La última misión profética
Un profeta es un puente que conecta al mundo humano con el invisible
¿Indica la terminación de la misión profética y el «no advenimiento» de otro profeta después de Muhammad (BP) una reducción en las tendencias y habilidades espirituales del hombre y una decadencia espiritual en la Humanidad?
Por Prof. Morteza Mutahhari
Con el advenimiento del Islam, la permanencia de esta religión así como la terminación de la misión profética fueron anunciadas simultáneamente. Los musulmanes siempre han considerado la terminación de la misión profética como una certeza. Ellos nunca se han preocupado por este problema de si vendrá o no algún otro profeta después de Muhammad (BP), ya que este asunto fue anunciado explícitamente en el Corán y fue repetido varias veces por el Profeta mismo.
La idea de un nuevo profeta es incompatible con la creencia en el Islam, tal como lo es la negación de la unidad de Dios o el dejar de creer en la Resurrección. Así, todos los esfuerzos de los sabios del Islam deberían enfocarse a ahondar más y más en este tema para desvelar el misterio que envuelve a la terminación de la misión profética. Sin embargo, nosotros no nos dedicaremos aquí a una discusión exhaustiva acerca de la naturaleza de la revelación y la profecía. Es obvio que la Revelación es la experiencia y la recepción de la guía divina a través de una fusión de la conciencia con el mundo invisible divino. Un profeta es el medium entre los seres humanos y el otro mundo. En realidad, él es un puente que conecta al mundo humano con el invisible. La profecía, desde el punto de vista individual y personal, es el desenvolvimiento y desarrollo del lado espiritual de un ser humano. A nivel social es el mensaje divino que muestra el camino recto a las gentes: un mensaje que es comunicado a través de un ser humano: un profeta. El concepto de la terminación de la misión profética nos pondrá cara a cara con ciertas preguntas: ¿Indica la terminación de la misión profética y el «no advenimiento » de otro profeta después de Muhammad (BP) una reducción en las tendencias y habilidades espirituales del hombre y una decadencia espiritual en la Humanidad? ¿Es incapaz la madre Naturaleza de dar a luz, una vez más, a hijos celestiales que puedan estar ligados al mundo de lo Oculto? ¿Significa el anuncio de la finalización de la misión profética la esterilidad espiritual de la Madre Naturaleza?
Más aún, la profecía es debida a la necesidad humana de un mensaje divino. Este mensaje fue renovado en el pasado de acuerdo a las exigencias de la época relevante. El advenimiento sucesivo de profetas y la revisión continua de las leyes de Dios y los Libros Sagrados son evidencia todos de que las necesidades del hombre han cambiado de un período a otro y que el hombre de cualquier período necesitó un nuevo mensaje y, por lo tanto, un nuevo mensajero. Entonces, cómo podemos justificar la terminación de la misión profética si esto significa que la conexión espiritual del hombre con el mundo invisible se verá cortada, poniéndolo en el dilema de que ningunos otros mensajes llegarán al hombre y que la Humanidad será dejada sin dirección. Aparte de todo esto, nosotros sabemos que en el período entre los profetas que trajeron una ley revelada, como Noé (P), Abraham (P), Moisés (P) y Jesucristo (P), hubo una cadena de otros profetas abogando y propagando la religión previa. Miles de profetas vinieron después de Noé, extendiendo y propagando su religión y también después de Abraham, etc. Si suponemos que la profecía legislativa ha llegado a su fin y que la ley revelada del Islam es la última de las leyes reveladas, queda todavía otra pregunta:
¿Por qué la misión profética de revelación terminó con el Islam? ¿Por qué tantos profetas propagaron, extendieron y defendieron cada ley revelada y sin embargo ninguno como ellos apareció después del Islam?
Estas preguntas surgen de la noción de terminación de la misión profética. El Islam, habiendo puesto él mismo las preguntas, también las ha respondido. El Islam ha elaborado sobre este punto tan convincentemente que no solamente explica y elimina cualquier duda posible, sino que también ha convertido todo el tema en una gran filosofía. La terminación de la profecía como la ve el Islam, no es ni un signo de declinación de la Humanidad ni una reducción en el potencial humano o la esterilidad de la Madre Naturaleza, ni es una indicación de una falta de necesidad de mensaje divino en el hombre, ni contradice la satisfacción de los requerimientos siempre cambiantes del hombre en diferentes épocas. Tiene su propia justificación y filosofía. Primero debemos familiarizarnos con la imagen de esta noción como fue dibujada por el Islam, luego estudiarla y recibir las respuestas a nuestra pregunta. En la Sura Al-Ahzab, aleya 40, leemos:
«Muhammad no es padre de ningún hombre de vosotros sino que él es el Mensajero de Dios y el Sello (el último) de los profetas. Y Dios está bien enterado de todas las cosas».
Esta aleya aclara que Muhammad (BP) fue nombrado Sello de los Profetas. La palabra «jatam» (sello), en árabe, significa: algo por medio de lo cual algo más llega a su fin. El sello con el cual las gentes aseguraban sus cartas era por lo tanto llamado jatam. Y como las gentes generalmente graban sus nombres o lemas principales sobre la piedra de sus anillos y sellaban sus cartas con eso, la palabra jatam generalmente ha significado anillo (con sello). En el Sagrado Corán la raíz jatama, en cualquier forma, ha sido usada para querer decir: poner un fin a algo o cerrar. Por ejemplo, en la Sura Iasin, aleya 65, el Corán dice:
«En ese día pondremos un sello sobre sus bocas, y sus manos Nos hablaran y sus pies serán testigos de lo que ellos se ganaron».
El tono de esta aleya implica que aun antes de su revelación, la terminación de la misión profética con el profeta del Islam (BP) era bien conocida y reconocida por los musulmanes. Los musulmanes conocían a Muhammad (BP) como el Sello (último) de los profetas, así como el Profeta de Dios. La aleya anterior fue revelada como un recordatorio de que él no debía ser llamado padre o padrastro de tal o cual, sino que debía ser llamado por su título verdadero: «Mensajero de Dios y Sello de los Profetas».
Hay una extraña insistencia en el Corán de que la religión, desde el principio hasta el fin del mundo, es una sola y que todos los profetas en realidad invitaban a la gente a la misma religión. En la Sura 42, aleya13, leemos:
«Os ha prescrito en materia de religión lo que ya había ordenado a Noé, lo que Nosotros te hemos revelado y lo que ya habíamos ordenado a Abraham, a Moisés y a Jesús...»
El Corán en todas partes llama hacia la religión a la que todos los profetas desde Adán (P) hasta el Sello de los Profetas, Muhammad (BP)- invitaron a la gente: el «Islam». La idea no es que todas las religiones fueron llamadas «Islam» en sus épocas, sino que da la noción de que la religión tiene una esencia y verdad que puede ser mejor expresada por medio de la palabra «Islam ». En la Sura La Familia de Imrán, aleya 67, se habla así acerca de Abraham (P):
«Abraham no era judío, ni cristiano, sino que él fue un hombre recto, un sometido».
Las religiones, es cierto, tuvieron sus propias diferencias acerca de ciertas leyes. El Corán acepta estas diferencias, así como acepta la unicidad de la religión.
«Para cada uno ordenamos una ley divina y un camino bien trazado» (Corán, al-Ma’idah, 48)
La palabra religión nunca ha sido usada en forma plural en el Sagrado Corán: siempre en singular, ya que lo que ha existido y existe en el mundo es, en efecto, la religión y no religiones. El Corán, además explícitamente expresa que, religión es la demanda de la disposición innata del hombre y la llamada de su naturaleza espiritual. «Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia en vosotros y Me satisface que sea el Islam vuestra religión». (Corán, 5:3)
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