Historia del Islam en el V año de la hégira - La derogación de erróneas tradiciones

Un análisis de la vida del Profeta del Islam; Mahoma (Muhammad) (PB)

Por: Aiatollah Yafar Sobhani

EL V AÑO DE LA HEGIRA

LA DEROGACION DE ERRONEAS TRADICIONES

Los sucesos históricos más importantes de este año fueron la batalla de los confederados, la historia de Banu Quraida, y el casamiento del Profeta con Zainab, hija de Yahesh. En primer lugar, en el orden cronológico, según diversos autores islámicos, tuvo lugar el casamiento. El Sagrado Corán ha hablado sobre el tema en las aleyas 4, 6 y 36 a 40 de la sura Al-Ahzab (33), “Los confederados”, y no ha dejado lugar para las mentiras de los orientalistas ni de quienes fantasean. Nosotros analizaremos el hecho a través del más valioso documento del Islam: El Corán. Más adelante expondremos las opiniones de los orientalistas.

¿QUIEN FUE ZAID IBN HARISA?

Zaid era un joven que en su infancia fue secuestrado por un grupo vandálico del desierto y vendido como esclavo en el mercado de Akkaz. Hakim Ibn Hazam lo compró para su tía Jadiya y cuando ésta contrajo nupcias con el Profeta Muhammad (B.P.) se lo obsequió. Zaid quedó cautivado con la pura moral y los elevados sentimientos del Profeta, así como con su buen carácter. Cuando su padre fue a buscarlo y pidió su libertad para llevado con su madre y su familia, el muchacho no aceptó, prefiriendo quedarse junto a su amo. Zaid lo prefirió más que a su patria y a su familia, pese a que el Profeta le había concedido la libertad de elección. La atracción espiritual era mutua. Así como Zaid quería al Profeta, el Profeta lo quería a él. Además lo adoptó, y la gente en lugar de llamarlo Zaid Ibn Harisa lo llamaba Zaid Ibn Muhammad. Para formalizar la situación Muhammad alzó el brazo de Zaid y dijo a Quraish: “Este es mi hijo y somos herederos recíprocos”. Este cariño perduró hasta que Zaid halló el martirio en la batalla de Muta. Muhammad se entristeció tanto aquel día que parecía estar pasando por la muerte de un hijo propio.

EL CASAMIENTO DE ZAID CON LA PRIMA DEL PROFETA

Uno de los más elevados objetivos del Profeta consistía en fomentar la unión entre la gente, en reunirlos bajo una nueva bandera, la de la moral, la devoción y el temor de Dios, y enseñarles que el único criterio para evaluar a una persona y su prestigio lo constituyen las virtudes morales y las cualidades humanas. Era preciso para ello enfrentar multitud de arraigadas tradiciones. Un ejemplo de ellas era que un aristócrata (miembro de un clan o tribu de prestigio), no podía contraer nupcias con una persona de bajo nivel económico y de filiación desconocida. Para erradicar esta costumbre nada mejor que comenzar por la propia familia. Por lo tanto el Profeta unió en matrimonio a su prima Zainab, nieta de Abdul Muttalib, con su ex esclavo Zaid, para que la gente supiera que los prejuicios irracionales y sus limitaciones debían ser abolidos, a partir de esta enseñanza del Profeta: el hombre y la mujer musulmanes son iguales, y la vara para medirlos es su piedad. Para conseguir este objetivo Muhammad se dirigió a casa de Zainab y pidió su mano para Zaid. En un principio tanto ella como su hermano no demostraron estar conformes, pues aún los influía el prejuicio de la época. Además, como les resultaba difícil oponerse al Profeta, pusieron como excusa la pasada esclavitud de Zaid. Más tarde su proceder fue criticado en la revelación divina que dice: “No es dado al creyente ni a la creyente el obrar a su albedrío cuando Dios y Su Enviado deciden un asunto. Mas quien desobedezca a Dios y a Su Enviado se habrá desviado profundamente” (33:36). Muhammad recitó el versículo ante ambos. La pura fe de Zainab y su hermano logró que finalmente el pedido de mano fuese aceptado. El casamiento se celebró y de esta forma se sentó un precedente que abolió una prejuiciosa y antigua tradición.

EL DIVORCIO DE ZAINAB

Finalmente esta unión se deshizo. Algunas versiones afirman que el factor que motivó aquel divorcio fue el mal carácter de Zainab, y que ella solía hacerle notar a Zaid su inferior condición y la de sus ancestros, hablándole de la nobleza de su familia. De ese modo le amargaba la vida.

Otras versiones afirman que el factor determinante lo constituyó el propio Zaid, pues sus datos biográficos testimonian que era un hombre retraído. Se casó varias veces y en casi todas las oportunidades se divorció, salvo de su última esposa que estuvo con él hasta que halló el martirio. Otro testimonio afirma la culpabilidad de Zaid en base a la reprochante frase que pronunciara el Profeta frente a él. Cuando Muhammad descubrió la decisión de su hijo adoptivo se enojó mucho y le dijo: “¡Quédate con tu esposa y teme a Dios!” (33:37). Si toda la culpa hubiera sido de Zainab, Muhammad no le habría aconsejado a Zaid la devoción y el temor de Dios. Finalmente Zaid concretó su intención divorciándose.

UN CASAMIENTO QUE DEROGO OTRA TRADICION EQUIVOCA

Antes de analizar el motivo fundamental de este matrimonio, debemos hablar del papel que desempeña la relación filial, de padre a hijo, en una sociedad sana, y aclarar la diferencia existente entre los hijos carnales y los adoptivos.

Un hijo carnal mantiene con su padre una relación natural, pues ese padre fue el factor causal de su creación. Por otra parte los hijos heredan las características físicas e incluso éticas de sus padres, así como se heredan mutuamente los bienes materiales. En el Corán existen mandatos específicos referentes al matrimonio y el divorcio, y a tales efectos un prohijado no goza de los mismos derechos y obligaciones que el hijo carnal. Un ejemplo de lo que decimos es que el hijo carnal hereda a su padre y viceversa, y que la esposa del hijo carnal no puede contraer nupcias con su suegro, mientras que en cambio para un hijo adoptivo esos mandatos no rigen. Estamos de acuerdo en que adoptar un niño para brindarle amor y cariño, es un acto digno de elogio y admiración, pero si esto se hace para hacerlo participar como hijo propio de una serie de mandatos sociales que corresponden a los hijos carnales, esto queda lejos de lo razonable y saludable. En aquella época la sociedad árabe consideraba en un pie de igualdad a los hijos carnales y a los adoptados. Para erradicar esta falsa concepción le fue ordenado al Profeta que contrajera matrimonio con la ex-esposa de su prohijado. Esto porque el ejemplo práctico es mucho más efectivo que la promulgación de leyes. Este nuevo matrimonio del Enviado de Dios no tuvo más motivos que el antes mencionado. Pero como en el mundo de aquellos días nadie se atrevía a proceder así, el matrimonio fue calificado por algunos hipócritas de “repudiable”.

 Dijo Dios a Su Profeta: “Pero cuando Zaid decidió repudiarla (a su esposa) te permitimos desposarla a fin de que los creyentes no tuvieran inconvenientes en contraer matrimonio con las esposas de sus prohijados cuando éstos deciden divorciarse; porque el mandato de Dios debe cumplirse” (33: 3 7).

Este casamiento, además de erradicar una tradición incorrecta, fue un ejemplo de igualdad entre los hombres, ya que el líder del Islam contrajo matrimonio con la ex esposa de un esclavo liberado por él mismo, y en una sociedad en la que semejante proceder significaba una oposición a las leyes sociales.

La valiente resolución fue blanco de objeciones y críticas. Los ignorantes hipócritas de la época comentaban el acontecimiento en todas partes y decían, en tono de reproche: “¡Muhammad se ha casado con la esposa de su prohijado!”

Finalmente, repudiando los malos pensamientos de estos hombres, fue revelada la siguiente aleya: “En verdad Muhammad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino el Enviado de Dios y el Sello de los Profetas; porque Dios es Omnisapiente”. (33:40) Y también se revelaron otros versículos, en todos los cuales se elogia al Mensajero de Dios: “No será recriminado el Profeta por cumplir lo que Dios le prescribió, porque es la ley de Dios respecto a los predecesores. El designio de Dios es una orden irrevocable. Quienes predican los mensajes de Dios y son temerosos (de El) no temen a nadie sino a Dios para rendirles cuentas.” (33:38 y 39)

Estas fueron las motivaciones verdaderas del matrimonio realizado entre Zainab y Muhammad. Veamos ahora las hipótesis de los historiadores orientalistas al respecto.

LOS ORIENTALISTAS Y EL CASAMIENTO CON ZAINAB

Como hemos visto el casamiento del Profeta (B. P.) con Zainab es una cuestión sencilla y definida, pero no han faltado los historiadores contemporáneos así como los orientalistas del campo occidental que lo han analizado de forma de engañar a la gente simple y poco informada, debilitando su fe en el Profeta, a partir del escaso conocimiento que tienen de su vida. Todo esto hace preciso que nos ocupemos de analizar sus puntos de vista.

Resulta claro ya hoy día -para todo individuo que piensa y analiza con claridad- que el colonialismo que domina muchos países orientales no sólo se vale de su poder económico y militar, sino que también ingresa en esos ámbitos en el nombre de su ciencia y tecnología, creando el peor tipo de dependencia, que es la dependencia cultural, lo cual logra a partir de artimañas muy bien planeadas y precisas. En realidad, uno de estos “orientalistas” actuales es alguien que trabaja para estos poderes neocolonialistas, y lo hace mostrando un rostro que no es el suyo realmente, y con el cual se inmiscuye en las sociedades que pretende estudiar y analizar influenciando en sus intelectuales y adormeciendo las ideologías verdaderas, las que se basan en las revelaciones divinas. Tal vez la mayoría de esos autores que están embelesados por la cultura occidental nos critiquen y rehúsen aceptar lo que decimos, que nos consideren fanáticos y hasta retrógrados, y crean que es el fanatismo religioso el que nos lleva a pensar de esta manera. Pero contamos con muchos testimonios que prueban que algunos de estos orientalistas malintencionados no se dedican a la ciencia -entendida como la búsqueda desapasionada de la verdad-, sino que la mayoría de sus escritos están transidos de ideología antirreligiosa, prejuicios anticientíficos y mala intención manifiesta.

Nuestras afirmaciones se prueban fácilmente cuando vemos cómo, con esa fantasía propia de occidente, malinterpretan un casamiento cuyo objeto era erradicar una costumbre errónea calificándolo de “amorío”; obrando igual que un novelista le adjudican toda una aventura llena de falsedades al hombre más puro y perfecto que haya pisado la tierra.

Expondremos de todas formas la narración falsa que da origen a esta fantasía. Según Ibn Azir (y previo a él, Tabari): “Cierto día el Profeta, sin querer, se fijó en Zainab, esposa de Zaid. Este descubrió que Muhammad sentía afecto por su esposa, y por eso, y por el respeto que le tenía, lo visitó y le habló de divorciarse de ella para que no existiera el más mínimo obstáculo si deseaba casarse con ella. Sin cesar el Enviado de Dios le aconsejaba no hacerlo, pero finalmente sé divorció y él contrajo matrimonio con ella”.

Los orientalistas que mencionamos, en lugar de analizar el documento histórico que citamos y relatar sólo el texto de esta falsificación, la ampliaron hasta convertirla en una novela como la de las Mil y una noches. Estamos seguros que aquellos que poseen información sobre la inmaculada vida del Profeta del Islam saben que esta historia no se basa más que en fantasías y datos falsos. Sabios islámicos como Fayr, Razi y Alusí desmienten este relato citado, diciendo: “Todo esto fue maquinado y difundido por los enemigos del Islam” (*).           

 ¿Cómo es posible aceptar que estas falsas narraciones hayan sido efectivamente transmitidas por Tabari e Ibn Azir, siendo que decenas de veces transmitieron lo contrario? Nosotros expondremos a continuación dos sencillos motivos que revelan la falsedad de este relato, que creemos son suficientes para sacar a relucir la verdad:

1) El mencionado relato contradice al Corán, que es la fuente primordial de los musulmanes, pues este dice en la aleya 37 de la sura 33 “Los confederados”, que aquel matrimonio se llevó a cabo para desmentir en la práctica una tradición errónea, y que no tuvo otra razón. Prueba de esto es que nadie desmintió el versículo en la época de su revelación, y sin duda que si hubiera habido datos en contrario, tanto judíos, como cristianos e hipócritas, que no desaprovechaban oportunidad para difamar al Profeta, hubieran desatado un verdadero escándalo del que se tendría noticia, pero la historia no nos refiere nada al respecto. .

2) Zainab misma propuso matrimonio al Profeta (B. P.) antes de su casamiento con Zaid. Sin embargo éste le aconsejó lo hiciera con su prohijado. Si en realidad hubiera querido casarse con ella, ¿por qué no lo hizo entonces, en que nada lo impedía? Pero sabemos a ciencia cierta que Zainab no recibió una respuesta afirmativa y que en cambio se la pidió para otro hombre. Con lo cual creemos que no quedan más pretextos a estos mercenarios del colonialismo.

Por respeto a la pura vida del Enviado de Dios (B. P.) no relataremos las fantasías pergeñadas en tomo a este asunto. Digamos solamente, a modo de acotación, que un Profeta que vivió hasta los 50 años de edad con una mujer 18 años mayor que él, está exento de toda vana atribución.

LA INTERPRETACION DE DOS VERSICULOS

Para completar el análisis del tema nos remitimos a las aleyas reveladas respecto a este acontecimiento, y explicaremos una parte de ellas que pudo ser motivo de dudas para la gente desinformada.

“Acuérdate de cuando dijiste a aquel a quien Dios agració y tú (también) favoreciste: ‘¡Quédate con tu esposa y teme a Dios!’.” (33: 37) Esta primera frase no tiene porque instar a la duda, pero he aquí lo que requiere de una explicación: “…que ocultabas en tu corazón lo que Dios iba a develar...” (33:37) ¿Qué fue lo que ocultaba en su consejo a Zaid? Quizá alguien imagine que el Profeta aconsejaba a su prohijado continuar con su matrimonio pero que internamente se contentaba si se divorciaba. Pero esta es una hipótesis incorrecta, pues en ese caso, ¿por qué Dios no lo reveló en otras aleyas, cuando El mismo había prometido expresar los sentimientos del Profeta? La verdadera interpretación es la que dan los exegetas del Corán: Lo que el Profeta ocultaba era una aleya que Dios ya le había revelado a su corazón, y que decía que Zaid se divorciaría de todos modos, y que él finalmente desposaría a Zainab. Cuando Muhammad aconsejaba a su prohijado tenía en cuenta la aleya pero la ocultaba a los demás. Nuestro testigo es el mismo versículo coránico que dice: “Pero cuando Zaid resolvió repudiarla (a su esposa) te permitimos desposarla a fin de que los creyentes no tuvieran inconvenientes en contraer matrimonio con las esposas de sus pro hija dos cuando éstos deciden divorciarse; porque el mandato de Dios debe cumplirse”. (33:37)

Extraído del libro La Historia de Mahoma (PB); Vida del Profeta Muhammad (PB) e historia de los orígenes del Islam

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com , Fundación Cultural Oriente

 

* Mafatihu-l-gaib”, de Razí, tomo XXV, Pág. 212. “Ruhu-l-ma'aiu”, Cáp. XXU, Págs. 23/24.

Article_image
Article_rate
No votes yet