Si las presentes sociedades, civilizaciones y culturas no se deben considerar como pertenecientes a diversas especies, no se puede negar que tienen diferentes formas y aspectos. ¿Qué hay de su futuro? ¿Estas culturas, civilizaciones, sociedades y pueblos continuarán existiendo en su forma actual o la humanidad se está moviendo hacia una cierta cultura, civilización y sociedad unificada? ¿Abandonarán las mismas sus individualidades específicas en el futuro, con el objeto de asumir un carácter común, un carácter más cercano a su real naturaleza humana? Este problema también está asociado con el problema de la naturaleza y la esencia de la sociedad y el tipo de relación entre el espíritu colectivo y el espíritu individual.
El molino, varios siglos antes de que fuera usado en Europa, era habitual en los territorios orientales islámicos, y Mas’udi y Estakhri se refirieron a ésto en las características del Sistán de Irán.En Córdoba y Marrueco, la industria del cuero realizó tantos avances, que la palabra cordobés, para quien produce el zapato, y también el material marroquí y Marrueco, para unos materiales producidos de cuero, han quedado inscritas en algunos idiomas europeos hasta la actualidad.Especialmente la influencia de ejercicios de los alquimistas musulmanes en el desarrollo y perfección de la química fue considerable. Aunque, no descubrieron el elixir mágico de la esencia de la vida y la juventud, como imaginaban, ni se propusieron descubrir la piedra filosofal, aquella que puede transformar el cobre enoro.
La perspectiva “externalista” en la consideración del problema que centra este estudio, el de la relación entre la filosofía y la religión en algunas obras no comentarísticas de Averroes, no es nada deleznable. No se trata del mero procedimiento de “situar” las obras en cuestión en un contexto que les sirva de trasfondo, sino precisamente de lo contrario, es decir, de mostrar la importancia “de fondo” de la cuestión relativa al contexto en el aspecto “internalista” de la investigación (el análisis de las obras elegidas). Claramente no es objetivo de esta investigación un análisis exhaustivo del problema histórico-social del Islam en los tiempos de Averroes. Ello sería una investigación propiamente histórica e independiente.
Brutal, cruel, intolerable. Faltan palabras para describir la indignación que produce el secuestro de dos centenares de niñas en Nigeria. A la privación de libertad se une el agravante de que se trate de menores sin defensa posible ante un grupo de hombres armados, quienes además amenazan con venderlas como esposas-esclavas. Su excusa: las chicas se dedicaban a estudiar en lugar de haberse casado. Este artículo nos presenta un triste episodio de lo que las escuelas erradas que se dicen islámicas son capaces de hacer en nombre de sus distorcionadas ideas.
El nombre de Averroes (Ibn Rushd para los árabes: 1126-1198) se asocia inmediatamente con el período de esplendor de la filosofía y de la cultura islámica medieval. A veces la asociación es más inmediata por la importancia que tuvo durante el renacimiento europeo la “corriente” más o menos homogénea del averroísmo latino. Gran filósofo (es considerado el comentarista por excelencia de la obra de Aristóteles), jurista, médico, matemático y astrónomo, su obra, al igual que la de otros pensadores islámicos, constituye una verdadera enciclopedia del saber árabe y musulmán. Así presentan a Averroes la mayoría de la historias de la filosofía medieval. Siempre se le atribuye cierta “grandeza”, pero más curioso resulta constatar que en ella “pesan” menos los valores de su propia filosofía que el hecho de que esta se refiera a otros grandes pensadores (Aristóteles) o sea referida por otros (Tomás de Aquino).
La abundancia de escuelas en los países islámicos, aun hoy en el mundo deja perplejas a las mentes y da cuenta de la existencia del entusiasmo y el deseo inigualable por la educación. Verdaderamente debido al énfasis que puso el Islam en la ciencia, aconsejando y estimulando la realización de obras beneficiosas, muchos de los ricos bondadosos se interesaron en la construcción de colegios, de una forma tal que en el periodo de auge de los gobiernos islámicos, en la mayoría de estos países existían importantes colegios como Nizamiya, Mustanseriya, Halaviya, Yuziya y Al-Azhar, entre otros, donde cada uno tenía su prestigio por su singularidad. Casi todos estos colegios en donde se educaron eminentes sabios del Islam, fueron construidos por mecenas y donantes, no siendo manejados por los califas o sultanes directa y permanentemente, sino que como se cataloga hoy en día eran autónomos y libres.
Con la Revolución Islámica de Irán se abrió una nueva dimención en los campos de la política ,la sociedad , la cultura y la educación que han servido de honda refencia para el mundo .Este artículo, en el marco del 35 aniversario del Triunfo de la Revolución de Irán , nos brinda una excelente valoración de los logros obtenidos durante el proceso revolucionario de estos años y su impronta a nivel mundial.
En astronomía, matemática y física, los musulmanes hicieron obras considerables. El observatorio que Ma’mun, el califa abasí, incorporó a Baitul Hikma —La Casa de la Sabiduría—, se volvió un centro del estudio en astronomía y matemática. En este observatorio, los musulmanes hicieron importantes descubrimientos en cálculos astronómicos, como por ejemplo: se midió la longitud de un grado de meridiano con una exactitud cercana a los cálculos recientes. Ibn Jalcan narra el método y los detalles del cálculo en una biografía de Muhammad Ibn Musa Al-Juarismi. Los musulmanes empezaron el uso de los números indios desde la misma época que se hizo la traducción de libro astronómico Sedhante —más conocido como Send Hend— del sánscrito al árabe por Muhammad Ibn Ibrahim Fazari, así como las obras de Al-Juarismi, fueron el medio para el uso de estos números y posteriormente, el movimiento comercial de los musulmanes y la extensión de sus negocios, permitió su difusión, empleándose habitualmente en Europa.
“Dios prescribe la justicia, la benevolencia y la caridad para con los parientes próximos. Prohíbe la deshonestidad, lo reprobable y la insolencia. Os exhorta, quizás así os dejéis amonestar”. (16:90)Advertimos en el último capítulo que en la “doctrina de la fuerza” (e.d.: la de Nietzsche y otros) la perfección (kamál) es idéntica a la fuerza o poder, en tanto que la deficiencia e imperfección equivale exactamente a la debilidad e incapacidad. También el bien y el mal es evaluado con este criterio: buena es la potencia, el poder. Virtud es igual a fuerza o poder, y maldad es igual a impotencia e incapacidad.
La vida humana es social en el sentido que es esencialmente gregaria. Por una parte, las necesidades humanas, las satisfacciones, los beneficios, el trabajo y la actividad son sociales en esencia y el sistema social no se puede mantener sino a través de la división del trabajo, la división de los beneficios y un común reparto en la satisfacción de las necesidades dentro de un particular conjunto de tradiciones y sistemas. Por otra parte, las ideas e ideales específicos, los temperamentos y los hábitos gobiernan al ser humano en general, dándoles un sentido de unidad e integración. En otras palabras, la sociedad representa un grupo de seres humanos quienes, bajo la compulsión de una serie de requerimientos y bajo la influencia de un conjunto de creencias, ideales y objetivos, se amalgaman entre sí y están inmersos en una vida social continua.
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