La Tendencia a disociar la Religión del Intelecto
Por el Shaij Ya‘far Subhani
Traducido por Feisal Morhell
Tal como lo indican el Sagrado Corán y los hadices fiables, la religión islámica es la religión del intelecto y la reflexión, y de la correspondencia entre sus principios y normas y los argumentos lógicos. Su lema frente a los oponentes es atenerse a las pruebas y argumentos. Dice el Altísimo: «¡Aportad vuestras pruebas, si es que sois sinceros!»[1].
También dice como respuesta a las posturas de los oponentes: «¡Presentadme un libro anterior a éste, o un vestigio de conocimiento!»[2].
Uno de los indicios más claros sobre la importancia que la religión islámica da al intelecto, es el hecho de que el vocablo ‘Ilm (conocimiento) se usa en el Corán más de 780 veces. La palabra ‘Aql (intelecto) 49 veces. Lab (sensatez) 18 veces. Tadabbur (reflexión) 4 veces. Como así también la palabra Nuhá que también tiene el sentido de intelecto.
El estudio de este tipo de aleyas nos familiariza con el espíritu del Islam, y nos acerca hacia su comprensión. El Sagrado Corán está repleto de fuertes argumentaciones filosóficas sin precedentes, respecto a las cuales nadie pudo, con posterioridad, presentar algo tan conciso.
¿Quien puede negar la posición sublime del intelecto y del conocimiento en las aleyas, en las cuales el intelecto, el razonamiento, el argumento, la argumentación y la reflexión, conforman su lineamiento?
أم خلقوا من غير شئ أم هم الخالقون
«¿Acaso fueron creados de la nada? ¿O acaso son ellos los creadores?»[3].
لو كان فيهما آلهة إلا الله لفسدتا، فسبحان الله رب العرش عما يصفون
«¿Si hubiera en ambos (los cielos y
و ما اتخذ الله من ولد و ما كان معه من إله إذاً لذهب كل إله بما خلق و لعلا بعضهم على بعض فسبحان الله عما يصفون
«Dios no ha tomado a nadie por hijo, ni hay otra divinidad junto a Él, puesto que, si hubiera sido de esa forma, cada dios se hubiera dirigido hacia aquello que hubiera creado, y cada uno hubiera prevalecido sobre el otro ¡Glorificado Sea Dios de cuanto le atribuyen![5] ».
Además del Corán, los hadices proféticos y las narraciones de los Imames infalibles exponen claramente que los conceptos islámicos se sostienen en argumentos racionales.
El Shaij As-Saduq escribió un libro respecto al tema en particular del Tauhid o Unicidad Divina, donde expone la magnitud de la orientación lógica de los Imames de Ahlul Bait (P).
No necesitamos ir tan lejos. El Shaij Al-Kulaini (fallecido en 329 H.) dispuso en su libro Al-Kafi, un capítulo particular respecto al intelecto y la incredulidad, donde demuestra con toda claridad la importancia de ambas cuestiones, según la fuente de la revelación. A continuación exponemos algunos de esos hadices a modo de ejemplo:
Del Imam Al-Baqir (P): “Por cierto, Dios exigirá cuentas a los siervos en el Día de
Del Imam As-Sadiq (P): “Es mediante el razonamiento que los siervos conocen a su Creador, y saben que ellos mismos fueron creados, que Él es su Administrador, y que ellos son sus administrados”[7].
Dice el Imam Al-Kazim (P): “¡Alabado y Exaltado Sea! Le ha completado a la gente sus pruebas mediante el intelecto, ha auxiliado a los profetas mediante las evidencias, y les ha demostrado Su Señorío por medio de indicios. Dice: «Vuestro Señor es uno sólo. No hay más divinidad que Él, el Graciabilísimo, el Misericordiosísimo»”[8].
Guiándonos de estos textos, debemos decir que el espíritu del Islam es el de la educación del intelecto, y el de otorgarle la sublime posición que posee. El Islam insiste en que este es el farol que guía a sus seguidores y creyentes. Naturalmente, esto no significa que es posible analizar y fundamentar todas las peculiaridades del Islam, en base al intelecto, sino que son los conceptos islámicos y la generalidad imperante en sus preceptos religiosos los que son factibles de ser argumentados. Tanto es así que el mismo Corán indica algunas normas de la shari‘ah junto a sus motivos. Ejemplo de ello son las siguientes aleyas:
أقم الصلاة لذكري
«Realiza la oración, para mi recuerdo»[9].
أقم الصلاة إن الصلاة تنهى عن الفحشاء و المنكر و لذكر الله اكبر
«Realiza la oración. Ciertamente que la oración aleja de la corrupción y de lo execrable; y en verdad que el recuerdo de Dios es superior»[10].
إنما يريد الشيطان أن يوقع بينكم العداوة و البغضاء في الخمر و الميسر و يصدكم عن ذكر الله و عن الصلاة فهل انتم منتهون
«Por cierto que Satanás quiere infundir en vosotros la enemistad y el rencor mediante las bebidas embriagantes y el maisar, y quiere apartaros del recuerdo de Dios y de la oración ¿Acaso no acabaréis con eso?»[11].
Quien se encuentra con estas aleyas, puede entender la importancia que el Islam otorga al intelecto y a la razón.
Los occidentales han dispuesto, desde hace bastante tiempo, una rama de la ciencia bajo el título de “
Hay un punto que es necesario aclarar, que se relaciona con la religión cristiana, y que consiste en que ésta procura vivificar los valores espirituales y purificar los corazones de la herrumbre del apego a lo mundano, apoyándose más en los sentimientos y en la conciencia que en la demostración y los argumentos. No tiene un base para demostrar la existencia de Dios, Poderoso e Imponente. Es más, no utiliza el intelecto para demostrar Sus principales atributos, que establecen el Tauhid o Unicidad Divina. Es por eso que, cuando se les dice: “Vosotros sois seguidores de la religión de Abraham, cuyo fundamento es
La filosofía religiosa que considera al cristianismo su principal exponente, no espera de éste más que eso. O sea, pasar por alto el intelecto y hablar sobre sentimientos y emociones.
Es por eso que se debe diferenciar entre el Islam y el cristianismo cuando se estudia la filosofía de la religión; y para tal materia se debe tomar como modelo al Islam, puesto que una filosofía que quiera buscar justificativo para el cristianismo de forma que pueda ser objeto de un análisis racional, se verá obligada a diferenciar entre el camino del corazón y el del intelecto, a separar la ciencia de la religión, y a disponer -en última instancia- sentimientos, emociones y experiencias internas que no son de ningún modo factibles de ser transmitidas a los demás, como camino para alcanzar las nociones de la existencia. Aun así, los estudiosos de la filosofía de la religión que quieren investigar sobre el Islam, deben basarse en la razón en todos los niveles y fases de su estudio (desde la demostración de la existencia del Creador hasta las cuestiones más simples de la vida), puesto que todos esos asuntos son razonables, siendo posible su estudio y explicación mediante el intelecto.
En resumen, es posible tratar el tema de la filosofía de la religión a condición de que delimitemos la identidad de la religión misma ¿Se trata del Islam o el Cristianismo? (Porque al decir "cristianismo" nos referimos a lo que oficialmente sostiene la iglesia y no al verdadero cristianismo que se sucede en la serie de revelaciones divinas).
Con esta introducción, debemos hacer notar que algunos místicos siguen lo que en realidad es una idea de los sacerdotes de la iglesia, y que consiste en desestimar los argumentos que demuestran la existencia del Creador y sostener que el camino para conocer a Dios es el del corazón, la emoción y la sensación interior, debiendo conocer y adorar a Dios a través de la fitrah o naturaleza primordial dispuesta en el ser humano, y no a través de argumentos filosóficos de dos mil años de antigüedad.
Uno de éstos dice en la introducción de su libro Dios y
Luego, él mismo responde a esa pregunta en la cual considera a la religión separada de la razón, diciendo: “El ser humano, a causa de su naturaleza primordial, se dirige hacia la razón y los argumentos. Se dirige hacia el intelecto y obra en forma permanente mediante el análisis y la interpretación en todas las áreas de pensamiento y actividades mentales. Por otro lado, a los creyentes no les gusta que se diga que sus creencias se basan en la imitación de sus padres y ancestros. Es por eso que surgen los análisis y la dialéctica, las reflexiones y las inferencias al respecto”.
A continuación expongo mis opiniones acerca de este tipo de pensamiento:
Sostener que “no hay en los libros celestiales argumentos o pruebas sobre la existencia de Dios”, es una gran pretensión, en el sentido que ¿Acaso tal persona domina
Aun cuando los argumentos que se encuentran en el Corán no son del tipo de planteamientos dialécticos conformados por planteamientos generales y sus casos de verificación, contienen en sus precisas expresiones principios de argumentación que se manifiestan tras una breve reflexión en las aleyas.
A veces este libro trata sobre la pobreza y necesidad del ser humano de quien le abastezca y cubra sus necesidades y requerimientos, como cuando dice:
يا أيها الناس انتم الفقراء إلى الله و الله هو الغني الحميد
«¡Oh gente! Vosotros necesitáis de Allah, mientras que Allah es el Autosuficiente y Loable»[12].
Otras veces el Corán argumenta la existencia del Creador mediante la creación de los cielos y
أفي الله شك فاطر السماوات و الأرض
«¿Acaso hay dudas respecto a Allah, el Originador de los Cielos y
En la mayoría de los casos, el Corán utiliza el argumento inní, que consiste en demostrar mediante un signo o un fenómeno la existencia de su hacedor. Encontramos muchas aleyas de este tipo en el Corán. Parte de ellas no se relacionan con la demostración de la esencia, sino que, dando por sentado su existencia, argumenta sobre los Atributos relacionados a Su Unicidad, como el Conocimiento y el Poder. Otras aleyas, en cambio, además de demostrar Sus Atributos, argumentan la existencia del Hacedor a partir de la armonía y propósito común del conjunto de las cosas.
Debemos restringir este tipo de aleyas dentro del ámbito de la demostración de Sus Atributos en particular.
El hecho de que algunos exégetas del Corán no las hayan explicado e interpretado en ese sentido, es a causa de no creer que la esencia tuviera necesidad de ser argumentada. Así sucede con las palabras del Altísimo que expresan:
إن في خلق السماوات و الأرض و اختلاف الليل و النهار و الفلك التي تجري في البحر بما ينفع الناس و ما أنزل الله من السماء من ماء فأحيا به الأرض بعد موتها و بثّ فيها من كل دابة و تصريف الرياح و السحاب المسخر بين السماء و الأرض، لآيات لقوم يعقلون
«Por cierto que en la creación de los Cielos y
Algunas veces, el Corán argumenta sobre
En su explicación de la creación del ser humano, y de los Cielos y
I- La creación del ser humano sin causa.
II- El ser humano es creado, pero es él mismo su propia causa.
La primera posibilidad no concuerda con el juicio categórico del intelecto (que deduce cómo todo fenómeno tiene una causa que lo produjo, y que no hay dudas del hecho de que el ser humano es un fenómeno). La segunda posibilidad también es contraria al concepto de causalidad de las cosas e implica un círculo vicioso.
El Sagrado Corán plantea estas dos posibilidades en la forma de ideas:
1- أم خلقوا من غير شئ
«¿Acaso fueron creados de la nada?».
2- أم هم الخالقون
«¿O acaso son ellos los creadores?».
Luego, suponiendo lo correcto de la segunda posibilidad, que plantea que el ser humano se creó a sí mismo, plantea la tercera que consiste en la forma en que los Cielos y
أم خلقوا السماوات و الأرض بل لا يوقنون
«¿Acaso crearon los cielos y
En este breve ensayo no trataremos de ofrecer cada una de las pruebas de la existencia del Originador en los libros celestiales, sino que nuestra intención es solamente brindar un ejemplo.
Repetimos nuevamente que el Corán considera al principio de la existencia del Creador como una cuestión intrínseca a la naturaleza humana (fitrah), juzgando su existencia como algo categórico en aleyas que se dirigen a los incrédulos y que se refieren a la reflexión, y a Su adoración. Eso no impide el planteamiento de argumentos, en lugares determinados, sobre Su existencia misma.
El Corán es un libro para todas las épocas y lugares, y debe permanecer como luz y orientación hasta el Día de
El Islam no se resume al Corán únicamente. Las narraciones del Profeta (BP), así como las de los Imames de Ahlul Bait (P) en su lugar correspondiente, exponen y explican los conceptos del Islam. De esa forma, en el libro Al-Kafi, de Al-Kulaini y Al-Ihtiyay, de At-Tabarsi, se han transmitido los debates que esos inmaculados (P) entablaron con los materialistas que les eran contemporáneos. Entre esos debates se cuentan los del Imam As-Sadiq (P) con el agnóstico egipcio y con Ibn Abil ‘Auya’, y el del Imam Ar-Rida (P) con Abu Shakir Ad-Daisani.
Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.
www.islamoriente.com Fundación Cultural Oriente
[1] Corán Al-Baqarah: 2 / 111.
[2] Corán Al-Ahqaf: 46 / 4.
[3] Corán At-Tur: 52 / 35.
[4] Corán Al-Anbia’: 21 / 22.
[5] Corán Al-Mu’minun: 23 / 91.
[6] Al-Kafi / T.1 / p.11.
[7] Ibíd / p.13 - 29.
[8] Ibíd.
[9] Corán Ta Ha: 20 / 14.
[10] Corán Al-‘Ankabut: 29 / 45.
[11] Corán Al-Ma’idah: 5 / 91.
[12] Corán Fatir: 35 / 15.
[13] Corán Ibrahim: 14 / 10.
[14] Corán Al-Baqarah: 2 / 164.
[15] Corán