Elecciones sirias y pasar la crisis
Por: Sa’dol.lah Zarei
El próximo 3 de junio, se celebrarán elecciones presidenciales en Siria. Previamente, el presidente de Siria se elegía mediante un referéndum, es decir, el pueblo decía sí o no a un solo candidato.
Si este candidato obtuvo la mayoría de votos (la mitad más uno de votos), pudo ser el elegido presidente. De hecho, la mayoría de los países árabes que tienen república, como Egipto y Sudán, celebran así las elecciones presidenciales. Según la constitución aprobada en 2011 en Siria, todos los partidos y grupos, excepto el partido Baas, tienen derecho a presentar sus candidatos a las elecciones presidenciales y legislativas. Ahora, Siria intenta celebrar los próximos comicios presidenciales a base de esta nueva ley. Entonces, 24 personas se registraron para elecciones 2014 en este país árabe, que entre ellos se podía ver 2 mujeres y un alto clérigo. Pero, al final, fueron aprobados tres candidatos: Bashar al-Asad, el presidente actual de Siria, Maher Abdel Hafiz Hajjar, el secretario general del Partido Popular, economista y diputado comunista de Alepo, y Hassan Abdalá al Nuri, ministro de Estado para el Desarrollo de la Administración Pública y de Asuntos Parlamentarios entre 2000 y 2002, y también es un tecnócrata izquierdista que más antes fue consultor internacional en un instituto en los Estados Unidos.
Es evidente que celebración de las elecciones presidenciales en Siria es un punto decisivo e importante. Ya que este nuevo método en el proceso electoral sirio muestra que el sistema político de este país árabe tiene confianza en sí mismo. Si el gobierno actual y el presidente sirio no fueran capaces de celebrar elecciones legales, retrasarían estos comicios hasta un tiempo indefinido. La situación actual del país árabe y la nueva constitución pueden impedir la celebración de estas elecciones. Además, si el sistema político de Siria tuviera duda en la participación de la mitad de los ciudadanos calificados para votar en estas elecciones, no insistiría en la celebración de estos comicios. Aquí, cabe mencionar que las provincias de Idlib, con una población de un millón y medio habitantes, Al-Raqqa, con una población de un millón y 400.000 habitantes y Deir al-Zour, con una población de 920.000 de habitantes, están bajo el control de los grupos armados de oposición. En otras palabras, alrededor de un 16 % de la población de Siria no podrá participar en estos comicios, lo que hace necesario que un 66 % de los ciudadanos de otras provincias del país acude a las urnas alcanzar una tasa de participación de 50 %. Sin embargo, esto no significaría que la legitimidad de las elecciones presidenciales en Siria dependa de la participación de la mitad de los sirios aptos para votar, ya que en varios países occidentales se considera bastante un nivel de participación de 30 %. En los países árabes también hemos observado la celebración de presidenciales con bajas tasas de participación ciudadana. El 6 de marzo de 2012, se celebró unos comicios presidenciales en Egipto que llevaron al poder a Mohamad Mursi. En esas elecciones tan sólo 46 por ciento de los egipcios ejercieron su derecho a voto. Sin embargo, la situación actual en Siria es muy diferente, puesto que este país árabe para superar las masivas conspiraciones en su contra, requiere de un amplio apoyo de sus ciudadanos en un proceso político. En los últimos tres años, el Gobierno sirio ha tenido que enfrentarse al terrorismo apoyado por algunos países occidentales y regionales para defender su pueblo que ha sido gravemente afectado por la crisis. Según los informes, al menos 15 mil personas han perdido la vida durante los conflictos armados en desatados en el país desde el marzo de 2011. El Gobierno de Damasco que ha alcanzado proteger al país de una gran conspiración extranjera, ha sido reiteradamente acusado por los patrocinadores del terrorismo mundial del sectarismo y ser el responsable de la crisis, por lo tanto, una alta participación de la nación siria en los próximos comicios incluye una definitiva reacción a estas acusaciones. Una participación de al menos 50 % demuestra el respaldo de la mayoría de sirios al Gobierno y sistema político del país, sin importar quién gana las presidenciales.
Cabe decir que las elecciones se consideran como un signo claro de la reducción de la crisis en Siria. Si la crisis disfrutaba de un nivel máximo, celebrar unas elecciones no fuera posible. Entonces las elecciones de Siria muestran un rebajo en el nivel de la crisis y lógicamente esto prueba que el gobierno sirio es capaz de controlar una crisis de seguridad. Por eso Bashar al-Asad dice que ¨el mundo no pudo cambiar Siria, pero Siria cambiará el mundo.¨ Actualmente la crisis de Siria sigue continuando en cuatro de dieciocho provincias de Siria. Hasta hace seis meses, aparte de dichos cuatro, también las provincias de Rif, Homs y Daraa fueron involucrados en la crisis. En el momento actual, solo las provincias de Al-Raqqa y Deir al-Zour tienen problemas con la crisis de seguridad. Además casi una cuarta de la gran ciudad de Alepo está dominada por los opositores armados. Esto significa que durante el año pasado, el ejército sirio ha obtenido el control de 50 por cientos de las regiones sensibles de seguridad y como máximo 50 por cientos de las áreas insensibles todavía sufren de la crisis de seguridad. También el ejército sirio ha dominado a tres regiones estratégicos de ¨Al-Qasir¨, ¨Yabrud¨ y ¨las partes del sur, el oeste y el norte de Alepo¨ y ha bloqueado el contacto del terrorismo con el régimen sionista a través de las fronteras de El Líbano, Jordania e Irak, también está en control militar de al menos una mitad de sus fronteras con Turquía. El terrorismo tiene muchos límites en la provincia de Adab ya que la población originalmente siria de la ciudad de Alejandreta en el norte de dicha provincia incluye por el mayor parte los árabes chiitas y aliados de Bashar al-Asad. También los caminos de Deir al-Zour están controlados conjuntamente por los gobiernos de Irak y Siria. De este modo, Si el gobierno sirio obtiene completamente el control de Alepo durante los próximos dos meses, los terroristas serán rodeados en la ciudad pequeña de Al-Raqqa y por fin Siria será completamente libre de los grupos armados afiliados al Occidente durante un tiempo corto.
Las elecciones de Siria es comicios reales y la gente es libre de votar a uno de los tres candidatos. Si Asad no es su candidato favorito o quiere poner fin a su gobierno, solo es suficiente no votar por él. Mientras tanto, los países árabes, occidentales y Turquía cuestionan las bases principales de las elecciones y ya han condenado los resultados e incluso la celebración de tal evento. Cabe decir que la celebración de las elecciones es un proceso interno en todos países y no existe ninguna norma internacional respecto a la manera de celebrar o a las condiciones de ser un candidato. Entonces en cualquier parte del mundo las elecciones se celebran de una manera especial y diferente de los otros casos. También el gobierno actual de Siria ha recibido el cargo en 2007 y fue responsable del país para 7 años y según la legislación nacional y los convenios internacionales tienen que celebrar las elecciones próximas.
El Occidente cree que este gobierno ha perdido su autoridad legal para celebrar unas elecciones e intenta probarlo a través del número de los refugiados. Según lo mencionado, cuando este número sea más de tres millones de personas, el gobierno pierde su autoridad. Pero la verdad es que eso no es una ley y se refiere a una situación en la que debido a ser opositores políticos, dichas personas se veían obligadas a abandonar su país o están perseguidos por parte del gobierno. Actualmente casi 3.5 millones de los ciudadanos sirios están viviendo afuera de su país pero debido a la presión y los actos brutales de los terroristas o a las razones profesionales, de educación y de salud. Entonces su salida no tiene nada que ver con las políticas del gobierno. Por otro lado, los desplazados internos de Siria que son casi más de un millón del pueblo, no tenían que dejar su hogar debido a las presiones del gobierno ya que han movido de provincias dominadas por los terroristas a los que están controlados por el ejército y el gobierno. También los refugiados todavía benefician de los apoyos financieros y políticos del gobierno y tienen el derecho de votar en las elecciones. Como el resultado, el caso de los refugiados sirios tiene una diferencia fundamental con las condiciones mencionadas en la regla no escrita de "refugiados políticos".
El Occidente alega que los tres candidatos de Siria son de un partido y las elecciones son diseñados para la reelección del presidente Bashar al-Asad. Se puede estudiar dicha alegación de distintos puntos de vista. Por un lado, los tres candidatos sirios son de tres diferentes partes geográficos del país y pertenecen a tres escuelas de pensamiento (Baas, liberal y socialista) y a dos diferentes sectas religiosas (suní y chií). Por supuesto los tres están de acuerdo sobre el sistema político como cualquier candidato de presidencia en cualquier otro país. En los países occidentales también beneficiar del derecho a la candidatura está condicionado a la aceptación del sistema político. Por otro lado, hasta hace unos meses, los estadounidenses, turcos y sauditas insistieron que Asad renuncia de su puesto para reemplazarle con su vicepresidente, Faruk al Sharaa. Esta solicitud fue negado ya que era incompatible con la independencia de Siria y el principio de no injerencia en los asuntos interiores de otros países. Pero si los occidentales creen en la falta de legitimidad de Asad en su país y piensan que reemplazarle con cualquier otro político es una solución aceptable, ahora es el tiempo de realizarlo. Los autoridades de dichos países dicen que las elecciones de Siria no son verdaderas y solo son una manera de hacer publicidad para retención de Asad en otro período de 7 años. Pero la verdad es que la presencia del pueblo es libre en dichas elecciones, también este evento político disfruta de variedades de partidos participantes y por fin existe opciones para probar que es un proceso legítimo. Durante los tres años pasados, los opositores extranjeros del gobierno sirio no alcanzaron a su objetivo de derrocar el gobierno actual sirio a pesar de sus intentos en los campos políticos, militares, económicos y de seguridad. Ahora para probar la legitimidad de las elecciones es suficiente observarlas a través de enviar un grupo de inspectores electorales. Siria necesita unas elecciones verdaderas con una fuerte competencia entre los candidatos y sus partidarios. Pero el Occidente sabe que la crisis de la seguridad ha aumentado la popularidad de Bashar al-Asad así que trata de posponer las elecciones para llegar a una fórmula aceptable. Por supuesto Siria necesita una votación para salir de la crisis y cuanto antes mejor.
Fuente: http://www.asipress.ir
www.islamoriente.com; Fundación Cultural Oriente