Países musulmanes en la actualidad
Por: Dr. Nazir Hasan Zaidi
El siglo veinte es un periodo de grandes revoluciones. La dinastía imperial de los Zares fue derrocada en 1917 por sus mismos súbditos; del zarismo se pasó al comunismo comandado por Marx y Lenin. Los despóticos zares, aunque en guerra con los países musulmanes no le hicieron daño al Islam. Pero el gobierno comunista, durante los últimos 70 años, ha alejado a sus súbditos musulmanes de su religión y cultura. Las mezquitas permanecen vacías, las escuelas religiosas desiertas. Millones de musulmanes en Asia Central, Tayikistán, Checoslovaquia y Bulgaria están alejados de su fe ancestral y han sido arrojados a las huestes del Marxismo. En cierta medida el comunismo ha influenciado también a las personas golpeadas por la pobreza de Pakistán, Irak, Siria y Yemen. En 1991, el gobierno comunista de Rusia fue disuelto, y los musulmanes tratan de crear una región central.
A fines de la primera guerra mundial, los ingleses disolvieron el vasto califato del Sultán turco, arrebatándole Jordania, Siria y Arabia. Mustafá Kamāl (Atatürk), un general rebelde, destituyó al débil califa, y estableció una vigorosa república en 1923.[1] Pero su deseo de emular a las naciones europeas le hizo adoptar algunos cambios sociales perjudiciales, uno de los más dañinos fue reemplazar la grafía turca por el alfabeto latino en 1929. Esto hizo que el valioso legado de la literatura turca, fuera despreciado por las generaciones futuras. Obras preciosas o ciencias religiosas, la poesía y la cultura son ahora una pila de basura debido al gran error de ese estadista militar. [2]
Amanul-lah Khan, rey de Afganistán cometió un error de la misma naturaleza, el cual pagó con su corona en 1928. En Irán, el Shah intentó popularizar la cultura occidental, permitiendo la libertad de acceso al alcohol, la música y el cerdo. Había en ese País un fuerte control financiero por parte de los judíos. El Shah recurrió a la tortura y a la masacre de sus súbditos. Por último, el pueblo, liderado por piadoso líderes religiosos, especialmente el exilado Ayatolá Imam Ruhul-lah Jomeini se levantó en contra del despiadado gobernante, quien huyó para salvar su vida en 1979, y así humillado morir en suelo extranjero. De esta manera el valiente pueblo iraní se deshizo del control Americano-Judío. Pero la vengativa de los Estados Unidos de América pronto los involucraría en una desastrosa guerra impuesta con el vecino país de Irak de la cual tardarían en recuperarse.
Arabia Saudita y los países productores de petróleo
El gobierno británico con su control sobre Arabia en la Primera Guerra Mundial, se la había quitado a los turcos y la había entregado al gobernador civil de La Meca. Esta casa había gobernado durante ocho años cuando la familia saudita Wahabí de Nayd se las arrebató en 1924 y estableció su reino. En 1935 el suelo Árabe comenzó a producir riqueza en forma de petróleo. Los Estados Unidos se apresuraron a controlarlo con la compañía de petróleo americana. Los Emiratos Árabes, los regímenes de Irán, Irak, Argelia y Libia, todos estados islámicos, tenían gran importancia debida a su riqueza subterránea, el petróleo. Los malabaristas políticos de Europa y América los involucraron en una guerra contra Israel. Este estado fue creado en Palestina por los británicos y los Estados Unidos en 1948 y se ha convertido en un cáncer para todos los gobiernos musulmanes que lo rodean. Luego de años de lucha, Yasser Arafat, el líder de la O.L.P. ha firmado la paz con Israel, el cual con el apoyo de Europa y América, tiene una provisión ininterrumpida de sofisticado material de guerra moderno. El Líbano, arrastrado por Israel al infierno de la batalla y que ha combatido valientemente contra ese poderoso enemigo los últimos 16 años, actualmente también ha pactado la paz.
Libia y Argelia, quienes se libraron del yugo francés en 1960, avanzan lentamente hacia el desarrollo. Bangladesh, quien se independizó de Pakistán en 1971, Indonesia y Malasia, están mejorando cada día más. Los musulmanes de China, bajo la influencia de su gobierno comunista, están perdiendo su ortodoxia. Lo mismo sucede en aquellos países africanos donde los musulmanes son mayoría o una gran parte de su población es musulmana, pero su gobierno es cristiano. El Yemen, a quien Alí convirtió al Islam en 632 D.C. es una república religiosa. En la actualidad puede identificarse fácilmente la debilidad de los países. En estos países no existe una figura central quien los una, o quien los guíe en la adopción de un fuerte sistema educativo moderno, teñido de la vigorosa sencillez islámica y el noble carácter.
Los estados islámicos que se mencionaron anteriormente tienen gran abundancia de recursos naturales, materias primas, petróleo y mano de obra. Este vasto territorio, el cual se extiende 7000 millas desde Marruecos hasta Pakistán, posee gran riqueza. Los productos valiosos de Bangladesh, Indonesia y Malasia, son numerosos. Novecientos millones de musulmanes, seguidores del mismo Profeta, ¡poseen todo menos unidad! Los distintos grupos de estos países se han enfrascado en odiosas disputas sectarias, y sus gobiernos se encuentran en guerra entre sí, instigados políticamente por Europa y América. En los últimos trece siglos, sólo la mente brillante de Sayyed Yamalud Din Afghani intentó unir los regímenes musulmanes con su Movimiento Panislámico. Nuestros monarcas no toleraron la existencia de tan importante figura, y este gran organizador fue asesinado en 1898. Después de 70 años, el inteligente e ingenioso presidente de Pakistán, Zulfiqar Ali Bhutto, hizo que se reunieran 14 jefes de estados musulmanes en una cumbre islámica en 1973. Con sentimientos de alivio, los musulmanes se dieron cuenta que los estados islámicos pueden unirse bajo un líder.
Pero las superpotencias no podían tolerar un ingenioso estadista como Bhutto. Ellas recordaban que en 1967 Bhutto les había remarcado a los países del Medio Este, que ellos poseían el ‘Arma del Petróleo’, y que la podían usar eficientemente. Estos poderes occidentales entonces, hicieron colgar a ese gran diplomático por el recién llegado a la presidencia de Pakistán en 1979. El Imam Ayatolá Jomeini de Irán, de nuevo proclamó el Movimiento de Unidad Musulmana, pero este país estaba debilitado después de ocho años de guerra con Irak. La prensa americana, bajo total control judío, calumnia de todas las formas a la nación iraní. El rey de Arabia Saudita y los Emiratos del Golfo Pérsico son advertidos de que la República Islámica de Irán es una amenaza constante para sus despóticos gobernantes. El gobierno saudí invierte parte de su riqueza en instituciones religiosas, mezquitas, oradores y escritores para que lancen una propaganda unánime con el fin de acabar con esa república islámica. Utilizan literatura, discursos, cuadernillos y folletos perniciosos.
Arabia Saudita es el reducto de los gobernantes despóticos. Bajo el pretexto de un manejo puritano de Anti innovación los reyes sauditas destruyen las tumbas de los parientes del Profeta. Los sepulcros de sus esposas, compañeros y los de mártires como Hamza, el Imam Ya’far Sādiq y Uzman, son reducidas a despreciables montones de piedras. Las mentes de escritores y oradores, así como los púlpitos son comprados para que difundan pensamientos imperialistas Wahabitas. La difusión de estas ideas está suprimiendo la sana ortodoxia del credo Sunnita, el cual exige el debido respeto a la casa del Profeta. En todos los países se aviva la furiosa tensión Chía- Sunni, con el fin de destruir la fuerza del Islam.
Falta de medios de comunicación como Periódicos, Revistas, etc.
Por la falta de unidad entre ellos, los regímenes islámicos y sus organizaciones no pueden ponerse de acuerdo para lanzar individual o cooperativamente un periódico o una revista de talla internacional como Time o Life Por lo tanto, las perspectivas o las opiniones islámicas no son transmitidas al mundo. La omnipotente prensa americana está totalmente controlada por los judíos y con su inocente mirada al mundo exterior, está totalmente inclinada a presentar una imagen negativa de los asuntos islámicos. La comunidad mahometana no tiene como defenderse de los efectos nocivos de esta propaganda hostil.
Movimientos Político-Religiosos y sus pensamientos
El 'puritano' movimiento Wahabí es rechazado por los Sunitas y también por la minoría Chiita, cuyos juristas y oradores dan conferencias y producen literatura de mucha utilidad. Pero las reuniones durante el mes de Muharrám, mes en el que se conmemora el martirio del Imam al-Husein y la familia del Profeta en Karbalá, son dirigidas por oradores profesionales quienes no logran encender el fuego del sublime martirio en el seno de sus oyentes. El inmenso potencial de estas reuniones, las que una vez sirvieron para inspirar e incentivar a las personas y que tendían a unir a todas las sectas musulmanas, no es usado al máximo. En países de mayoría chiita, donde predomina una atmósfera de unidad entre las distintas sectas musulmanas se produce literatura de calidad sobre jurisprudencia, comentarios sobre el Corán y Hadices, especialmente en Beirut, a pesar de que el hermoso Líbano ha estado ardiendo en las llamas de la guerra los últimos 18 años.
Sayyad Ahmad Shahid Brelvi, un fogoso líder del norte de La India quien intentó arrancar de raíz los regímenes británicos y de los sijes, fundó otro movimiento puritano. Liderando a sus determinados seguidores, atravesó los territorios de Rayashtham y Sind, sin encontrar oposición en ellos y llegó hasta Kabul, del cual conquistó una parte del salvaje territorio Siĵ. Su objetivo de conquistar Punyab, y luego invadir la India Británica tuvo cierto éxito, pero su honesto deseo fue arruinado por la traición de Yusuf Zais, una tribu Pastún. En el siglo XX se fundaron dos organizaciones de mucha utilidad en la no dividida India británica. Primero, el movimiento Ĵaksar de Al-lama Mashriqi cuyo fervor religioso-militar tuvo un gran suceso en 1940. Este movimiento pretendía crear un espíritu de unidad, simplicidad y una resistencia combativa en los musulmanes. Se enfrentó dos veces al estable gobierno británico el cual lo aplastó en 1946.
Al año siguiente, el gobierno británico fue reemplazado por el nuevo estado musulmán de Pakistán, pero el movimiento Ĵaksar no pudo recuperar su anterior fuerza debido a que su valiente líder murió poco después. La otra organización es Yamā’t-e-Islami, fundada por Abu ‘Ala Maududi, cuyos sinceros miembros ortodoxos produjeron literatura útil y constructiva que se interesaba en problemas presentes en la actualidad en el mundo musulmán. Esta organización también entra en declive luego de la muerte de su fundador en 1979. Los desacuerdos entre estas dos organizaciones, se centran cada vez más en la política de Pakistán.
Los Hermanos Musulmanes, organización fundada por Hasan Banna en el Medio Oriente hizo avances admirables en la reforma y en la unidad Chiita-Sunita. Luego del martirio de su fundador en febrero de 1949, y el ahorcamiento de Sayyed Qutb Shahid en agosto de 1966, la organización entra en declive. Los muytahids (juristas) Chiitas, como Muhsin Hakim, Kashif al-Ghita, Muhammad Bāqir as-Sadr y el Imam Jomeini hicieron gran énfasis en la unidad Chiita-Sunita. El movimiento Da’wa de Irak, defiende también la causa de la reforma constructiva y la paz entre las sectas. En el lejano Este, Indonesia es un gran estado islámico, pero este fértil país no impulsó el progreso académico ni la imaginación. Así mismo en Malasia, no hay señales de ideas constructivas o un aprovechamiento inteligente de la política internacional. El clima húmedo puede ser la causa de que no se pueda encender la chispa de la lucha en sus gentes.
Rusia y América practican sistemas económicos distintos. Parecen ser dos bandos opuestos. Pero ambos se han unido en la destrucción de los pueblos islámicos. Los cristianos, como los describe el Corán 57:27, son bondadosos y compasivos, pero sus líderes políticos son muy crueles. Bajo el pretexto de que están prestando apoyo técnico o político se inmiscuyen eficientemente en los asuntos internos de países débiles. Con la invitación hecha por Kuwait y Arabia Saudita el poderío naval de América se ha abalanzado sobre el Golfo Pérsico.
Animados por el gobierno títere de Kabul, los aviones y los tanques rusos bombardearon a los poco equipados y mal armados patriotas de Afganistán durante diez años. Pero finalmente, en 1990, fueron derrotados y tuvieron una vergonzosa retirada. El Oso tal vez intentaba emplear sus garras para apoderarse de un puerto en la costa del sureste de Beluchistán, pero no lo logró.
La azotada por la guerra Gran Bretaña, “la Inocente Francia” y la omnipotente América venden su sofisticado material bélico a estados musulmanes poco prudentes, los cuales con su poca visión se han embarcado en guerras entre ellos. La poca inteligencia de los gobernantes de estos estados musulmanes los hace solicitarle a las súper potencias que les vendan tanques y misiles, los cuales serán usados para exponer al fuego a sus propios hermanos musulmanes. En resumidas cuentas, casi todos los países islámicos, incluidos los de África, están a punto del declive o el desastre. Esperemos que esta ominosa tendencia algún día tome un rumbo favorable.
“Si llega el invierno, ¿puede la primavera estar tan lejos? (Shelley).”
Fuente: Libro “UNA BREVE HISTORIA DEL ISLAM (Desde sus inicios hasta 1995)”; Editorial Elhame Shargh
Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.
www.islamoriente.com Fundación Cultural Oriente