Análisis crítico de la Escuela de la Fuerza o Poder respecto al hombre perfecto (II)
Profesor Ayatola Murtada Mutahhari
“Dios prescribe la justicia, la benevolencia y la caridad para con los parientes próximos. Prohíbe la deshonestidad, lo reprobable y la insolencia. Os exhorta, quizás así os dejéis amonestar”. (16:90)
Advertimos en el último capítulo que en la “doctrina de la fuerza” (e.d.: la de Nietzsche y otros) la perfección (kamál) es idéntica a la fuerza o poder, en tanto que la deficiencia e imperfección equivale exactamente a la debilidad e incapacidad. También el bien y el mal es evaluado con este criterio: buena es la potencia, el poder. Virtud es igual a fuerza o poder, y maldad es igual a impotencia e incapacidad.
Normalmente los filósofos basan sus discusiones sobre esta materia en lo que ellos denominan perfección o imperfección, y los teólogos usan los términos virtuoso o malo. En la escuela del poder o fuerza las formas usadas tanto por los filósofos como por los teólogos en sus argumentos respectivos se miden por la vara del poder o la impotencia. Los filósofos hablan de perfección y defecto. El grupo orientado hacia la fuerza dice: Perfección significa poder, y defecto significa impotencia o falta de poder. De la misma manera, virtud o bondad significan poder o capacidad, y malo es la impotencia o la incapacidad. En esta concepción ideológica la verdad y la falsedad, lo correcto y lo erróneo como así también la justicia y la opresión, se juzgan con el mismo criterio. Es decir, lo correcto no se separa del poder y la falsedad no es otra cosa que la impotencia. De la misma manera, justicia es poder y opresión es impotencia. De esta manera, si dos individuos se traban en lucha y uno es más fuerte o hábil que el otro, el más capaz es considerado más perfecto en dicha concepción ideológica, es visto como el mejor y el más justo. La parte más débil se considera defectuosa, mala, falsa, opresiva, debido a que fue derrotada. En otras palabras, la derrota significa impotencia, defecto, deficiencia, maldad, falsedad, opresión. En esta ideología se presentan dos problemas.
PRIMER PROBLEMA DE LA ESCUELA DEL PODER
La primera dificultad que aparece al considerar esta doctrina es que en ella se ignoran todos los valores humanos, excepto uno: la fuerza. Sin lugar a dudas, la fuerza (física, pero sobre todo de la voluntad) es un valor humano, y “un signo de perfección” en la terminología de nuestros propios filósofos. Esta es la razón por la que nuestros filósofos, después de establecer la existencia de Dios como “la existencia pura” (uuyud mahz), y dado que la misma es igual a kamál o perfección, procedieron a probar como Atributo divino todo lo que se equipara con la perfección. El poder es por sí un atributo de excelencia a la par con la perfección, así como el conocimiento, la voluntad y el (poder) escoger u optar (libremente) son atributos de la perfección. De ello se deduce que el poder es uno de los atributos de la perfección, y no quedan dudas al respecto. Las escuelas orientadas hacia la debilidad seguramente están equivocadas. De todos modos, la cuestión es que el poder no es la única cualidad asociada a la perfección, de la misma manera que no es el único Atributo divino. Dios, Todopoderoso goza de numerosos Atributos divinos, y el Poder es uno de ellos. No es correcto ver a todos los Atributos divinos corporizados (o representados) por el atributo del poder.
SEGUNDO PROBLEMA DE LA ESCUELA DEL PODER
El segundo problema de esta doctrina es el error cometido respecto al poder en sí. A pesar de que aseguran tener conciencia de lo que significa el poder no la tienen de una manera apropiada. Han reconocido el poder en un aspecto, es decir, el físico, el que hace a la fortaleza animal, en otras palabras la fuerza muscular. Todo poder animal (físico) equivale a fuerza muscular o a alguna capacidad especial (como la que tienen algunos animales en sus sentidos físicos), y los deseos animales demandan del nafs o ego su satisfacción. La importancia del hombre yace en que existe en él una fuente de poder distinta a la mera fuerza muscular. Esto implica que si alguien adhiere a la escuela del poder no necesariamente arriba a la conclusión a la que llegó Nietzsche, es decir: el hombre debe estar sometido al poder. También dijo: “Busca obtener el poder”, o: “Nutre y abastece al ego. No reprimas tus pasiones. Entrégate todo lo que puedas a los placeres físicos o materiales”.
Comenzaremos esta sección relatando una historia que involucra al Profeta (B.P.D.). Se narra en los libros sobre tradiciones que estando el Profeta (BPD) en Medina y yendo por una calle vio a unos cuantos jóvenes musulmanes intentando levantar un objeto pesado para demostrar su fuerza. El Profeta (BPD) les preguntó si querían que hiciese de juez en la prueba, lo que aceptaron gustosamente. El (BPD) les dijo que no necesitaban levantar ningún peso para ese propósito, y les enseñó que el más fuerte entre ellos es quien resiste sus pasiones y sus impulsos a cometer faltas. De esa manera el Profeta (BPD) colocó a la fuerza de voluntad contrastando con las pasiones. Seguramente que levantar algo pesado implica fuerza y poder, pero es la misma fuerza muscular que tiene cualquier hombre en común con un animal. Con esto no queremos decir que esta facultad no es un atributo de la perfección. La fuerza física en el hombre es un signo de perfección. Sin embargo, sobre la fuerza muscular está la fuerza de voluntad que capacita al hombre a resistir y hacer a un lado las demandas de sus pasiones. La capacidad de resistir a las demandas del cuerpo y controlar los impulsos carnales se denomina, en cualquier parte de nuestra literatura mística, poder. El Profeta (BPD) dijo: “Aquel de más valor entre vosotros es el que domina sus pasiones” (Bihar, vol. 70, pág. 76). Saadi dijo:
“Endulza el sin sabor del ser humano
si puedes,
abofetear el rostro de alguien,
no es una acción digna del hombre”.
En relación con esto Moulavi ha escrito las siguientes líneas:
“En el colmo de la cólera
en el calor del deseo
busca la nobleza
y la pasión del hombre”.
En estas líneas Moulana está diciendo que el hombre es verdaderamente humano cuando controla su cólera y deseos. Aquí yace la verdadera fuerza y poder. Si consideramos cuidadosamente todas las cosas a las que Nietzsche llama debilidad, comprobaremos que todas son poderes (o formas de poder). Seguramente, hay casos en que una debilidad puede ser tomada por una fortaleza. Y esto es así porque las autoridades sobre ética dicen que los sentimientos o emociones deben ir acompañados de la razón y la fe. Esto significa que la excitación puramente emocional no es una justificación adecuada. Tal excitación emocional debería ser juzgada por la razón para determinar su validez.
EMOCIONES APROPIADAS E INAPROPIADAS
Saadi dijo: “El tratamiento compasivo del tigre es una crueldad para la oveja”. En otras palabras, si se captura un tigre o un lobo después que mató a una cierta cantidad de ovejas, merece que se lo mate. Y si alguien siente compasión por esa bestia debe entender que si es liberada significaría un trato más cruel para con las inocentes ovejas, pues seguirían siendo matadas. Este es un ejemplo simbólico. Significa que el sentimiento de misericordia hacia los opresores crueles y el tratarlos compasivamente es equivalente al trato cruel a la gente desposeída y sometida. Los hombres débiles son los que sienten misericordia hacia los crueles.
Con respecto al adulterio, si el hombre y la mujer que lo cometen son casados, el castigo para ambos, de acuerdo al Corán, es ser lapidados. Es norma también que un grupo de creyentes debe atestiguar la ejecución. Esta es una situación donde las personas débiles, que no tienen en cuenta lo útil y más conveniente que es para la sociedad, pueden sentir lástima al ver el castigo a tales pecadores y solicitar que se les otorgue misericordia. Pero el Sagrado Corán dice: “Por respeto a la ley de Dios, no uséis de mansedumbre con ellos...” (24:2). Este es un caso por medio del cual el castigo divino tiene que ser puesto en vigor y las leyes divinas están dirigidas al bien supremo y el provecho de la humanidad. En tales situaciones la compasión es una crueldad con la sociedad.
Esta cuestión se presenta a menudo hoy día. Muchos individuos dicen que la pena capital es inhumana, sin sentido. Dicen que un criminal no debe ser ajusticiado, independientemente de la magnitud de su crimen. Buscan justificar sus afirmaciones recomendando el camino de la reforma de los criminales. ¡Qué falacia! Es cierto que los hombres deberían ser reformados. ¿Pero qué pasa si las medidas correctivas son inadecuadas o los medios y maneras para reformar a la gente no están disponibles? ¿Se les debe permitir a tales criminales que vayan de un lado a otro asesinando a la gente? Además, en todas las comunidades humanas siempre existen individuos que cometen crímenes a pesar de todos los impedimentos disponibles. ¿Qué se debe hacer con ellos? Tan pronto como se abola la pena capital los asesinos potenciales reaparecerán y se volverán activos. Decir que les permitimos cometer crímenes para después reformarlos es en realidad darle luz verde a quien quiere ser criminal. Ello equivale a fomentar el crimen y a los criminales.
Otros pueden protestar contra el corte de la mano de un ladrón (según la legislación islámica), llamándolo un acto inhumano. Tal punto de vista es expresado por gente de corta visión en la materia. Tomemos un periódico y encontraremos considerables casos de robos, ladrones y crímenes asociados. Si un ladrón potencial sabe con seguridad que se le cortarán los dedos si se lo atrapa, seguramente desistirá del robo. No se ha informado de ningún robo en Arabia Saudita durante los últimos 50 años, es decir desde la puesta en vigor de manera estricta de las penalidades religiosas. Los viejos peregrinos recuerdan los incontables accidentes de robo e incluso asesinatos que tenían lugar en Arabia Saudita todos los años en la época de la peregrinación, antes de la puesta en vigor del decreto de corte de los dedos del ladrón. Un par de manos de ladrones fueron cortadas públicamente en presencia de mucha gente como testigos, y los robos cesaron y no ocurrieron más[1].
De esta manera comprobamos que tales sentimientos y emociones que hacen a la piedad y compasión son ilógicos y pueden ser interpretados como de crueldad hacia las víctimas. Así, la escuela del poder, que siempre habla de la fuerza y asegura que el hombre perfecto debe gozar del poder perfecto y tener todos sus puntos débiles bajo control, en realidad, no solamente ignoró otros valores sino que no ha comprendido el sentido y la verdad respecto a la auténtica fuerza.
EL PODER SEGÚN SE REVELA EN LAS TRADICIONES
El poder es algo que se usa para ayudar a otros. Un alma realmente fuerte y poderosa es la que dice a sus hijos: “Usen siempre su fuerza para ayudar al oprimido y combatir al opresor” (Nahyul Balaga, carta 47). Los celos, la envidia, los sentimientos de revancha y otros parecidos, son todas debilidades así como actos de sadismo. Nietzsche ha considerado tales actitudes como indicativas del poder que emana de la debilidad del hombre. Cuanto más fuerte es el hombre resulta menos envidioso y rencoroso.
El Imam Husein (P) dijo: “La fuerza o poderío quita el rencor” (Balagatul Husein, pág. 89). Esta manifestación se basa en consideraciones psicológicas. Implica que quien siente la presencia de la fortaleza en su alma no abriga odio hacia otros. Por otra parte, un individuo débil se nutre de odio y rencor hacia otros.
Se le pidió a ‘Alî (P) que aclarara qué tipo de personas son los calumniadores y respondió: “Débiles, impotentes. Murmurar es el esfuerzo máximo que hace la persona débil” (Nahyul Balaga, Hikmat 461 y 470). El ser humano que goza de fortaleza espiritual o integridad intelectual no descenderá tan bajo como para hablar a espaldas de otra persona. ‘Alî (P) también refiere la comisión de adulterio a la debilidad y a la falta de integridad.
Sin embargo Nietzsche no reconoce estas aptitudes. Para él el poder significa fuerza física bruta; significa armas e instrumentos por medio de los cuales dominar o vencer a otros. En su opinión, el hombre perfecto es una cosa parecida a una gran bestia, un hombre colmado de fuerza muscular, pero que no tiene conciencia alguna de lo que se conoce como fuerza mental o espiritual. De ello se deduce que el Islam no considera la fuerza como el único valor humano, sino que admite otros valores junto al mismo. Además, la definición del poderío o fuerza en el Islam es distinta de las definiciones de Nietzsche, los sofistas, Maquiavelo, etc. El Islam genera y nutre al hombre con poderes que resultan en beneficio de la sociedad, exactamente lo opuesto a lo que defiende Nietzsche.
Nietzsche sostuvo que sentir compasión es debilidad. Debió haber dicho que no, que no es así la cosa. La compasión encierra generosidad, magnanimidad, munificencia, etc. ¿Por qué no vio la cuestión desde éstos ángulos? Dar, ¿es un signo de debilidad o por el contrario de fuerza?
GLOSARIO DE TÉRMINOS Y ABREVIATURAS
(00:00): Abreviatura para las citas del Sagrado Corán. El primer número indica una de las 114 suras o capítulos, luego de los dos puntos se indican los versículos.
‘ARIF: (Plural ‘urafá) Literalmente quiere decir sabios o conocedores. Designa a los seguidores del sufismo o espiritualismo islámico, también conocido como ‘Irfán.
BPD: Abreviatura de: La Bendición y la Paz sean con él y su Descendencia. Se dice después de la mención del Profeta Muhammad (BPD).
HADlZ: Ver Tradición.
HAFIZ: Famoso poeta místico iraní.
HEGlRA: La emigración del Profeta Muhammad (BPD) de la Meca a Medina en el 622 d.C. Es el punto de partida del calendario y era islámica.
IMAMES: En esta obra el término designa específica mente a los Doce Imames (P), los impecables sucesores del Profeta Muhammad (BPD) hasta la época actual. Ver: El Islam Shiíta, de Allamah Tabatabai.
MOULANA: Ver Moulavi.
MOULAVI: Literalmente “mi maestro”, es un apelativo común en oriente para Yalaluddín Rumi, conocido en occidente como un destacado exponente del sufismo. Se lo llama también Moulana que significa “nuestro maestro”.
MUYAHIDIN: Quienes combaten en el Yihad o Guerra Sagrada.
NAFS: Esta palabra árabe significa, según su uso, tanto alma como ego. Puede tener un sentido positivo, negativo o neutro según el contexto.
NAHYUL BALAGA: Famosa compilación de los dichos, cartas y sermones del Imam ‘Alî lbn Abi Talib (P). Es una obra famosa en todo el Islam por su sabiduría, elocuencia y perfección de la lengua árabe. El título significa “Cimas de la Elocuencia”, y hay versión en castellano.
P: Esta abreviatura entre paréntesis significa: La Paz sea con él. Se coloca luego de los nombres de los Imames (P) y de los Profetas (P).
SAADI: Famoso poeta y místico iraní. Algunas de sus obras están traducidas al español.
TRADICIÓN: Traducción del término hadiz, designa a los dichos, hechos, enseñanzas, etc., que se han recibido directamente del Profeta (BPD) o de los Imames de su Descendencia (P.), y que se encuentran compiladas en numerosos libros antiguos y modernos por millares. Es una de las dos fuentes de la doctrina islámica, ocupa el segundo lugar en importancia luego del Corán.
‘URAFA: Plural de ‘arif (ver).
VINO: Este término, igual que el de taberna, bebedores, borrachos, etc., que aparece en los poemas místicos citados en el texto, es una alegoría o símbolo para el néctar de la realización espiritual y la embriaguez de los estados contemplativos. No debe interpretarse como lo hacen algunos ignorantes en sentido literal (como en la poesía de Omar Khayyan) pues el vino y todo embriagante está totalmente prohibido en el Islam y los místicos siempre respetaron esto.
YIHAD: Este término (traducido a veces como Guerra Santa) significa todo lo que sea esfuerzo, sacrificio, combate, lucha, pero por un fin superior, no la mera violencia injusta. Se aplica tanto a la guerra que se emprende defensivamente para restablecer la justicia o rechazar la opresión, como al combate espiritual interior para establecer la justicia y equidad en la propia alma. En este último sentido es usado en este texto.
Extraído del libro El Hombre Perfecto Desde la visión del Islam y otros pensamientos; Editorial Elhame Shargh
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www.islamoriente.com; Fundación Cultural Oriente
[1] Como es sabido, esta pena o castigo no se aplica en cualquier caso ni indiscriminadamente. Si alguien roba por hambre o necesidad imperiosa, el caso es distinto. E incluso existen montos mínimos respecto de la valuación del delito. La aplicación de la ley islámica por otra parte sólo corresponde en una sociedad musulmana correctamente gobernada y administrada, donde impere la justicia social que propende el Islam (Nota del Traductor al Español).