La conversión y la simpatía de los jóvenes latinoamericanos hacia el Islam

Por Mohsen Rabbani

La religión islámica es un sistema de vida que tiene su base en el monoteísmo, que acepta a todos profetas verdaderos de Dios, es una “religión” de cordura, convivencia pacífica y hermandad. En el islam no hay divisiones entre política, ciencia o biología todo es uno desde la cosmovisión de Dios, ello hace que muchos jóvenes encuentren sus respuestas a sus dudas, según los analistas el islam día a día va creciendo y lo más probable es que sea la “religión” del mundo, dijo el Imam Ali (P) “Quien enseñe una letra yo seré siervo de él”.

Por otro lado, es una “religión” que respeta y convive normalmente con la ciencia, la tecnología, la biología; etc…, pero lo más importante es que tiene la capacidad de elevar al hombre hacia Dios. Por ejemplo, hoy uno de los grandes problemas entre la juventud es el factor económico, siendo este un perjuicio cuando estos quieren realizar emprendimientos individuales tornándose los bancos o entidades financieras en un obstáculo material inhumano y mercantilista, siendo que en una sociedad islámica hay un apoyo desmedido a este; pues los banqueros ven el factor humano y no así el mercantilista, por eso es que en una sociedad islámica la usura es ilegal (Haram).

Generalmente en Occidente las personas están interesadas en aspectos superficiales, como que si tiene o no un auto, y de qué modelo es, o qué marca de ropa viste; etc… cuando el islam tiene metas y objetivos espirituales que no se comparan con la superficialidad, pues el fin del islam es perfeccionar al hombre espiritualmente dejando por completo los caprichos vánales y materiales.

La sociedad latinoamericana desde hace muchos años ha ido cambiando, la iglesia católica ha ido perdiendo fuerza, así como los feligreses, más aun los jóvenes, los cuales no solo se alejaron de las “santas enseñanzas”; sino se han alejado de los valores espirituales de este mundo.

En un versículo del Corán se nos dice: “Di (oh Profeta): La verdad proviene de vuestro Señor. Quien quiera pues, que crea, y quien no quiera que no crea” (18:29). Otro versículo famoso es el que dice: “Convoca al camino de tu Señor con sabiduría, y una buena y bella admonición, y discute con ellos con lo mejor y más bello” (16:125).

En aras de estos principios divinos, desde hace muchos años el islam llegó a América latina, fundándose muchas Mezquitas, Fundaciones y Organizaciones religiosas, las cuales en su mayoría son visitadas por jóvenes quienes cansados de las enseñanzas dogmáticas y monásticas han empezado a aceptar el islam como una forma de vida. Su presencia en estos centros islámicos no quedó estático; pues muchos de ellos han logrado salir de estas comunidades para especializarse y profundizar sus conocimientos emigrando a los seminarios y universidades religiosas del mundo islámico, tales como Irak, Egipto o Irán, por citar algunos ejemplos. 

No cabe duda que estos jóvenes que se preparan en los centros y seminarios religiosos cuando hayan concluido sus estudios y vuelto a la zona, darán sus frutos, dándole a América latina un islam aprendido y experimentado por ellos mismos, forjándose así una nueva identidad: “Un Islam Latinoamericano”.

Actualmente se tiene centros, cuyos líderes ya han retornado después de años de preparación en los seminarios religiosos, ejemplo de ello tenemos a países como Brasil, Colombia, Chile, México o Bolivia, que  son sin duda las señales claras de que los valores, así como los factores espirituales van formando y fortaleciendo la identidad islámica latina.

Esta juventud que ha determinado adoptar el islam como forma de vida, será la que cambie las riendas de la “religiosidad” en el contexto latinoamericana; ya que ellos han comprendido lo que Dios ha manifestado en el sagrado Corán cuando dijo: “Sabed que esta vida mundanal, no es sino un juego y distracción, encanto en vano, invalidad en jactancia (deseo de), multiplicación de hacienda e hijos: es como una lluvia cuya vegetación resultante alegra a los cultivadores; pero luego se marchita y ves que amarillea, luego se convierte en paja seca” (Corán 57:20).

De acuerdo a lo que hemos desarrollado, la presencia y crecimiento del islam es contundente, siendo esta una respuesta a los medios de comunicación corporativos quienes con demagogia de que el islam es terrorista o que los musulmanes quieren la guerra santa, han querido manchar esta forma de vida cayendo por los pisos su demagogia cuando las comunidades islámicas en América Latina están firmemente comprometidas con la paz y la armonía social desde su propia identidad; pues son ellos los que están consolidando el Islam Latinoamericano.

Dijo el Imam Sadiq[1](P).  "Convoquen a la gente (a la verdad), pero no con sus lenguas (sino con sus obras), para que vean la piedad, el esfuerzo, la oración y el bien que hay en ustedes. Ésta es la verdadera forma de propagar y difundir (la verdad)".

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[1] Uasail, tomo XI, pág.194.

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