El rol de las mujeres en el gobierno del Imam al-Mahdi

Por: Ayatolá Mahdi Hadavi Tehrani

Traducción: AbdulKarim Orobio

El Islam exhorta a un cambio revolucionario en el estatus de las mujeres dentro de la familia y la sociedad de una manera sin precedentes a nivel histórico. En la época preislámica, en todo el mundo, las mujeres eran vistas únicamente como un medio de satisfacción sexual para los hombres, y como enseres cuya función era parir hijos y amamantarlos. Virtualmente no tenían derechos. En la península Arábiga, las mujeres eran pasadas de mano a mano como una herencia. En algunos casos, las recién nacidas eran enterradas vivas.

Sin embargo, el Islam concibe a la mujer como una parte complementaria en términos de humanidad. Coloca sobre los hombros de los hombres la responsabilidad de la Dote (al-Mahr) y la manutención de las necesidades básicas de la mujer. Ve a la mujer como una compañera de vida, hasta el punto que no únicamente no es heredada por los hombres, sino que ella misma hereda de los hombres. Al igual que el hombre, es posible que participe en la sociedad en campos como la religión, la cultura, el gobierno y la economía, bajo la condición que preserve su humanidad y castidad.

Ejemplos destacados de mujeres que desempeñaron papeles vitales en los inicios del Islam en la sociedad son Jadiya (a.s.) y Fátima al-Zahra (a.s.), la esposa e hija de Muhammad (PB) y Zaynab bint ‘Ali (a.s.) la hija del Imam Ali (a.s.).

La reaparición del Imam al-Mahdi, así como el surgimiento del Islam mismo, instigará cambios revolucionarios en el mundo. En particular, su movimiento desafiará a la “Época de la ignorancia” moderna, que ha sido testigo de una resurrección de los valores pre-islámicos asociados a la mujer.

Poco se puede decir en cuanto a los roles gubernamentales particulares que le serán ofrecidos a mujeres calificadas en esa época, puesto que, nuestro conocimiento acerca de las particularidades de ese momento se limitan al Corán y la Sunnah, y poco nos ha llegado acerca de ese tema.

La mujer en la actualidad ha sido testigo de una regresión a la “época de la ignorancia” moderna; por medio de tópicos engañosos como “la igualdad de los hombres y las mujeres”, “libertad”, “el sufrimiento de la mujer” y “los derechos humanos”, líderes políticos y económicos del mundo han convertido a las mujeres en mano de obra barata y objeto a mano de los hombres, oprimiendo así su propia humanidad. Tanto así que, la castidad de una mujer, no importa qué posición tenga, es vulnerable a la explotación.

En el despertar de esta regresión, sucumbe el núcleo familiar, que es la columna vertebral de la sociedad. Siendo por estos motivos que de nuevo el mundo está en extrema necesidad de un movimiento revolucionario tal como el del Profeta Muhammad (PB,) para restaurar la humanidad en todos los pueblos—pero especialmente a las mujeres-, y mostrarle a la humanidad el camino hacia la verdadera perfección.

El Shiismo—desde tiempos del Profeta mismo—ha tomado en serio la aparición prometida del Mahdi (a.s.), estando en un constante estado de anticipación. Su revolución será para cambiar al mundo; en particular, corregir el estado actual de la mujer.

En la época antes del Islam, las mujeres no eran consideradas seres humanos, no tenían derechos y en algunos casos, su misma existencia era considerada como causa de vergüenza, de tal forma que las niñas recién nacidas eran enterradas vivas. El Profeta Muhammad (PB) le inyectó vida nueva a esa sociedad; garantizando derechos y responsabilidades a las mujeres, al igual que a los hombres. Las mismas mujeres, que antes del surgimiento del Islam eran propiedad en manos de hombres -para ser usadas y obsequiadas a su antojo a sus hijos- obtuvieron el derecho a tener propiedad privada y a heredar de los hombres.

El Islam elevó el estatus de las mujeres hasta el punto que el Profeta Muhammad (PB) aceptaba su voto de fidelidad. Les era permitido acompañar a los ejércitos musulmanes al campo de batalla, como profesoras, enfermeras y apoyo moral a las tropas. La mujer musulmana podía enseñar y defender la ley, y al cumplir con estos roles podría elevarse al nivel de los ángeles. Desde cierta perspectiva, la importancia de su rol excede al del hombre, porque ella “da vida” a otros seres humanos y los cría. En palabras del Imam Ayatolá Jomeini (r.a.), “Es por medio de la crianza de una madre que el hombre asciende a la perfección”.

Sin embargo, con el paso del tiempo, el estatus de la mujer, tanto en las sociedades islámicas como no-islámicas de nuevo ha sucumbido a los niveles de la época de la ignorancia (antes del Islam).

El Imam al—Mahdi (a.s.) y su revolución cambiarán el orden mundial, unificando a todos bajo la bandera del verdadero Islam de ahí que el estatus de las mujeres no será una excepción en este nuevo orden, porque ellas retornarán a su lugar correcto.

Nuestro conocimiento de lo que sucederá en la era posterior a esta revolución se limita a lo que podemos recoger de los hadices relacionados a lo que se conoce como el “Mahdavismo” (el estudio del Mahdi), y a la documentación histórica de los años de formación del Islam. La Revolución Islámica de Irán y su impacto en todo el mundo, así como el rol desempeñado por las mujeres durante y después de dicha revolución, pueden servir como indicadores menores de lo que puede llegar a ser el papel de éstas durante el gobierno del Mahdi (a.s.).

El siguiente hadiz trata del rol de las mujeres después de la revolución del Imam al-Mahdi (a.s.): Ya’far al-Yu’afi narra del Imam Muhammad ibn ‘Ali al-Baquir (a.s.): “El Mahdi se levantará (…) junto con 313 hombres y 50 mujeres sin ningún acuerdo previo entre ellos. Este es el significado de la aleya en donde Al-lah dice: "Donde quiera que estéis, Dios os reunirá”[1]. “Ellos le darán el voto de fidelidad a al-Mahdi entre la Piedra Negra (de la Kaabah) y la Estación de Abraham, y el Mahdi se levantará desde la Meca”.[2]

‘Abd Al-lah ibn Bukayr narra de Humran ibn A’yan quien narra del Imam Muhammad ibn ‘Ali al-Baquir (a.s.): “En la época del Mahdi el conocimiento se propagará tanto que inclusive una mujer en su casa juzgará conforme al Libro de Al-lah y la Sunnah del Profeta”.[3]

La gran mayoría de las narraciones acerca del Mahdi hablan de los argumentos teológicos para establecer su Imamato, el fenómeno teológico que tendrá lugar antes de su aparición y el nuevo orden que tomará forma durante su gobierno.

Sin embargo, las narraciones no dicen nada con respecto a muchos detalles ni acerca de la división de roles entre hombres y mujeres.

El Ayatolá Jomeini dijo: “El Islam quiere que hombres y mujeres logren la perfección. El Islam salvó a las mujeres en la Época de la Ignorancia. El Islam no les ha servido a los hombres tanto como les ha servido a las mujeres. Ustedes no entienden lo que era la mujer y lo que llegó a ser”. También dijo: “No solamente el Shiismo no ha aislado a la mujer en asuntos de la sociedad, les ha dado la posición que merecen como seres humanos. Aprobamos el avance tecnológico de Occidente. Sin embargo, rechazamos su corrupción”. En otro pronunciamiento dijo: “Las mujeres mantienen un rol fundamental en la estructura de la sociedad. El Islam ha elevado a las mujeres hasta el punto en que pueden liberarse y dejar de ser un artículo y asumir su posición como seres humanos. Como resultado, pueden asumir responsabilidades en un gobierno Islámico”.

Fuente: Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica

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[1] La vaca (2): aleya 148

[2] Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 223

[3] Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 352

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