Granja de Israel y granjas de Hezbolá
Por Sa’dollah Zareí
Hace unos días, el régimen israelí lanzó un ataque aéreo contra un convoy de Hezbolá en la localidad de Mazraat al-Amal, en la provincia siria de Quneitra.
Diez días después de este ataque, en represalia a este ataque, el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) atacó contra Israel. Tras esta reacción, los estadounidenses revelaron los papeles del servicio de inteligencia israelí (Mossad) y la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) en el asesinato de Imad Mugniyah, el alto comandante de Hezbolá, en 7 años antes. Además de tratar de ocultar la debilidad de la inteligencia del régimen sionista, EE.UU. intentó justificar su posición pasiva respecto a este ataque israelí, registrado el pasado 18 de enero en la región de Quneitra. En este texto, se analizan unos puntos:
1) Las fuentes estadounidenses, israelíes, árabes y europeos califican las operaciones de Hezbolá llevadas a cabo el miércoles 28 de enero de 2015 en las granjas de Shebaa, en el sur de El Líbano, de “tácticas”, porque por un lado Hezbolá pudo responder al último ataque del régimen sionista, y por otro lado impidió una gran guerra a pesar de lo que ocurrió en el junio de 2006. Las operaciones se realizaron en las granjas de Shebaa. Cabe mencionar que los libaneses creen que la granja de Shebaa está una parte de su país, y asimismo los sirios afirman que está una parte de Siria, como las colinas de Kfar Shuba y la zona del Monte de Hermón. Por una parte, las fuerzas del régimen sionista han ocupado las granjas de Shebaa mientras que, en realidad, no tienen este derecho. Por otra parte, el régimen israelí atacó a las fuerzas de Hezbolá en la zona siria Mazraat al-Amal mientras que la presencia de Hezbolá en esta zona se considera “pacifica”, de acuerdo con los derechos internacionales. Entonces, se puede decir que Hezbolá ha tenido derecho a responder al ataque sionista. Otro punto que muestra el aspecto táctico de la operación de Hezbolá es el periodo de planear y realizar esta operación. El ataque de represalia de Hezbolá se produjo con un retraso de 10 días, lo que bajó el nivel de alerta de las fuerzas sionistas en comparación con los primeros días después del ataque israelí. Entonces, en los círculos políticos del régimen sionista se planteó este asunto que Hezbolá pudo responder fuertemente al ataque sionista a sus fuerzas en Mazraat al-Amal a través de limitar la extensión del campo de batalla.
2) Cuando el régimen israelí atacó a Hezbolá en la región de Quneitra, los estadounidenses declararon su insatisfacción al respecto, e incluso la mayoría de los representantes del Congreso exigieron a los altos funcionarios de la Cámara de Representantes que anularan el discurso del primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu. El ataque de represalia de Hezbolá en el 28 de enero colocó a estadounidenses en una situación difícil, porque si las autoridades de Washington no reaccionaran ante las operaciones de Hezbolá, Israel se habría puesto en una situación difícil. La reacción de los Estados Unidos al respecto fue interesante. Ellos reaccionaron tres días después del ataque de Hezbolá a las granjas de Shebaa que se saldó con la muerte de varios soldados israelíes. El diario estadounidense 'The Washington Post' y la revista 'Newsweek', citando a los funcionarios de inteligencia estadounidense, anunciaron que el asesinato de “Imad Mugniyah” en el 12 de febrero de 2015 fue realizado por la cooperación de la CIA y el Mossad. Tanto las autoridades israelíes como los lobbies sionistas en EE.UU. acusan al Gobierno de Obama de ignorar su unidad con Israel. Por lo tanto, las autoridades estadounidenses intentan responder a estas acusaciones. Este asunto muestra la debilidad del régimen sionista. Es evidente que se plantea esta pregunta para la opinión pública judía en Palestina: cuando "Mohamad Ali Alahdadi", el general de brigada iraní, y Yihad Mugniyah, el alto miembro del movimiento islámico e hijo de Imad Mugniyah, luchaban contra los opositores armados de Bashar al-Asad y de Hezbolá, ¿qué hicieron las autoridades estadounidenses más allá de sus alegaciones para demostrar su unidad con el régimen sionista? Ahora los funcionarios del Partido Demócrata y los líderes militares y de seguridad de EE.UU. han revelado unos detalles secretos sobre el pasado, en un intento por probar su lealtad al régimen de Tel Aviv. Sin embargo, los medios de comunicación israelíes han cuestionado la veracidad de la nueva revelación. Por lo tanto, las operaciones de Hezbolá en las granjas de Shebaa se considera un duro golpe al prestigio y dignidad del régimen sionista y también reveló las diferencias entre EE.UU. e Israel. Se puede decir que después de 60 años del apoyo abierto de EE.UU. al régimen sionista, es la primera vez que el Congreso estadounidense se encuentra dividido entre los oponentes y partidarios de Israel.
3. Los analistas militares consideran que la Operación de Shebaa, desde varios puntos de vista, fue más fructífera que la de Mazraat al-Amal. En primer lugar, la autoría de esa maniobra fue atribuida rápidamente, mientras que los funcionarios israelíes evitaban por unos días aceptar la autoría de su ataque. El Movimiento Hezbolá asumió oficialmente y con detalles transparentes la responsabilidad por el atentado, en momentos en que las autoridades del régimen de Israel, contando con la mediación de países como Rusia, intentaban probar que no sabían qué elementos funcionaban en Mazraat al-Amal.
Por otro lado, el Hezbolá antes de perpetrar el ataque con misiles contra la unidad militar israelí en Shebaa había anunciado su intención para apuntar el mismo punto. Tanto el comunicado oficial de Hezbolá, como las declaraciones de su secretario general daban a conocer la inminente respuesta del movimiento libanés a las ofensivas israelíes. Mientras tanto, el ejército del régimen de Tel Aviv no había publicado ningún aviso que informara de su intención para atacar. Como resultado, el Hezbolá fue pillado desprevenido, mientras que las fuerzas militares del régimen israelí estaban preparadas para un ataque de misiles de parte de Hezbolá.
Otro punto de gran importancia en esta comparación es que cuando el régimen de Israel atacó a Mazraat al-Amal casi ninguno de los defensores reconocidos de ese régimen apoyaron la ofensiva contra el Hezbolá, incluso en reuniones semioficiales criticaron el acto. No obstante, la operación de Hezbolá que ocurrió después de 10 días fue apoyado, de manera inmediata y oficial, de parte de todos los miembros del Frente de Resistencia. La postura que tomaron las autoridades del alto rango iraníes y el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), la declaración explícita que publicó el movimiento de la Yihad Islámica Palestina, el comunicado de Abdulmalik Al-Houthi, la marcha masiva de los yemeníes, de los chiíes bahreiníes y de la comunidad chií en las zonas orientales de Arabia Saudí mostró que el ataque fue planeado por un frente y representado por Hezbolá. De esta manera, queda muy obvio que en este enfrentamiento Hezbolá ha logrado la ventaja estratégica en contra del régimen sionista. En los pasados cuatro días, algunos de los funcionarios de seguridad del gobierno de Netanyahu han afirmado en numerosas ocasiones que Hezbolá administró la batalla del invierno de 2015 con la misma lógica de la guerra del verano de 2006, pero en esta ocasión, el régimen de Israel no fue capaz de practicar una operación igual que la guerra de 33 días, entonces prefirió hacer caso omiso al ataque potente en su contra.
4. Durante la operación, Hezbolá logró convencer al frente interino de El Líbano sobre su propio poder para administrar la difícil situación a favor de la seguridad del país. Antes de esos sucesos, algunos de las importantes figuras libanesas, entre ellas Samir Farid Geagea y Saad Hariri, advertían a Hezbolá sobre la posible respuesta al ataque israelí del pasado 18 de enero y la consideraban como el preludio de una nueva guerra en contra de El Líbano. A este respecto, Hezbolá aseguró administrar la guerra de manera que la seguridad y soberanía del país no recibieran ningún daño. Ahora, Hezbolá durante las conversaciones con la Coalición 14 de Marzo defenderá con más énfasis el arma de resistencia, mientras que los opositores de Hezbolá ya no pueden considerar ese movimiento como una amenaza para seguridad interna del país. De esta manera, se puede decir que tras el atentado contra Rafik Hariri en 2005 por lo cual Hezbolá se enfrentó a duras y falsas acusaciones, en estos momentos el Frente de Resistencia de El Líbano pasa por sus mejores momentos.
En 2006 una corte internacional, fundamentándose en falsos documentos y con la ayuda de la Coalición 14 de Marzo, simuló que Hezbolá había perpetrado el ataque contra Hariri y pretendió a llevar ante la Justicia a los líderes de Hezbolá, pero la confrontación fue infructuosa.
Después, la mencionada corte concentró en el Gobierno de Siria, y llamó a Bashar al-Asad y varios otros funcionarios sirios a integrar la mesa de diálogo, imponiendo una difícil situación al Gobierno de Damasco. Por tanto, el Ejército sirio se vio obligado a abandonar el territorio de El Líbano, mientras que en virtud del Acuerdo de Taif esas tropas se encargaban de defender la soberanía libanesa ante los supuestos ataques israelíes, así como los conflictos interinos. Dicha situación pone a Hezbolá ante nuevos desafíos, y luego empezó la guerra de 33 días en momentos en que la Coalición de 14 de Marzo no dejaba de acusar a Hezbolá. Durante la guerra, Hezbolá fue objeto de ataques tanto por delante como por detrás. Tras el fin de la guerra la situación en El Líbano cambió a favor de Hezbolá, pero luego del inicio de la crisis en Siria, Hezbolá se vio obligado a defender al pueblo sirio frente al terrorismo y evitar la posible desintegración del país árabe.
En aquel entonces los principales poderes políticos en El Líbano, o sea el presidente, el primer ministro, la mayoría del Parlamento y la Coalición del 14 de Marzo, actuaban en contra del Gobierno de Siria. Por un lado las victorias de Hezbolá en Siria, y por el otro la derrota de los grupos terroristas volvieron a mejorar la situación en El Líbano a favor de Hezbolá. La infiltración de terroristas en el pueblo de Arsal y la futura ocupación de esa localidad de población suní por los mismos elementos daba a conocer el poder invencible de Hezbolá para luchar en el territorio sirio. El ataque israelí del pasado 18 de enero a Hezbolá en el suelo sirio, la posterior respuesta de Hezbolá y los convenientes resultados, dieron por cancelada esa idea que la presencia de Hezbolá en Siria causaría la intervención del régimen Israel en el sur de El Líbano. La operación israelí contra Hezbolá en el territorio sirio y la inacción de ese régimen ante el ataque de Hezbolá, lanzado en su contra desde El Líbano, sacaron a la luz que las propagandas de los opositores libaneses de Hezbolá no representan la realidad.
Fuente: http://www.asipress.ir
www.islamoriente.com