Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica
La Resurrección
Por: Ayatolá Mahdi Hadavi Tehrani
Traducción: AbdulKarim Orobio
Pregunta: Por favor exponga en detalle el tema de la resurrección, tanto en una perspectiva racional y natural como instintiva. ¿Podría referenciar libros importantes sobre este tema?
Respuesta Concisa
La respuesta a esta pregunta se aclarará al examinar tres perspectivas filosóficas—la Mashā’i (peripatética), la Ishrāqi (Filosofía iluminista) y la Hikmat al-Muta’liyah (Filosofía Trascendental), así como las opiniones del Kalām (Teología) y el ‘Irfān (Misticismo). Entre los temas analizados por los eruditos sobre este tema se incluyen otros como la posibilidad de la resurrección, su existencia concreta, su demostración y las circunstancias en torno a la realidad de una resurrección corporal, de alma o ambos. Por lo tanto la respuesta constará de los siguientes puntos:
- El concepto de la resurrección
- La posibilidad de que tenga lugar la resurrección
- Argumentos y descripciones acerca de la resurrección.
- Prueba de la Resurrección
1. Conceptos como:
- El retorno a la morada original
- La muerte después de la vida y la vida después de la muerte
- La existencia de un mundo similar a este mundo y la congregación de toda la humanidad.
- El retorno del alma a su fuente y origen
- El traslado del alma desde este mundo al próximo
- La congregación de las almas individuales dentro del alma colectiva
- La resurrección
2. Primero que todo debe demostrarse la posibilidad de la resurrección y su existencia. Esta posibilidad puede entenderse fácilmente a partir de la existencia de este mundo.
3. Muchos eruditos y filósofos creen en la resurrección del cuerpo y el alma. Sin embargo, difieren en la forma en la que será resucitado el cuerpo—sea el cuerpo material de este mundo, el cuerpo imaginario del Barzakh (purgatorio) o quizás el cuerpo intelectual particular y metafísico que retorna.
4. Los razonamientos lógicos que da el Corán para la resurrección son los siguientes:
a. La vida después de la muerte es un requisito para el propósito de este mundo, establecer la justicia y la perfección de la humanidad. Al-lah mismo que creó al ser humano una vez y que hace que crezca la semilla sobre la tierra, Él mismo tiene el Poder de resucitarlo.
b. Entre los razonamientos lógicos de porque hay una resurrección, se encuentra la existencia dentro de cada ser humano de un alma única y particular que no es afectada por los cambios en las características físicas del cuerpo. La perfección máxima no se alcanza en tanto el alma está junto al cuerpo. Se logra cuando sucede la resurrección. La muerte del cuerpo es una consecuencia de la atención que presta el alma hacia la otra vida y es el regreso o retorno a su morada original y eterna. El concepto de la creación necesita que la humanidad sea traspuesta a un mundo mejor. El retorno del alma a su origen es una necesidad para el concepto de la resurrección. El alma anhela el retorno a su origen mucho más que su cuerpo físico y su mayor alegría es ver su realidad. La Resurrección es la manifestación de algunos de los nombres benditos de Al-lah tales como: El que Retorna, el Vivificador, el que Congrega, la Causa, etc.
c. Las Razones Naturales: Todos los principios fundamentales y preceptos secundarios de la religión, incluyendo a la resurrección, se adaptan naturalmente a los seres humanos—se encuentran en la naturaleza innata del ser humano. El deseo de ser eterno es natural y se concreta por medio de la resurrección. El deseo último de la humanidad no es el disfrute material. El temor a la muerte y lo que a ella se asocia es una clara señal del deseo natural de ser eterno.
Respuesta Detallada
La respuesta a esta pregunta se entenderá al examinar tres perspectivas filosóficas---la Mashā’i (Filosofía Peripatética), Ishrāq (filosofía Iluminista), y la Hikmat al-Muta’aliya (filosofía trascendental), también en las opiniones que ofrece el Kalām (Teología) y el ‘Irfān (Misticismo).
Cada una de estas se analizará posteriormente en detalle dependiendo de la disponibilidad de las fuentes y en algunas ocasiones citaremos a autoridades en el tema para aclararlo mejor. Una lectura concienzuda de las obras de Ibn Sina (Avicena) revela el hecho que este no proporcionó ninguna demostración lógica para la resurrección. Él creía que la única razón para afirmar la realidad de la resurrección era su confirmación por medio del Profeta—por lo que no veía la necesidad de una demostración lógica. Sin embargo, expresó su opinión en otros temas relacionados con la otra vida.
Pero con respecto a los eruditos del Kalām, un único aporte de ellos será suficiente para reflejar su opinión con respecto a la resurrección:
Puesto que el ser humano está compuesto de cuerpo y alma, las condiciones de su retorno al próximo mundo pueden analizarse en dos direcciones, una física y otra espiritual. En general, un análisis sobre la resurrección puede dividirse en dos secciones: Demostrar la resurrección y su necesidad, y la forma en la que ocurre—sea física, espiritual o ambas.
Los filósofos, por lo general no le han prestado mucha atención a la primera dirección, pero si a la forma en la que ocurre—concentrándose en su dimensión física aunque es posible que acepten tanto la resurrección física como espiritual. Esto se debe a que la resurrección física ha sido de mucha controversia. En esta misma línea, el tema de la resurrección puede dividirse en cuatro tópicos principales:
I. El Concepto de la Resurrección:
- El Retorno a la morada original
- La muerte después de la Vida y la Vida después de la Muerte
- La creación de otro mundo similar a este y la congregación de toda la humanidad desde el primero hasta los últimos.
- El retorno del alma a su origen
- El traslado del alma de este mundo hacia el otro.
- La Reunión de las almas individuales dentro de un alma colectiva (Al-lah)
- La resurrección significa el levantamiento de las gentes desde sus tumbas en la otra vida, cuando Al-lah juzgará sus acciones y los ángeles ingresará en filas.
Una de las conclusiones a las que se puede llegar a partir de los puntos mencionados es que la condición fundamental para la resurrección es ser trasladado al próximo mundo. De ahí que, temas como la muerte, la supervivencia del alma, la vida eterna, etc., son preliminares.
II. La Posibilidad de la resurrección y su suceso
No tiene sentido discutir un tema a menos que se haya demostrado su posibilidad. Si se demuestra por medio de la evidencia de algo que es de su tipo, o a través de la evidencia de algo que le reemplaza. La creación de otro mundo es similar a la creación de este mundo, o inclusive más sencillo. La misma existencia de este mundo es una señal de la posibilidad de la existencia de dicho mundo, y por lo tanto, la posibilidad de la existencia de un mundo similar, es decir la otra vida. Entonces, podemos analizar que tenga lugar otro mundo y la resurrección.
III. Argumentos y descripciones de la resurrección y las circunstancias de su existencia
Según Mul-lah Sadrā, muchos eruditos, filósofos y un grupo de doctos del Kalām creen tanto en la resurrección física como espiritual, basada en el retorno del alma al cuerpo.[1] También presentan su idea del retorno del mismo cuerpo a su alma y creen que esto armoniza tanto con la lógica como con la religión. Piensan que contradecir esta opinión es incredulidad (Kufr) y negar al Sagrado Corán.[2]
El encuentro en la resurrección; el cuerpo del fallecido retorna con sus mismas partes de tal forma que si alguien lo ve, dirá que es la misma persona que estuvo en el mundo anterior.[3]
Según los principios de Mul-lah Sadrā, el hombre, aunque es uno posee tres dimensiones en las cuales subsiste: sentido, imaginación e intelecto. La existencia del hombre al inicio es material y del tipo del mundo natural, pero a medida que se desarrolla se convierte en espiritual y continua para llegar a ser un ser intelectual, es decir, del próximo mundo. Todos los tres cuerpos pertenecen al mismo individuo particular y están prontos a los cambios que le ocurren a una persona desde su infancia hasta su vejez. Lo que personifica al cuerpo es el alma y ésta es una sola. Por lo tanto, el cuerpo del próximo mundo es el mismo de este pero se ha perfeccionado.
Sin embargo, según los eruditos del Kalām, el retorno del cuerpo ocurre por medio de la reunión de las partes físicas del cuerpo y su reintegración en un todo. Estas partes del cuerpo poseen unas características singulares debido al hecho que posee un alma única. Como resultado, por la voluntad de Dios cada cuerpo es creado nuevamente a partir de sus propias partes. Después de este estado el cuerpo se vuelve a unir al alma y es creado de nuevo el mismo humano que habitó en este mundo.
Aunque Ibn Sina (Avicena) creía tanto en la resurrección física como espiritual, no logró proveer un argumento lógico para la resurrección física y adopto su creencia a partir de la religión.
Sheikh al-Ishāq no cree en la resurrección física, es decir la resurrección del cuerpo junto con el alma. Él cree en un cuerpo del mundo del barzakh (purgatorio) y que el alma retorna a su origen debido al amor que siente por él—retornando desde de la confusión del mundo hacia el mundo de la luz.
IV. La prueba de la resurrección
1. Los razonamientos lógicos a partir del Corán:
- Al-lah es la Verdad y no hace nada en vano. Un mundo sin un objetivo es algo vano. Por lo tanto, un mundo en movimiento debe tener un propósito hacia el cual se moviliza, en el cual encontrará su descanso; este mundo de descanso es el mundo de la resurrección.
- El Al-lah el Omnisapiente nunca hace nada que contradiga a Su sabiduría y Justicia porque este mundo no es capaz de proveer lo que es justo para cada creyente
- el incrédulo, debe existir un día en el cual todos reciban la justicia por sus acciones.
- Un resultado concomitante de la misericordia de Al-lah es que eventualmente la humanidad alcanza la perfección. Por lo tanto, debe existir una resurrección para que la humanidad coseche los beneficios de sus acciones y alcance la perfección.
- El Todopoderoso, Aquel quien creó a la humanidad en primer lugar es el más capaz de volver a crearlos una segunda vez.
- Cuando se coloca una semilla en la tierra y el agua y la tierra le acompañan, lógicamente debería descomponerse; al contrario se escinde la semilla y da lugar a una raíz, la que penetra la tierra y brota y luego crece de la tierra. Este es un signo del Poder de Al-lah, y de Su sabiduría infinita, lo que es capaz de llevar a cabo también la resurrección.
2. Argumentos Lógicos
- Según Mul-lah Sadra y su Hikmat al-Muta’alya: En su Asfār, Mabda’ wa Ma’ad y Shawahid al-Rububyyah menciona algunos principios que son todos o al menos parte especifica de su filosofía. Declara la realidad física y espiritual de la resurrección sobre los siguientes fundamentos: Aunque las propiedades del cuerpo cambien, el alma permanece intacta y es lo que personifica al cuerpo. Por lo tanto, serán resucitados tanto el alma como el cuerpo de este mundo.[4]
- La existencia es “bien” y ser consciente de ella también lo es. Entre más completa sea una existencia, mayor el “bien”. Por lo tanto, la existencia del intelecto y la cognición es más noble y su alegría mucho mayor. El placer que se obtiene al entender es indescriptible. Esto es porque la intelección es más intensa con respecto a la percepción, aquel que percibe y lo percibido que sienten la percepción. Sin embargo, bien mayor no se logra cuando el alma depende del cuerpo y se alcanzará únicamente cuando se elimine esta restricción.
- Cuando el alma alcanza un nivel en el que su dependencia del cuerpo se minimiza y es mayor su atención hacia la otra vida, se separará del cuerpo por medio de una muerte natural. Esta separación no se da porque el cuerpo sea incapaz de retener al alma, sino que se debe a su atracción natural hacia el otro mundo. Si este no fuese el caso, la incapacidad del cuerpo para mantener al alma habría sido más evidente al comienzo de su creación.[5]
- La humanidad ha sido creada con suma intrincación y detalle. Un ángel de alto rango moldeó al hombre durante 40 días. Parece muy ilógico que Al-lah se satisficiera con su aniquilación; por el contrario Él determina que la humanidad abandone este bajo estatus y se dirija hacia una estación suprema y noble.[6]
- El retorno del alma a su origen se resumen en la frase Ma’ād o ·retorno·. El Retorno significa volver al lugar de donde uno proviene[7]
- La perspectiva del Shaykh al-Ishraq: el deseo del alma por su origen es mayor que el que siente por su cuerpo. Entre más se disocia de lo material, mayor es su deseo por la otra vida. Si el cuerpo es derrotado, en el momento de la muerte, el alma regresa a su origen. Para el alma no existe mayor alegría que alcanzar la perfección. Si el alma no la alcanza por estar ocupada con el cuerpo y lo material, después de separarse de este, le serán develadas todas las realidades y descenderán sobre él las bendiciones de Al-lah.[8]
- La perspectiva de los eruditos del Kalām: Las religiones enviadas por Dios prometen la recompensa y el castigo por las buenas y malas acciones. Sin embargo, la justicia de Al-lah no se lleva a cabo completamente en este mundo únicamente. Por lo tanto debe existir otro mundo, el cual sirva para la ejecución total de esta justicia.
- La perspectiva de los místicos: Al-lah en realidad es digno de la manifestación de todos sus Benditos Nombres y Cualidades. Hay un tiempo y un lugar apropiado para cada nombre y cualidad bendita. La total manifestación de los nombres benditos, tales como Aquel que hace retornar, el Dador de la Vida, Aquel que congrega, etc., tendrá lugar en el próximo mundo.
3. Razones Naturales e Innatas para la Resurrección
- La fuente de todos los fundamentos y ramas de la religión yace en la propia naturaleza humana, de otra forma no habría coherencia entre la creación y su guía.
- El deseo último de la humanidad no es el mundo material. Esto es real puesto que al alcanzarlo, no se disipa el deseo. La naturaleza humana está enfocada en alcanzar la perfección. Después de viajar a través de varios estadios de la vida, la atención del hombre se colocará sobre la otra vida y su potencialidad alcanzará su límite, retornando a su origen.
- El deseo de la existencia eterna es natural; si no fuese así, el ser humano no le temería a la muerte. Todos los deseos naturales de la humanidad están dirigidos a alcanzar la perfección. La sabiduría de esto yace en la existencia del otro mundo, ya que el presente no es digno de la vida eterna.
El temor a la muerte y lo que se asocia a ella se ve claramente a lo largo de la historia y es una señal del deseo natural de la humanidad por la existencia eterna.
Fuente: Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica; Editorial Elhame Shargh
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