El pensamiento occidental está basado en el pensamiento secular que separa la religión del estado. Este pensamiento en varias dimensiones descansa sobre su antagonismo ante la religión celestial, ya que considera a la religión como un impedimento para el progreso y la prosperidad en la vida. Yusuf Al- Gardawi[1] explicó al secularismo como el definido en la enciclopedia Británica (secularismo es el movimiento que apunta a desviar la atención de la gente acerca del próximo mundo y enfocarla sólo en este mundo).
En la parte I de este trabajo sostenía que la otrora “isla de estabilidad” con que el ex mandatario estadounidense Jimmy Carter definía al Irán sujeto al dominio estadounidense se vio sacudida por una Revolución.Una revolución que comenzó a cambiar, no sólo estructuralmente la nación persa, sino también la correlación de fuerzas en la zona de Oriente Medio y Asia Central. En sus 38 años, desde el triunfo de las fuerzas revolucionarias, la República Islámica de Irán ha tenido que ampliar su estado de alerta en todos los planos, fortalecer su capacidad disuasiva, elevar la moral combativa de sus tropas, desarrollar su industria, investigar, crear, innovar a pesar de las restricciones y bloqueos que día a día tiene que sortear. Un combate que no ceja en virtud de la determinación de sus enemigos occidentales y regionales decididos a destruir a Irán “sumirla en la edad de la piedra” como es habitual escuchar en los apocalípticos discursos y en la cantinela repetitiva de los gobiernos sionistas sean estos Laboristas o del Likud.
En toda sociedad muchas veces se perpetran asesinatos. Frente a estos casos una religión completa y abarcadora como lo es el Islam, debe presentar un plan y programa justo y lógico para poder prevenir e impedir la repetición y perpetración de tales crímenes. Asimismo debe poder controlar las venganzas fuera de lugar y, en algunos casos, los abusos, con el fin de que los asesinos no se vuelvan más osados y no se derrame injustamente la sangre de los seres humanos.
La República Islámica de Irán vive un contencioso que ha marcado toda una generación, que ha visto transitar casi cuatro décadas desde el triunfo revolucionario, con una guerra de agresión que obligó a la denominada santa defensa contra Irak. Años de bloqueos y sanciones por el férreo convencimiento de asumir su soberanía y dignidad a toda prueba. Una época que en julio del año 2015 generaría un punto de inflexión, con la firma de los denominados Acuerdos Nucleares o Plan Integral de Acción Conjunta – JCPOA por sus siglas en inglés – que reconoce en Irán su derecho a desarrollar su programa nuclear pacífico y con ello poner fin a sanciones económicas, políticas, científicas y diplomáticas, que mostraron no sólo su carácter injusto, sino que estériles para doblegar la resistencia iraní.
El mensaje xenófobo, islamófobo e antiinmigrante que acompañó la campaña electoral del actual Presidente de los EE.UU. Donald Trump, está más vigente que nunca; pues ya cumplió con una de sus promesas electorales al firmar la orden ejecutiva para iniciar la construcción del muro en frontera con México, y también ya vetó la entrada de refugiados e inmigrantes como lo manifestaba desde Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia, Yemen e Irak, países de mayoría musulmana.
Considerando sólo los últimos 16 años, mediante una conducta de depravación evidente, la entidad sionista, encabezada por el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, ha sido protagonista de una política masiva de asesinatos contra la población palestina, tanto en la Franja de Gaza como en la Ribera Occidental. La suma total de víctimas en la sociedad palestina entre el año 2000 – cuando se inicia la segunda Intifada, en la Franja de Gaza cuando se concretan las autodenominadas: Operación Militar israelí Plomo Fundido, el año 2012 con la Operación Pilar Defensivo y la Operación Margen Protector del año 2014 unido a las agresiones contra los habitantes del West Bank en las ciudades de Al Quds (Jerusalén) Al Jalil (Hebrón) Bayt Lahm  (Belén), Beit Jala,  Ramallah, Tulkarm, Nablus, Ariha – Jericó - entre otras suma, aproximadamente, 13 mil muertos y 40 mil heridos – de los cuales 2.100 muertos son niños - a lo que hay que añadir 25 mil palestinos que han pasado por las cárceles israelíes de los cuales quedan 6 mil tras las rejas, 500 de ellos niños menores de 16 años.
Setenta naciones, junto a las cinco potencias mundiales miembros del Consejo de seguridad de la ONU, se reunieron el pasado 15 de enero en parís, con el fin de relanzar un proceso de paz estancado entre palestinos e israelíes. El resultado fue el previsible: nada nuevo bajo el sol.A dicha cita no fueron invitados los miembros de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como tampoco de la entidad sionista. El gobierno francés pretendía que tanto Netanyahu como Abbas se reunieran en París como broche de esta Conferencia, idea imposible de llevar a cabo por la rotunda negativa del Primer Ministro israelí. El objetivo de la Conferencia  era sentar una política de consenso destinada a avanzar en el término de un conflicto que se arrastra  ya por 59 años y que se ha expresado, en lo concreto, en la pérdida territorial de gran parte de la Palestina histórica, la ocupación de los territorios de la Ribera Occidental a partir del año 1967, el cerco a la Franja de Gaza, la política de asentamiento con colonos judíos en el Wests Bank en una cifra que supera ya los 650 mil colonos y el establecimiento de bantustanes  sujetos a la administración civil y militar sionista, que hacen imposible pensar hoy en un Estado Palestino.
La pregunta que surge es si acaso en el Islam el hombre tiene derecho a golpear a la mujer y, si es así, ¿en qué casos? y ¿cuáles son sus límites y formas? Esta cuestión es una de las ramificaciones del tema del nushûdh dentro de la jurisprudencia islámica.En la terminología islámica, el término “nushûdh” se utiliza en dos casos:1) En casos que la mujer desobedezca al hombre en lo que es su deber.2) En caso que el hombre sea negligente en cuanto a su deber o que demuestre indiferencia o dureza en cuanto al acatar el derecho de la mujer...
El tema de los derechos de la mujer en el Islam es uno de los tópicos más estudiados, que mayor planteamiento de interrogantes por parte de mujeres no musulmanasy musulmanas, además de ser el asunto del cual más se distorciona por parte de los medios de occidentales. El siguiente artículo nos presenta muchas de las interrogantes sobre este tan debatido tema.
La casta gobernante en Israel, tanto la civil como la militar, han sido sacudidos por el temor de ver concretado el aislamiento de la entidad sionista, a partir de la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de impulsar la Resolución N° 2334 aprobada el pasado 23 de diciembre del 2016.