Los Amigos de Dios no sienten temor

Por: Ayatolá Mahdi Hadavi Tehrani

Pregunta: El Corán menciona el hecho que los amigos de Al-lah no sienten temor ni tristeza (Surah Yunus (10), aleya 62). Si es así, entonces ¿porque leemos en la súplica del viernes (del Imam al-Zamān-a.s.): “La paz sea contigo, Oh Puro que estas temeroso”?

            Respuesta Concisa:

            El temor es de dos tipos: Loable y Censurable. El temor censurable, es como temer por la vida propia o temer a la gente y criaturas, esto no ocurre en el caso de los amigos de Al-lah (s.w.t). Es por esto que el Imam Ya’far bin Muhammad as-Sādiq (a.s.) dijo: “Un creyente no le teme a nadie más que a Al-lah”. Como lo dice el sagrado Corán “Satanás solo atemoriza a sus seguidores”. No le teman sino que témanme, si creen”. El temor loable es el temor que se siente frente a la Majestuosidad y grandeza de Dios. Al respecto, el Santo Profeta (P) dijo: “Aquel que conoce a su Señor, Le teme más”.

            El temor loable se atribuye a los viajeros espirituales de alto rango, ocasionado por el sentimiento de grandeza y majestuosidad del Amor (a Dios) y las manifestaciones de Sus atributos. Este temor es una delicia espiritual y no entra en conflicto con la aleya “Sepan que los amigos de Al-lah no sienten temor ni están tristes”. Además, este tipo de temor es una de las características de los individuos que se han perfeccionado. Es por eso que le decimos al Imam Mahdi (a.s.):

“La paz sea contigo, Oh Puro, Aquel que le teme a la grandeza de Al-lah Todopoderoso”.

Respuesta Detallada

            Existen dos tipos de temor: Positivo y negativo. El temor negativo no es el que sienten los hombres piadosos y cercanos a Dios. Este es el temor que se siente hacia la gente y al enemigo. Es el temor de las criaturas.

            Se narra de Abu Dharr que dijo: “El Santo Profeta me aconsejó diciéndome: “En el camino de Dios no le temas a nadie que se burle de ti o que te desanime”. También se narra del Imam Ya’far bin Muhammad as-Sādiq (a.s.) que dijo: “Los creyentes solamente le temen a Al-lah”[1]Como lo menciona el Corán; “Es éste el demonio que atemoriza a sus amigos, pues no le teman y témanme si es que sois creyentes” (3:175)

            El temor positivo, el cual es loable, es el temor de la grandeza a la grandeza de Dios. Como lo dijo el Imam Ali (a.s.): “El temor es la vestimenta de aquellos que conocen a Dios”.[2] Y el Profeta de Dios dijo: “Entre ustedes aquel que mejor conozca a Dios, es el que más Le teme”.[3]

            También dijo: “Mi temor a Dios es más que el de cualquiera de ustedes”.[4]

            El fruto de este temor es el hecho por el cual el ser humano se refugia en Dios, como lo dice el Imam Ali (a.s.): “Si le temes a las criaturas, escapa de ellas, si le temes a Dios, busca refugio en Él”[5]

            En palabras del gran ‘Arif (místico) Khuaya ‘Abdullah Ansari: “La estación de la humildad da como fruto el temor. Dios dice: “Aquel que le tema al estatus de su Señor (…ciertamente que el jardín es su morada)”.[6] El temor es el bastión de la fe, el elixir de la piedad y el arma del creyente. El temor es de tres formas:

  • Fugaz
  • Viviente
  • Abrumador

            El primer tipo surge en el corazón y sale rápidamente. Es un temor el cual si no existe, entonces no existe fe. Todo aquel que posea más fe, teme más. Otro tipo es el temor viviente. Este temor previene que el siervo peque. Acorta las esperanzas del ser humano. El tercer tipo, es el temor de que abruma. Trae consigo la realidad del temor y abre la puerta al buen comportamiento moral.  Evita que el ser humano sea negligente frente a su pecado. Las señales que demuestran que un hombre ha caído por un ardid y estratagema son diez cosas: La adoración sin que la acompañe la dulzura; continuar pecando sin arrepentimiento; cerrar la puerta de la oración; el conocimiento sin acción, la sabiduría sin intención y voluntad, hablar demasiado sin límite, cerrar la puerta de la humildad, asociarse con personas de mala moral, y sobre todas las cosas y confiar en alguien sin discriminar.

            La realidad del temor yace en que el viajero espiritual, debido a que se ha desesperanzado en su búsqueda del objetivo o debido a que espera que suceda algo malo en el futuro, pierde su compostura.

            Según la elevación del estado del viajero espiritual, el temor puede ser dividido en tres partes:

  • El temor de la gente común: Este es el temor al castigo de Dios. Temen a la ira de su Señor. Dios dice: “Temen el día en que los corazones y los ojos estén perplejos y confundidos.”[7]
  • El temor del Mediocre: Es el temor a la estratagema de Dios. Aquellos que tienen corazones que saborean la presencia de Dios y que constantemente cuidan de sus almas, son afligidos por este tipo de temor. Siempre temen que les sea cortada la Gracia Divina y que la dulzura de la presencia de Dios se desvanezca para ellos. Aquellos que han llegado a este nivel en el viaje espiritual, se han sometido a Estratagema Divina, puesto que han abandonado al “Dador” y se han aferrado a “Sus Favores”. Dios dice: “Y para aquel que le tema a Su Señor, existen dos Jardines”.[8]
  •             El temor de las grandes almas, que tienen corazones vivos: Reconocen la grandeza de Dios, en tanto que presencian Su Belleza. También saborean Su Poder. Su belleza es manifiesta para ellos con el máximo temor y Su honor se ha hecho evidente para ellos con el reflejo de la auto-suficiencia. Por lo tanto, la condición de los amigos especiales de Dios difiere de la de otras personas. El temor que se da como resultado de presenciar la grandeza de Dios y las manifestaciones de Sus Atributos y Nombres en sus corazones, aumenta a cada instante. Se han sumergido en los placeres espirituales. Este temor no contradice el versículo del Corán que dice: “Sepan que los amigos de Dios no temen y no están tristes”. (10:62)

Es por esto que decimos al Imam Zamān (a.s.): “La paz sea contigo o Puro, Aquel que teme a la grandeza de Al-lah El Todopoderoso”.[9]

Fuente: Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica; Editorial Elhame Shargh

Derechos reservados. Se permite copiar citando la fuente

www.islamoreinte.com; Fundación Cultural Oriente

 

[1] Bihar al-Anwar, vol. 71 pág. 360

[2] Mizān al-Hikmah, no. 5178

[3] Mizān al-Hikmah, no. 5195

[4] Mi’ray al-Sa’adah

[5] Muntajab Mizān al-Hikmah, no. 2000

[6] (79:40-41)

[7] (24:37)

[8] 55:46

[9] Mafatih al-Yinan, Zyarat del Imam al-Mahdi (a.s.) para el día viernes.

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