La Visita (Zyarat) a las tumbas de los Creyentes desde la óptica del Sagrado Corán y la Sunnah.
Extraído del Libro ‘Wahabismo’ de Ayatolá Ya’far Subhani
Trad. Abu Bilal Muhammadi
Los eruditos del Islam, apoyados en las aleyas del Sagrado Corán y los hadices (narraciones) han permitido las visita a las tumbas, particularmente las visitas a las tumbas de los Santos Profetas y hombres piadosos, también consideraron que esta es una virtud y honor. Sin embargo, los Wahabís en lo aparente, aunque no consideran el principio de la zyarat(visita) al as tumbas como algo haram, declaran que viajar o desplazarse para realizar una zyarat (visita) a la tumba de los virtuosos de Dios es algo ilícito y haram (prohibido). Después de culminar con el principio de la zyarat, expondremos el tema de "viajar con el objetivo de hacer una zyarat (visita) a las tumbas de los virtuosos de Dios".
Es evidente que la visita a las tumbas tiene demasiados efectos morales y educativos, los cuales mencionaremos de una manera resumida.
Cuando se observa este valle calmado(el cementerio), donde se apaga la luz de la vida de todos los seres humanos, sean ricos o pobres, poderosos o débiles, siendo enterrados solamente con tres pedazos de tela, ésto purifica la mente y el corazón, y también reduce la codicia y avaricia de una persona en una gran medida. Un ser humano que posea una visión que le permita aprender de las lecciones de la vida puede pensar para sí mismo lo siguiente: Una vida pasajera que puede ser de 60 a 70 años, termina ocultándose bajo el polvo de la tierra y luego descomponiéndose y destruyéndose, entonces, ésta vida no es tan valiosa como para que alguien se desgaste por conseguir y amasar solamente riquezas materiales, posiciones y cometer injusticias contra sí mismo y los demás.
Observar este valle silencioso, el cual ablanda los corazones más duros y hace que los oídos más sordos escuchen, y le da luz a los ojos de más corta visión, hace que una persona revise su plan de vida y medite sobre las grandes responsabilidades que tiene frente a Al-lah y los demás, controlando sus pasiones mundanales.
El Santo Profeta del Islam (P) refiriéndose a este tema dijo en una narración:
"Visiten las tumbas, puesto que ciertamente les hacen recordar la Otra Vida"[1]
Siendo que la validez y la solidez de la zyarat a las tumbas son tan obvias que no hace falte dar pruebas y razonamientos muy elaborados, reflexionaremos acerca de algunas de las pruebas para aquellos que dudan.
El Corán y la Zyarat a las tumbas:
Claramente el Sagrado Corán nos enseña que el Santo Profeta (P) que de ninguna manera debe realizar la oración para los muertos de los hipócritas y no debe pararse cerca de las tumbas de estos.
"…Y nunca hagas la oración para ninguno de ellos que haya muerto y no te pares en su tumba, ciertamente ellos negaron a Al-lah y a Su Mensajero y murieron siendo corruptores". (Taubah: 84)"
En este versículo, para destruir la personalidad del hipócrita y reprender a los miembros de este grupo, Dios le ordena al Profeta:
1. No hacer la oración para ninguno de sus muertos.
2. No pararse sobre sus tumbas, y esta realidad se evidencia en esta oración:
Cuando el Sagrado Corán ordena que se debe evitar estos dos actos con respecto a los hipócritas, significa que: para aquellos que no son hipócritas estas mismas acciones no aplican, es decir si se puede hacerles la oración y estar cerca de sus tumbas.
Ahora veamos qué significa ¿Acaso se refiere solo a pararse en el momento del entierro, lo cual no es permitido cuando el muerto es uno de los hipócritas, y acerca del creyente es necesario y loable?, ¿O acaso el sentido general es desde el momento del entierro y otra ocasión?
Algunos exegetas dicen que la aleya se refiere al momento del entierro, pero otro grupo como Baydawi y otros tienen una opinión más amplia e interpretan la aleya de la siguiente forma:
"…Y no se paren sobre sus tumbas para el entierro o para visitarlos en peregrinación"[2]
Si le prestamos atención al contenido de este versículo veremos que tiene un significado más amplio, es decir, se refiere a pararse en el momento del entierro así como a detenerse después del entierro. Esto es así porque dos oraciones conforman el eje del tema en cuestión de esta aleya y estas son:
1. (…Y nunca recen por ninguno de ellos que ha muerto…) (Taubah: 84)
La palabra "Ahad" colocada en el curso de la prohibición es válida para todas las personas.
La palabra "Abadan" es válida para todos los tiempos y el significado de la oración será así:
"No realicen la oración para ningún hipócrita en ningún momento".
Prestando atención a estas dos palabras fácilmente podemos entender que el significado de esta oración particular no se refiere a la recitación de la oración sobre el cadáver, porque recitar la oración sobre el cadáver tiene lugar únicamente una vez y es antes del entierro, y no puede repetirse. Si específicamente se refería a la recitación de la oración sobre el cadáver, entonces no había necesidad de utilizar la palabra "Abadan". Imaginar que esta palabra sirve para expresar que abarca a todos las personas es totalmente irrelevante porque la oración "La tusal-li 'ala ahadin" es suficiente para tal inclusión y generalidad y no hay necesidad de mencionarlo de nuevo.
Aparte de esto, la palabra "abadan" en árabe se refiere a tiempo y no a individuos como por ejemplo:
No os caséis jamás con sus esposas después de él.
(33:53)
(ver la continuación en archivo pdf)
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