aprender”.

Por un lado Murtadâ estaba sumido en el estudio, aprendizaje y enseñanza, y por otro, una de sus actividades más importantes, si no la más elevada y trascendente, era realizar letanías e invocaciones de media noche y las lágrimas de la madrugada. Él sentía la dulzura y deleite de este accionar bendito y acarreador de felicidad, que transformaba la noche oscura de su vida en un día luminoso.

Adquiriendo el conocimiento:

Mutahharî, con minuciosidad, rapidez, orden, y elogiable es­fuerzo se ocupó en los estudios de las ciencias islámicas y aprendió el libro “Matûl” con el Aiatul·lah Sadûqî, y el libro “Sharh Al-Lum‘ah” (Comentario a Al-Lum‘ah, libro de los niveles supe­riores de jurisprudencia argu­mental) con el Aiatul·lah Mar‘ashî Naÿafî. También se be­nefició de inminentes profesores en el aprendizaje de diferentes ciencias, tales como los Aiatul·lah Seîed Sadr Ad-Dîn Sadr, Seîed Muhammad Ridâ Golpâigânî, Seîed Ahmad Jonsârî, Seîed Muhammad Taqî Jonsarî, Seîed Muhammad Huÿÿat, Seîed Muhammad Muhaqiq Iazdî Angÿî y Mirzâ Mahdî Âshtiânî
–que la paz de Dios sea sobre to­dos ellos.

Su encuentro con el sabio Haÿÿ Mirzâ ‘Alî Agâ Shîrâzî Is­fahânî, hizo ingresar a Murtadâ en un mundo nuevo y portentoso, puesto que éste vivía con “Nahÿ-ul Balâghah”, respiraba a través de él, le acompañaba en espíritu, y sus valiosas frases y expresiones eran su frase habitual. Y lo más importante es que practicaba todo lo que sabía y realmente era un hombre de la verdad y espiritua­lidad.

Mutahharî comenzó sus estu­dios oficiales de ciencias intelec­tivas (‘aqlî) y filosóficas en el año 1323 H.S. Estudió el tema de la hikmah (teosofía) del libro “Sharh Manzhû­mah” de Hakîm Sab­zawârî, y el tema del nafs (el alma) del libro “Al-Asfâr Al-Arba‘ah”, de Sadr-ul Muta’al·lihîn Shîrâzî con el Imam Jomeinî.

Tras llegar el Aiat-ul·lah Burûÿerdï a Qom, participó  de  sus  clases de Fiqh (Jurisprudencia) y  Usûl  (Principios  de Ju­risprudencia). Hasta antes de alcanzar el grado de Iÿtihâd, imi­taba en las normas de jurispru­dencia al Aiat-ul·lah Burûÿerdî.

Mutahharî estudió el tema “Mabâhiz ‘Aqlîah” (Temas de Inferencias Lógicas) de la materia Usûl Al-Fiqh (Principios de Jurisprudencia) en clases especiales que le impartía el Imam Jomeinî, y aprendió lo recóndito y las claves del Iÿtihâd de este sabio divino y jurisprudente.

En el año 1329 H.S. el Profesor Mutahharî participó de las clases del Seîed Muhammad Husein Tabâtabâ’î y aprendió de él el tema “Ilahîât” (temas sobre la Esencia Divina y sus atributos, y otros tópicos del Kalâm) del libro “Ash-Shafâ’” de Avicena.

‘Al·lâmah Tabâtaba’î comenzó a dictar otra materia sobre Filosofía que se conformaba los días jueves y viernes en la noche. Esta clase era privada y participaban de la misma un grupo de notables de la Hauzah ‘Ilmîah (ámbito de escuelas religiosas) de Qom, entre ellos, Aiatul·lah Doctor Beheshtî, el Imam Mûsâ As-Sadr, el Profesor Mutahharî, el Doctor Ahmad Ahmadî… El bendito fruto de este gran grupo científico, es la obra maestra mundial en Kalâm (teología islámica) y Filosofía, el libro llamado “Los Principios de la Filosofía y el Método del Realismo” (Usûl-e falsafeh ua reveshe reâlism). La contribución de Mutahharî en la creación de esta obra prolífica e inmortal, si es que no fue mayor que la de ‘Al·lâmah Tabâtaba’î, sin dudas tampoco fue menor.

Asimismo, durante su época de estudios el Profesor Mutahharî colaboraba con el movimiento revolucionario islámico Fadâiâne Islam (“Los sacrificados por el Islam”). Este partido político que fue conformado en el año 1324 H.S. por el religioso combatiente Seîed Nawwâb Safawî desempeñó un papel muy eficaz en la lucha contra los opresores.

Además de estudiar las materias de Principios de Jurisprudencia (Usûl), Jurisprudencia (Fiqh) y Filosofía él mismo enseñaba en la Hauzah, y entre otros, enseñó los siguientes libros:

. Matûl (sobre la Elocuencia y la Retórica árabe).

. Sharh Matâli‘ (sobre Lógica)

. Kashf-ul Murâd (sobre Kalâm y Doctrina)

. Rasâ’il y Kifâiah (sobre Principios de Jurisprudencia).

. Makâsib (sobre Jurisprudencia).

. Sharh Manzhûmah y Asfâr (sobre Filosofía).

Su emigración a Teherán:

El Profesor Mutahhari contrajo matrimonio en el año 1331 H.S. con la hija del Aiatul·lah Rûhânî y en ese mismo año emigró a Teherán siendo ya un renombrado profesor. Se dice que la causa de esta emigración fue la pobreza, pero sea por la razón que fuere, ha de considerársela un Favor Divino puesto que su presencia en la ciudad de Teherán entre los estudiantes universitarios e intelectuales fue motivo de bendición, educación y guía.

Desde los mismos comienzos de su llegada a Teherán se dedicó a edificar y esparcir luz. Comenzó a enseñar filosofía islámica en forma aplicada y comparativa en la escuela Marwî para los buscadores de sabiduría y verdad, al mismo tiempo que comenzaron también en Teherán sus discursos esclarecedores y beneficiosos. Puso una especial atención en resolver las ambigüedades y responder a las preguntas existentes en el ámbito de las ciencias islámicas, y por medio del estudio, investigación, minuciosidad, esfuerzo y sinceridad, tuvo éxito a este respecto.

En el año 1333 comenzó a impartir clases en la Universidad de Teherán. El Profesor se dedicó más de veinte años en la Facultad de Ma‘qûl y Manqûl (Ciencias lógicas y transmitidas) a luchar sabiamente contra la ignorancia, materialismo y tendencia al occidentalismo.

Su conducta para con los estudiantes era tan íntima que los estudiantes seguían y amaban al Profesor. En dicha Facultad enseñó cursos de licenciatura y doctorado, generalidades de las ciencias islámicas (Lógica, Filosofía, Kalâm, Mística, Principios de Jurisprudencia, Jurisprudencia y Teosofía aplicada), Filosofía (Sharh Manzhûmah, Ilahîât Shafâ, Maqâsid Al-Falsafah Gazâlî, etc.), Historia de la Filosofía, Historia de los debates islámicos y los vínculos entre la Filosofía y el Misticismo.

Guardianes del Islam

A- El arma de la pluma

Tras alrededor de treinta años que se nutrió de la fuente del Corán y de la Familia del Profeta (BPD), y el milagroso hálito de la piedad le confirió una nueva vida, dio pasos desde la trinchera de la escritura y cogió el arma de la pluma, convirtiéndose en un guardián de la eterna epopeya.

Este invulnerable centinela solo pensaba en resolver los problemas y dar respuesta a las preguntas existentes respecto a los temas islámicos, y ello constituía el objetivo de sus escritos.

Estaba convencido de que la sagrada religión del Islam era una religión desconocida. En forma paulatina las realidades de esta religión se revirtieron ante la vista de la gente y la causa fundamental por la que un grupo de gente huye de la misma son las enseñanzas erróneas que se imparten en nombre del Islam. Esta sagrada religión fue lacerada e injuriada sobre todo por parte de algunos que alegan ser sus defensores.

B- La revista “La Escuela del Shi’ismo”:

En el año 1336, con el apoyo de un grupo de sabios de la Hauzah ‘Ilmîah de Qom, comenzó sus actividades la publicación de “La Escuela del Shi‘ismo”. El Profesor Mutahharî colaboraba académica y orientadoramente con esta revista.

C- La antorcha del Círculo:

Tras fundarse el Círculo Islámico de Médicos (año 1337-38) el Profesor Mutahharî se convirtió en la antorcha de dicho Círculo y en una época en que la frialdad y el oscurantismo habían cubierto a la sociedad otorgó calidez a los corazones fríos y esparció luz y luminosidad.

El Profesor era uno de los más importantes disertantes de las reuniones de este Círculo. A través de dichos discursos él analizaba sabiamente temas delicados y decisivos como la Unicidad de Dios, la Profecía, la Resurrección, el tema del Hiÿâb, la esclavitud desde el punto de vista del Islam, el Pacto de Paz del Imam Hasan (P), el Imam As-Sâdiq (P) y el tema del Califato, el tema de la condición de sucesor al trono abbasida del Imam Ar-Ridâ (P), la educación islámica, la naturaleza innata o fitrah, la usura, el banco, la seguridad social, etc., y dejó obras valiosas tras sí a este respecto.

D- La Historia de los Justos:

El proyecto de compilar el libro “La Historia de los Justos” le fue propuesta por una fundación dedicada a temas académicos al Aiatul·lah Mutahharî. Debido a que el Profesor consideró adecuado y beneficioso este trabajo, se comprometió a realizarlo. Él comenzó a escribir historias en una época en que ya se había convertido en un Profesor famoso en la Universidad y era considerado una de las personalidades y sabios religiosos importantes del país.

El primer tomo de “La Historia de los Justos” se imprimió y distribuyó en el año 1339, y el segundo tomo en el año 1343, encontrando una gran aceptación y aprobación por parte de la gente.

E- Un nuevo proyecto:

Hacía años que el Profesor Mutahharî soñaba con crear una Fundación Científica-Cultural a fin de poder responder a las necesidades intelectuales de la sociedad y abocarse a la difusión y propagación de las elevadas ciencias islámicas. Finalmente, en el año 1346, creó la Fundación Huseinîe-ie Irshâd con la ayuda de algunas de sus amistades tales como Muhammad Homâiûn, Huÿÿat-ul Islâm Seîed ‘Alî Shâhcherâguî.

Tras la creación de la institución religiosa Huseinîe-ie Irshâd se abocó a las actividades de la misma con entusiasmo, fervor, conocimiento y perspicacia. Invitó a muchos científicos para que disertaran y él mismo era uno de los disertantes más exitosos de la misma.

F- Las causas de la tendencia al Materialismo:

El libro “Las Causas de la Tendencia al Materialismo” –que son dos discursos del Profesor Mutahharî ofrecidos en los años 1348 H.S. (1969) y 1349 H.S. (1970) en el Colegio de Profesores- se imprimió en el año 1350 H.S. (1971). El Profesor escribió esta obra provechosa en una época en que entre la generación joven se observaba una tendencia a las escuelas del materialismo –entre ellas el marxismo. Los cabecillas de la Organización de los Munâfiqîn (Hipócritas) también comenzaban a tender hacia el marxismo y finalmente se hicieron marxistas y anunciaron en forma oficial este cambio de ideología.

El Profesor Mutahharî en este libro analiza el rol de la Iglesia, los conceptos filosóficos, sociales y políticos, etc. en la tendencia al materialismo y dilucida las causas de los errores y desviaciones en este terreno.

G- La Filosofía de la Historia:

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Extraído de la Revista Az-Zaqalain # 24

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