Lecciones sobre Las Ciencias Coránicas

Por: Husaîn Yavân Ârâsteh

Traducción: Dra. Zohre Rabbani

Las aleyas muhkam (explícitas) y mutashâbih (alegóricas)

Introducción

Familiarizarse con las aleyas explícitas y alegóricas del Corán tiene tanta importancia y valor que cada intérprete del Corán considera obligatorio para sí mismo tenerlo en cuenta, y juzga que la negligencia en este asunto conlleva el desvío en la interpretación coránica. El Corán como un conjunto unánime -que según su propio texto, no existe ninguna diferencia ni disconformidad en sus aleyas- se divide en dos partes: muhkam (explícitas) y mutashâbih (alegóricas). Algunas aleyas son las matrices, fundamentos y puntos de referencia; y otras necesitan interpretarse teniendo en cuenta las primeras. Por lo tanto, una mirada independiente a las aleyas del segundo grupo en el momento de la interpretación del Corán, desvía al ser humano del rumbo correcto para entender el Libro Divino; y forzosamente da pasos en un rumbo opuesto al del Corán.

La aparición de tendencias incorrectas como la de los muÿassamah (quienes sostienen la corporización de Dios), los muÿbirah (quienes sostienen que los seres humanos se encuentran compelidos en sus actos) o mufawwidah (quienes sostienen que Dios delegó a los seres humanos la totalidad de sus asuntos) se arraigan en la interpretación independiente de estas aleyas coránicas. Infortunadamente este asunto existió desde los principios del Islam hasta la actualidad, y en cada época, de acuerdo a las circunstancias de tiempo y lugar, existieron grupos que, apelando a tales aleyas alegóricas, hicieron innovaciones. Ellos utilizaron las iluminadas aleyas coránicas como pretexto para llegar a sus concupiscencias, en un marco religioso y coránico. Posiblemente ésta sea la razón por la que el tema de muhkam y mutashâbih fuese estudiado por los expertos del Corán desde la antigüedad, y así tenemos a nuestro alcance las diversas opiniones de los intérpretes, tanto de los Compañeros del Profeta (BP), de los tâbi‘în (quienes conocieron en persona a algunos de los Compañeros) y todos aquellos que los siguieron. Además de las obras de exégesis coránicas de ambas escuelas, en donde abordan este tema bajo la aleya de muhkam y mutashâbih, numerosos intérpretes y expertos de las Ciencias Coránicas presentaron obras independientes al respecto y tocaron este asunto en sus libros de temáticos coránicos.[1]

A continuación nos limitamos a mencionar dos dichos explicando la importancia y trascendencia del conocimiento de muhkam y mutashâbih en el Corán:

1. En la obra Fîl ‘Uîûn ‘an-ir Ridâ:

«من رد متشابه القرآن إلى محكمه هدي إلى صراط مستقيم....»

man radda mutashâbiha-l Qur’ân ila muhkamihi hudiîa ilâ sirâtin mustaqîm...

“Quien remita lo alegórico del Corán a lo explícito del mismo será orientado hacia el sendero recto” [2].

2. En la obra Tafsîr An-Nu‘mânî, está registrado un dicho cuya cadena de transmisión llega a Ismâ‘îl ibn Ÿâbir:

قال: «سمعت أبا عبد الله جعفر بن محمد الصادق (ع) يقول: ... واعلموا      - رحمكم الله - انه من لم‏ يعرف كتاب الله عز وجل الناسخ من المنسوخ والخاص من العام والمحكم من المتشابه والرخص من العزائم... فليس بعالم بالقرآن ولا هو من أهله.»

Qâla: Sami‘tu Abâ ‘Abdil·lah Ÿa‘far Ibn Muhammad As-Sâdiq iaqulu: ...Wa‘alamû –rahimakumul·lah- innahu man lam ia‘rif kitabal·lahi ‘azza wa ÿal·la an-nâsij minal mansûj wal jâssa minal ‘âmmi wal muhkama minal mutashâbih wa-r rujas minal ‘azâ’im... fa laîsa bi ‘âlimin bil Qur’ân wa lâ huwa min ahlihi.

Dijo: “Escuché a Ÿa‘far Ibn Muhammad As-Sâdiq (P) decir: “...Y sabed -que la misericordia de Dios os abarque- que aquél que no conozca en el Libro de Dios, Majestuoso e Imponente, lo abrogante y lo abrogado, lo particular y lo general, lo explícito y lo alegórico, las permisiones y las obligaciones... no es conocedor del Corán ni se cuenta entre su gente”[3].

Muhkam y Mutashâbih

﴿ هُوَ الَّذِي أَنْزَلَ عَلَيْكَ الْكِتَابَ مِنْهُ ءَايَاتٌ مُحْكَمَاتٌ هُنَّ أُمُّ الْكِتَابِ وَاُخَرُ مُتَشَابِهاتٌ فَأَمَّا الَّذِينَ فِي قُلُوبِهِمْ زَيْغٌ فَيَتَّبِعُونَ مَا تَشَابَهَ مِنْهُ ابْتِغَآءَ الْفِتْنَةِ وَابْتِغَآءَ تَأْوِيلِهِ وَمَا يَعْلَمُ تَأْوِيلَهُ إِلاَّ اللّهُ وَالرَّاسِخُونَ فِي الْعِلْمِ يَقُولُونَ ءَامَنَّا بِهِ كُلٌّ مِنْ عِندِ رَبِّنَا وَمَا يَذَّكَّرُ إِلآَّ اُوْلُواْ الأَلْبَابِ ﴾

Huwal·ladhî anzala ‘alaîkal kîtâba minhu âîâtun muhkamâtun hunnâ ummul kitâbi wa ujaru mutashâbihâtun fa ammal·ladhîna fi qulûbihim zaîgun faîattabi‘ûna mâ tashâbaha minhu-btigâ’al fitnati wabtigâ’a ta’wîlihî wa mâ îa‘lamu ta’wîlahû il·lal·lâhu wa-r râsijûna fil ‘ilmi îaqûlûna âmannâ bihi kul·lûn min ‘indi Rabbinâ wa mâ îadh·dhakkaru il·la ûlul albâb

«Él fue quien te reveló el Libro que contiene unas explícitas aleyas que son la Matriz del Libro, y otras alegóricas; pero aquellos cuyos corazones albergan el desvío se inclinan a las alegóricas, a fin de sembrar la sedición, interpretándolas capciosamente, pero no conoce su interpretación sino Dios. Los imbuidos en la ciencia dicen: “Creemos en él (Corán); todo dimana de nuestro Señor”. Más nadie lo advierte, salvo los sensatos».[4]

La aleya arriba mencionada divide las aleyas coránicas en dos grupos: muhkamât y mutashâbihât, definiendo sus características.

En primer lugar debemos familiarizarnos con el significado de éstos dos términos:

La definición de muhkam y mutashâbih.

1. Muhkam.

Râgib en su obra Al-Mufradât afirma:

La raíz de حَكَمَha-ka-ma”, significa َمنَعَ - “ma-na-’a”, es decir, “impedir”; y es por ello que en la lengua árabe a la brida del corcel se le llama حكمة - “hakamah” (ya que la brida impide al animal la rebeldía y desobediencia).

Entonces, en esta raíz existe una clase de impedimento e impenetrabilidad. Cuando decimos que el juez dio su hukm (veredicto), significa que, antes de este veredicto la cuestión estaba inestable, tomando luego del fallo el estado de estabilidad y firmeza. Según Râgib, محكم - “muhkam” es algo que rechaza cualquier ambigüedad, tanto en su aspecto textual como en el semántico. Esta característica se manifiesta cuando un discurso carece de cualquier ambigüedad e imprecisión, e indica su propósito con total claridad.

2. Mutashâbih.

Râgib afirma:

شبهة - “Shubhah” (ambigüedad) surge cuando dos cosas, por la semejanza que poseen, no se pueden diferenciar (ya sea una similitud tangible o inmaterial). متشابه – “Mutashâbih”, en el Corán se denomina a una aleya o discurso cuya interpretación se vuelve difícil por su similitud, ya sea literal o semántica, con otra cosa. Los sabios dicen: “Mutashâbih es algo cuya forma aparente no nos comunica su aspecto interior, ni permite inferir su objetivo”.

Así mismo una اشتباه - “ishtibâh” (equivocación) sucede por la similitud entre dos o varias cosas.

Entonces, متشابه - mutashâbih, en la terminología del Corán, es una expresión en la que existe la probabilidad de varios significados. Por lo tanto se produce en él duda y ambigüedad, y del mismo modo que existe la posibilidad de una interpretación correcta, existe también la posibilidad de una interpretación incorrecta, siendo ésta la causa de que los desviados tratasen de interpretarlo de acuerdo a sus propósitos.[5]

Luego de analizar los dos términos, “muhkam” y “mutashâbih”, volvemos a la aleya principal. En esta aleya, las aleyas muhkamât fueron denominadas “Umm-ul Kitâb” (La Matriz del Libro). “Umm” proviene de la raíz amma – ia’ûmmu, que significa: “se dirigió a” o “procuró”. La madre es llamada “Umm” porque el niño se dirige a ella y la procura. Umm significa “el punto de referencia, el objetivo” y Umm-ul Kitâb, significa: “las aleyas que sirven como punto de referencia para otras aleyas”. Muhkamât, según la expresión del Corán, son las aleyas matrices, de referencia, y básicas, con la peculiaridad que no tienen ninguna ambigüedad y eliminan la ambigüedad de las aleyas mutashâbih. De esta misma aleya se puede deducir que aunque parte de las aleyas coránicas son mutashâbih, no obstante, al remitirlas a las aleyas muhkam se disipa su ambigüedad, y su contenido se vuelve claro por medio de ellas. En otros términos, aunque una (mínima) parte del Corán está constituida por las aleyas mutashâbih, sin embargo, su ambigüedad no es esencial, ni permanente, ya que el propio Corán ha determinado la vía de su esclarecimiento.

Precisar lo muhkam y lo mutashâbih (opiniones y teorías).

En cuanto a las aleyas explícitas y alegóricas, existen diferentes opiniones[6]:

1. Lo alegórico son las letras aisladas en el comienzo de algunas suras y el resto del Corán es explícito.

2. Las letras aisladas son lo explícito del Corán y el resto alegórico.

3. Las aleyas “mubaîîan” (detalladas) en el Corán son explícitas, y las aleyas “muÿmal” (imprecisas) son las alegóricas.

4. Las aleyas abrogantes son explícitas, y las abrogadas, alegóricas.

5. Las aleyas que poseen indicios claros son explícitas, y las que necesitad de reflexión y meditación son alegóricas.

6. Muhkam es cada aleya que fuese posible conocerla –ya sea con argumentos sutiles o evidentes-, mientras mutashâbih es lo contrario, como: conocer el momento de la llegada del Día del Juicio Final, etc.

7. Aîiât-ul Ahkâm (las aleyas que contienen algún mandato religioso) son lo explícito del Corán y el resto alegórico.

8. Las aleyas explícitas tienen una sola interpretación, mientras que las alegóricas tienen la probabilidad de varias interpretaciones.

9. La división de las aleyas en explícitas y alegóricas es específica de las aleyas que refieren historias (âîât-ul qisas) del Corán. Las aleyas que informan claramente acerca de los profetas y sus comunidades son muhkamât, y las aleyas que se repiten en varias suras tanto sus vocablos como su contenido, y existe vaguedad con respecto a los acontecimientos relacionados a los profetas, son mutashâbih.

10. Las aleyas mutashâbih son las que necesitan de explicación y desarrollo, a diferencia de las muhkamât.

Teniendo en cuenta las definiciones expuestas respecto a muhkam y mutashâbih, las objeciones existentes en cuanto a algunas teorías mencionadas son claras y no necesitan de más explicación.

La Filosofía de la Existencia de las Aleyas Alegóricas

La existencia de aleyas alegóricas en el Generoso Corán sirvió de pretexto para algunos objetantes. Ellos dicen: El Corán alega que es una palabra definitiva, diferenciadora y la que discierne entre la verdad y falsedad; no puede penetrar en él ninguna falsedad; mientras que las aleyas alegóricas originan dudas, y son difíciles de concebir y dificultosas. Cada una de las diferentes tendencias y escuelas islámicas, para confirmar su veracidad, se argumentan en el mismo Corán y presentan algunas de sus aleyas. La raíz de ello no es más que la existencia de aleyas alegóricas en el Corán. ¿Acaso si este Libro hubiese sido constituido únicamente por aleyas muhkamât, no habría coincidido mejor con los objetivos desarrollados por el propio Corán? Básicamente ¿cuál es la filosofía y la razón de lo alegórico en el Corán?

El sabio ‘Al·lâmah Tabâtabâî, a través de un extenso discurso, desarrollando la filosofía de la existencia de lo alegórico en el Corán llega a la conclusión de que es algo obligatorio e imprescindible que en el Corán existan las aleyas alegóricas.

Él expresa:

Enseñar conceptos y significados a los seres humanos, no es posible más que por la vía de sus propios conocimientos mentales que llegó a adquirir durante su vida. Si un individuo está familiarizado únicamente con los asuntos sensoriales, la enseñanza se realiza a través de lo tangible, y si ha llegado a entender conceptos generales, la enseñanza se realiza por esta vía de acuerdo al grado de su capacidad.

Por otro lado, la guía religiosa no es específica para un grupo particular de gente, sino que abarca a todos los grupos y niveles. La diferencia en el nivel de pensamiento de la gente, por un lado, y la generalidad de la guía para todos, por otro, causaron que las expresiones coránicas se realizasen en el marco de ejemplos y proverbios. De este modo se selecciona aquel grupo de conceptos y significados que el hombre conoce y guarda en su memoria, para a través de ello, ayudarle a concebir lo que desconoce.[7]

En otras palabras:

Los vocablos coránicos son ejemplos para los conocimientos verdaderos Divinos, y desde que la comprensión del común de la gente no concibe más que lo sensorial y no infiere los conceptos generales y abstractos, estos conocimientos elevados se presentan en el marco de ejemplos y asuntos materiales. En este caso si la concepción de la gente al momento de la recepción de los conocimientos Divinos se paraliza en el mismo nivel sensorial (sin profundizar en los niveles superiores a la materia), para tales personas las expresiones y ejemplos del Corán se corporizan en forma de verdades, y el ejemplo asume el lugar de lo ejemplificado, y de este modo se pierde el objetivo de estas aleyas.[8]

De todos modos, ya que es imposible trasladar los elevados y abstractos conceptos del Corán a los seres humanos, a menos que ello se realice a través de los términos y expresiones, estos términos materiales no pueden abarcar todos esos contenidos y significados. Es por ello que se produce tashâbuh (alegoría) y la razón de esto se debe a que hay conceptos que no pueden ser descritos por medio de vocablos.

Como dice la siguiente poesía:

Los conceptos jamás pueden limitarse en letras,

Al igual que un infinito mar no puede confinarse en un recipiente.

Algunos de los expertos coránicos, respondiendo a la objeción de ¿cómo el Corán, que es el máximo ejemplo de elocuencia, claridad y evidencia, puede contener alegorías ambiguas y dilemáticas? Han dicho:

El Corán ha sido revelado en el marco y según las reglas del habla natural del ser humano, y existen en el habla humana desde los términos cotidianos más sencillos hasta las más elevadas expresiones y frases literarias y artísticas, diferentes formas de maÿâzî (sentido figurado), isti‘ârî (metafórico), tamzîlî (ejemplificado) y kinâ’îî (alusivo), y naturalmente cuando la expresión tiene la forma alegórica, se producen aleyas alegóricas y ambiguas.[9]

Por consiguiente, teniendo en cuenta el hecho de impartir los más precisos conceptos en el marco de vocablos terrenales por un lado, y por otro lado la utilización del Corán de expresiones textuales frecuentes como el sentido figurado, la metáfora, la ejemplificación y las expresiones alusivas, como conclusión final argumentamos que la existencia de las aleyas mutashâbihât
-aproximadamente doscientas aleyas[10] del total del Corán- es un asunto inevitable e imprescindible, e indudablemente si no hubiese sido de esta manera, hubiese sido motivo de interrogación.

Ejemplos de Aleyas Alegóricas[11]

Definitivamente, se deben buscar los ejemplos más claros de las aleyas alegóricas del Corán entre las aleyas referentes a los atributos y actos Divinos. Este conjunto de aleyas junto a otras que hablan de la orientación y extravío del hombre, o explican cuestiones como la revelación y los seres invisibles se volvieron alegóricas para alguna gente.

Quizás podamos afirmar que desde el siglo I del Islam hasta hoy día han surgido diferentes opiniones al enfrentarse a estas aleyas, y que algunas de ellas fueron opiniones desviadas que sirvieron como raíz para el surgimiento de diferentes sectas. A través de un breve estudio primeramente echamos un vistazo a las aleyas -que sirvieron de base para justificar aquellas tendencias- para conocer los factores de la aparición de tales sectas.

Un repaso a las aleyas alegóricas.

A) Los atributos Divinos.

1. ﴿ ثُمَّ اسْتَوَى إِلَى السَّمَآءِ وَهِيَ دُخَانٌ

Zumma-stawâ ila-s samâ’i wa hiîa dujân

«Luego se dirigió hacia el cielo, siendo que aún era vapor».[12]

2. ﴿ ثُمَّ اسْتَوَى عَلَى الْعَرْشِ

Zumma-stawâ ‘alal-‘arsh

«Luego se situó sobre el Trono».[13]

3. ﴿ الرَّحْمَنُ عَلَى الْعَرْشِ اسْتَوَى

Ar-rahmânu ‘alal ‘arshi-stawâ

«El Misericordioso, se situó sobre el Trono».[14]

De las aleyas mencionadas dedujeron erróneamente la existencia de un lugar para Dios.

Aleyas que hablan de la mano de Dios:

4.

﴿ وَقَالَتِ الْيَهُودُ يَدُ اللّهِ مَغْلُولَةٌ غُلَّتْ أَيْدِيهِمْ وَلُعِنُوا بِمَا قَالُوا بَلْ يَدَاهُ مَبْسُوطَتَانِ ﴾

Wa qâlati-l îahûdu îadul·lâhi maglûlatun gul·lat aîdîhim wa lu‘inû bimâ qâlû bal îadâhu mabsûtatân

«Los judíos dicen: “La mano de Dios está encadenada”. ¡Que sus manos sean encadenadas y que sean malditos por cuanto dijeron! ¡Quiá! Sus manos están libres».[15]

5. ﴿ يَدُ اللَّهِ فَوْقَ أَيْدِيهِمْ

Iadul·lâhi faûqa aîdîhim

«La mano de Dios está sobre sus manos».[16]

La siguiente aleya se refiere a la visión de Dios:

6. ﴿ وُجُوهٌ يَوْمَئِذٍ نَّاضِرَةٌ * إِلَى رَبِّهَا نَاظِرَةٌ

Wuÿûhun îaûma’idhin nâdiratun ilâ Rabbihâ nâdzirah

«En aquél día habrá semblantes risueños, dirigiendo sus miradas a su Señor».[17]

La aleya referente a la venida de Dios:

7. ﴿ وَجَآءَ رَبُّكَ وَالْمَلَكُ صَفّاً صَفّاً

Wa ÿâ’a Rabbuka wal malaku saffan saffa

«Y venga tu Señor con los ángeles enfilados».[18]

Una breve reflexión en las aleyas mencionadas, y considerando las otras aleyas que son muhkamât o explícitas, elimina cualquier tipo de ambigüedad en las aleyas en cuestión y aparta de la mente humana la idea de la corporeización de Dios, Alabado sea.

Dios dice:

﴿ لا تُدْرِكُهُ الأَبْصَارُ وَهُوَ يُدْرِكُ الأَبْصَارَ وَهُوَ اللَّطِيفُ الْخَبِيرُ ﴾

Lâ tudrikuhu-l absâru wa huwa îudriku-l absâra wa huwa-l latîfu-l jabîr

«No le captan las miradas, siendo que Él capta las miradas; y es el Benevolente, el Informado».[19]

﴿ لَيْسَ كَمِثْلِهِ شَيْءٌ وَهُوَ السَّمِيعُ الْبَصِيرُ ﴾

Laîsa kamizlihi shaî’un wa huwa-s samî‘u-l basîr

«No hay nada que se le asemeje, es el Omnioyente, el Omnividente».[20]

Estas aleyas eliminan la posibilidad de cualquier comparación de Dios con los seres humanos y los entes materiales.

El objetivo de “arsh” (trono) y “kursî” (escabel), también mencionados en el Corán, es la dirección y dominio del Universo. Así mismo en las narraciones se hacen dos interpretaciones al respecto: el conocimiento Divino y todos los seres fuera de Él, y tal vez alude a la dirección abarcadora de Dios que dimana de Su Conocimiento y Poderío.[21]

B) Los hechos Divinos.

Las aleyas que aparentemente se refieren a la compulsión y libre albedrío, que atribuyen a Dios la orientación y extravío de los seres humanos y consideran que la voluntad Divina es la que provoca la fe, incredulidad, felicidad o desgracia.

1. ﴿ فَإِنَّ اللَّهَ يُضِلُّ مَن يَشَآءُ وَيَهْدِي مَن يَشَآءُ

Fa innal·lâhu îudil·lu man îashâ’u wa îahdî man îashâ’

«Ciertamente, Dios extravía a quien quiere y encamina a quien le place».[22]

2. ﴿ يُضِلُّ بِهِ كَثِيراً وَيَهْدِي بِهِ كَثِيراً

Iudil·lu bihî kazîran wa îahdî bihî kazîran

«Con ello extravía a muchos y guía a muchos otros».[23]

3. ﴿ فَيُضِلُّ اللَّهُ مَن يَشَآءُ وَيَهْدِي مَن يَشَآءُ

Fa îudil·lul·lâhu man îashâ’u wa îahdî man îashâ’u

«Pero Dios extravía a quien quiere y encamina a quien le place».[24]

4. ﴿ مَا كَانُوا لِيُؤْمِنُوا إِلآَّ أَن يَشَآءَ اللّهُ

Mâ kânû li’û’minû il·lâ an îashâ’al·lâh

«Nunca creerían, a menos que Dios quisiese».[25]

5. ﴿ وَلَوْ شَآءَ اللّهُ مَآ أَشْرَكُوا

Wa laû shâ’al·lâhu mâ ashrakû

«Pero si Dios hubiera querido, nunca habrían idolatrado».[26]

Para esclarecer el significado de estas aleyas en las cuales se basan algunos para creer en la predestinación absoluta, es imprescindible tener en cuenta las siguientes aleyas:

1. ﴿ كَلآَّ إِنَّهَا تَذْكِرَةٌ *  فَمَن شَآءَ ذَكَرَهُ

Kal·lâ innahâ tadhkiratun faman shâ’a dhakarah

«¡Quiá! Por cierto que el (Corán) es una amonestación. Quien quiera, pues, que lo recuerde».[27]

2. ﴿ وَقُلِ الْحَقُّ مِن رَبِّكُمْ فَمَن شَآءَ فَلْيُؤْمِن وَمَن شَآءَ فَلْيَكُفُرْ

Wa quli-l haqqu min Rabbikum faman shâ’a falîû’min wa man shâ’a falîakfur

«Diles: “La verdad dimana de vuestro Señor; así, pues, quien quiera que crea y quien quiera que descrea”».[28]

3. ﴿ فَمَنِ اهْتَدَى فَلِنَفْسِهِ وَمَن ضَلَّ فَإِنَّمَا يَضِلُّ عَلَيْهَا

Famani-htadâ falinafsihî wa man dal·la fa’innamâ îadil·lu ‘alaîhâ

«Así pues, quien se encamine será en beneficio propio; en cambio, quien se desvíe será en su propio perjuicio».[29]

4. ﴿ لآ إِكْرَاهَ فِي الدِّينِ

Lâ ikrâha fid-dîn

«No hay imposición en cuanto a religión».[30]

5. ﴿ لِيَهْلِكَ مَنْ هَلَكَ عَن  بَيِّنَةٍ وَيَحْيَى مَنْ حَيَّ عَنْ بَيِّنَةٍ

Liîahlika man halaka ‘an baîîinatin wa îahîâ man haîîa ‘an baîîinatin

«Para que, sobre una prueba clara, pereciera quien debía perecer y, sobre una prueba clara, sobreviviera quien debía sobrevivir».[31]

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Fuente: “Lecciones sobre Las Ciencias Coránicas” Ediciones: Elhame Shargh, 2004

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com , Fundación Cultural Oriente

 

[1] Tafsîr-ul Muhkam wal Mutashâbih, Seiîed Murtadâ ‘Alam-ul Hudâ (355-436 d.H.); Haqâ’iq-ut Ta’wîl fi Mutashâbih-it Tanzîl, Seiîed Radî (359-406 d.H.); Kitabun fî  Muhkam-il Qur’ân wa Mutashâbihih, Sûr Ibn ‘Abdil·lah Ash‘arî (f.300 d.H.); Mutashâbih-ul Qur’ân, Qâdî ‘Abd-ul Ÿabbâr Ibn Ahmad Hamedânî (359-415 d.H.); Mutashâbih-ul Qur’ân, ‘Alî Ibn Hamzah Kisâ’î (f.183 d.H.); Mutashâbih-ul Qur’ân, Muhammad Ibn Ibrâhim Shirâzî, Sadr-ul Muta’alihîn (979-1050 d.H.); para conocer más obras recurra a ‘Ulûm-e Qur’ân wa Fehrest-e Manâbe‘, Dr. Seiîed ‘Abdul Wahhâb Tâliqânî, t.1, p.391 en adelante.

[2] Fîl ‘Uîûn ‘an-ir Ridâ, p. 68; Tafsîr As-Sâfî, t.1, p.319.

[3] Al-Mizân, t.3, p.80.

[4] Sura Âli ‘Imrân, 3:7.

[5] At-Tamhîd, t.3, p.9.

[6] Maÿma‘ Al-Baîân, t.1, p.699 y t.2, p.700; Al-Mizân, t.3, p.32-40.

[7] Al-Mizân, t.3, p.60 y 61.

[8] Ídem, t.3, p.62.

Como ejemplo: Cuando el Corán dice: ar-rahmânu ‘alal ‘arshi-stawâ - «El Misericordioso, se situó sobre el Trono», esta aleya puede ser tratada en dos formas: 1) Si nos limitamos al significado literal de la aleya, sin advertir que es un ejemplo para hacernos entender un elevado conocimiento, llegamos a la conclusión de que Dios, al igual que un rey, tiene un trono en los Cielos en el que se sitúa; de lo contrario si dejamos elevar nuestro pensamiento e inferimos el objetivo profundo de esta aleya coránica, nos damos cuenta de que “el trono” quiere significar el absoluto poder Divino sobre Su Universo, y así deducimos que Dios es quien tiene un absoluto dominio sobre toda Su creación (N. del T.).

[9] Qur’ân Peÿuhî, p.736 y 737.

[10] At-Tamhîd, t.3, p.14.

[11] At-Tamhîd, t.3, p.82 en adelante.

[12] Sura Fussilat, 41:11.

[13] Sura Al-Furqân, 25:59; y As-Saÿdah, 32:4.

[14] Sura Ta Ha, 20:5.

[15] Sura Al-Mâ’idah, 5:64.

[16] Sura Al-Fath, 48:10.

[17] Sura Al-Qîâmah, 75:23.

[18] Sura Al-Faÿr, 89:22.

[19] Sura Al-An‘âm, 6:103.

[20] Sura Ash-Shûrâ, 42:11.

[21] At-Tamhîd, t.3, p. 122 a 126.

[22] Sura Fâtir, 35:8.

[23] Sura Al-Baqarah, 2:26.

[24] Sura Ibrâhîm, 14:4.

[25] Sura Al-An‘âm, 6:111.

[26] Ídem, 107.

[27] Sura ‘Abasa, 80: 12; y Al-Muddazzir, 74:55.

[28] Sura Al-Kahf, 18:29.

[29] Sura Az-Zumar, 39:41.

[30] Sura Al-Baqarah, 2:256.

[31] Sura Al-Anfâl, 8:42.

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