En aquellos días el enviado de Dios contaba con 12.000 combatientes. 10000 de ellos vinieron con él desde Medina y participaron en la conquista de la Meca. Los 2.000 restantes eran los jóvenes quraishitas recientemente islamizados bajo el liderazgo de Abu Sufián. El ejército era tan grande que no tenía precedente entre los árabes; realmente inigualable. Pero precisamente su gran número constituyó el factor de su fracaso en la primera etapa de la batalla de Hunain ya que, contrariamente a los combates librados anteriormente, los musulmanes se habían enorgullecido de su número, olvidando las tácticas militares.
El velo en la cultura islámica/El sistema natural del ser humano/La importancia de la belleza en el Islam/El velo en la escala de valores/Las relaciones entre el hombre y la mujer/¡Prohibida la ostentación!/El velo y la evolución social de las mujeres/El velo en la cultura occidental/ El velo en el sistema de la República Islámica de Irán…
El fruto de varios siglos de pensamiento racionalista en Occidente ha sido reducir los dos polos de conocimiento, objetivo y subjetivo, a un único nivel. En el mismo sentido que “el cojito” de Descartes está basado en reducir la materia conocida en un modo singular de conciencia, el mundo externo en el cual este conocimiento del percibir (por sí mismo) es reducido a un complejo espacio-temporal limitado a un nivel simple de realidad, no importa cuán lejos este complejo sea extendido más allá de las galaxias o en Aeons del tiempo pasado y futuro. Como ha sido mencionado en el capítulo anterior, el punto de vista tradicional, como ha sido expresado en las enseñanzas metafísicas en ambas tradiciones, de Oriente y Occidente, está basado, por el contrario, sobre una visión jerárquica de realidad, no solamente en un aspecto objetivo de la realidad sino también del subjetivo. Este texto es un excelente abordamiento de la metafísica tradicional ,con análisis comparativos de otras escuelas espirituales, de la mano de ese gran filósofo Dr. Seied Husein Nasr
La mejor manera para destruir un movimiento honesto consiste en degradar la personalidad de su líder, de esta forma el movimiento se derrumbará automáticamente. Esto fue lo que hizo Mu’awiyah para mancillar la gracia del Islam.Mu’awiyah también hizo ciertos cambios en las oraciones, los cuales fueron rechazados por la gente de Medina durante algún tiempo, pero con el transcurrir de los años fueron adoptados en todos los países. ‘Bismil-lah i-Rahm?n ir-Rahim’, el versículo esencial con el que comienzan los Capítulos del Corán fue suprimido de las oraciones diarias durante su mandato.
El episodio de la conquista de la Meca es uno de lo tramos más felices y dulces de la historia del Islam, puesto que clarifica a un tiempo los elevados objetivos del Profeta y su noble carácter. En este capítulo quedará en claro la sinceridad y pulcritud con que el Profeta y sus seguidores cumplieron el pacto de Hudhaibiiah, y quedará también a la vista la hipocresía y la traición con que procedieron los inicuos quraishitas. Un análisis de todo este episodio mostrará también la habilidad, la inteligencia política y la buena administración e indulgencia que manifestó el Profeta (B.P.) al abrir la última y más encarnizada fortaleza enemiga. Pareciera como si él hubiera pasado toda una parte de su vida estudiando en las mejores escuelas militares pues dibujó el plano de la victoria como si fuese un poderoso comandante. Los musulmanes consiguieron su mayor triunfo sin dolor ni dificultades. Y se mostró también aquí, una vez más, la indulgencia y misericordia del Profeta para con sus más encarnizados opositores, a quienes respetó las vidas y los bienes, e incluso jerarquías. Veamos los detalles de lo ocurrido.
El 14 de mayo del año 1948, antes que la medianoche de ese nefasto día señalara el fin del Mandato británico en Palestina, en forma unilateral, y con la complicidad de las superpotencias surgidas tras el fin de la segunda guerra mundial, unido al sostén político, militar y diplomático del agonizante imperio británico; los líderes sionistas, apoyados por sus bandas terroristas, declaran el nacimiento de la entidad israelí.
Entender la política de Asia Occidental tras la derrota del imperio otomano en la primera guerra mundial y la intervención de las potencias occidentales aliadas de la Triple Entente (Francia y Gran Bretaña) en la división de los territorios al este del Levante Mediterráneo implica dar cuenta de Acuerdos, Cartas y Tratados donde ese imperio otomano, pagaría esa capitulación con sus antiguas posesiones imperiales.
Nos dirigimos con Abu Shubbar a la casa de Saiid Muhammad Baqir As-Sadr, y en el camino me trató de manera agradable y me habló sobre los famosos ‘Ulama, sobre Taqlid (imitación a un Muytahid, es decir, a un sabio) y sobre otros temas... hasta que llegamos a la casa del Saiid As-Sadr. Ésta estaba repleta de jóvenes alumnos, la mayoría con turbantes. El Saiid se puso de pie y nos saludó; luego le fui presentado. Me dio una calurosa bienvenida y me hizo sentar a su lado. Después comenzó a preguntarme sobre Túnez y Argelia y sobre famosos ‘Ulama como Al-Jidr Husain, At-Tahir ibn ‘Ashur y otros. Disfruté de su plática, y a pesar de su alta posición y del gran respeto que recibía de los que lo rodeaban, me encontré a mí mismo desinhibido con él, como si lo hubiera conocido desde antes.
Terminó el VII año de la Hégira en el cual, gracias al pacto de Hudhaibiiah los musulmanes pudieron visitar la Casa de Dios en comunidad y lanzar las consignas de la Unidad divina en el corazón mismo de la idolatría. Sus consignas conmovieron por cierto a algunos de los jefes de Quraish, como Jalid Ibn Ualid, Amru Al-Ass y Uzmán Ibn Talha. Luego de un tiempo éstos se dirigieron a Medina y expresaron su decisión de sumarse al Islam, cortando relaciones con el gobierno de la Meca, que ya era como un cuerpo sin alma. Algunos historiadores han afirmado que la islamización de Jalid y Amru Ass se produjo durante el quinto año de la Hégira, pero ello no puede ser cierto porque en la época del tratado de Hudhaibiiah, que tuvo lugar en el año VI de la Hégira, aún Jalid era de los comandantes mequinenses. Además es sabido que la islamización de ambos fue simultánea...
Por el acuerdo de Hudhaibiiah los musulmanes tenían derecho a entrar al año siguiente en la Meca y realizar, durante tres días, Al-Umra, debiendo luego abandonar el lugar. El acuerdo establecía además que nadie debía llevar más que una espada. Transcurrido un año de la firma del pacto llegó el momento de aprovechar lo convenido. Los muhayirún (emigrados de la Meca), que ya hacía siete años que habían abandonado sus hogares para radicarse en una tierra extraña por la causa del Islam, podrían ahora visitar la Casa de Dios, ver a sus parientes e investigar lo ocurrido con sus propiedades. Cuando el Enviado de Dios notifico la preparación del viaje se produjo un inusual alboroto. Lágrimas de alegría brotaban de los ojos de los musulmanes. El año anterior 1300 personas habían partido con el Profeta, pero este año el número ascendía ya a 2000. Entre ellos se contaban grandes personalidades de los emigrados y los ansár de Medina.

Pagination