Las raíces de la Gnosis Islámica

Por: Profesor Ayatola Murtada Mutahhari

Traducido por Sheij Suhail Assad

 

Para poder conocer cualquier ciencia, es necesario estudiar su historia y los cambios que ésta ha sufrido, al igual que las personalidades que han heredado dicha ciencia o han sido pioneros de la misma, así como conocer sus principales libros.

En esta y la próxima lección, nos dedicaremos al estudio de dichos temas.

La primera cuestión que se debe proponer es; ¿acaso, la gnosis islámica es igual que la jurisprudencia y sus principios, la exégesis del Corán, o el estudio del hadîz? es decir ¿es una ciencia en la que los musulmanes han tomado sus componentes y materiales originales del Islam, para los cuales han descubierto, reglas normas y principios? o bien ¿Es igual que la Medicina o las Matemáticas, que llegaron al mundo islámico desde afuera y han encontrado un lugar en él desde las afueras del mundo islámico y que luego se han desarrollado y perfeccionado en mano de los musulmanes en el seno de la cultura y la civilización islámica? O bien ¿existe una tercera opción?

 Los gnósticos eligen la primera postura y de ninguna manera están dispuestos a adoptar otra que no sea ésta. Algunos orientalistas insisten en la idea de que tanto la gnosis como sus sutiles y sublimes pensamientos han sido introducidos al mundo islámico desde afuera. Muchas veces le han adjudicado a esta un origen cristiano, diciendo que los pensamientos místicos son un producto de las relaciones de los musulmanes con los monjes cristianos, mientras que otras veces han dicho que no es más que la reacción de los iraníes contra los árabes y el Islam. También han dicho que puede tratarse de un producto elaborado desde la filosofía neoplatónica, que es a su vez una mezcla de las ideas de Aristóteles, Platón, Pitágoras, el gnosticismo Alejandrino y las creencias y opiniones de los judíos, cristianos y hasta budistas, al igual que los opositores de los místicos en el mundo islámico que han tratado y aun siguen esforzándose para propagar la idea de que el sufismo y la gnosis son extraños al Islam, creyendo que estos poseen raíces no islámicas.

La tercera teoría trata de que la gnosis, ya sea teórica o práctica toma sus elementos principales (componentes primitivos) del mismo Islam, para los cuales ha expuesto una serie de reglas, normas y principios, a pesar de haber sido influenciada también por corrientes de afuera, especialmente por pensamientos teológicos y filosóficos y en especial pensamientos filosóficos del Iluminismo.

Ahora bien, acá se podría preguntar entonces, en qué medida han podido los gnósticos presentar correctamente sus reglas y normas para dicho material islámico original ¿acaso han podido hacerlo tan correctamente como lo hicieron los juristas? ¿Y qué tanto han tratado de no desviarse de los lineamientos generales (principios reales) del Islam? Del mismo modo, preguntamos qué tanto han influenciado las distintas corrientes extranjeras en la gnosis islámica. ¿Acaso fue la gnosis islámica la que atrajo a dichas corrientes hacia sí tiñéndolas con su color y en su rumbo tomó provecho de ellas, o bien ocurrió lo contrario, en donde el andar de estas corrientes arrolló a la gnosis islámica llevándola consigo?

Estas son todas cuestiones que se deberán investigar con precisión.

Lo que sí es seguro es que la gnosis islámica ha tomado su capital original del Islam.

Los que apoyan la primer teoría y en cierta medida los seguidores de la segunda consideran al Islam como una religión simple, popular y sin complicaciones, libre de todo tipo de secretos, conceptos complejos e inentendibles. La piedra fundamental de la creencia islámica consiste en la Unicidad.

El monoteísmo islámico habla de un mundo que posee un Creador independiente de éste, comparable a una casa hecha por un constructor diferenciado de esta y distinto a ella. Según el Islam, el zuhd (desapego a lo mundano) es la base de la relación entre el hombre y los placeres terrenales. Este desapego es contemplado como la abstención de los placeres pasajeros de la vida mundanal para el encuentro con los eternos placeres de la otra vida. Aparte de esto nos topamos con una serie de normas prácticas simples de las cuales se encarga la jurisprudencia islámica (fiqh).

Según la opinión de este grupo la Unicidad (monoteísmo) de los gnósticos se trata de una idea que va mas allá del concepto de Unicidad Islámica, ya que la Unicidad gnóstica tiene que ver con la Unidad del Ser, es decir el concepto de que nada existe, excepto Dios, Sus inmanencias, Sus nombres, Sus atributos y Sus manifestaciones. Del mismo modo el camino espiritual místico va mas allá del concepto de desapego islámico porque en la gnosis islámica se plantean una serie de ideas tales como el amor a Dios, la aniquilación en Dios, la manifestación de Dios en el corazón del místico, etc., que no se encuentran dentro del significado de desapego islámico.

También la tarîqah gnóstica difiere de la sharî'ah islámica, considerando que en el camino místico existen elementos que no se encuentran dentro del fiqh (jurisprudencia islámica).

Este grupo considera que los bondadosos compañeros del Profeta (la paz sea con él y su desc.), quienes son considerados por los místicos y sufis como sus antecesores (pioneros de la gnosis) no fueron más que simples ascetas. Sus espíritus se encontraban alejados de todo tipo de vía espiritual y monoteísmo gnóstico. Eran hombres preocupados solo por la otra vida, olvidándose de los placeres mundanales. Lo que realmente gobernaba sus almas no era más que el miedo y la esperanza, miedo al castigo infernal y esperanza en la recompensa del paraíso.

En realidad esta teoría no puede ser aceptada bajo ningún punto de vista. Las primeras raíces islámicas son mucho más sustanciosas que lo que este grupo trata de suponer, ya sea por ignorancia o bien, intencionadamente, ya que ni el Monoteísmo Islámico es tan simple y falto de contenido, ni la espiritualidad del hombre en el Islam está supeditada a un simple concepto de desapego. Del mismo modo ni los compañeros del Profeta eran tal cual fueron calificados, ni las normas de conducta islámica están limitadas a las acciones de los miembros y las extremidades.

Nosotros en esta lección nos dedicamos a aclarar en forma general que las enseñanzas originales del Islam han podido ser objeto de inspiración de una serie de conocimientos profundos respecto de la gnosis tanto teórica como práctica. En cuanto al hecho de poder determinar en qué medida han podido aprovechar correctamente los místicos del Islam sus enseñanzas y que tanto se han desviado de estas es algo que sobrepasa los límites de esta corta y resumida investigación por lo que no entraremos en esos detalles.

El Generoso Corán cuando habla del Monoteísmo, en ningún momento compara a Dios y la creación, con una casa y su constructor. El Corán presenta a Dios como el Creador del Universo, al mismo tiempo que considera que su Ser se encuentra en todo lugar junto a todas las cosas:

"A donde quiera que os volváis, allí está la Faz de Dios." (La vaca: 115)

"Y nosotros estamos más cerca de él que ustedes." (El acontecimiento: 85)

"El es el Primero y el Último, el Exterior y el Interior." (El hierro: 3)

Y muchas otras aleyas de este tipo.

Es obvio que este tipo de aleyas invita a una reflexión y pensamiento del monoteísmo más profundo que el monoteísmo común. En un hadîz del Al Kâfî, se dice que Dios reveló los primeros versículos de la Sura el Hierro y la Sura Al Ijlâs porque sabía que al final de los tiempos aparecerá un grupo de hombres que analizarán profundamente la Unicidad.

En cuanto al camino espiritual y el transitar por las distintas etapas de la cercanía a Dios, hasta llegar al último grado, es suficiente considerar las aleyas que hablan acerca del encuentro con Dios, la conformidad de Dios y las aleyas que hablan acerca de la revelación y la inspiración, así como la comunicación oral de los ángeles con quienes no son profetas (por ejemplo la Virgen María) y especialmente las que se refieren al ascenso a los cielos del profeta.

En el Corán se habla del alma que incita al mal (ordenadora del mal), el alma reprobadora, el alma sosegada, el conocimiento emanado, el conocimiento infundado por Dios (adquirido) y la guía producto de la lucha con el ego:

"Y quienes luchen por nosotros, ciertamente les guiaremos hacia nuestros senderos"

(Corán: La Araña: 69)

 También en el Corán se menciona la purificación del alma, como una de las causas del éxito y el bien del hombre:

"…Bienaventurado quien la purifique. Decepcionado, empero quien la corrompa."

(Corán: El Sol: 9-10)

En otra parte del Corán repetidamente se recuerda el amor divino que va por encima de todos los otros amores y atracciones humanas. Se habla de la forma en que la totalidad de las partículas del universo alaban y glorifican a Dios, a tal punto que esto podría significar que los hombres, perfeccionando su profunda comprensión podrían percibir dicha alabanza y glorificación.

Además el Corán plantea la cuestión del soplo divino respecto de la naturaleza del ser humano.

Éstos y otros versículos son suficientes para ser la inspiración de la extensa espiritualidad respecto de Dios, el universo y el ser humano, en especial, lo que respecta a la relación del ser humano con Dios.

Tal como dijimos anteriormente no nos ocuparemos de hablar sobre la forma en que los místicos musulmanes han interpretado (aprovechado) estos tópicos, si lo han hecho correctamente o no. En este caso estamos hablando de los puntos de vista de aquellos grupos occidentales u occidentalizados que desean definir al Islam, como falto de contenido espiritual. Hablamos de la riqueza (científica, cultural y espiritual) que el Islam posee a través de la cual pudo servir de inspiración para el mundo islámico.

Si suponemos que los que son considerados gnósticos no han podido hacer un uso oportuno de esta riqueza, quienes no son conocidos con este título, si lo han podido hacer.

Además en las tradiciones, discursos, súplicas, argumentaciones islámicas y las biografías de las grandes personalidades educadas en el Islam se muestra que lo que se desarrollaba en los comienzos del Islam no era un simple ascetismo y adoración unidos a la esperanza de una recompensa y nada más. En ellos se proponen elevados conceptos. En las biografías de personalidades que han vivido en los comienzos del Islam, podemos ver diversos ejemplos de éxtasis y visiones espirituales, iluminaciones de corazón, intuiciones místicas y amor divino. A continuación nos referiremos a uno de éstos ejemplos.

En el Kâfi se narra que un día el Profeta luego de terminar el rezo del alba se topó con un joven pálido de ojos hundidos y cuerpo delgado. Mientras este se encontraba en un estado de desequilibrio absoluto, y casi sin darse cuenta de su propio estado el Profeta le pregunto:

¿Cómo amaneciste? (Como te encuentras).

Dijo: Amanecí en plena certeza.

¿Cuál es la señal de tu certeza?

Respondió: Mi certeza me ha transportado hacia la tristeza, me ha quitado el sueño durante las noches (permaneciendo despierto adorando a Dios), me ha dejado sediento durante el día (ayunando) y me ha alejado de la vida terrenal y de todo lo que en ella se encuentra, a tal punto, que es como si estuviera viendo el Trono del Señor preparado para hacer cuentas con los hombres (la contabilidad de sus acciones en el día del juicio final), luego de que todos han sido resucitados de sus tumbas, y estando yo entre ellos.

Es como si fuera que estoy viendo a los moradores del paraíso disfrutando en el, y a los del infierno sufriendo en el. Como si escuchara con estos mismos oídos el fragor de las llamas del fuego.

El Profeta (la paz se con él y su desc.) se dirigió hacia sus compañeros y les dijo:

Esta persona es un siervo al cual Dios iluminó su corazón con la luz de la fe.

En ese momento le dijo al joven: Protege este estado y no permitas que te sea quitado.

El joven contestó: Suplica a Dios me otorgue el martirio. No pasó mucho tiempo hasta que el joven participara en una batalla que se desarrollo encontrando por fin allí su martirio.

Tanto la vida y estados del Profeta, como sus palabras y suplicas están llenas de entusiasmo y éxtasis espirituales, así como de señales místicas.

Son muchos los casos en donde los místicos han basado sus citas en súplicas del Profeta (la paz sea con él y su desc.).

Las palabras del Príncipe de los Creyentes 'Alî (P) -considerado por la mayoría de los místicos y sufís, como el primer eslabón en la cadena de maestros- han sido la inspiración de la espiritualidad y la sabiduría.

Nosotros señalaremos dos pasajes escritos en el Nahyul Balâgah:

En el sermón 220 del Nahyul Balâgah, (puede variar el número de sermón en otras ediciones) dice:

"Ciertamente Dios ha puesto su recuerdo como brillo de los corazones. Con Su ayuda, aquellos que estaban sordos al razonamiento, serán capaces de oír y comprender Sus órdenes. Quienes estaban ciegos a las realidades y la verdad, verán y se darán cuenta, del bien que enseña la religión, y aquellos que se comportaban como enemigos de Dios, se convertirán en obedientes y sumisos.

Durante cada parte de la historia humana y los intervalos entre los diferentes profetas, hubo hombres a quienes El reveló los secretos de la creación en forma de sabiduría y como resultado de un pensamiento hondo y profundo, oyeron los secretos divinos y vieron la luz divina".

En el sermón 218 (en traducción española de Nahyul Balâgah este pasaje se encuentra en el sermón 224) dice:

El (un fiel musulmán) mantuvo viva su mente y fresco su conocimiento, mató sus pasiones y abandonó la vida fácil, hasta que se redujo su peso y se volvió delgado y fatigado. Una luz divina le mostró el camino a la salvación y le dirigió hacia el. Y pasando a través de varias puertas, esta luz le llevó a la entrada de la paz y gozo eterno y a la morada de la salvación eterna. Sus pies son firmes con el sosiego de su cuerpo en un lugar seguro y de descanso a causa de aquello en donde ha utilizado su corazón y por haber complacido a su Señor.

Las súplicas islámicas, en especial las shiitas, son como tesoros de ciencia; los más excelsos pensamientos espirituales se encuentran en éstos, como por ejemplo los que vemos en súplicas como las de Kumail, la de Abu Hamza, la de Sha'banîîah, y las de Sahifatul Sayyadîîah.

Con la existencia de este tipo de fuentes, ¿acaso tenemos necesidad de buscar fuentes ajenas?

Este tipo de sucesos los encontramos en el movimiento social de protesta y oposición de Abû Dhar Al Gaffârî contra los tiranos de su época. Éste fue un gran opositor de la discriminación, el favoritismo, la opresión, la injusticia y la corrupción de su época, a tal punto que tuvo que soportar la tortura y exilio hasta morir en la lejanía y la soledad.

Un grupo de orientalistas se han preguntado quién ha sido el motivador de Abû Dhar, este grupo está en la búsqueda de algo ajeno al mundo del Islam como causa que promovió la conducta de Abû Dhar. George Yardaq, en su libro "El Imam 'Alî, la voz de la justicia humana" dice:

"A mí me extrañan este tipo de personas. Esto es como el ejemplo de quien se encuentra con un recipiente de agua frente a un río o a un mar y luego de reflexionar nos preguntemos en donde está la fuente de donde se obtuvo el agua. Es como buscar una justificación para tratar de encontrar una fuente de agua para ese recipiente sin tomar en cuenta el río o el mar. ¿De dónde ha podido inspirarse Abu Dhar, si no ha sido en el Islam? ¿Qué fuente más que el Islam ha podido ser motivo de inspiración de personas como Abu Dhar para levantarse en contra de tiranos como Mu'âûiah? "

Este tipo de casos lo encontramos en el tema de la gnosis, los orientalistas han tratado de buscar una fuente que no sea el Islam como la inspiradora de la espiritualidad mística, olvidándose de este gran mar.

¿Acaso podemos negar, todas estas fuentes más allá del Corán, los Hadices, los discursos, los debates, las súplicas y las historias, solo para aceptar las hipótesis de los orientalistas y sus seguidores orientales?

Por suerte, en este último tiempo han aparecido personas como el inglés Nicholson y el francés Masignon, que con sus extensas investigaciones en la mística islámica y habiendo sido aceptados por todos, han reconocido explícitamente que la fuente original de la mística islámica es el Corán y la Sunna.

Terminaremos esta lección con la cita de algunos pasajes de Nicholson.

El dice:

"Vemos en el Corán que dice: Dios es la luz de los cielos y la tierra. El es el Primero y el Último. No hay más Dios que El. Todo lo que está sobre ella (la tierra) perecerá. Insufle en el (el ser humano) de mi espíritu., Si, hemos creado al hombre y sabemos lo que su alma le susurra. Estamos más cerca del que su misma vena yugular. A donde quiera os volváis allí está la Faz de Dios. Aquel a quien Dios le niega la luz no dispone de luz alguna. Claramente la semilla y raíz del sufismo se encuentra en estas aleyas. Y el Corán no es tomado por los primeros sufíes como las palabras de Dios únicamente, sino que se considera como un medio de acercamiento a El también.

A través de la adoración y la profunda reflexión en las distintas partes del Corán, y especialmente en las misteriosas aleyas de la ascensión del Profeta a los cielos los místicos han tratado de reproducir en sí mismos los estados místicos del Profeta". (Extraído del libro "El legado del Islam", Pág. 84)

En otro lugar dice:

"Los principios de la Unidad (Uahdah) planteados en el sufismo han sido mencionados en el Corán más que en cualquier otro lado, al igual que lo que el mismo Profeta dice acerca de Dios cuando en uno de sus dichos menciona lo siguiente: "Cuando el siervo se acerca a Mí a través de las oraciones preferibles (y otros tipos de devoción) yo termino amándolo, y cuando esto ocurre me transformo en la oído a través del cual escucha, la vista a través de la cual ve, la lengua a través de la cual habla y la mano a través de la cual toma las cosas".

Tal como lo dijimos anteriormente acá no nos preocupa saber si, en verdad, los místicos y sufis han podido interpretar correctamente las fuentes a través de las cuales se inspiraron (para la formación de la gnosis), sino simplemente saber si dichas fuentes son tomadas de los textos islámicos o bien de fuentes ajenas al Islam.

Extraído del libro Misticismo Islámico; Editorial Elhame Shargh

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente

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