Mi camino hacia el Islam
(Relato de una de las hermanas del tercer curso islámico “Kauzar” de Qom)
Bismillahir Rahmanir Rahim
Pido a Dios, subhana wa ta’ala, Aquel en cuyo nombre nada perjudica que organice las ideas en mi mente tal que pueda transmitir de la forma más fidedigna posible la belleza y perfección del Islam y la bendición que hay en la búsqueda de la guía.
Todo lo que suene acertado en este escrito se debe a la ayuda de Allah, subhana wa ta’ala, y pido disculpas en todo lo errado que solo y únicamente pertenece a mi mente y mi mano.
EL INTERÉS POR LA ESCUELA AHUL BAYT
Mi interés por la escuela de Ahlul-Bait se inició tras solo llevar un año y medio de conversa “sunnita” al Islam. Ese primer año fue muy intenso, tanto en cursos y asistencia a la mezquita, como en la interacción con otras hermanas conversas.
Siempre he pensado que lo que debe producir el Din correcto en las sensibilidades humanas que lo practican, ha de ser un reflejo del atributo Divino de la Perfección y, por lo tanto se debe notar al que camine por el mismo una serie de valores tales como; equidad, equilibrio, misericordia, tolerancia, belleza, etc. valores que, a su vez, deben reflejarse en la mayoría de los individuos de una sociedad practicante.
Al convertirme, me llegó una gran Paz y una gran Certeza, como les sucede a la mayoría de conversos.
Poco a poco, con la práctica del din y la asistencia a cursos, esa paz y certeza que en un inicio brotan desde el corazón abierto gracias a la misericordia de Allah ( subhana wa ta’ala), se fueron “nutriendo” de argumentos, razones y, todo un discurso lógico que venía a dar satisfacción a la parte mental o racional.
En el Islam, está la respuesta más perfecta a todo. Viene a tratar y equilibrar de forma sistémica todos los ámbitos : La relación del ser humano con Dios, la relación del ser humano con el universo y las relaciones entre los mismos humanos.
Al ir transitando por este camino y aplicar sus principios, debe notarse una mejora en los siguientes ámbitos del nuevo musulmán:
- Su relación con la familia
- Sus relaciones vecinales
- Sus relaciones sociales, laborales , etc.
El por qué de ésta mejora necesaria si se aplica el din de forma correcta se debe a que en el Islam, como mensaje de Dios (revelación), junto con el ejemplo de la sunna “viva” transmitida por Ahlul-bait (la paz sea con ellos), hallamos respuestas en los tres niveles básicos que confortan tanto a la parte del alma, como del espíritu y la corporal y/o sensorial. Estos “ niveles” se hallan en todas las revelaciones divinas y son los siguientes.
1.- CREENCIA Y FE: Viene a dar respuestas al hombre sobre los principios de la fe y la creencia, pero usando el pensamiento y el intelecto. Confortan el nivel mental. No existiendo la barrera entre dogma e intelecto que se da en la mayoría de los seguidores del Libro. De tal forma que la fe o creencia sin razonamiento personal y por simple imitación no sería aceptada. Fue precisamente aquí donde empecé a hallar “ fisuras” y por lo tanto el anhelo de respuestas que no me confortaban desde las enseñanzas de los hermanos sunnitas.
2.- LEYES O NORMAS: IDEOLOGIA: SHARIA : vienen a regir la vida practica y el comportamiento humano, guiando y limitando en ciertas ocasiones. Actúan en el nivel del cuerpo.
3.- ETICA/ MORAL: Tiene que ver con la formación del carácter del ser humano, es la formación del alma o espíritu. Son estados del corazón reflejados en la acción.
Junto a los tres apartados anteriores, hallamos como principios en el Islam los siguientes:
1.- TAUHID: o necesidad de la unidad y unicidad divina
2.- LA PROFECÍA: o el reconocimiento a lo largo de toda la historia de la existencia de profetas y mensajeros cuyo objetivo ha sido, por un lado, transmitir y /o recordar el mensaje de Dios y, por otro, servir como modelo y guía al resto de los seres.
3.- LA RESURRECCIÓN Y JUICIO FINAL: Como posibilidad de conectar con el infinito placer, y como resultado del libre albedrío que se nos ha dado. Ya que la libertad conecta con la responsabilidad.
DEL SUNNISMO A LA ESCUELA DE AHLUL-BAIT
Desde mi limitada posición, tanto a nivel de experiencia como de conocimientos, tanto el Tauhid, como la Profecía y Juicio Final se hallan en la escuela Sunnita y Shia, existiendo, eso sí, matices que los diferencian.
¿Por qué caminar tras Ahlul bait? La respuesta sintética es la misma que doy cuando me preguntan :
¿Por qué entraste al Islam?
Por una mezcla de: elección personal tras una búsqueda y, por otro lado, gracias a la Guía y herramientas o instrumentos otorgados por el Altísimo.
Desde mi conversión, siempre tuve una súplica fija en la mayoría de mis salats: que Dios me llevase a transitar por aquellos caminos que más me acercasen a la complacencia de Él.
Al poco de estar en la escuela de los hermanos sunnitas[1], noté cómo mi corazón, tras la apertura inicial de los primeros tiempos, se había empezado a “secar” y “endurecer “. La preocupación por lo halal o haram ocupaba un tiempo excesivo y ciertas “directrices” eran muy difíciles de aceptar, tales como: no ser posible ir al entierro de tu propio padre si no es musulmán.
A nivel de creencias, se nos había dicho, una y otra vez, que se debía usar el intelecto y la razón y que la religión por imitación no era aceptada. Sin embargo, al llegar a cuestiones tales como la Corporeidad de Dios; el sheij se cerraba fuertemente y nos instaba a no cuestionar el posible sentido figurativo del Corán al hablar de “Las manos de Dios” o “Dios se sienta en el Trono”. Simplemente, en el Corán aparecía eso y nosotros no éramos quiénes para cuestionarlo. Me recordaba a aquella sensación de la infancia cuando, en la iglesia Católica, se nos obligaba a creer a ciegas en los dogmas y misterios.
LA VIDA EN LA COMUNIDAD SUNNITA Y LA IMITACIÓN DEL MODELO ISLÁMICO
Al poco de mi conversión, mis lazos con las otras conversas se van estrechando y cada vez se dan más ocasiones de compartir, sea en las casas por celebraciones particulares, o bien en la mezquita para fiestas señaladas.
En mi país, el modelo de Islam más cercano que tenemos es el marroquí, por la situación geográfica y por ser la inmigración mayoritaria. Así que la mayor parte de mis hermanas sunnitas están casadas con marroquíes. La decoración de las casas, las comidas, el modelo de ropas, todo acaba con un tinte muy marroquinizado y parece que si no estás diciendo cada cinco minutos: subhana Allah, ma sha Allah, Alhamdulillah, eres de otro planeta.
Al cabo de poco tiempo, al menos en mi caso, surgió una necesidad de intentar ver cómo conciliaba mi nueva fe (y el “modus de ser” de muchas otras hermanas compatriotas) con aquello que perteneciendo a nuestra cultura fuese rescatable y aceptado en las normas islámicas. Esta reflexión me llevaba a analizar qué tanto el Islam que vivíamos en la mezquita era el islam del Profeta y qué tanto era Islam junto con cultura, folclore y costumbres marroquíes.
Por poner un simple ejemplo; en la mezquita, los ayunos de Ramadán, sea en verano o invierno, siempre se rompen con una jarira (sopa marroquí). A lo mejor sería más oportuno romperla con gazpacho, estando en el país que estamos.
Si bien pudiera parecer que la reflexión del apartado anterior es nimia, la cuestión es la siguiente: ¿Acaso los conversos que imitan, sin más, el Islam más próximo que les ha llegado por medio de amistades o influencias, se limitan a imitar esa mezcla de cultura, folklore, vestimentas y preferencias gastronómicas? O ¿será que sin saberlo imitan una cultura influenciada a nivel ideas y prejuicios, haciendo que nos llegue parte de la historia del Islam como aceptable, idealizando a ciertos personajes y demonizando o ninguneando a ciertos otros?
Por poner un ejemplo, mis hermanas marroquíes sunnitas me comentaban que en Marruecos, no se editan, ni se publican, ni se venden libros que hagan referencia a la escuela de Ahlul-bait.
LA FACILIDAD DE QUEDARSE EN LO TRANSMITIDO
Un buen estudio de la historia de las dos anteriores religiones del libro nos muestra cómo tras la muerte de ciertos profetas suceden fitnas (sediciones), roturas y /o desvíos entre sus sucesores que originan modelos diferentes de entender el mensaje del profeta y el din. Prevaleciendo, en muchos casos, a lo largo de los siglos, no los más puros sino el modelo de aquéllos que han sabido crear alianzas con el poder.
Aquí se juntan varias cosas para no replantear la “ historia “ oficial que se nos ha transmitido desde pequeños, por un lado:
- Pesa mucho la herencia cultural con todo lo que tiene de bueno y de malo y,
- Por otro lado, tenemos, en este caso en particular, (la versión shia y sunna del Islam o bien, el cristianismo de Pedro y Pablo) la tendencia de la “mayoría” de seguir a la mayoría.
Para un musulmán de nacimiento es difícil que, de forma natural, se empiece a cuestionar qué tanto de su “ Islam “ es el del Profeta y qué tanto de su práctica y creencias están tamizadas por tradiciones de sus pueblos y qué tanto procede de la historia oficial transmitida y distorsionada por aquellos que han tenido el poder de imponerla. Sin embargo, el Corán, una y otra vez, nos recuerda: “Y si sus padres estaban equivocados…”
Aunque no es una opción fácil el cuestionar todo aquello que la mayoría nos da como válido, yo invito personalmente a realizarlo, puesto que la recompensa personal que se obtiene a nivel de Certeza y de Paz es mucha. Y porque supone volvernos a aquello que Dios nos regaló a todos, la parte de nuestra fitra (esencia innata) que sabe dónde está siratal mustaquim (el camino recto) y en esa conexión al ser, directa e intuitiva, no cabe error (esto vale si la intención es, por supuesto: el acercamiento a Allah en lo que más le complazca).
LA DUREZA FRENTE A LA DULZURA DEL PROFETA (la paz y bendición sean con él y su descendencia)
Al principio del apartado “del sunnismo a la escuela de Ahlul-bait”, relataba cómo mi corazón, tras la apertura inicial, se estaba endureciendo. Gracias a Dios, eso se iba compensando a medida que iba leyendo y conociendo la vida y los actos del hombre más perfecto que ha existido en la Tierra: nuestro amado Profeta Muhammad (la paz y bendiciones sean con él y su familia purificada) y su gran amor y compasión a todo lo vivo con indiferencia de su género, edad, raza, situación física y mental….
Hay infinidad de hadices en los cuales se nos muestra su gran paciencia y su aceptación de las diferencias en la naturaleza humana. Hablando y transmitiendo el mensaje en función de la capacidad de aquel o aquella que lo escuchaba.
Para la mayoría de conversos occidentales, sobre todo mujeres, nos cuesta imaginar, al poco tiempo de abrazar el Islam, que algún día llegaremos a amar y a admirar tanto al Profeta (la paz y bendición sean con él y su descendencia) pues, nos pesa mucho el amor y admiración que, desde niñas, se nos transmite hacía Jesús (la paz sea con él). Y también pesa mucho en el imaginario, ¡¿por qué no decirlo?!, las biografías malintencionadas que, desde occidente, se ha transmitido del Profeta. Sin embargo, “conocerlo” es amarlo sin posibilidad de sentir algo diferente.
EL PROFETA DEL ISLAM COMO MODELO EN TODAS LAS SITUACIONES
El conocimiento de su vida, sus actos, sus enseñanzas, solo puede llevarnos al amor y admiración, porque no hay situación en la que el Profeta (la paz y bendición sean con él y su descendencia) no sea el mejor modelo a tomar en cuenta. Entender esto, tanto desde el corazón como desde la razón, es muy importante para todo musulmán y muy importante en relación al tema de este escrito: El cambio hacia las enseñanzas de la escuela de Ahlul-bait.
¿Es posible imaginar que el hombre más perfecto de toda la humanidad, cuya luz fue creada antes que la de ningún profeta, pueda haber errado como el común de los mortales a la hora de ser esposo, padre o compañero?
¿Cabe imaginar en el Profeta, predilección hacia alguna de sus esposas posteriores a su amada y primera esposa Jadiya (la paz sea con ella y su descendencia purificada)?
A LA BUSQUEDA DE LA PERFECCIÓN DEL ISLAM ORIGINAL:
A.- Del modelo del Islam considerado como una religión simple, al simple modelo ascético
No voy a negar que durante el primer año, fue un alivio “navegar” en el modelo del monoteísmo islámico entendido en la forma simple: El mundo tiene un creador independiente tal como el ejemplo de la casa y el constructor.
En mi caso, venía de haber estado un tiempo en la darshana del vedanta advaita pero mal entendida y de filosofías sin retorno a y en Dios, como el zen y el budismo. Mi mente necesitaba descanso. Sin embargo, al poco tiempo, anhelaba la profundidad en el sentimiento, y anhelaba vías de purificación.
¿El Sufismo como alternativa?
El modelo de Islam sunnita que seguía se me quedaba “corto” en sentimiento y la alternativa de compatibilizarlo con una tariqa sufi no acababa de convencerme, puesto que de las cuatro o cinco que visité, solo vi un engrandecimiento del ego por parte del maestro y de sus seguidores más inmediatos.
Se presentan como la elite en el entendimiento de la religión, sin embargo, sus ropas, sus mas-bahas y sus cantos llegan antes que el perfume de la humildad que debe impregnar a aquel que se ha acercado a Él.
Mi intuición tras estar algunos años siguiendo y estudiando a ciertos gurús y pseudo Santos, de India, Nepal, etc. era que esa vía tenía más peligros que avances. Empezando por la autenticidad del maestro y siguiendo por el sincretismo que puede haber en esos modelos, o bien, por la espiritualidad entendida sin obligación o shari’a (ley islámica). Así es que es posible, en algunas tariqas, no ser ni siquiera musulmán para participar en su camino.
Este apartado lo retomaré más adelante con la ayuda de Dios y concluiré expresando cómo la escuela islámica Ahlul-Bait ofrece la opción intermedia y el camino del medio, entendido no como con aquella que tiene parte de los dos extremos, sino como aquella moneda que contiene los dos lados, el canto y la totalidad, sin dejar de ser moneda.
LA GUIA DE DIOS SUBHANA WA TA´ALA:
Paralelamente a todo este movimiento interior, Dios, en su infinita Misericordia, me envió la guía a través de tres siervos suyos: la hermana Presentación Pueyo Pueyo, el hermano Mikail Alvarez Ruiz y el Sheij Suhail Assad.
La hermana Presentación, haciendo un muy buen ejemplo de lo que son los valores de la escuela de Ahlul-Bait, estuvo casi un año recomendándome lecturas, sitios web, y atendiendo mis dudas y soportando mis “miedos” y, muchas veces, reacciones airadas.
Esa hermana es un bello espejo de cómo actúa el Islam shia en la persona que lo sigue con la mente, el corazón y lo refleja. Cuando me la encontraba en internet, en diferentes hilos sobre temas islámicos, su participación era siempre impecable.
La hermana entraba al hilo, con un buen saludo, agradecía los argumentos anteriores, fuesen de la parte que fuese y, finalmente, exponía con dulzura y fuentes firmes, cuáles eran sus razones e invitaba en la despedida a ofrecer más información si alguien la quería.
LOS MODALES DE LOS SEGUIDORES DE ALUL-BAIT
Entre las primeras lecturas que me recomendó está: “Y, entonces fui guiado “ Muhammad At- Tiyani As-Samawi y, entre las últimas: “ Polemizando con wahabíes” del hermano Mikail Alvarez. – Equipo de redacción de Biab.org.
El primer libro está escrito por un hermano sunnita que en un viaje “interacciona” con hermanos shias. Lo alteran de tal forma sus modales, su adab, sus fuentes y su estilo argumentativo que irremediablemente se sumerge en romper todos aquellos prejuicios y tópicos que desde el sunnismo, le fueron construyendo.
La segunda lectura abre de tal forma mi corazón que provoca el querer conocer personalmente al hermano que lo ha escrito: M.A.R. y la husainiia a la que pertenece. Este último caso merece una detallada:
Este librito recoge la “polémica” que se produce en el año 2002-3 vía un foro de internet entre el hermano mencionado por parte de la shia y el muy conocido sheij sunnita- salafista-wahhabi: Muhammad Isa García.
Para todos aquellos que nos convertimos al islam y entramos al sunnismo, el sheij Muhammad Isa García es el traductor en un 80% de los libros que leemos sobre islam y que vienen impresos desde Islam-house de Arabia.
Ese sheij es aclamado como modelo para los hispanos conversos, en canales televisivos mundiales y nacionales, siempre patrocinados por Arabia Saudita (en España, por ej. Córdoba Internacional) asimismo, es invitado a las principales conferencias que se dan sobre Islam en español.
A nivel internet, está en las principales páginas web, y redes sociales. Decir que antes de leer el libro del hermano M.A.R. para mí, el mencionado sheij merecía una alta consideración, intelectualmente hablando. ¿Cuál es mi sorpresa al leer el estilo argumentativo de uno y otro?
Los argumentos de la parte sunnita no dejan de ser ataques, malos modos y respuestas evasivas, frente al estilo impecable y afianzado en argumentos y fuentes por parte del hermano seguidor de la escuela Ahlul-bait.
Más allá de poder apreciar por mi parte la fiabilidad o no de las fuentes que cada uno aportaba, (aunque la parte sunnita, más que aportar, entraba en la polémica agrediendo a la otra parte), esta lectura, para mí, supone una vuelta más en la rueda que gira de una escuela a otra. Ya que vuelvo a apreciar en un seguidor de la misma, unos modales, una paciencia, incluso una musicalidad en las respuestas que atraen mi fe de forma indescriptible y que en la actualidad de este escrito comparo con la musicalidad, el ritmo, la armonía, y el mensaje de las bellas súplicas y letanías transmitidas por los imames infalibles, la paz sea con todos ellos.
Al hallar todo esto, intento compartirlo con mis hermanas de la sunna, les explico mis sensaciones al leer ciertas cosas y les invito a leer esos dos libros. Sin embargo, la respuesta mayoritaria es :
- No querer ni leerlos, pues ellas ya están en la vía correcta
- La validez de su vía viene avalada por ser la escuela mayoritaria.
- El dar por válidos un montón de tópicos y prejuicios sobre los seguidores de Ahlul-bait.
- Enfadarse porque yo, una simple y nueva conversa, me atrevo a cuestionar la veracidad de la historia transmitida sobre los cuatro califas perfectos.
Dejo, paulatinamente, de asistir al centro islámico al tiempo que las treinta o cuarenta hermanas conversas sunnitas dejan de llamarme para ir a encuentros. En mi Facebook, hay cada vez más hermanos y hermanas seguidores de la escuela shia.
Al adentrarme en el seguimiento de la escuela de ahul bayt, vuelvo a sentir lo que siente la mayoría de conversos al islam en sus primeros tiempos: una mezcla de alegría por haber encontrado respuestas y certeza, junto con vergüenza y miedo por la reacción de todas mis hermanas de la sunna.
EL PUNTO QUE DEFINE TODO LO HALLADO HASTA ESE MOMENTO
Un punto de inflexión se produce este verano (año 2013). Con los siguientes sucesos: por un lado
1.- Ver las reacciones e insultos de ciertos hermanos sunnas por facebook frente a publicaciones shias. Francamente, por respeto no me atrevo a reproducir las barbaridades que llegan a decir.
2.- Por otro lado, los hermanos de la escuela de Ahlul-bait me hacen llegar algunas de las súplicas que utilizan. Esto es justo en el mes de Ramadán del 2013, cuando de forma natural, Dios me enferma y no puedo acudir ni una noche a la oración del Tarauih (los cuales en el corazón, ya me incomodaban, al saber de dónde había salido la innovación de los mismos).
En casa, empiezo a leer las súplicas y, de nuevo, vuelve a mi fe árida por la dureza de las previas enseñanzas, un torrente de agua fresca, que la revive y la adorna de sonidos, palabras y belleza añorada, muy añorada.
3.- Los mensajes que leo en un grupo de whatsapp, escritos por mis hermanas sunnitas, afirman como si de nada se tratase que: sí se puede matar a shias en Siria, ya que no son musulmanes
Las argumentaciones van desde que son unos desviados que están alterando la religión de Dios, a fundamentos férreos tales como: “ todo el mundo sabe que sus principio de creencia están equivocados”.
LA HUSAINIYA Y EL ENCUENTRO CON LOS SEMEJANTES.
Dios es belleza, y el din que nos dio no puede ser menos.
Dios es rahma (misericordia) y, un reflejo de la misma debe llegar desde Su din.
Bajé a la Husainiia de Fuengirola en septiembre del 2013.
Coincidía con un mini curso llamado “An Nur” que impartía el sheij Suhail Assad. Fue un fin de semana en el que el “misticismo” ocupó un lugar muy importante, volví a reencontrarme con todo un universo de colores, emotividad, súplicas que mi alma anhelaba por haber estado tiempo en la práctica del hinduismo y por haber nacido en el seno de una familia católica con todo su universo de Santos, letanías y pasos de semana santa.
Ese fin de semana bajé con muchas hojas y preguntas acumuladas durante el año y medio, eran las típicas, me imagino, que se hace cualquier persona que pasa del sunnismo al shiismo:
- ¿Por qué insultáis a los sahaba (compañeros del Profeta)?
- ¿Por qué, si tenéis razón, sois tan pocos?
- ¿Por qué la autoflagelación?
- ¿Por qué el matrimonio temporal?
- ¿Por qué os postráis sobre una piedra? Y creo que os podéis seguir imaginando la lista…
Sucedió algo nuevo.
En parte, pasó lo que pasa cuando se entra al Islam: todos los tópicos negativos que se han arrojado sobre el mismo son limpiados rápidamente con argumentos sólidos y razonables, hasta choca no haberlos pensado antes.
Sin embargo algo nuevo pasó:
El corazón anuló la razón. Y surgió la certeza de que esos hermanos y hermanas que conocía y otros que había conocido eran de un “estilo” que se afinaba con mi persona de forma natural, sin forzar nada.
Al siguiente fin de semana, volví a bajar a la Husainiia. En mi mente, muchas cosas sin saber y muchas preguntas, sin embargo, una gran ilusión y esperanza, ya que otra maravilla del Islam es esa capacidad abarcativa que hace que a cualquier edad y hasta el mismo día de la muerte, si Dios da fuerzas, puedas seguir leyendo y aprendiendo.
Algo que en mi caso, junto con la guía de Dios, fue el hilo que facilitó todo, fue indudablemente, el amor que sentía por Ahlul-Bait, antes de saber incluso que esa escuela existía y que sus integrantes eran llamados así. Al poco tiempo de convertirme y leer la primera biografía del Profeta Muhammad ya sentía una gran atracción por: Jadiya, Fátima y Ali (la paz sea con todos ellos).
EL TAUHID Y LA CONCILIACIÓN CON LA DEVOCIÓN VERSUS UNA ALFOMBRA SECA Y ÁRIDA
En el momento de escribir estas líneas, me hallo en la ciudad Santa de Qom, gracias a Dios el muy Altísimo y Elevado.
Estamos varias hermanas latinas en un curso de unos dos meses. Los profesores nos van enriqueciendo con argumentos en cuanto a la creencia. Además, tenemos la visita a los Santuarios que llenan la parte del corazón de una forma que solo la misma visita puede hacer sentir.
Durante cerca de tres años, he practicado mi salat con no más que una alfombra en casa, delante como mucho de un cuadro de la Kaaba. Tiré fotos, estatuas, piedras, masbahas, láminas de santos y, demás talismanes acumulados en años de viaje y de recorrido por otras tradiciones.
Si bien fue un ejercicio bueno de abstracción, tengo que reconocer que al menos en mí persona faltaba algo de color, de olor, de canto, letanías….Cuando bajé a la Husainiia, en seguida me sentí confortada por un pequeño mundo acogedor lleno de colores. En el primer salat que hice en comunidad no puedo explicar lo que sentí cuando el sheij empezó a recitar dua al-faraj (la súplica del alivio, en donde se pide a Dios la pronta aparición del Imam Mahdi).
Como tampoco se puede explicar si no se ha visitado, la belleza, la inconmensurable belleza que hay en los santuarios. Pido a Dios que suelte mi mente y mis manos para poder describir ese microcosmos de colores, espejos, alfombras, mármoles, lámparas, recovecos y más recovecos, de nuevo más techos con pinturas y cristales, hasta que, cuando crees que no puedes absorber más, llegas al sepulcro. Barras doradas, cristales, flores y más flores rodeándolo por arriba, tapices y dentro la luz de aquellos seres que no han muerto sino que están vivos en el camino de Dios. Las mujeres se agolpan para tocar, besan la puerta antes de entrar, se postran y algunas lloran desconsoladamente. Y yo solo me pregunto: ¿Alguien puede cortar el llanto por Dios y sus íntimos? ¿Alguien puede juzgar eso?
Acabar el escrito retomando aquella frase:
El Islam es el camino del medio, aquel que aúna todo sin contradicción ni fisuras.
Uno de los profesores (el sheij Suhail Assad) me ha facilitado poner en palabras lo que sentía respecto a lo que seguir esta escuela supone de integración:
Este profesor nos explica como :
Sin conocimiento no hay sentimiento y sin sentimiento es difícil la actuación o acción.
Esto viene a concordar con los tres ámbitos de la persona: la mente, el corazón y su actuar.
En el modelo de Islam considerado como religión simple y literal (modelo propuesto por los wahabies y muy en uso en mi país), la creencia desviada en nociones como la corporeidad de Dios, hacen que el conocimiento de Él no sea completo. Mucho temor, mucha culpa si te atreves a pensarlo y aún más si te atreves a amarlo. El sheij egipcio del centro donde acudía me dijo una vez que en el Islam solo cabe tener: Temor y esperanza de Dios, no amor (lo que es un gran error y fuente de desvíos peligrosos).
Al partir de un conocimiento de Dios sin amor, la parte de sentimiento que se genera en la mayoría de creyentes (temor y esperanza) hacen que sus actos sean, a su vez, de dos tipos, fundamentalmente: el de los siervos que lo adoran por miedo y el de aquellos que lo adoran como mercaderes por la posible ganancia.
En el otro extremo, tendríamos el modelo mayormente sentimental, con un conocimiento de Dios basado en la excesiva esperanza de su misericordia, que lleva al creyente a que sus actos sean de adoración en los momentos que le convienen, pero no de forma continua como una responsabilidad y sobre todo, deviene fácilmente en formar personas aparentemente “espirituales” pero sin una moral definida y sin compromiso social.
Finalmente, está la escuela de Ahlul-bait (la paz sea con ellos): aquella que partiendo de un conocimiento certero heredado de la boca del mismo Profeta del Islam, genera un sentimiento más amplio en los creyentes:
El del siervo, el del comerciante y el del enamorado y entristecido por todo aquello que pasó la gente del Profeta, a la vez. Y aquí está la nota para mí muy destacada: EL DE PERSONAS COMPROMETIDAS CON LA CAUSA JUSTA. El de creyentes que no separan su fe de juzgar el tipo de gobernante que los gobierna. Creyentes que reparten pan como hacía nuestro amado Ali (la paz sea con El) y, a la vez, salen a manifestarse en contra del imperialismo, colonialismo, sionismo, y muchos “ismos” más. En definitiva, discípulos, seguidores del modelo de gobierno de Amir Al-Mu-minin y del amado Profeta del Islam. Donde todo es Islam, la vida individual, social, familiar, el gobierno, la posición frente a los conflictos sociales, frente a las injusticias. Con el bello lema de: no oprimir ni ser oprimidos.
Wa Alhamdulilahi Rabbil ‘alamin
Extraído de la Revista Kauzar N° 68
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[1] Queremos aclarar que se refiere a una versión extremista del Islam sunnita con la que sólo un grupo de los hermanos sunnitas se identifica. Aunque lamentablemente, esa versión es, muchas veces, la que más se hace eco en Occidente.