Las palabras “Satán” y “Yin” se mencionan constantemente en el Corán. Hay un capítulo del Corán que lleva por nombre “al-Yin”. “Satanás” es un sustantivo común que denota a cualquier criatura malévola, descarriada y malhechora, sea humano o no. “Iblis” es un sustantivo propio y es el nombre en árabe para un satanás particular, aquel que engañó al Profeta Adán y a Eva (a.s.) y hasta el día de hoy se aprovecha de cualquier oportunidad para engañar a los descendientes de Adán (a.s.).
Este tema debe analizarse en tres partes:1. La definición de Kam?l (Perfección) y ¿Cómo difiere de Tam?m (Completitud) y Progreso?La completitud se aplica cuando se habla de las partes de algo, como en el caso de un objeto compuesto por varias partes y todas las partes se unen, se dice que dicho objeto es algo completo. En otras palabras, la completitud se relaciona con las partes que son necesarias para que algo tenga su existencia.Pero la perfección se relaciona con los niveles y estados de algo. Cuando algo alcanza la completitud, aún pueden faltar niveles de perfeccionamiento. Por lo tanto, algo puede ser completo pero no perfecto. También, el termino progreso puede aplicarse a un movimiento que es netamente horizontal. Sin embargo, la elevación se incrusta en el significado de perfección. Porque perfección toma valor en el contexto de un movimiento vertical y ascendente. De esta forma, es posible que se alcance el progreso si alcanzar la perfección.2. La perfección Humana según el Islam
Por una parte en las ciencias pedagógicas y de la psicología se enfatiza en la auto-confianza, pero en las enseñanzas Islámicas, la ética y el gnosticismo (Irfán) por otra parte, hacen énfasis en que uno debe confiar únicamente en Al-lah y no en uno mismo. ¿Hay una contradicción en estas dos opiniones Para discernir si hay contradicción o no, primero debemos tener una definición clara de los dos términos. Existen dos formas de entender “la auto confidencia”: 1. Conocer las habilidades propias, las potencialidades y construir las capacidades existentes en el intento por satisfacer los deseos propios, logrando la verdadera identidad humana. Esta versión no entra en conflicto con la idea de confianza en Dios. La ventaja de esta opinión es su compatibilidad con los dos términos religiosos claves: Auto-conocimiento y el Conocimiento de las bendiciones de Dios, y la forma correcta de utilizarlas...
La guía Divina se divide en existencial (takwini) y legislativa (tashri’). La guía existencial es la guía abarcadora que cubre a toda la creación. Al-lah le dio el movimiento a todas sus criaturas, insertando en su naturaleza la inclinación hacia la búsqueda de la perfección y así alcanzar su objetivo. La guía legislativa, la más específica es exclusiva para los portadores de intelecto y raciocinio, esta tiene que ver con los temas de la religión, tales como las doctrinas correctas y las cosas que debo o no debo hacer según las ordenes de Dios. Los profetas y sus sucesores infalibles sirven de conducto para éste tipo de guía. Esta guía es un favor extra concedido por Dios para la humanidad y así puede disfrutar de dos tipos de guía.
El propósito de las pruebas de parte de Dios no es develar algo desconocido para Él por el contrario, el Corán y los hadices sugieren que estas pruebas sirven para dos propósitos. Primero, llevan consigo una Sunnah ilahiyah (precedente Divino), lo que a su vez se fundamenta en otro precedente Divino, el cual puede denominarse “guía universal”. En particular, Al-lah quiere que la humanidad, por medio de la obediencia a la ley divina (shari’ah) y el esfuerzo en las diferentes circunstancias que se presentan en la vida, florezca desde la potencialidad a la realidad y alcance el nivel de perfección para el cual ha sido creado. Uno de los términos usados para estas pruebas en la literatura islámica es fitnah (crucial). Literalmente Fitnah se refiere al proceso de fundición por medio del cual se purifica el oro. Se narra en un hadiz que la gente es puesta a prueba de la misma manera que el oro. El brío del hombre equivaldría al oro que se purifica por medio de las cruciales pruebas Divinas y la guía…
Luz, por definición es aquello que está esencialmente manifiesto y hace que otras cosas se manifiesten y sean visibles también; es evidente y hace que otras cosas también lo sean; es aparente y hace que otras cosas sean aparentes. Esta definición se aplica tanto a la luz sensorial--como la luz del sol, las estrellas y la de una lámpara—y a la luz suprasensorial—como al conocimiento y la fe. Por supuesto, lo que viene a la mente al escuchar la palabra “luz” en principio es una luz sensorial. Pero al analizar la definición de luz (aquello que está esencialmente manifiesto y hace que otras cosas se manifiesten) uno ve que se puede aplicar la palabra “luz” a los asuntos espirituales, porque estos iluminan al espíritu, al ser interior y éste uso también se encuentra en el Sagrado Corán, donde, habla de la fe como una luz que se le ha concedido al creyente. Además, también los místicos utilizan la palabra luz para referirse al “amor”.
La coexistencia del temor y la esperanza, en algunos casos el amor, con respecto a Dios no debe ser una fuente de confusión puesto que este fenómeno permea todas las relaciones de amor en varios grados. Sin embargo, debido al exceso de concupiscencia, estamos ciegos frente a ello. Debe tenerse en cuenta que inclusive como rutina, un tema como el caminar es el resultado de temor, esperanza, y amor, porque sin esperanza, no asumiríamos caminar, y sin caminar no llegaríamos a nuestro destino, y sin temor no tendríamos precaución y como resultado seriamos lastimados y de nuevo fracasaríamos en nuestro intento de llegar a nuestro objetivo. Este tema se aclara cuando utilizamos los automóviles, la electricidad, suministros, encendedores, etc., porque nos satisfacemos utilizándolos, pero si este uso no es controlado y equilibrado por el temor y la precaución, esto podría conducir a nuestra propia destrucción.
Satanás pertenece a un grupo de seres llamados Yines (genios). Al igual que todo yin, puede tomar varias formas, algunas veces puede tomar la apariencia de un hombre, y otras veces la de un animal. Pero tiene una limitación y es que no puede tomar la forma de un Profeta o la de un Imam. Es por medio de estas tradiciones que Satanás desvía a la gente. En momentos en los que una persona pasa por situaciones difíciles aparece como un buen consejero y preparado para destruir.Los yines se encuentran en un estado intermedio entre lo físico y lo inmaterial y pueden tomar varias formas físicas. Los seres humanos, por otra parte, estamos compuestos de cuerpo y alma. El alma humana a su vez posee dos dimensiones o aspectos. Un aspecto es divino en naturaleza. Se le llama al-ruh (espíritu) y el alma superior (al-nafs al-mutmaìnnah). El otro aspecto del alma humana se encuentra en una naturaleza animalesca y se denomina el alma inferior (al.nafs al-ammarah).
Si uno recurre a alguien buscando satisfacer las necesidades por medio de estas personas, creyendo que están separados de Al-lah y son independientes de Él al suplir nuestras necesidades, éste tipo de intención es politeísmo y se opone al Tauhid Af’ali (La Unicidad de Acción – la independencia de Al-lah de todo lo demás, y la dependencia de todos los seres de Él en sus acciones) y el Tauhid Rububi (La Unicidad de Señorío – Es el Único diseñador y soberano en el mundo, gobierna sobre todo los demás, sean ángeles, profetas, el mundo natural, etc.). Este tipo de intención es politeísmo en el concepto de las acciones Divinas o Su Señorío.Pero si esto mismo ocurre con la intención de: a. Obediencia al mandato Divino, b. Considerarlos un conducto de la Gracia Divina en las dimensiones creacional y legal, c. Seguir su ejemplo, o beneficiarse de su atención especial, sin verlos como seres independientes de Dios...
En la jurisprudencia Islámica, Taqlîd es “el que una persona que no es conocedora de la jurisprudencia recurra a un jurista especializado en busca de su opinión en asuntos legales”. Recurrir a los expertos de esta manera es un proceder lógico. De hecho, el argumento más sólido que avala la legalidad del Taqlîd es la sabiduría convencional, que dice que los que no saben deben siempre recurrir a los conocedores y especialistas en los asuntos concernientes al campo de especialidad. Cualquier evidencia textual que pueda citarse del Corán, como la aleya que dice:“Preguntad a la gente del recuerdo (gente sabia e informada en la religión) si no sabéis.”
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