Dialogo entre Wilson y Chirri (XV)

Información acerca del profeta y la profecía del Islam

Por: Muhammad Yawad Chirri

Director del Centro Islámico Americano

    

WILSON: Hemos discutido dos tipos de declaraciones coránicas que profetizan un futuro inesperado: una que trata del propio Corán, otra con respecto al futuro del Islam. ¿Predice el Corán algo acerca del futuro del propio Profeta?

CHIRRI: El sagrado Corán contiene mucha información acerca de la seguridad del Profeta Muhammad (PB):

“Hicimos un pacto con los Hijos de Israel y les enviamos Mensajeros. Siempre que llegó a ellos un Mensajero con lo que no deseaba su ego, a unos les desmintieron y a otros les mataron.” Corán 5:70

Este versículo asegura que el Profeta Muhammad (PB) posee una gran protección en contra de los seres humanos. Ningún poder humano, de acuerdo a la profecía, puede destruir su vida. Si el Profeta muriera en el campo de batalla o fuera asesinado, lo dicho en el Corán sería falso y la profecía desvirtuada.

Bajo las condiciones las cuales vivió el Profeta, la profecía estaba en contra de las expectativas humanas, desde la época en la que el Islam fue proclamado públicamente, el Profeta enfrentó a la hostilidad pública. Fue señalado como el único enemigo de los mecanos. Su vida se vio rodeada de problemas, constantemente bajo amenaza y por muchos años sin ninguna protección física. Cuando su defensor Abu Talib murió, no podía encontrar protección ni siquiera en el santuario sagrado (Kaaba), de forma que se le imposibilitaba predicar su mensaje a los peregrinos.

Los líderes más importantes hicieron un pacto solemne para atraparlo y matarlo. Cuando el escapó, fue ofrecida una gran recompensa por su captura, vivo o muerto. Antes de su partida a Medina la vida de Muhammad estuvo a punto de ser tomada y se esperaba que el Islam fuera borrado, mientras aún era solo una chispa.

Después de llegar a Medina, las batallas empezaron y los musulmanes fueron empujados a conflictos violentos en los cuales siempre fueron sobrepasados en número. Los mecanos consiguieron poner a las tribus del desierto en contra de los musulmanes, los gobernantes de las naciones no árabes fueron exasperados vehementemente, por el fuerte lenguaje usado por Muhammad al invitarlos a adherirse al Islam. Un ejemplo de estas invitaciones es el mensaje a Heráclito, el emperador bizantino:

 “En el nombre de Dios el Clemente, el Misericordioso. De Muhammad el hijo de Abdul.lah, el Apóstol de Dios, para Heráclito, el grande de los romanos. Ciertamente os envió esta invitación al Islam. Conviértase al Islam y os salvareis. Dios os recompensará el doble. Si os rehusáis, seréis culpados por el pecado de sus súbditos. La gente de la escritura, viene con palabras equitativas entre nosotros y usted: que no adoremos sino a Dios, y que no asociaremos nada a Él, y que no nos tomaremos unos a otros por señores junto a Al.lah todopoderoso, pero si dais la espalda, entonces Di: somos musulmanes.” (Corán 3:64).”[1]

A pesar del peligro el cual rodeaba al Profeta, vivía una vida común y corriente. No tenía guarda espaldas y peleaba en las batallas, a veces en la primera línea. Caminaba las calles en las noches y vivía en una casa sin seguridad. Había muchas oportunidades para asesinarlo, y le hicieron muchos atentados, pocos de estos fueron mencionados.

Un día él estaba durmiendo solo, al pie de un árbol retirado de su campamento. Fue despertado por un sonido y he aquí, el vio a Durthur, un guerrero enemigo de pie sobre él, con su espada desenfundada. “¡Oh, Muhammad!” –Gritó-, “¿quién te salvará?” “DIOS” -respondió el Profeta-. Por alguna razón desconocida, Durthur dejó caer su espada, la cual instantáneamente fue agarrada por el Profeta, quien blandiendo la espada exclamó: “¿Y ahora quien te salvará a ti, ¡Oh, Durthur!? “¡Ay de mí, nadie más!” -respondió el guerrero. “Entonces aprende de mi a ser misericordioso” y diciendo esto le devolvió su espada; el corazón del hombre se sobrecogió; entonces, reconoció a Muhammad como el Profeta verdadero y abrazó la fe.

En otra ocasión, el profeta Muhammad fue a visitar a unos no musulmanes en compañía de algunos de sus seguidores. Una comida fue preparada, afuera de la casa del jefe de la tribu. Sin embargo, el Profeta sabía que había sido traicionado por un señuelo, como él se sentara a comer, sería aplastado por una roca arrojada desde la terraza de una casa, sin dar a entender su conocimiento de la traición; salió abruptamente y regresó a Medina.[2]

Más de una vez, Muhammad fue abandonado en la batalla por sus compañeros, luchando frente a miles de páganos. Para ese tiempo, era el blanco de las fuerzas enemigas y extremadamente vulnerable. Entonces, vale la pena preguntarse: ¿Habría Muhammad estado tratando de perpetuar una mentira? De ser así, le hubiese sido más sencillo escoger una profecía más creíble que probara la verdad.

WILSON: ¿El Corán ofrece alguna información acerca del futuro de la profecía en general?

CHIRRI: La declaración la cual expone el fin de la profecía del Profeta Muhammad es una información clara sobre el futuro de la profecía:

“Muhammad no es el padre de ninguno de vuestros varones, sino el Enviado de Dios y sello de los Profetas. Dios es Omnisciente”. Corán 33:40

La palabra Jatam, significa sello el cual cierra un contenedor o el sello que se imprime como confirmación de la autenticidad de cierto contenido de un documento o un mensaje. Sellando con el fin de clausurar o la confirmación de que algo ha llegado a su fin. El Profeta dijo a su primo Alí:

“Tu posición ante mí se compara a la posición de Aarón frente a Moisés, pero no habrá Profeta después de mi”.

Declarar que Muhammad es el último de los Profetas es, actualmente una información acerca de un futuro muy lejano de la profecía. Esto nos dice que el mundo no conocerá ningún otro Profeta después de la muerte de Muhammad. Y que Dios no enviará ningún mensaje a la humanidad, subsecuente a él. Así la larga historia de la profecía se cerrará con la muerte de Muhammad.

Esta es una profecía en una dirección completamente inesperada, ya que podríamos esperar que Dios continuará enviando sus Profetas a la humanidad, tal como lo hizo anteriormente, cuando envió muchos Profetas antes que Muhammad, y esperaríamos que continuase haciéndolo, mucho después, de la muerte del Profeta Muhammad (PB). La generación humana, antes de Muhammad, no poseía más derecho a los mensajes celestiales que la generación subsecuente a él. De tal manera que, el materialismo en la época moderna es mucho más grande de lo que era en la época de Muhammad; por esto, una revelación espiritual sería mucho más necesaria que nunca.

La complejidad de las cosas de esta área está mucho más allá del conocimiento humano. Ningún ser humano es capaz de saber cómo Dios determina enviar un Profeta a la humanidad. El conocimiento de esto, es exclusivo de Dios.

WILSON: Una profecía impresionante generalmente trata algunos eventos específicos que pueden tener lugar en cierto tiempo. La información que los versículos contienen no se refiere a un evento específico que tendrá lugar en un tiempo particular. No nos dice que algo ocurrirá. Es una información negativa, que no dice que ningún Profeta vendrá después de Muhammad.

CHIRRI: Dar una información positiva es mucho más fácil que dar una negativa. Veamos esto mediante un ejemplo acerca de una información que trata con el pasado más que en el futuro, es más fácil decir Mr. Smith condujo un carro, a decir que el señor Johnson nunca condujo un carro.

Tratemos con una información futura. Podemos predecir que aquel será, dentro de 50 años, un genio científico entre la gente de Detroit. Esto es más fácil que decir que no habrá ningún genio de la ciencia en Detroit, dentro de los siguientes 50 años. Tal información requiere de un conocimiento extensivo, sobre los millones de habitantes que vivirán en Detroit los próximos 50 años. Este conocimiento está, actualmente, más allá de nuestro alcance.

Supongamos que hacemos predicción a futuro. Digamos que los Estados Unidos de América o que en todo el mundo no haya ningún genio científico dentro de 50 años. Esta predicción obviamente será absurda. Si predecimos que en todo el mundo no habrá tal científico nunca, la ridiculez de nuestra predicción será evidente.

Así es la declaración del fin de la profecía de Muhammad. Esto no se refiere solo a un futuro limitado de una nación en particular; se trata del futuro ilimitado de todo el mundo. El mundo entero no conocerá otro Profeta después de Muhammad hasta el fin del mundo. El mismo Muhammad era humanamente incapaz de prever al futuro. La predicción no fue suya; sino una revelación proveniente del Único que conoce el futuro de la humanidad. Esta profecía se ha cumplido: en los últimos trece siglos no se ha conocido ningún Profeta.

WILSON: Muchos individuos tras Muhammad han clamado ser Profetas. Alguno de esto vivieron en este siglo. Algunos están vivos aún ¿Su proclama afecta la veracidad de esta profecía?

CHIRRI: La proclama de profecía no aumenta y no afectaría la veracidad de esta profecía, a menos que tal proclama haya sido probada. Es un hecho que cientos de individuos proclaman su profecía y, algunos de ellos vivieron en la época del Profeta Muhammad (PB); también es un hecho que ninguno de estos individuos pudo probar su profecía, muchos de ellos han sido desmentidos, y su profecía pereció junto a sus vidas. La desaprobación de su proclama es, por si misma, otra evidencia de la Verdad y el cumplimiento de esta profecía.

WILSON: La ausencia de profetas en los últimos trece siglos no es una evidencia decisiva del final de la profecía. Este vacío en el pasado no significa que el hombre no recibirá más Profetas en el mundo. Pues la venida de algún mensajero en el futuro, desaprobaría esta declaración.

CHIRRI: La finalidad de la profecía de Muhammad no fue evidente en el tiempo del mismo Profeta, porque el advenimiento de otros Profetas era muy probable; y esto pareció así dentro de los primeros siglos, después de su muerte. Por un lapso de mil años desde la muerte de Muhammad, la venida de otros Profetas se hizo menos probable. El tiempo de un Profeta a otro antes de Muhammad nunca alcanzó mil años, ni siquiera setecientos años. Solo hubo alrededor de cuatrocientos años entre Abraham y Moisés. Cientos de Profetas vinieron sucesivamente entre Moisés y Jesús. Tanto así, que el tiempo de separación entre Jesús y Muhammad no alcanzó los seiscientos años.

La necesidad de un Profeta siempre permanece. La ausencia de la profecía en mil años, a pesar de la necesidad de la raza humana de un guía, es muy inusual. Se apunta a cierta relación entre esta larga ausencia y el objetivo del Profeta Muhammad (PB). La relación entre el Profeta Muhammad y la ausencia de Profetas por un periodo tan largo es muy obvia; por un lapso de más de trece siglos, la veracidad de la profecía se ha vuelto más evidente. Entre más antigua es la profecía, se convierte o se vuelve más clara su veracidad. La verdad de la declaración ha pasado al punto de cualquier duda razonable. Es por esto que, la probabilidad del advenimiento de un futuro Profeta ahora se ha vuelto menos probable.

WILSON: Yo puedo estar de acuerdo con usted, aunque el advenimiento de más Profetas es posible, ahora lo es menos que antes; y parece poco probable que esto suceda en el futuro. Pero me gustaría conocer la razón de la conclusión de la profecía con la muerte del Profeta Muhammad. La humanidad aún necesita la guía espiritual y, actualmente con el nacimiento del materialismo en la época moderna, el hombre necesita tal guía más que antes.

CHIRRI: Yo no conozco la razón exacta para la conclusión de la profecía. Esta puede ser la universalidad de la profecía de Muhammad. Todos los Profetas previos fueron enviados a comunidades o naciones en particular. Todos los Profetas israelíes fueron enviados a los hebreos. Ninguno de ellos fue enviado a toda la humanidad. Ni siquiera el gran Jesús; de acuerdo con los evangelios, se dice:

“Yo solo fui enviado a las ovejas perdidas de la casa de Israel”.

Solo Muhammad vino como un Profeta universal quien no fue enviado a ninguna nación o región en particular sino para toda la humanidad. Del sagrado Corán:

“Di: “Hombres” Yo soy el enviado de Dios a todos vosotros, de Aquel a Quien pertenecen el dominio de los cielos y de la tierra”. Corán 7:158.

Alcanzando el grado de universalidad, la profecía ha llegado a su más alto nivel. El mensaje está dirigido a toda la raza humana, es así como, la humanidad ya no carece de la guía espiritual. La guía está al alcance de todas las naciones y de todos los individuos; lo que el hombre necesita no es una nueva guía, sino la aceptación de la guía actual.

Fuente: PREGUNTAS ACERCA DEL ISLAM; Editorial Elhame Shargh

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[1] Muhammad Husein Haikal. “La vida del Profeta Muhammad”. 3ra Edición. P. 371.

[2] Washington Irving. “La vida de Muhammad”, Capítulo 21.

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