Expondremos lo que los comentaristas tradicionales han aclarado sobre los versículos, entonces, y con ayuda de las tradiciones en relación a este tópico y a los edictos de los jurisconsultos religiosos, todo parecerá más claro.Los versículos relativos al hiyab se encuentran en la Sura Nur (La luz) y la Sura Ahzab (los coligados).
Como su nombre lo indica, esta sura se refiere a la Unicidad de Dios, comprendida en tan sólo cuatro breves aleyas.Su descripción es tan grandiosa, que no requiere en absoluto de ningún agregado. Relató Imam As-Sâdeq (P), respecto a la ocasión de su revelación, que los judíos habían rogado al Profeta (PB) que les describiera a Dios. Él mismo aguardó durante tres días, que la respuesta le fuera revelada. La Sura al-Ijlâs, es el capítulo que refuta el interrogante hecho al Profeta (PB).
Por el derecho que le otorga Su Señorío, ha dado Dios un camino al ser humano, que le sirve para organizar su vida y obtener felicidad, y alcanzar el nivel de la plenitud y perfección, guiando al ser humano a Él, por medio de Sus profetas. A todo esto lo ha llamado Islam. «Ciertamente, la religión ante Dios es el Islam» (3:19)
El Islam ve al individuo en toda su dimensión, lo cual significa que considera primero su relación con Allah y luego su relación con las criaturas de Allah. Lo importante para el individuo en su relación con Allah es que alcanza la salvación, o en otras palabras, que sigue la guía de Allah, la cual se basa en la Misericordia y se orienta hacia lo mejor de los intereses humanos. En resumen, el Islam le quita valor a la perspectiva individual, dado que los seres humanos por sí mismos y mientras viven no pueden ver nada aparte de sus propios intereses inmediatos. Pero esta desvalorización del individualismo no es una devaluación del individuo, sino que, por el contrario, le da la máxima importancia, dado que apunta a su felicidad en el otro mundo.
Alabado sea Dios, el Altísimo en Su Unicidad, el Único en Su Singularidad. Glorioso en Sus dominios y Magnánimo en los pilares de Su creación. Su conocimiento todo lo abarca, sin ocupar lugar ni desplazarse. Todo se encuentra bajo el dominio de Su poder y Su razón. Su grandeza y Su magnificencia no tienen límites Ha sido alabado eternamente y será alabado para siempre. Él es el origen y el principio y todo regresará a Él...
Juramento por la ciudad Santa: La tradición del Corán, es que en la mayoría de las ocasiones, comienza abarcando grandes realidades a través de juramentos, los cuales en sí mismos, motivan la movilización y meditación por parte de la mente humana, juramentos que tienen una relación especial con el tema que les sigue.
El Corán es la revelación divina transmitida a Mohammad (Mahoma, 570-632) por el ángel Gabriel a lo largo de veintitrés años (610-632). Es la palabra de Dios para la humanidad.“Ésta es una Escritura bendita que Nosotros hemos hecho descender confirmando lo que ellos tienen en sus manos.”(6:92)
Algunos preguntan acerca de los argumentos y pruebas en las que se basa la legislación de la escuela Ya'farita para considerar que es obligatorio realizar la prosternación sobre la tierra o sobre aquellos vegetales no comestibles ni usados para confeccionar ropa (Excepto cuando no haya más remedio).También se preguntan acerca de la costumbre de algunos de los seguidores de AHLUL BAIT (P) de llevar siempre consigo una Turbah (trozo de arcilla prensada) para rezar.
El Corán, en la medida deloque refleja su contenido, no pertenece exclusivamente a ningún pueblo en especial como losárabes u otro cualquier grupo de musulmanes. Él se dirige tanto a los musulmanes como a los no-musulmanes (tales alocuciones y argumentos se encuentran en muchísimos versículos del Corán por lo que nos eximimos de citarlos aquí), incluyendo a aquellos que se velan a la verdad de la religión (los “kafirûn”o impíos), los politeístas, la “gente del Libro” (judíos y cristianos, que recibieron una revelación). Por medio de la argumentación invita a cada uno de estos grupos a su justa enseñanza.
Dijo el Profgeta en el sermón de Sha'baniia: “¡Oh gente! Por cierto que ha venido hacia vosotros el Mes de Dios con bendiciones, misericordia y perdón. Éste es un Mes que ante Dios es el mejor de los meses, sus días los mejores días, y sus horas las mejores de las horas. Es un Mes en el que fuisteis convocados por la invitación de Dios y en él os habéis vuelto de entre la gente que ha sido objeto de la Generosidad de Dios. Vuestra respiración en él es glorificación; vuestro sueño en él es adoración; vuestras acciones en él son aceptadas y vuestras súplicas en él, respondidas. Así pues, requerid de vuestro Señor, con correctas intenciones y con corazones puros (de pecados), que os otorgue en él el éxito de ayunar y de recitar Su Libro (el Corán).
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