La verdad sobre el Islam
El Corán, el milagro viviente
Estructura y contenido del Corán
Por Abdun-Nabi Chaaban
Algunos opinan que la estructuración de los versículos del Corán en capítulos, así como el ordenamiento de los capítulos, fueron especificados por el mismo Profeta (SAAWAWS), siguiendo una inspiración divina.
Sin embargo, existen indicios y pruebas que demuestran que las copias recopiladas durante las épocas de Abu Bakr y de Outhmán como, por ejemplo, las de Ubai Ibn Ká´ab y Abdullah Ibn Mas´úd, tenían discrepancias entre sí en lo que al orden de los capítulos se refiere. Se deduce que este ordenamiento de los capítulos fue con base en opiniones particulares de cada compañero recopilador o en las opiniones de Outhmán, en el caso de sus copias unificadas, ya que si el Profeta (SAAWAWS) había estipulado un orden específico de los capítulos, ninguna persona podría, posteriormente alterar ese orden. Suyúti –sabio sunnita- dice: “La totalidad de los sabios están convencidos del hecho de que el ordenamiento de los capítulos fue por criterio propio de investigación y deducción”. El erudito Allámah Tabátabá’i, en “Al-Mizán”, dice: “El orden de los capítulos en la recopilación en la época de Abu Bakr y la recopilación en la época de Outhmán, categóricamente se llevó a cabo a través del propio criterio de los Compañeros y prueba de ello es que Outhmán dispuso los capítulos Al-Anfál y Attawbah entre los capítulos A´aráf y Yúnus. Otra evidencia es la disparidad del orden de las copias de los Compañeros y las de Abu Bakr y Outhmán”.
El mejor y más firme testimonio para considerar que el orden de los capítulos se realizó por decisión de los Compañeros, es la ordenación del Libro recopilado por Alí, que él había organizado según el orden de revelación, contrariamente al resto de las copias. Es de recordar que Alí era la persona más cercana al Profeta (SAAWAWS), por ser su primo y yerno, y porque el Profeta (SAAWAWS) se dedicaba a transmitirle todo su saber y toda su sabiduría.
A pesar de que tenía en sus manos la copia recopilada por él mismo, Alí no se opuso a la circulación de las copias unificadas, compiladas durante la época de Outhmán, ni siquiera cuando fue Califa aún teniendo el poder y la potestad para imponer su versión, la cual contenía, con suma precisión, el ordenamiento de los capítulos con base en su orden de revelación. Más bien, tanto Alí como su descendencia siempre ordenaban a sus seguidores que recitaran el Corán, tal como está dispuesto en las copias que se encontraban en circulación, igual que el resto de la gente. El racional detrás de esta actitud consiste en que ellos consideraban que la manera en que los capítulos están dispuestos y ordenados en las copias en circulación no afecta los sublimes objetivos del Corán, ni alteran en lo más mínimo su contenido, tal como fue revelado al Profeta (SAAWAWS).
Lo más importante y vital es que el contenido del Corán que tenemos en nuestras manos hoy en día es el mismo Corán revelado al Profeta (SAAWAWS) y está completo, sin faltarle ni sobrarle versículo alguno. El mismo nunca fue objeto de adulteración o cambio. En todos los procesos de recopilación del Corán y su posterior y continuo copiado, a lo largo de más de catorce siglos, no pudo haber elemento alguno que contaminara o adulterara su contenido. En el mismo Corán, Dios reveló que Él lo protegería eternamente y Él sería su custodio: “Por cierto que Nosotros hemos revelado el Mensaje, y ciertamente que Nosotros somos su custodio” (15:9).
En conclusión, las copias del Sagrado Corán que hoy se encuentran en manos de todos los musulmanes del mundo, ya sean sunnitas o Shi’itas, son iguales a la copia unificada recopilada en la época de Outhmán. Todas y cada una de las copias publicadas actualmente, en cualquier país del mundo, en idioma árabe, son exactamente iguales entre sí, sin palabra alguna modificada.
Aunque el contenido de la copia recopilada por Alí, que estuvo circulando sólo entre su descendencia, es el mismo contenido que las copias que circulan hoy en día, la misma nos hubiera permitido estar informados de los detalles de la revelación, tales como sus circunstancias, tiempos, lugares y causas, siendo todos ellos comentarios hechos en los márgenes y no constituyen parte del texto del Corán, tal como fue revelado por Dios a su Profeta (SAAWAWS). Sin embargo, lo más relevante e importante fue la preservación de la unidad islámica, un tema sobre el que Alí y su descendencia siempre insistieron.
Las revelaciones de Dios al profeta Muhammad (SAAWAWS), quedaron finalmente estructuradas en 114 capítulos, ordenados -no estrictamente- de mayor a menor. Cada capítulo se llama en árabe: “Surah”, y cada versículo: “Áyah”. El nombre de cada capítulo o “Surah” es normalmente una palabra clave extraída del texto del mismo. Todos los capítulos inician con la expresión: “En el nombre de Dios, el Clemente, el Compasivo”, a excepción de un solo capítulo, llamado “Attawbah”.
Algunos capítulos fueron revelados estando el Profeta (SAAWAWS) en La Meca, y el resto en Madinah, aunque existen capítulos con algunos versículos revelados en la Meca y otros en Madinah, en cuyo caso se define el sitio de la revelación con base en el sitio de mayor número de versículos revelados.
Por conveniencia, en los márgenes de las hojas del Libro, se indican algunos números que marcan una división “virtual” del Libro, la cual facilita la lectura disciplinada del mismo. Todo el Libro está dividido en 30 “Partes” casi iguales; cada “Parte”, a su vez, se subdivide en dos “Secciones” y cada “Sección” en 4 “Cuartos”. Así, el Corán estaría conformado por 30 “Partes” iguales, 60 Secciones iguales y 240 “Cuartos” iguales. Con esto, si uno lee cada día un “Cuarto”, terminaría la lectura completa del Corán en 240 días, o unos 8 meses. Si uno desea completar la lectura del Corán en 1 mes, tendría que leer cada día una “Parte”.
Las tablas 10 y 11 contienen la lista de los capítulos del Corán.
Figura 10. Capítulos del Corán (1)
Figura 11. Capítulos del Corán (2)
Se puede observar en las tablas 10 y 11 que el Corán contiene, en sus 114 capítulos, un total de 6.232 versículos o “Áyah”. El capítulo que más versículos tiene es el capítulo o “Surah” 2, y los capítulos o “Surah” que menos versículos tienen son: los capítulos 103, 108 y 110, con tres versículos cada uno. El primer capítulo o Surah del Corán se llama “Al Fátihah” o “La Apertura” del Libro. Este capítulo es de recitación obligatoria en todas y cada una de las oraciones que todo musulmán realiza.
Por otro lado, se observa que 86 capítulos fueron revelados durante la época pre-emigración, o sea estando el Profeta (SAAWAWS) todavía en La Meca (Entre los años 610 y 623 DC). El resto, o sea 28 capítulos, fueron revelados en Madinah, o sea en la época post-emigración (623 y 632 DC).
Los eruditos hacen una clasificación adicional de los capítulos, con base en un dicho del Profeta (SAAWAWS). Esta clasificación es la siguiente:
- “Los Siete Largos” o los “Tual”, conformados específicamente por los 7 capítulos: 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 10.
- “Los “Mi´ún”, conformados por los capítulos superiores a 100 versículos, exceptuando las “Siete Largas”, los cuales ascienden a 12 capítulos.
- “Los Matháni”, conformados por los capítulos menores a 100 versículos, y que aparecen, en la estructura, antes del capítulo 55. Estos ascienden a 24 capítulos
- “Los “Há´Mím”, conformados por capítulos, cuyo primer versículo consiste en sólo dos letras: “Ha´” y “Mím”. Estos son 7 capítulos.
- “Los Mumtahinát”, conformados por 18 capítulos, y
- “Al Mufassalát”, conformados por los restantes 46 capítulos
En relación a esto, el Profeta (SAAWAWS) dijo: “Me fueron dados los Sab-út Tual (los siete –capítulos- largos) en lugar de la Torah, me fueron dados los Mi´ún en lugar de los Salmos y me fueron dados los Matháni en lugar del Evangelio, y fui privilegiado con los Mufassalat”.
CONTENIDO DEL CORÁN: TEMAS
El Corán, como mensaje divino revelado al profeta Muhammad (SAAWAWS), representa una reafirmación de los mensajes divinos anteriores, tal como Dios los reveló a sus mensajeros anteriores, así como una corrección de cualquier tergiversación que pudieron haber tenido a lo largo de los siglos.
Esto es válido para todo lo referente a los principios de fe y a lo teológico, ya que principios teológicos no pueden tener variaciones a lo largo del tiempo ni, mucho menos, contradicciones. Por ejemplo, Dios existe eternamente y es único, los ángeles existen, las historias reveladas de los profetas no puede cambiar, aunque sí puede haber más o menos detalles en las sucesivas revelaciones. Asimismo, la advertencia sobre el advenimiento del Día del Juicio, después de la resurrección, y lo que los individuos conseguirán como premio (Paraíso) o como castigo (Infierno), son igualmente descritos en los sucesivos mensajes divinos.
Sin embargo, las leyes religiosas sí pueden tener variaciones de una época a otra y, de hecho, las hubo, pero -por supuesto- sólo mediante mandamientos de Dios transmitidos a sus profetas, y no por dictámenes humanos con base en una “evolución” social. Así el Corán viene a reafirmar algunas de las leyes religiosas anteriores, reveladas en la Torah y en el Evangelio, a “refrescar” o actualizar algunas otras y a legislar algunas leyes nuevas.
El Corán no se limita a lo teológico y lo legislativo. Otros temas generales del Corán y muchas de sus historias ilustrativas comparten un fondo común con las Sagradas Escrituras cristianas y judías. Ejemplos de estos son los preceptos y “reglas” éticas y morales cuya aplicación conlleva a una indudable mejora en las interrelaciones sociales de las personas, en el ámbito de la familia, de la comunidad así como de la nación.
Igualmente, el Corán toca y presenta un vasto rango de temas que ayudan al hombre a entender los aspectos complejos y multidimensionales de la vida humana, tales como temas sociales, políticos, administrativos, históricos, culturales, así como muchos otros temas relacionados. Así, el Corán expone las verdades que son relevantes para la vida del ser humano y propicias para ayudarle a vivir una vida mejor.
Por ello, se puede afirmar que el Corán presenta las guías para una vida mejor, tanto en la vida actual terrena como en la vida después del Día de la Resurrección.
A continuación, se presenta una relación detallada de los temas más relevantes que el Corán contiene:
- Los pilares de la fe, explicados ya en el primer capítulo, tales como creer en la existencia y unicidad de Dios y en sus diversos atributos, en la existencia de los ángeles, en que Dios ha enviado profetas y mensajeros para guiar a sus respectivos pueblos y a la humanidad, en que Dios ha hecho revelaciones a sus profetas y mensajeros, y que habrá una resurrección de todos los seres humanos, para ser sometidos al Juicio Final, que concluirá en una vida eterna en el Paraíso, o un sufrimiento eterno en el Infierno
- Una noción sobre la creación del Universo
- Explicación de muy alto nivel de algunos de los fenómenos naturales, algunos de los cuales han sido confirmados posteriormente por la ciencia, y otros esperan todavía ser confirmados o entendidos
- La historia de la Creación del ser humano
- Mandatos o leyes que regulan la relación del ser humano con Dios, tales como los actos de adoración o pilares de acción de la religión así como abundantes exhortaciones para su práctica: las oraciones diarias, el ayuno del mes de Ramadán, el pago del “zakat” o tributo y la peregrinación a La Meca
- Mandatos y consejos morales relacionados con la conducta y actuación humana, mediante cuya práctica se garantiza una mejor vida familiar y social
- Historias de algunos de los profetas y mensajeros
- Profecías de sucesos o eventos, algunos de los cuales ocurrieron en la vida del Profeta (SAAWAWS), después de su revelación, otras han sucedido después de su muerte, y otras todavía esperan por ocurrir
- Una persistente advertencia sobre la irremediable ocurrencia del Juicio Final
- Abundantes exhortaciones a observar y reflexionar sobre los diversos signos de Dios, a los que igualmente se hace referencia, con el fin de tener una creencia en Dios con convicción
- Descripciones del Paraíso y del Infierno
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Extracto de “LA VERDAD SOBRE EL ISLAM”, Desmitificando falsos paradigmas
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