LECCIONES SOBRE LAS CIENCIAS CORÁNICAS

La Historia del Corán (IV)

LOS TIPOS DE LECTURA DEL CORÁN

 Por: Husaîn Yavân Ârâsteh

Traducción: Dra. Zohre Rabbani

Las Siete Letras

Las siete letras en los dichos de la Escuela Sunnah

En muchas fuentes de la Escuela Sunnah han sido transmitidos dichos del Enviado de Dios (BP) con el siguiente contenido: “El Corán ha sido revelado en base a siete letras”. Ellos afirman que el número de tales narraciones llega al grado de tawâtûr, y casi todos los sabios de esta escuela estiman este asunto como algo indudable. Naturalmente respecto al significado de las siete letras sostienen diferentes opiniones. Una gran parte del libro Al-Ibânah ‘An Ma‘ânî Al-Qirâ’ât, escrito por Makkî Ibn Abî Tâlib (355 a 437 d.H.) está dedicado a la narración mencionada.

Las narraciones de “las siete letras” por las vías de la Escuela Sunnah.[1]

1. Según una transmisión de Ibn ‘Abbâs, el Enviado de Dios (BP) dijo:

أقرأني جبرئيل على حرف فراجعته فلم أزل أستزيده فيزيدني حتى انتهى إلى سبعة أحرف

Aqra’anî Ÿibra’îl ‘alâ harfin farâÿa‘tuhu falam azal astazîduhu faîazîdanî hattâ intahâ ilâ sab‘ati ahruf

El Arcángel Gabriel me recitó el Corán en una letra (lectura) luego recurrí a él requiriendo más (letras) y él me recitó con más letras hasta terminarse en siete.

2. Un hombre recitó el Corán ante ‘Umar. ‘Umar se enfadó con él, entonces aquél hombre dijo: “He recitado lo mismo para el Profeta y no me criticó”. Ambos discutieron frente al Profeta (BP) y el hombre dirigiéndose al Profeta dijo: “¡Oh, Enviado de Dios! ¿Acaso no fuiste tú quien me enseñó la lectura de tal aleya?”. Él respondió: “¡Sí!”. Una duda se apoderó del corazón de ‘Umar que no fue oculta para el Profeta (BP), entonces, golpeando el corazón de ‘Umar le repitió tres veces: “¡Aleja de ti a Satanás! Todo el Corán es unánime, mientras que no conviertas la aleya de la misericordia en la aleya del castigo, y la aleya del castigo en la aleya de la misericordia”.

3. Zarr Ibn Hubaîsh relata de Ubaîî Ibn Ka’b que el Enviado de Dios (BP) en un encuentro con el Ángel Gabriel dijo: “Yo he sido enviado hacia una comunidad iletrada en la que existen niños, ancianos y ancianas”. Gabriel le respondió: “Ordénales que reciten el Corán en base a siete letras”.

4. Ibn Mas‘ûd relató del Noble Profeta (BP): “El primer Libro fue descendido con un solo capítulo y en base a una sola letra, no obstante, el Corán ha sido descendido en siete capítulos y en base a siete letras: zaÿr, amr, halâl, harâm, muhkam, mutashâbih y amzâl... (abstención, orden, lícito, ilícito, explícito, alegórico, ejemplificación)”.

5. ‘Amr Ibn Dînâr relata del Profeta (BP): “El Corán ha sido revelado en base a siete letras, todas ellas claras y suficientes”.[2]

Los mencionados son sólo algunos ejemplos de los numerosos dichos que se encuentran en todos los textos de exégesis y de tópicos coránicos de la Escuela Sunnah. Ibn Yazarî menciona el nombre de veinte discípulos que relataron esta narración del Profeta (BP).[3]

Antes de estudiar “las siete letras” en las narraciones mencionadas, echemos un vistazo a las fuentes de la Escuela Shî‘ah a este respecto.

Las narraciones de “las siete letras” a través de las vías de la Escuela Imâmita.

El Shaîj At-Tûsî argumenta:

“Lo conocido en la opinión de nuestros sabios y lo más famoso en sus narraciones es que el Corán fue revelado en base a una sola letra y a un solo Profeta (BP); solo que nuestros jurisconsultos han permitido la lectura del Corán a través de las lecturas usuales. El hombre es libre de recitar el Corán según la lectura que desee de entre éstas”.[4]

Faid Al-Kashânî manifiesta:

“Por vías Shî‘as, Sâdûq, en su obra Al-Jisâl relata un dicho de Isâ Ibn ‘Abdul·lah Hâshimî, que por vía de sus padres, relata del Profeta del Islam (BP): “Un enviado de parte de Dios vino hacía mi y me dijo: “Dios te ordena que recites el Corán en una sola letra”. Le respondí: “¡Dios mío amplía ello para mi comunidad!”. El Enviado me dijo: “Dios te ordena recitar el Corán en siete letras”.

Hammâd Ibn Îsâ pregunta a Imâm Sâdiq (P): “¿Cuál es el motivo por el cuál nos llegan narraciones diferentes de vuestra parte?”. El Imâm le respondió: “El Corán ha sido revelado en base a siete letras, y el menor derecho que tiene el Imâm es emitir dictámenes en siete formas”.

Faid Al-Kashânî, luego de transmitir estos dichos, menciona dos narraciones del Imâm Al-Bâqir (P) e Imâm As-Sâdiq (P) asentadas en el libro Al-Kâfî, rechazando la creencia del descenso del Corán en siete letras.

Zurârah relata del Imâm As-Sâdiq (P): “El Corán es uno y ha sido revelado por Dios Único, sin embargo, las diferencias (en su lectura) provienen de parte de los narradores (del Corán).

Fudaîl Ibn Îasâr dijo al Imâm As-Sâdiq (P): “La gente dice que el Corán ha sido revelado en siete letras”. El Imâm respondió: “Los enemigos de Dios han mentido. El Corán ha sido revelado en base a una sola letra por parte de Dios Único”.[5]

El grado de confiabilidad de estas narraciones desde el punto de vista de la Escuela Shî‘ah.

El Aîatul·lah Jû’î luego de mencionar once narraciones –que son las más importantes en cuanto al tema del descenso del Corán en siete letras- dice: “Estas narraciones no concuerdan con las trasmitidas a través de Zurârah, de Imâm Al-Bâqir (P) y por vía de Fudaîl Ibn Îasâr de Imâm As-Sâdiq (P), por lo tanto no podemos admitirlas”.[6]

At-Tamhîd menciona cuatro dichos seleccionados de los citados por Faîd Al-Kashânî en su libro de exégesis coránica, y asegura: “La cadena de transmisión de estas narraciones atribuidas a Ahlul Bait no es fiable”.[7]

‘Al·lâmah Muhammad Yawâd Balâqî manifiesta:

Aferrarse a las narraciones respecto al descenso del Corán en siete letras es algo vano y sin fundamentos, ya que:

Primero: Suîûtî en Al-Itqân dice: “Estas diferencias no nos muestran más que la debilidad de estas narraciones y su inestabilidad tanto textual como semántica”.

Segundo: [En muchas narraciones transmitidas por la Escuela Sunnah, las siete letras han sido definidas como los diferentes temáticos y partes del Sagrado Corán. Por ejemplo:] Ibn Mas‘ûd relata del Profeta (BP): “El Corán ha sido descendido en siete capítulos y en base a siete letras: zaÿr, amr, halâl, harâm, muhkam, mutashâbih y amzâl... (abstención, orden, lícito, ilícito, explícito, alegórico, ejemplificación)”.

Tercero: En las narraciones referentes a las siete letras, con las mismas cadenas de transmisión fiables según la Escuela Sunnah, se observan dichos inconsistentes y supersticiosos.

Cuarto: En algunas narraciones de la Escuela Sunnah se acepta la lectura única y se rechazan las siete lecturas.

Quinto: Según narraciones trasmitidas por la vía Shî‘ah del Imâm Al-Bâqir (P) e Imâm As-Sâdiq (P), el descenso del Corán en siete letras ha sido desmentido.[8]

Lo que se desprende de estas narraciones, desde la perspectiva de la Escuela Sunnah.

Ÿalâl Ad-Dîn As-Suîûtî asegura:

En cuanto al significado de esta narración existen cerca de cuarenta opiniones:

  1. Se halla en la lista de los temáticos dificultosos cuyo significado se ignora.
  2. El número “siete” en este dicho, no se refiere a un número verdadero, sino que significa facilitación y ampliación, y el número siete demuestra la multiplicidad de algo. Aîâd y sus seguidores aceptan esta versión.
  3. Significa las siete lecturas, no obstante, el problema que tiene esta versión es que sólo algunos vocablos del Sagrado Corán pueden ser recitados en siete formas.
  4. Se refiere a los vocablos que poseen siete o más formas de lectura.
  5. Se refiere a las diversas clases de tipos de lectura del Corán las cuales no exceden de siete...[9]

La mayoría de los escritores de las Ciencias Coránicas, justificando las narraciones de las “siete letras” se refirieron a los dialectos y acentos árabes. La mayoría de los sabios de la Escuela Sunnah han considerado la mejor interpretación para estas narraciones el descenso del Corán en siete dialectos y acentos. Así también ellos han extraído de algunas narraciones que esto fue una facilidad para la comunidad del Profeta (BP) y Dios permitió a cada tribu recitar el Corán según su propio acento.

Ibn Qutaîbah relata:

Dentro de las indulgencias de Dios es que ha ordenado a Su Profeta (BP) recitar el Corán para cada pueblo según su propio dialecto; por ejemplo quien pertenece al clan “Hudzaîl”, pronuncia عتّى حين ‘attâ hîn en lugar de حتّى حين - hattâ hîn[10]. Y quien pertenece al clan “Asad”, pronuncia con vocalización “i” breve a la “a” breve que se encuentra después de la consonante “t” (que marca el presente de los verbos) en los vocablos تعلمون ta‘lamûna, تعلم ta‘lam y تسودّ وجوه taswadda wuÿûh. Los del clan “Tamîm” en lugar de omitir el hamzah (o grafema de vocalización sin consonante) cuando la regla lo requiere y como era acostumbrado por los de Quraîsh, lo pronuncian. Si se hubiese ordenado a cada clan abstenerse de utilizar su propio acento, contrario a su costumbre, se les hubiese hecho difícil y problemático, mientras que Dios con su Misericordia y Favor, ha querido facilitarles la pronunciación del Corán, tal y como les facilitó en cuanto a la religión en sí”.

Abû Shâmah transmite de algunos de sus maestros que en un principio el Corán fue revelado en la lengua de Quraîsh y sus allegados, que todos ellos eran de los árabes más elocuentes. Luego fue permitido al árabe pronunciar el Corán según su propio dialecto.

No obstante Suîûtî en una narración de Ibn Qutaîbah dice:

“El Corán no ha sido descendido más que en la lengua de Quraîsh. Esas palabras no coinciden con la aleya coránica: «No hemos enviado a ningún profeta sino con la lengua de su pueblo», salvo que digamos: los siete acentos existen en el seno de la lengua de Quraîsh”.[11]

Observemos otro análisis en cuanto a esta cuestión:

La mejor interpretación para las narraciones de las siete letras es lo dicho por la mayoría de los sabios de la Escuela Sunnah, corroborado esto por el autor de la obra “Qâmûs”, y aceptado por un grupo de expertos contemporáneos, tales como el Dr. ‘Abdul Halîm Naÿÿâr y Mustafâ Sâdiq Râf‘î, y esto es: “El Corán ha sido descendido en siete formas dentro de las diferentes formas de acentos árabes; de modo que el Corán no excede de los siete acentos que componen la lengua árabe; y los acentos árabes dominantes en la Península Arábiga se limitan a siete acentos que son: el acento de Quraîsh, Hudhaîl, Zaqîf, Hawâzan, Kinânah, Tamîm y Îaman”.[12]

Lo desarrollado hasta aquí fue para dejar en claro la profundidad de las diferencias al respecto; habiendo tal desconcierto y diferencia de opiniones, ¿cómo podemos confiar y dar crédito a estas narraciones?

Muy pronto expondremos a este respecto una nueva hipótesis del Dr. Subhî Sâlih, y veremos que la misma enfrenta una objeción, mediante la cual todas las hipótesis de los sabios anteriores son rechazadas.

Lectura libre

Las diversas discrepancias en las lecturas.

Quizá para quienes han reflexionado sobre “las lecturas del Corán” surja la pregunta respecto a las áreas en donde se desarrollan las divergencias en las lecturas. ¿Acaso todas las diferencias pueden ser ubicadas bajo normas específicas? Tal vez podamos responder positivamente a esta pregunta y podamos, después de realizar una investigación completa, clasificar todas las diferencias en unos grupos específicos. Aunque el principio de una gran parte de estas diferencias radica en la diferencia de acentos, no obstante pueden existir otros factores que han causado efecto en ellas. Básicamente algunas diferencias como el cambio de lugar de un vocablo, añadir o restar algún término o letra, así mismo las diferencias de vocalización, no tienen ninguna relación con la diferencia de acentos, y naturalmente no se han  derivado de éstas.

Esta realidad obligó a algunos eruditos, teniendo en cuenta la idea que tenían respecto al dicho de “las Siete Letras”, a esforzarse en limitar las diferencias en las lecturas en siete clases. Inclusive algunos interpretaron el significado del dicho como las siete maneras diferentes de lecturas, en lugar de las diferencias en el acento (o dicho en otras palabras: la entonación particular que caracteriza determinados estilos de lectura).[13]

Antes de continuar con el desarrollo, hace falta que recordemos dos puntos:

(a) El esfuerzo de los sabios de la Escuela Sunnah por limitar los diferentes tipos de lecturas en siete, los ha presionado al grado de verse obligados a clasificar diferentes tipos de lectura dentro de un tipo. Es claro que tanta insistencia en el número “siete” emana de su fervor hacia tal dicho.

(b) En el modo de la clasificación de los siete tipos de lectura se observan importantes discrepancias, que hablan por sí mismas de lo artificial de estas divisiones.

A) Las diversas discrepancias en las lecturas, desde el punto de vista de Ibn Qutaîbah.

1.- La diferencia en la vocalización del término sin cambiar la forma de la palabra, ni el significado, como:

هنّ أطهرُ لكم - hunna atharu lakum («ellas son más puras para vosotros»)[14], y هنّ أطهرَ لكم - hunna athara lakum,

o la Palabra Divina:

يأمرون الناس بالبُخْل - ia’murûna-n nâsa bil bujl («ordenan a la gente la avaricia»), y بالبِخِل - bil bijil.[15]

2.- La diferencia en la vocalización del término sin ningún cambio en la forma pero sí en el significado, como:

ربّنا باعد بين أسفارنا - rabbanâ bâ‘id baîna asfârinâ («¡Dios mío! ¡Pon distancia entre nuestros viajes!»)[16], en el que el verbo imperativo باعِد - bâ‘id (“pon distancia”) ha sido leído también como en su forma pasada  باعَدَ- bâ‘ada (“ha puesto distancia”),

y: وادّكر بعد أمة - waddakara ba‘da ummatin («Y recordó luego de un tiempo»)[17] que también fue leído como أمَهٍ – amahin («un olvido»).

3.- La diferencia en las letras de la palabra, no en la vocalización, sin ningún cambio en la forma y significado de la palabra, como:

و انْظُر إلى العِظام كيفَ نُنْشِزُها - wandzur ilal ‘idzâmi kaîfa nunshizuha («Y observa a los huesos como los componemos») que también ha sido leída: نُنشِرُها – nunshiruha («desplegamos»).[18]

4.- La diferencia en el término, de modo que la forma cambia pero el significado queda intacto, como:

إن كانَتْ إلاّ صيحةً واحدةً - in kânat il·lâ saihatan wâhidatan («No hubo más que un solo grito»)[19], que también ha sido leído: زقيةً واحدةً - zaqîatan wâhidatan, y como:

كالْعِهن المنفوش  - kal ‘ihnil manfûsh («como lana cardada»)[20] y... كالصوف المنفوش - kassufil manfûsh.

5.- La diferencia en el vocablo que altere tanto su forma como su significado, como sucede con: طلحٍ منضود - talhin mandûd («acacias frondosas»)[21] y طلعٍ منضود - tal‘in mandûd («datileras frondosas»).

6.- La diferencia en la ubicación de una palabra, como:

 جاءت سكرة الموت بالحق - ÿâ’at sakratul maûti bil haqqi («Venga la embriaguez de la muerte con la verdad»)[22], que también fue leída: سكرة الحق بالموت - sakratul haqqi bil maûti («la embriaguez de la verdad con la muerte»).

7.- La diferencia al añadir y restar un vocablo (sin que cambie el significado), como:

وما عَملته أيديهم  - wa mâ ‘amilathu aîdîhim («y lo que hicieron sus manos»)[23], que fue leído:

وما عملت أيديهم - wa mâ ‘amilat aîdîhim.

Y como:

تجرى تحتها الأنهار  - taÿrî tahtahâl anhâr («bajo los cuales corren ríos») que fue recitado:

تجرى من تحتها الأنهار  - taÿrî min tahtihâl anhâr[24].[25]

B) Las diversas discrepancias en las lecturas, desde el punto de vista de Ibn Ÿazarî.

Ibn Ÿazarî en sus famosas palabras que generalmente todos los expertos de las Ciencias Coránicas mencionan dice: “He investigado todas las lecturas tanto correctas como inusuales y débiles, y creo que todas se derivan de siete formas:

1.- La diferencia en la vocalización sin cambio ni en la forma ni en el significado, como sucede con: البخل - al-bujl que ha sido leído en cuatro diferentes formas.

2.- La diferencia en la vocalización, produciéndose el cambio solamente en el significado y conservando su forma inicial: فَتَلَقَّى ءاَدَمُ مِنْ رَبِّهِ كَلِمَاتٍ - fatalaqqâ âdamu min rabbihi kalimâtin («y recibió Adán palabras de su Señor») que ha sido leído también ءاَدَمَ  - âdama y كَلِمَاتٌ – kalimâtun («unas palabras acogieron a Adán de parte de su Señor»); y también: وَادَّكَرَ بَعْدَ اُمَّةٍ - waddakara ba‘da ummatin («y recordó luego de un tiempo»), que también fue pronunciado: أَمَهٍ - amahin («un olvido»).

3.- La diferencia en las letras, ocasionando cambios en su significado, empero conservando la estructura de la palabra, ejemplo: تبلوا - tablû = («probará») y تتلوا – tatlû = («leerá»), o ننجيك - nunaÿÿîka = («te salvaremos») y ننحيك - nunahhîka= («te devolveremos»).[26]

4.- La diferencia en las letras, cambiando su forma, y manteniendo intacto su significado: الصراط - as-sirât y السراط - as-sirât, el primero con [ص] sâd y el segundo con [س] sîn (ambos con el significado de “sendero”); y como: بصطة - bastah y بسطة - bastah (ambos con el significado de “despliegue”).[27]

5.- La diferencia en las letras, ocasionando cambio tanto en la forma como en el significado: أشد منكم - ashaddu minkum («más fuerte que vosotros») y أشد منهم - ashaddu minhum («más fuerte que ellos»); y también: فامضوا إلى ذكر الله - famdaû ila dhikril·lah («observad el recuerdo de Dios») en lugar de فاسعوا - fas‘au («apresuraos»).

6.- La diferencia en la anterioridad o posterioridad de la palabra. Como sucede en: و جاءت سكرة الحق بالموت - wa ÿâ’at sakrat-ul maûti bil haqqi («Venga la embriaguez de la muerte con la verdad»), que también fue pronunciada سكرة الحق بالموت - sakratul haqqi bil maûti («la embriaguez de la verdad con la muerte»).

7.- La diferencia en la añadidura y supresión de un vocablo.

Estos son los siete casos fuera de los cuales no hay diferencia en la lectura. En cuanto a las diferencias producidas por las normas de recitación como: idz·hâr (pronunciación natural de la letra), idgâm (contracción de dos letras similares en una, y pronunciarla con énfasis), rûm (vocalizar levemente una letra), ishmâm, tafjîm (pronunciación gutural de las letras [ل] lam y [ر] ra), tarqîq (pronunciación no-gutural), madd (vocalización extendida de la letra “âlif” ), qasr (vocalización acortada de la letra), imâlah (pronunciar la letra [ا] “âlif” haciéndola tender a la pronunciación de la letra [ي] “îâ” o la letra [و] “wâu”), fath (pronunciar con vocal “a” sobre la letra sin hacerla tender a otra vocal), ibdâl (aparentar u omitir una letra en la pronunciación, alargar una vocal etc.) que son denominados usûl (principios de la recitación), no producen cambio en la escritura ni significado de ellas, por lo tanto no pueden ser consideradas como una clase independiente en las diferencias. Aunque es posible también ubicarlos en la primera clase mencionada con anterioridad.[28]

C) Las diversas discrepancias en las lecturas, desde el punto de vista de Abul Fadl Râzî (Ibn Shâdhân, f.290 d.H.).

1.- La diferencia de los nombres en el singular, dual y plural, en el masculino y femenino, etc.

2.- La diferencia en verbos, tales como el pasado, presente, imperativo, así como la atribución de un verbo al masculino, femenino, a la primera y segunda persona, así como al sujeto y objeto directo.

3.- La diferencia en las vocalizaciones.

4.- La diferencia en la añadidura y supresión de un vocablo.

5.- La diferencia en la ubicación de un vocablo.

6.- La diferencia en el cambio de una palabra a otra, y de una letra a otra, como: الصراط - as-sirât y السراط - as-sirât.

7.- La diferencia de los dialectos regionales en casos como: imâlah, tarqîq, tafjîm, idgâm, idz·hâr, y otros similares.

En realidad, lo que ha hecho Abul Fasl Râzî es esforzarse por ubicar en su clasificación los usûl al-qirâ’ât (los principios de la lectura), que tienen una gran relación con los diferentes acentos árabes. Si basándose en el dicho de “las Siete Letras” la razón y filosofía del descenso del Corán en siete letras fuese prestar facilidad y comodidad a la comunidad islámica, antes que nada deben ser tenidas en cuenta las diferencias tales como: idz·hâr, idgâm, rûm, madd, qasr, fath, imâlah, etc, mientras que Ibn Qutaîbah e Ibn Ÿazarî no las han colocado en su clasificación. De entre los sabios contemporáneos Subhî Sâlih, teniendo en cuenta esta realidad, ha elaborado nuevas clases de diferencias en la lectura.

D) Las diversas discrepancias en las lecturas, desde el punto de vista de Subhî Sâlih.

1.- La diferencia en cuanto a la vocalización, ya sea que el significado quede intacto o no.

2.- La diferencia en las letras, con alteración en el significado sin cambiar la forma o viceversa.

3.- Las diferencias de nombres en singular, dual y plural, masculino y femenino.

4.- La diferencia en el cambio de un término hacia otro cuando generalmente sean sinónimos, tales como: كالعهن المنفوش - kâl‘ihnil manfûsh que fue pronunciado كالصوف المنفوش - kas sûfil manfûsh (ambas expresiones significan: «como lana cardada»).

5.- La diferencia en la ubicación del vocablo.

6.- Pocos casos de diferencia en la añadidura y supresión, por la costumbre de los árabes de omitir las partículas preposicionales (ÿarr) y de conjunción (‘atf) en algunos casos y pronunciarlas en otros.

7.- Los diferentes acentos en cuanto al fath, imâlah, tarqîq, tafjîm, etc…[29]

Zarqânî en la obra Manâhilul ‘Irfân, ha preferido la hipótesis de Ibn Shâdhan a otras.[30]

Subhî Sâlih, luego de mencionar la séptima clase dice:

“La verdad es que esta última es la más importante de entre las siete, ya que la gran filosofía que se había escondido en el descenso del Corán en siete letras, se observa en esta misma clase; y en este mismo terreno vemos aplicada la facilitación para la comunidad y la simplificación de la pronunciación para gente de diferentes clanes”.

Subhî Sâlih rechaza todo lo dicho por Suîûtî y los eruditos de la Escuela Sunnah en su interpretación en cuanto al dicho de “las Siete Letras”, y hace énfasis en que el Corán sólo ha sido descendido en la lengua de Quraîsh. Y continúa diciendo:

“El Corán ha seleccionado la mejor lengua y el mejor dialecto entre los diferentes dialectos árabes, y no existe ningún argumento para afirmar que el Corán trata de observar lenguas de diferentes clanes, asunto que algunos eruditos tratan de corroborar con dificultad. La lengua de Quraîsh, así como reconocían todos los clanes, en todos sus aspectos es la más bella de entre las lenguas árabes, tanto en su pronunciación, en su método, en la riqueza de sus términos y en su poder para ofrecer bellos y exactos términos. El mismo árabe elegía el método de Quraîsh para sus escritos, poesías y caligrafía; incluso un poeta que no pertenecía a Quraîsh, en el momento de hablar se aparta de las peculiaridades de su propio acento, y... Entonces el dicho de “las Siete Letras” se refiere a siete acentos de entre la lengua de Quraîsh y no otras lenguas ni otros acentos”.

Él, objetando la investigación incompleta de los sabios antiguos, dice:

Zarqânî en su obra Manâhilul ‘Irfân prefiere la opinión de Abul Fadl Râzî a las opiniones de Ibn Qutaîbah, Ibn Ÿazarî y Qâdî Abû Bakr Ibn Taîîb; no obstante, ya que sabemos que Râzî no menciona la diferencia en las letras, no hemos elegido su opinión. Sin embargo, en cuanto a las otras tres personas, debido a que todos prácticamente (aunque algunos teóricamente la tenían en cuenta) fueron desatentos en cuanto a la diferencia de acentos, esto es motivo suficiente para rechazar su opinión”.[31]

No es asombrosa tal clasificación de parte de Ibn Shâdhan perteneciente al siglo III; pero a propósito ¿cuál fue el motivo de que sabios como Zarqânî y Subhî Sâlih se limitaran en las “siete diferencias de lectura”, mientras que ellos sabían perfectamente que dentro de una clasificación natural por lo menos existen más de diez clases generales dentro de las discrepancias de la lectura? Sí, ellos también se han obstinado en un número, tal y como lo hicieron los apasionados y divulgadores de la idea del descenso del Corán en “Siete Letras”, basándose en un dicho que según ellos consideraron mutawâtir (o en otras palabras, un dicho con numerosas y diferentes cadenas de transmisión ininterrumpidas) y que según Suîûtî más de veinte de los Compañeros lo transmitieron del Profeta (BP).

Conclusión:

  1. Existen numerosas narraciones por vía de la escuela Sunnah en cuanto al descenso del Corán en base a siete letras.
  2. Lo famoso ante los sabios de la Escuela Shî’ah es el descenso del Corán en base a una sola letra y lectura, y basándose en dos narraciones relatadas por el Imâm Al-Bâqir (P) y el Imâm As-Sâdiq (P) ha sido rechazado categóricamente el descenso el Corán en siete lecturas.
  3. En varias narraciones de la Shî‘ah, el descenso del Corán en siete letras ha sido interpretado como las clases y partes del Sagrado Corán.
  4. Las narraciones de las siete letras no gozan de vigor, ya que los Imâmes (P) las rechazan. Las diferencias y contradicciones entre estas narraciones son numerosas, de modo que Zarkishî en la obra Al-Burhân, menciona cincuenta y tres interpretaciones, y Suîûtî en Al-Itqân señala treinta y cinco interpretaciones en cuanto a las siete letras, y finalmente observamos, en algunos dichos de la Escuela Sunnah, la consolidación del descenso del Corán en una sola lectura.
  5. Aunque la mayoría de las narraciones por vía de la Escuela Sunnah han definido a las siete letras como los acentos o dialectos, no obstante existe tal desconcierto en el número o determinación de los acentos que puede ser ésta una prueba de la falsificación de tales dichos.
  6. Algunos sostienen que se pueden sintetizar todas las diferencias de las lecturas en siete clases.
  7. De entre los cuatro expertos, es decir: Ibn Shâdhân, Ibn Qutaîbah, Ibn Ÿazarî y Subhî Sâlih, dos de ellos (Ibn Shâdhân y Subhî Sâlih) consideraron la diferencia de los diversos acentos en “Usûl Al-Qirâ’ât” (los fundamentos de las lecturas) como diferentes partes de una de las siete lecturas.
  8. Las diversas clases de diferencias de lecturas en una clasificación general son mucho más que siete. No obstante los entusiastas y consentidores del “Hadîz de las Siete Letras”, aparentemente no han tenido otra alternativa más que limitarlas en siete.
  9. En la terminología de la “Ciencia de la Lectura” se denomina “Usûl Al-Qirâ’ât” (los fundamentos de las lecturas) a las normas que nos explican mandatos generales en cuanto a la lectura de todos los vocablos coránicos, y en algunos casos específicos se denomina “Farshul Hurûf” a las diferencias existentes en algunos vocablos especiales.

Fuente: “Lecciones sobre Las Ciencias Coránicas”

Ediciones: Elhame Shargh, 2004

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Fundación Cultural Oriente

 

[1] De entre los sabios de la Escuela Shî‘ah, grandes personalidades como el Aîatul·lah Jû’î en su obra Al-Baîân (p.170 a 193); y el Aîatul·lah Ma‘rifat, en su obra At-Tamhîd (t.2, p.93 a 116) estudian extensamente estas narraciones, las analizan y critican.

[2] Al-Baîân fi Tafsîr Al-Qur’ân, p.171-176; At-Tamhîd, t.2, p.93-97; ‘Ulûmul Qur’ân ‘indal Mufassirîn, t. 2, p.127-207.

[3] Haqâ’iq hâmmah haûlal Qur’ân Al-Karîm, p. 177 y 178.

[4] ‘Ulûm-ul Qur’ân ‘indal Mufassirîn, t.2, p.209 extraído de At-Tibiân, t.1, p.7.

[5] Ídem, t.2, p.211-213, extraído de Tafsîr As-Sâfî, t.1, p.59 a 61.

[6] Al-Baîân, p.177.

[7] At-Tamhîd, t.2, p.94.

[8]Ulûmul Qur’ân ‘indal Mufassirîn, t.2, p.219 y 220, trasmitido del libro Âlâ’ ar-Rahmân, t.1, p.30-32.

[9] Suîûtî luego de mencionar treinta y cinco versiones, la mayoría de ellas extrañas e inexplicables, trasmite de Ibn Habân: “Algunas de estas versiones son parecidas y existe la probabilidad de que ¡todas sean correctas!”. Y en otra transmisión de Marsî se pone en tela de juicio la veracidad de estas versiones. (Al-Itqân, t.1, sec.16, cuestión 3).

[10] Sura Al-Mu’minûn, 23:54

[11] Al-Itqân, t.1, sec. 16, cuestión 3.

[12] Tâ’rîj-e Qor’ân-e Karîm, Seîìed Muhammad Bâqir Huÿÿatî, p.257-258.

[13] Al-Itiqân, t.1.

[14] Sûra Hûd, 11:78.

[15] Sûra Al-Hadîd, 57:24.

[16] Sûra Saba’, 34:19.

[17] Sûra Îûsuf, 12:45.

[18] Sûra Al-Baqarah, 2:259.

[19] Sûra Iâ Sîn, 36:29.

[20] Sûra Al-Qâri‘ah, 101:5.

[21] Sûra Al-Wâqi‘ah, 56:29.

[22] Sûra Qâf, 50:19.

[23] Sûra Îa Sîn, 36:35.

[24] Sûra At-Taûbah, 9:100.

[25] An-Nashr fil Qirâ’âtil ‘Ashr, t.1, p.27 y 28; At-Tamhîd, t.2, p.106 a 108.

[26] Sûra Îûnus, 10:92.

[27] Sura Al-Baqarah, 2:247.

[28] An-Nashr fil Qirâ’âtil ‘Ashr, t.1, p.26-27; Al-Itqân., t.1; At-Tamhîd, t.2, p.110 y 111; Manâhil-ul ‘Irfân, t.1, p.159 y 160.

[29] An-Nashr fil Qirâ’âtil ‘Ashr, t.1, p.27; Manâhilul ‘Irfân, t.1, p.155; Mabâhiz fi ‘Ulûmil Qur’ân, p.116.

[30] Manâhil-ul ‘Irfân, t.1, p.157.

[31] Mabâhiz fi ‘Ulûmil Qur’ân, p. 109 a 116.

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