La República Islámica de Irán se ha visto nuevamente amenazada por autoridades estadounidenses. En esta ocasión, el presidente del imperio norteamericano, señor Donald Trump, pide a lo que él llama “comunidad internacional” que se apliquen nuevas sanciones a la patria del Imam Jomeini (Dios exalte su morada en el Paraíso), con la excusa calumniosa de que desde Teherán “se apoya al terrorismo”. Cuando triunfó la Revolución Islámica en Irán, los gobiernos de Estados Unidos y aliados en Occidente, comenzaron a criticar y presionar al gobierno y pueblo iraní. Pensaban que con amenazas y presiones harían cambiar el camino de la nación persa, cuyas autoridades y población, se decidieron, gracias a Dios, por la senda del Islam.
El Eje de la Resistencia, liderado por la República Islámica de Irán, ha asegurado una amplia faja de territorio, que va desde las fronteras de la nación persa hasta las costas del Mar Mediterráneo en Siria. Una política de evidente profundidad estratégica, que consolida la influencia de Irán en la región y en sus pueblos. En forma inédita, desde el inicio de la guerra de agresión contra Siria – en marzo del año 2011 – las Fuerzas Quds, milicias chiitas iraquíes, fuerzas del Movimiento Hezbolá de El Líbano, Milicianos Palestinos y el Ejército Gubernamental Sirio han logrado consolidar una ruta terrestre, que facilita, no sólo las operaciones antiterroristas contra Daesh, Fath al Sham, Ahrar al Sham y otros movimientos terroristas takfirí, que operan tanto en suelo de Irak como en Siria, sino que, al mismo tiempo, consolidar una ruta de acceso desde suelo iraní hasta las costas del Mar Mediterráneo.
El año 1979, a escasos meses del triunfo de la Revolución iraní, su líder, el fallecido Imam Jomeini designó el último viernes del Ramadán como el Día Mundial de Al-Quds – nombre de Jerusalén, la santa, en árabe - destinado a colocar la causa del pueblo palestino por su autodeterminación en el centro de las preocupaciones de la comunidad musulmana - la Umma - del mundo entero.
Oriente Medio continua en el centro noticioso internacional, parte de las preocupaciones por lo que acontece en esa zona del mundo; ya sea por la seguidilla de profanaciones, ataques y violación de los derechos de la población palestina en particular y la musulmana en general, respecto a la libertad de desplazamiento, reunión y uso de sus recintos sagrados; como es la explanada de las Mezquitas en Al Quds. Así como también por la guerra de agresión sufrida por el pueblo sirio a manos de grupos terroristas takfiries y todos aquellos contenciosos donde la mano de la cruenta triada conformada por Washington- Tel Aviv y Riad se ha dejado sentir con su carga de miles de muertos, heridos, millones de desplazados internos y refugiados, que incrementan el recuento de muertos y desaparecidos en la travesía por lograr sobrevivir.
Hace un año atrás, en el Día Mundial del Refugiado, mis amigos de la Fundación Cultural Oriente – www.islamoriente.com – me propusieron escribir un artículo con referencia a esta conmemoración y dar cuenta del estado de  este fenómeno de los refugiados ya convertido más que en un hecho puntual, en una situación crónica, alarmante y sobre todo con profundas repercusiones en las sociedades sometidas a guerras de agresión, conflictos internos o dificultades de todo tipo que han forzado a su población a emigrar.
El odio recalcitrante del primer mandatario estadounidense hacia los inmigrantes, hacia los musulmanes; es sin lugar a dudas la característica contundente de que Estados Unidos se ha convertido en una amenaza contra la paz, la Madre Tierra y la soberanía de los pueblos, no solo construyendo muros físicos; sino políticos, sociales y económicos con un discurso virulento, xenófobo, islamófobo e antiinmigrante en especial contra los países (Siria, Yemen, Palestina, Irak; etc.) que sufren el flagelo de la guerra iniciada y/o patrocinada por el gobierno norteamericano.
‘Alí fue un hombre que hizo enemigos y provocó displacer en la gente, y ésta, también, es otra de sus grandes glorias. Todo hombre de principios que tiene un objetivo y lucha por él, particularmente los revolucionarios que procuran instaurar sus sagrados objetivos y a los cuales se refieren las palabras de Dios: «Combaten por la Causa de Dios y no temen el reproche de los reprochadores» (5:54), hace enemigos y deja insatisfecha a cierta gente. Así, si sus enemigos no hubieran sido mayores en número que sus partidarios, especialmente en su propia época, ello no se habría extendido hasta nuestros días.
Los jariyitas generaron una inflexibilidad y un estancamiento que era opuesto totalmente a esta concepción coránica que procura que el conocimiento islámico (fiqh) sea algo dinámico y vivo. Ellos concebían la educación y formación islámica como algo muerto, estático, y así arrastraron dentro del Islam formas y estructuras duras.Al Islam jamás le han interesado las estructuras, las formas y manifestaciones externas de la vida; sus enseñanzas en cambio están todas dirigidas al espíritu, al significado y al camino que le permite al hombre alcanzar ese objetivo y esos significados. El Islam ha tomado como propio esas metas y significados y la guía por el camino que lleva a lograrlos, mientras deja al hombre libre en los demás asuntos, y así navega a distancia prudente para evitar cualquier choque con la civilización y la verdadera cultura.Este artículo aunque fue escrito a finales del siglo pasado aún hoy posee una gran inmediates y pertinencia .
“Subrayamos que los Estados que apoyan al terrorismo, arriesgan a convertirse en víctimas del mal que promueven”, afirmó el presidente de los Estados Unidos como única opinión frente a los atentados terroristas sufridos por Irán el pasado miércoles 7 de junio.Ataques que tuvieron como objetivo dos símbolos del país persa: un emblema político como es la sede del Parlamento – Mayles – en el centro de Teherán, la capital iraní y el Mausoleo del Iman Jomeini al sur de Teherán, referente histórico y religioso. Actos de terror que causaron la muerte de 17 personas y heridas a un medio centenar. Las palabras del presidente estadounidense lo retratan como el personaje que es: un ser dotado de escasa inteligencia, de nula diplomacia y sobre todo expresa el tipo de política que desprecia a los pueblos con la nula solidaridad y humanidad frente a hechos que afectan a su sociedad.
Proponemos ocuparnos primero del capitalismo democrático. Es el sistema responsable de la introducción de todas las formas actuales de injusticia en la vida económica social. Eliminó la forma feudal de gobierno y sustituyó a la Iglesia. Llevó a una nueva clase de hombres al poder para establecer nuevas condiciones sociales.