La unión de los chiítas y los sunnitas
Desde el punto de vista del Líder Supremo de la Revolución Islámica sobre
Hoy uno de los objetivos básicos de los arrogantes y Estados Unidos es generar división, pues éste es el mejor medio para crear discordia entre chiitas y sunnitas. La creación de discrepancias en el Mundo Islámico es uno de los objetivos principales del imperialismo y Estados Unidos, quienes enfrentando a los chiítas y sunnitas aplican el mejor medio para realizar este fin. Un ejemplo de este intento se observa en lo que dicen -los venenos que esparcen y la discordia que siembran los protegidos por el imperialismo- sobre los sucesos de Irak. Hace ya muchos años, que el imperialismo y las potencias expansionistas occidentales persiguen este objetivo. Para ellos, la peregrinación es una buena oportunidad para que los chiítas y los sunnitas se odien entre sí, y para hacer que se insulten mutuamente las santidades de cada una de estas ramas del Islam. Hay que ser inteligente todo el tiempo y en todos los campos. Lo que más le gusta a Estados Unidos es la guerra entre chiitas y sunnitas, y que después de transcurridos varios siglos al encontrarse se hablen con los corazones llenos del rencor y se insulten mutuamente. Si no fuera así, particularmente en esta coyuntura histórica tan delicada, no contratarían gente para meter cizañas entre los peregrinos durante las ceremonias de la peregrinación.
Ciertamente, las naciones islámicas deben estar despiertas, no subestimar al enemigo, sus conspiraciones y movimientos, ser cuidadosas y ser inteligentes. Hoy es el día de la unión y el compañerismo de las naciones y los gobiernos islámicos. Yo desde aquí quiero advertir a nuestra nación, a la nación iraquí, a la nación pakistaní y al resto de las naciones musulmanas, para que controlen las discrepancias religiosas y las discrepancias entre chiitas y sunnitas. Yo veo manos que están creando guerras entre los musulmanes en nombre de los chiitas y sunnitas. Seguramente, los malvados sionistas y el imperialismo están involucrados en las masacres que ocurren y las explosiones en las mezquitas, huseyniyas, las oraciones colectivas y las oraciones del viernes. Según las informaciones que hemos obtenido, los malvados sionistas y los mercenarios de los enemigos del Islam están involucrados directa o indirectamente, en todos los sucesos que ocurren en Irak, Irán, Afganistán, Pakistán y el resto de los países en los diferentes rincones del Mundo Islámico.
Nuestro fin no es que el chiita se convierta al sunnismo, ni que el sunnita se convierta al chiismo. Nuestro objetivo no es que las doctrinas se conviertan en una sola religión, ni queremos decir que el chiita y el sunnita deben dejar de realizar trabajos científicos para consolidar sus creencias. Además, los trabajos científicos son muy buenos y no suponen ningún problema. Hay gente que rechaza las ramas del Islam para conseguir la unidad de los musulmanes. El rechazo de las ramas del Islam no soluciona ningún problema. La demostración de la veracidad de una rama soluciona los problemas. Cada una de las ramas religiosas actuales, debe hacer sus asuntos normales en su zona y mejorar sus relaciones con el resto. Deben escribir libros científicos en ámbitos científicos, no en ámbitos no científicos, ni mucho menos escogiendo un tono inadecuado e incorrecto. Así pues, si alguien puede demostrar su lógica, nosotros no debemos impedirlo. Pero si alguien quiere provocar discordias mediante sus afirmaciones, sus acciones y aplicando diferentes métodos, nosotros pensamos que está al servicio del enemigo. Tanto los sunnitas como los chiitas deben cuidarse.
Cada uno tiene una doctrina, respeta sus creencias y sus valores como es su derecho, este respeto no significa que pueda ofender los valores de otro grupo con quien mantiene ciertas divergencias. Nosotros estamos unidos a un Islam, a una Kaaba, a un Profeta, a una oración, a una peregrinación, a un yihad y a una sharía, creemos en ello y lo practicamos. Los asuntos que nos diferencian son menos que los que nos unen. Los enemigos del Islam pretenden enfrentar al chiíta y al sunnita, no sólo en ciertas regiones de Irán, sino en todo el Mundo Islámico.
Yo debo agregar este punto que no pongan al Imam Ali, Príncipe de los Creyentes como el motivo de la discrepancia entre chiitas y sunnitas y las ramas del Islam. El Príncipe de los Creyentes es un símbolo de unión y no de discrepancia. Nuestros hermanos y hermanas en todo el país deben confiar en que el Príncipe de los Creyentes es el eje de la unión. Todo el Mundo Islámico, tanto los chiítas como los sunnitas, respetan al Príncipe de los Creyentes. Un grupo pequeño que se llamaba Navoseb eran enemigos del Príncipe de los Creyentes. A lo largo de la historia del Islam, tanto en la época de los gobiernos de los Omeyas como en el califato Abbasi, vivieron grupos enemigos del Príncipe de los Creyentes. Sin embargo, la mayoría en el Mundo Islámico –tanto los sunnitas como los chiitas- aprecian al Príncipe de los Creyentes. Vosotros veis que los imames de la jurisprudencia sunnita escribían versos en honor al Príncipe de los Creyentes. Existen poemas famosos sobre el Imam Ali que han sido escritos por Shafei. El imam Shafei escribió en honor al Príncipe de los creyentes; no solamente por el Príncipe de los Creyentes, sino que expresa su admiración por todos o la mayoría de los Imames chiitas. Los chiitas tenemos una imagen clara y transparente del lugar y la situación de estos imames, pero los hermanos sunnitas no han podido ser claros en estos asuntos. Estos temas pueden ser probados mediante diálogos y debates científicos. A pesar de que nuestra lógica está muy bien estructurada, actualmente un grupo en Irak y en diferentes partes del Mundo Islámico, sobre todo en Irán, quiere producir tensiones.
Desgraciadamente, en el Mundo Islámico hay gente que está dispuesta a cometer cualquier fechoría, incluida la provocación de pugnas entre chiitas y sunnitas, con tal de aproximarse a EE.UU. y los centros de los poderes imperialistas. Actualmente, veo que dicha gente en algunos países colindantes a nosotros ejecutan un programa previamente calculado para enfrentar al chiita y el sunnita, separan las etnias y las ramas de la religión islámica y producen choques entre las corrientes políticas, quieren aprovechar el ambiente conflictivo para quedarse con lo suyo y alcanzar sus intereses ilegítimos en los países islámicos. Tenemos que tener cuidado.
Los que enfrentan a chiitas y sunnitas, no quieren ni al chiita ni al sunnita y son enemigos del Islam. « Quienes están con él (el Profeta Muhammad) son… cariñosos entre sí.»[1], quiere decir que los hermanos musulmanes deben ser amables entre ellos. El enemigo agota ambos caminos. De un lado, propaga tendencias como los Nasebi[2] y los Qali[3] presentando al chiita, a los ojos del sunnita como su enemigo verdadero –y lamentablemente existen algunos religiosos reaccionarios que se lo creen- y por otro, obliga al chiita a insultar las santidades y los valores sunnitas. La conspiración del enemigo consiste en enfrentar estas dos ramas del Islam. Puede que el enemigo utilice artimañas desconocidas para vosotros. Debéis ser cuidadosos para reconocer al enemigo, lleve el disfraz que lleve. «…y, ciertamente, les reconocerás por el tono de sus palabras.»[4] Entonces, se puede conocer al enemigo por sus palabras.
Uno de los motivos de nuestro orgullo es que, en las regiones del país donde existe diversidad religiosa y étnica y posibilidad de divergencias, nuestra gente evita el conflicto étnico y religioso. A los enemigos no les gusta este comportamiento. La guerra entre el chiita y el sunnita es muy valiosa para los enemigos del Islam. La divergencia y la discordia entre la Nación Islámica tiene mucho valor para los enemigos del Islam. La discrepancia y la división entre la nación islámica rompe la espiritualidad, el dinamismo, el poder, la gloria y la grandeza de la alianza nacional. Tal como dice el Sagrado Corán: «¡No discutáis! Si no, os desanimaréis y se enfriará vuestro ardor.»[5]
Uno de los factores que puede ser fundamental en este sentido es la personalidad sagrada del Profeta del Islam (PB). Los musulmanes y los intelectuales islámicos deben nutrirse de las enseñanzas de noble personalidad islámica, y del amor hacia él.
Hay que tratar con seriedad el asunto de la unión de los musulmanes, de todas las ramas islámicas: el chiísmo, el sunnismo, y todas las ramificaciones derivadas de éstas. En la actualidad, los musulmanes deben tomar en serio la cuestión de la unión islámica. El significado de la unión islámica está claro. La unión entre los musulmanes es una necesidad vital para ellos, no es ninguna broma ni consigna. Las sociedades islámicas deben dar pasos serios hacia la integración. Ciertamente, la unión es un asunto complicado y la creación de la unión es una labor complicada. La unión entre las naciones islámicas es concordante con la existencia de diferentes ramas religiosas, métodos y costumbres de vida y jurisprudencias. La unión entre las naciones islámicas significa su coincidencia en los temas relacionados con el Mundo Islámico y hace que estas naciones se ayuden entre ellas y no malgasten sus riquezas en pugnas entre ellas.
Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.
www.islamoriente.com ; Fundación Cultural Oriente