En la historia de la filosofía siempre han existido los anti-realistas, quienes argumentan que todas nuestras percepciones son ilusorias. Los más radicales dudan hasta de su propia duda y por lo tanto, descartan cualquier posibilidad de que haya un verdadero conocimiento. Estos anti-realistas se conocen en la Filosofía como escépticos. ¿Sería tan amable de darnos un argumento filosófico válido que refute este razonamiento?
Cuenta Alamah Tabatabaii: “Mi esposa y yo éramos familiares cercanos de Alamah Qadhi. Él nos visitaba cuando estábamos en Nayaf. Nosotros tuvimos hijos, pero todos habían muerto en su niñez. Un día el Sayyed Qadhi fue a nuestra casa, mi esposa estaba embarazada y yo todavía no lo sabía; al despedirse le dijo a mi esposa: ¡Prima! Esta vez este niño tuyo sobrevivirá, es varón y no le llegará ningún daño; su nombre será Abdul Baqi (siervo del Eterno). Me alegré por lo que Qadhi había dicho; Dios nos otorgó un hijo y como él lo predijo no falleció como los otros y lo llamamos Abdul Baqi”.
La crítica a las filosofías occidentales, con elementos de objeción al eurocentrismo filosófico, fue realizada por un amplio grupo de pensadores musulmanes en las décadas de los 50 a los 80, en gran medida por la situación contextual derivada de las consecuencias históricas –intelectuales desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, esto es, la Guerra Fría y la bipolaridad en el terreno internacional de entonces, el auge de ideas filosóficas en desarrollo en occidente como el marxismo ( en sus variantes que van desde el estalinismo y maoísmo hasta la Escuela de Frankfurt) el existencialismo, el estructuralismo y el neopositivismo lógico, y el desarrollo de movimientos sociales en diversas naciones ( movimientos de liberación nacional en América Latina, África y Asia, o los movimientos estudiantiles, obreros y de minorías étnicas en naciones equidistantes como Francia, Checoslovaquia o Estados Unidos por solo citar).
¿Hasta qué punto el misticismo islámico tiene autenticidad y valor? En verdad, el misticismo islámico llegó a su perfección práctica en el tasawwuf —sufismo. A pesar de esto, el sufismo, el cual se inició por medio del ascetismo y del modo de vestimenta sencilla hecha de lana, se convirtió en algo no grato para los faqihes —jurisconsultos— y creyentes en general, por estar vinculado con la proclamación de algunos sufíes a no someterse ante la ley de la sharia y convocar hacia la unión o compenetración con Dios. Los Ashab Siffa —los humildes compañeros del Profeta del Islam (PB) —, aunque el vocablo sufí no tiene relación alguna con ellos, fueron quienes con su pobreza y ascetismo se convirtieron aparentemente en modelos para los ascetas musulmanes.
La existencia de un ser, según los postulados de la razón, debe ser necesaria o contingente (posible: puede ser o no ser), y ningún ente, por necesidad lógica, está fuera de estas dos posibilidades.
No se puede decir que todos los entes poseen una existencia contingente, porque el ser contingente necesita de una causa, y si todas las causas fueran contingentes entonces necesitarían a su vez de otra causa, y de este modo ningún ser podría llegar a existir. Dicho de otro modo, la cadena de causas infinitas es imposible. Por lo tanto la cadena de las causas concluirá, forzosa¬mente, en un ser que no será a su vez efecto de otro ser, es decir que su existencia será necesaria.
En el pasado, dos teorías con respecto al alma eran muy populares entre los filósofos. Una de ellas era la teoría platónica del espíritu o del alma, que propone que la existencia del alma externa, espiritual y anterior a la creación del cuerpo. La segunda teoría pertenecía a los aristotélicos, e Ibn Sina propició una explicación completa para ella.
Los filósofos musulmanes dividían la existencia en dos géneros; la existencia objetiva (o externa) y la existencia mental (psicológica). La existencia mental representa la existencia de los sujetos en la mente cuando son imaginados o cuando funcionan como sujeto para los predicados en una proposición. Estos sujetos o existentes mentales pueden ser o no una extensión en lo exterior.
Quienes nos han hecho conscientes de la existencia de los ángeles nos han advertido también que éstos son criaturas formadas de razón e intelecto puro, es decir, no hay nada de tierra, material, ni pasión, cólera, etc. Por otra parte, los animales son puramente terrenales y materiales, desprovistos de lo que el Sagrado Corán define como espíritu divino. Solamente el hombre está hecho de un compuesto de ambos, materia e intelecto. El ser humano corporiza algo de los animales como así también elementos y atributos angelicales. El ser humano es entonces tanto celestial como terrenal, puede ser divino o diabólico, sublime o despreciable.
El tema de la personalidad de la mujer juega un papel trascendental en el reconocimiento de las féminas en cada credo, religión y cada tendencia de pensamiento; puede a través del retrato que muestra del rol de la mujer, dar su opinión y exponer su postura con respecto a los asuntos relacionados con ella. En otras palabras, todos los otros temas como: los derechos de la mujer, participación social de la mujer, perfecciones morales, velo y adorno, son relevantes y están correlacionados con los aspectos del carácter de ésta. Este artículo nos muestra este aspecto importante de la vida social y espiritual del ser humano .
Otra escuela ideológica que recibió una atención muy grande en la India y en el cristianismo es la del amor. Los cristianos denominan a su doctrina escuela del amor, pero como ya advertimos, extreman tanto la cuestión que bien se la puede llamar escuela de la debilidad o docilidad. ¿Qué es la escuela del amor?Esta doctrina considera equivalente la perfección humana al servicio y la benevolencia hacia los seres humanos, es decir exactamente lo opuesto a la escuela nietzschiana. Todo lo que Nietzsche a excluido o negado, la escuela cristiana lo confirma.
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