Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) desde Medina hasta Karbalá (26)
Por: Aiatul-lah Muĥammad Ṣâdiq Naӱmî
Martirio de Abal Faḋl- il- ‘Abbas (la paz sea con él)
اَنْتَ صاحِبُ لِوائى.
تَعَدَّيْتُمْ يا شَرَّ قَوْمٍ بِبَغْيِكُم
وَخالَفْتُمُوا فينَا النَّبِىَّ مُحَمَّداً
اَما كانَ خَيْرُ الْخَلْقِ اءوْصاكُمْ بِنا
اَما كانَ جَدّى خِيَرَةُ اللّه اَحْمَدا
اَما كانَتِ الزَّهْراءُ امّى وَ والِدى
عَلِىُّ اَخا خَيْرِ الاَنامِ مُسَدَّدا
لُعِنْتُمْ وَاُخْزِيتُمْ بِما قَدْ جَنَيْتُمْ
سَتُصْلَوْنَ ناراً حَرُّها قَدْ تَوَقَّدا [1]
Anta ṣâĥibu liûâi
Ta’addaîatum iâ sharra qaûmin bibaġ-îkum
Ûa jâlaftumu fînan nabîîa Muĥammadâ
Amâ kâna jaîrul jalqi aûṣâkum binâ
Amâ kâna ÿaddî jîâratul-lâhi Aĥmadâ
Amâ kânatiẕ Ẕahrâ ummî ûa ûâlidî
‘Alîun Ajâ jaîril anâmi musaddadâ
Lu’intum ûa ujẕitum bimâ qad ÿanaîtum
satuṣulûna nâran ĥarruhâ qad taûaqqadâ.
Îâ nafsu! Min ba’dil Ĥusaîni hûnî
Ûa ba’dahu lâ kunta an takûnî
Hâḏal Ĥusaînu ûâridul manûni
Ûa tashrabîna bâridal mu’îni
Tal-lâh! Mâ hâḏâ fi’âlu dînî.
Explicación de vocablos:
Musaddad, مُسَدَّد : ‘orientado’, ‘guiado’
Ṣalî, صَلْى : ‘ser arrastrado’.
Taûaqqud, تَوَقُدْ : ‘encendido de llamas’.
Traducción y explicación:
El hermano del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), Abal Faḋl- il- ‘Abbas en el día de ‘Âshûrâ, reiteradas veces se encontró con su hermano para pedirle ir al campo de batalla.
No obstante, el Imam (la paz sea con él) nunca le permitía debido a su valentía, bravura y esto es que él cumplía un importante rol al tener en sus manos la bandera del ejército de la verdad. Por ellos, todo cada vez que le pedía, el Imam le hacía desistir diciendo: “Tú eres dueño de mi bandera; y tu martirio sería señal del fracaso del ejército de Dios y señal de la victoria del ejército del Satanás”.
Finalmente, cuando todos los fieles alcanzaron el martirio, Abal Faḋl pidió permiso para ir a luchar y, finalmente, el Imam le permitió.
Se relata en Abṣârul ‘aîn: “‘Abbas Ibn ‘Alî, luego de pedir reiteradas veces la entrada al campo y encontrarse con la respuesta negativa del Imam, dijo: “Ciertamente, mi pecho se ha estrechado, ya me he saciado de esta vida”. El Imam le dijo: “Ya que estás decidido para la lucha, antes ve y consigue un poco de agua”.
‘Abbâs se dirigió hacia el río y luego de luchar y abrir las filas enemigas, llegó al Éufrates y llenó su cantimplora de agua. Quiso tomar un poco, acercó un puñado de agua a sus labios ardientes y secos, pero inmediatamente, volvió a tirar el agua al río y se dijo a sí mismo:
Oh, ego mío, que la humillación sea tu destino luego del Ĥusaîn
y que no vivas jamás luego de Ĥusaîn.
Ese Ĥusaîn que ahora ha entrado al campo de la batalla
mientras tú bebes agua fría y salubre.
Por Dios que mi din[2] no me permite ello.
Al regresar con sus cantimploras llenas de agua para llegar a las tiendas y saciar a los sedientos se vio frente a una avalancha de enemigos. Cuando vio ello, recitó la siguiente poesía:
Yo no tengo miedo de la muerte cuando oigo su voz
Y seguiré adelante hasta el momento en que mi cuerpo
esté escondido bajo las espadas.
Que mi vida se sacrifique por el purificado nieto de Muṣṯafâ (el profeta Muĥammad).
Yo soy ‘Abbâs, llevando esta cantimplora hacia las tiendas.
Y no temo de nada en ese día del encuentro.
En esos momentos en que él estaba dirigiéndose a las tiendas, entusiastamente, fue atacado por uno de los enemigos, Ẕaîd Ibn Ruqâd, quien lo estaba acechando detrás de una palmera cortando la mano derecha de Abal Faḋl en este ataque.
Abal Faḋl, el hijo de Ĥaîdar al Karrâr, cuando perdió la mano derecha, exclamó: “Ual-lâhi inqaṯa’tumu îamînî înnî ûĥâmi abadan ‘an dîni…”. (Por Dios que, aunque hayan cortado mi mano derecha, defenderé mi din mientras tenga vida y a mi Imam, el veraz y colmado de certeza; el hijo del Profeta, el purificado y leal).
Continuó su marcha hacia las tiendas cuando, de pronto, otra persona llamada Ĥakîm Ibn Ṯufaîl, salió por detrás de una palmera y cortó su mano izquierda.
En ese momento, las flechas comenzaron a caer como gotas de lluvia dirigidas hacia él. Una de ellas rompió la cantimplora de agua y otra entró en su pecho y detuvo su marcha.
En ese momento, uno de los enemigos golpeó la cabeza con un palo a Abal Faḋl y lo hizo caer al suelo.
En este momento, levantó su voz diciendo: “‘Alaîka minnîs-salâm, îâ abâ ‘Abdil-lâh” (Mis saludos sean para ti oh, Abâ ‘Abdil-lâh- apodo del Imam Ĥusaîn-)[3].
El Imam (la paz sea con él), al oír la voz de su hermano, se apresuró hacia él y recitó la siguiente poesía:
Vosotros oh, el peor de los pueblos,
han violado todos los límites
y han contrariado al profeta respecto a nosotros, su familia,
¿acaso aquel que es el mejor de la creación
no os había recomendado respecto a nosotros?
¿Acaso mi abuelo Ahmad no fue designado el enviado de Dios?
¿Acaso, Fátima Ẕahrâ no fue mi madre y no fue mi padre ‘Alî,
el hermano del mejor de la creación y el más orientado?
Vosotros sois maldecidos y humillados
por el crimen que han cometido.
Y pronto serán arrastrados hacia un fuego
cuyas llamas ya se han encendido.
Del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) se han relatado muchas palabras y poesías que demuestran la tristeza y congoja por el martirio de su hermano. También se ha relatado de Abal Faḋl-il- ‘Abbas, algunas elocuentes y expresivas poesías que demuestran su elevado objetivo, su fuerte fe y pensamiento, su fuerza espiritual y su sumisión a la ûilâîah (supremacía). Y lo mencionado anteriormente es sólo un ejemplo de tantos otros.
Abal Faḋl-il- ‘Abbâs, según la opinión de los Imames infalibles
Es pertinente hablar un poco acerca de la personalidad de Abâl Faḋl-il- ‘Abbâs y saber que su valentía y fuerza no eran como la gente de este mundo, sino que tiene una dimensión espiritual y está arraigada en su exaltada personalidad.
La espiritualidad en su infancia: la educación de los padres y el medio ambiente juegan un rol importante en la personalidad del ser humano y Abal Faḋl-il- ‘Abbâs no es la excepción a esta ley general. El haber sido educado en el regazo de una madre como Ummul Banîn y aprender los principios de la ética y las virtudes de un padre como el príncipe de los creyentes, y pasar toda su niñez junto a hermanos como el Imam Ĥasan e Imam Ĥusaîn y hermanas como Ẕaînab y Ummul Kulzûm, todo ello pudo tallar la personalidad de Abal Faḋl que significa “padre de las virtudes”. Además, una mirada minuciosa a su infancia y los elogios de los Imames hacia él indican que sus grandes virtudes, en parte, se hallaban en su naturaleza, heredada de su padre.
Para mayor información relatamos el siguiente ĥadîz:
Abal Faḋl-il- ‘Abbâs una vez, siendo niño, estaba sentado junto a su padre. Mientras que el Imam miraba su bello rostro le decía: “Oh ‘Abbas, di: uno”. Abal Faḋl-il- ‘Abbâs dijo: “uno”. Luego le dijo: “Ahora di: “dos”. Dijo: “Me avergüenzo de decir “dos” con una lengua que dijo “uno”. El padre, al escucharlo, lo abrazó y lo besó.[4]
Esta visión tan amplia de entender la unicidad solo para el Creador de los cielos y la Tierra, es propia de esta familia inmaculada, es decir que del árbol puro de la ûilâîah (supremacía) no se deben pronunciar palabras que no corresponden a Dios.
Sí, este tipo de pensamiento que no sólo no puede ser entendido por los niños, sino que tampoco los grandes pueden alcanzar este grado, muestra que esta sabiduría y mística de esta eminencia no es adquirida o aprendida, sino que es otorgada por Dios y está en su esencia, que le ha sido heredada de su padre, un padre que dijo: “Lau kushifatil ġiṯâ, mâ aẕdadtu îaqînan” (“si todas las cortinas del mundo angelical se corriesen, no aumentaría mi certeza”).
He aquí algunas expresiones de los Imames respecto a Abal Faḋl-il- ‘Abbas.
1. El Imam Sâdiq (la paz sea con él) dice: “Nuestro tío ‘Abbâs tenía una fuerte perspicacia y una fe muy estable y férrea. Luchó junto a su hermano Ĥusaîn, salió victorioso de la prueba de Dios y pasó a la otra vida a través del martirio”. (Tanqîĥul Maqâl)
2. Dice Abû Ĥamẕah Zumâlî: “Un día, el Imam Saÿÿâd (la paz sea con él) vio a ‘Ubaîdul-lâh, hijo de Abal Faḋl-il- ‘Abbâs y, al verlo, sus lágrimas brotaron y dijo: “La batalla de Uĥud y la batalla de Mu’tah fueron de los días más difíciles del Profeta Muĥammad (la paz sea con él y su descendencia), puesto que en la primera perdió a su tío Ĥamẕah y en la segunda a su primo Ÿa’far Ibn Abî Ṯâlib. No obstante, el día del martirio del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) fue aún más difícil que ambas, puesto que en ese día de ‘Âshûrâ treinta mil personas sitiaron al Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) alegando ser musulmanes y buscando la satisfacción de Dios matándolo. Por más que el Imam los aconsejó y recomendó, no tuvo efecto, hasta que, finalmente, martirizaron al Imam y sus fieles bajo total opresión y tiranía.
Luego, el Imam Saÿÿâd (la paz sea con él), se refirió a su tío ‘Abbas diciendo: “Que la misericordia de Dios sea sobre mi tío ‘Abbas que pudo pasar de la mejor forma la difícil prueba en la que se halló ese día y que, por altruismo, sacrificó su vida por su hermano hasta que le cortaron sus dos manos y Dios, a cambio, le ofreció dos alas en el paraíso que al igual que Ÿa’far at Ṯaîîâr, vuela en esta morada, junto a los ángeles”. Luego agrego: “Ciertamente que ‘Abbas goza de una jerarquía elevada ante Dios, Altísimo, a tal punto que en el día del Juicio Final todos los mártires anhelarán y desearán su jerarquía. (Tanqîĥul Miqâl; Safînatul Biĥâr; Jiṣâl Ṣadûq)
3. El Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), en la tarde del día de Tâsû’â, noveno día de Muĥarram, cuando el enemigo comenzó el ataque hacia su ejército, se dirigió a su hermano Abal Faḋl diciendo: “Oh, hermano, que mi vida se sacrifique por ti, sube a tu caballo y habla con ellos, y pregúntales la motivación de este ataque”.
Reflexionar en la palabra del Imam Ĥusaîn llega a sorprender y a asombrar a cualquier persona puesto que deberá tener una jerarquía muy elevada, para que un Imam Infalible diga: “Que mi vida se sacrifique por ti”, siendo que el Imam es el objetivo de la creación de los seres humanos y la causa de la creación del mundo.
Nota:
Cabe destacar que el día de ‘Âshûrâ, además del Imam Ĥusaîn y de Abal Faḋ-il- ‘Abbas, otros cuatro hijos del príncipe de los creyentes abrazaron el martirio. Estos fueron: 1. ‘Abdul-lâh Ibn Amir al Muminîn, que en el momento del martirio tenía veinticinco años. 2. ‘Uzmân, Ibn Amîr al mu-minin, que tenía veintitrés años. 3. Ÿa’far Ibn Amîr al Muminîn, que tenía veintiún años. La madre de estos tres mártires y la madre de Abal Faḋl se llamaba Fâṯimah Ummul Banîn. 4.Muĥammad Ibn Amir al Muminîn, de quien no se sabe su edad.
Además de los libros de historia, en la ẕiârat an-nâĥîah al-muqaddasah (súplica llegada por parte del Imam Mahdî, Dios apresure su venida), estos cuatro mártires son mencionados con mucha veneración y respeto y son nombrados también quienes los asesinaron.
Momento del martirio de ‘Abudl-lâh Ibn Ĥasan Muÿtabâ
يا ابنَ اَخِى اِصْبِرْ عَلى ما نَزَلَ بِكَ
فَاِنَّ اللّه يَلْحَقُكَ عَلى آبائِكَ الطّاهِرينَ الصَّالِحينَ
بِرَسُولِ اللّه وَ عَليٍّ وَحمْزَةَ وَ جَعْفَرٍ وَ الْحَسَنِ...
اَللّهُمَّ اَمْسِكْ عَنْهُمْ قَطْرَ السَّماءِ وَ امْنَعْهُمْ بَرَكاتِ الارْضِ
فَإنْ مَتَّعْتَهُمْ اِلى حينٍ فَفَرِّقْهُمْ فِرَقاً
وَ اجْعَلْهُمْ طَرائقَ قِدَداً وَلا تُرْضِ عَنْهُمُ الْولاةَ اَبَداً فَاِنّهم دَعَوْنا لِيَنْصُرُونا فَعَدَوْا عَلَيْنا فَقَتَلُونا [5]
Îa-bna ajî iṣbir ‘alâ mâ naẕala bik fainnal-lâha îulĥiquka ‘alâ abâikaṯ ṯâhirînaṣ ṣâliĥîn birasûlil-lâhi ûa ‘Alîin ûa Ĥamẕata ûa Ÿa’farin ûal Ĥasani…
Al-lahumma amsik ‘anhum qaṯras samâi ûamna’hum barakâtil arḋi
fain matta’tahum ilâ ĥînin fafarriqhum firaqan ûaÿ’alhum ṯarâiqa qidadâ ûa la turḋi ‘anhumul ûlâta abadân fainnahum da’aûnâ lianṣurûnâ fa’daû ‘alaînâ faqatalûnâ.
Explicación de vocablos:
Qaṯr,قَطْر : (pl. qaṯrah), ‘gota’.
Ṯarâiqah qidâdâ, طَرائقَ قِدَدا : ‘grupos con una intensa discrepancia’.
‘Âdâ, ‘adûân, عَدى عَدْواً : ‘marcharse con velocidad’.
Ta’addâ, : تعدّی ‘violó’.
Traducción y explicación:
Luego de que el Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) cayera al suelo y fuera rodeado por el enemigo tras una larga lucha, un pequeño niño de su familia salió de las tiendas y corrió hacia él mientras Ẕaînab (la paz sea con ella) lo perseguía para hacerlo volver, pero él dijo: “No, juro por Dios que no me separo de mi tío”. En este momento, uno de los enemigos, llamado Baĥr Ibn Ka’ab Ibn Tîm, atacó al Imam con su espada. El niño, al ver esta escena, gritó: “Oh, hijo de una mujer impura, ¿quieres matar a mi tío? Luego, trató de cubrir con su mano el cuerpo de su tío. Cuando el golpe de la espada llegó al cuerpo del Imam, cortó la mano del niño. El niño, por el intenso dolor, exclamó: “Oh, tío, ayúdame”. El Imam puso su mano sobre su cuello y dijo: “Oh, sobrino mío, sé paciente con lo que te ha llegado. Ciertamente que Dios te juntará con tus inmaculados y benevolentes padres, con el enviado de Dios, con ‘Alî, Ĥamẕah, Ÿa’far y Ĥasan. Luego, el Imam maldijo al ejército enemigo diciendo: “Dios mío, prívales la lluvia del cielo a esta gente opresora, y prívales de las bendiciones de la tierra, y si deseas darles un tiempo, hazlos sufrir con la discrepancia y desunión; Y haz que sus gobernadores no estén satisfechos de ellos, puesto que ellos nos han prometido apoyo y luego nos han atacado y matado.
Nota:
De los hijos del Imam Ĥasan al Muÿtabâ, tres abrazaron el martirio.
1. ‘Abdul-lâh; su madre era hija de Shalîl Ibn ‘Abdul-lâh Bayilî.
2. Qâsîm y Abû Bakr; estos dos hermanos eran hijos de una mujer llamada Ramlah.
Extraído del libro: Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) Desde Medina hasta Karbalá; Editorial Elhame Shargh
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[1] IBN SHAHR ÂSHÛB, M, Manaqib, t. IV, p. 108; QUNDÛẔÎ, Sulaimân ibn Ibrâhîm, Îanâbî’ul maûaddah, p. 340.
[2] N. de la T.: la palabra din significa “modo de vida”, hace referencia a la religión.
[3] El difunto Muqarram, en su libro Maqtal, p. 326, relata lo siguiente: “Oí del sabio Sheij Kâẕim Sibṯî decir: “Un día, uno de los sabios de mi confianza me visitó y me dijo: “Te he traído un mensaje de parte de Abal Faḋl-il- ‘Abbâs. En un sueño, pude percibir que está un poco enojado contigo y me dijo: “¿Por qué, Sheij Kâẕim Sibṯî, no relata para la gente mi historia en ‘Âshûrâ?”. Yo le dije: “Oh, mi respetado señor, yo he oído muchísimas veces de su boca el relato de su martirio”. Dijo: “Dile que lo relate de la siguiente forma: “Cuando una persona que está montada a caballo cae al suelo, usa sus manos como protección de su cuerpo, pero ¿cómo puede proteger su cuerpo quien posee flechas en su pecho y no tiene manos?”.
[4] NURÎ, Mirẕâ Ĥusaîn, Mustadrakul Ûasâel, t. II, p. 635 y t. III, p. 815.
[5] IBN AZÎR, ‘Î., Kâmel fî târîj, t. III, p. 294; MUFÎD, Sheij, Irshâd, p. 241.