Por: Profesor Ayatola Murtada Mutahhari
Traducido por Sheij Suhail Assad
En esta lección nos gustaría presentar algunos de los términos utilizados por los místicos. Considerando que son muchos los términos empleados por ellos, muchas veces es difícil entender sus significados cuando no se tiene conocimiento de su terminología, lo cual lleva en algunas ocasiones a entender el significado contrario y esto suele ser una característica de la gnosis.
Se quiera o no, cada ciencia posee para sí una serie de términos especializados, y los conceptos que comúnmente son empleados por la gente no son suficientes para el entendimiento de sus significados. Y tal cual ocurre con todas las ciencias, en donde es establecida una terminología específica para cada una de ellas y la cual es manejada por sus especialistas, la gnosis no es una excepción a la regla. Además, los místicos no han creado una terminología especial solo por lo que acabamos de decir, sino también para cerrar la puerta a los no místicos a un entendimiento de su ciencia, ya que dicha terminología no podría ser entendida por ellos, por lo menos según creen los gnósticos. Es así que los místicos insisten en mantener en secreto sus asuntos, al contrario de lo que ocurre en el caso de otros especialistas tanto en las ciencias como en las artes. Y es por este mismo motivo que los términos místicos además de conformar una terminología especializada, tienen también una dimensión de misterio, la cual debe ser descubierta.
Además de los dos puntos anteriormente mencionados, existe un tercer punto que complica un tanto más la cuestión, y se trata del hecho de que algunos místicos (por lo menos los llamados malamatíes) suelen actuar de una manera ostentosa, pero en el sentido contrario, es decir en lugar de decir o hacer algo que agrade a la gente y por lo cual podrían ser alabados, actúan de manera tal que la gente los critiquen y denigren, con tal de no enorgullecerse ante ellos o ganar cierto renombre (lo cual sería reconocido como un gran defecto dentro del camino espiritual). Son similares a aquellos que tienen cebada pero aparentan tener trigo, con la diferencia de que éstos lo hacen al revés ya que tienen trigo pero aparentan tener cebada. Ellos quieren ser buenos ante Dios aunque la gente los considere malos.
Dicen que la mayoría de los místicos de Jurasân eran malamatíes y muchos creen que Hafedh también lo era. Muchos de los conceptos que Hafedh ha utilizado en sus poemas como por ejemplo los actos que conllevan a una mala fama aparente y un buen estado interior, se refieren a este tipo de corriente. Algunos tienen que ver con la absoluta despreocupación en cuanto a la gente, y no a Dios. Sin embargo en algunos lugares de su poesía puede encontrarse que el mismo Hafedh condenó duramente a aquellos que aparentan ser corruptos (ostentación en el sentido contrario), del mismo modo que criticó a los que ostentan ser sagrados.
Éste es uno de los temas en el que creen los místicos, por el cual se ganaron el repudio de los juristas, ya que la jurisprudencia islámica, del mismo modo que no permite la ostentación, a tal punto de considerarla un tipo de asociación (asociarle alguien a Dios en algún sentido), tampoco permite el aparentar ser corrupto ante la gente (en pro de no sentir orgullo de sí mismo) ya que el creyente no tiene derecho a denigrarse a sí mismo ante la sociedad. Muchos místicos también condenan este tipo de disciplina.
Lo que queremos decir es que el método "malamatî" utilizado por algunos místicos fue el que los llevó a mostrar lo contrario a sus intenciones y objetivos de una manera intencionada, lo cual provoco una dificultad aún mayor en la comprensión de sus ideas.
΄Abu al Qâsim Qoshaîrî, que es de los pioneros de la mística, escribe en su Risâla Qoshaîrîa que los gnósticos confunden intencionadamente a la gente con sus palabras, con tal de que el no especialista en la materia no pueda conocer sus estados, objetivos y condiciones, ya que éstos son incomprensibles para quien no es místico[1].
Son una gran cantidad los términos que se encuentran en la gnosis. Algunos de ellos tienen que ver con la gnosis teórica, es decir la cosmovisión mística y la explicación que la gnosis da acerca de la existencia. Éstos, son similares a los términos filosóficos, por lo cual son modernos. La totalidad o la gran mayoría de estos fueron propuestos por ΄Ibn 'Arabi, y su comprensión se hace bastante dificultosa. Algunos ejemplos de ellos son: La emanación más santa, la emanación santa, la existencia extendida, lo real de la creación, las cinco excelencias, la estación da la unidad, la estación de la unicidad, la estación de la ocultación de las ocultaciones y otros similares.
Otros se refieren a la parte práctica de la mística, es decir, las etapas del viaje espiritual. Es obvio que este tipo de terminología está más relacionado con el ser humano como el caso de la terminología psicológica, ética, y en realidad, es un tipo de psicología, digamos, psicología experimental. Según la creencia de los gnósticos, ni los filósofos, ni los psicólogos, ni los sociólogos, ni los especialistas en religiones, ni ningún otro estudioso tienen derecho a emitir un juicio en estas materias, ya que prácticamente, ninguno de estos ha podido profundizar en estas dimensiones y no han logrado entrometerse en los recovecos del alma desde cerca, con una visión presencial (como la de los místicos).
Estos términos son antiguos, contrariamente a lo que ocurre con los términos de la gnosis teórica, y por lo menos tienen sus antecedentes ya desde el siglo III de la hégira, es decir, desde los tiempos de Bâiazîd, Dhu NNûn y Yunaid.
A continuación enumeraremos algunos de estos términos, tal cual lo hicieron Qoshaîrî y otros:
1. El tiempo
En la lección anterior citamos este término según la visión de Avicena y ahora lo haremos desde las perspectivas de los místicos. En resumen, lo que Qoshairi dice del tiempo es que es un concepto relativo. Cada uno de los estados que se imponen ante el místico requieren una determinada conducta (cierta forma de actuar frente a dicho estado) y se llama "tiempo" a dicho estado, en el sentido de que requiere por parte del místico cierta toma de postura práctica. De todas maneras, es posible que ese mismo estado, en otro místico, requiera de un comportamiento diferente, y hasta puede ocurrir que el mismo místico en otras condiciones también deba tener otro proceder ante ese mismo estado. En resumen el "tiempo" de cada místico puede ser diferente según cada ocasión. Es así, que el místico debe conocer bien su "tiempo", es decir ser conocedor de los estados que descienden sobre él desde el mundo de lo oculto y saber cuál es su deber frente a ellos, al mismo tiempo que debe saber aprovechar su "tiempo". Por este mismo motivo el místico es conocido con el nombre de "Ibn al Uaqt": "Hijo del tiempo".
Rûmî dice al respecto: "Que sea el sufi un hijo del tiempo, porque una de las condiciones del camino es no decir mañana".
Este "tiempo" es el que aparece en la poesía persa como "dam" o "΄eishe naqd". Especialmente Hafedh ha hablado mucho acerca de aprovechar el "dam" o el "΄eishe naqd". Algunos, movidos por un interés personal, intentaron interpretar las palabras de Hafedh como una justificación a su corrupción y malas acciones, creyendo que lo que Hafedh había dicho era una invitación hacia el sumergirse en los placeres materiales, dejando de lado a Dios, al futuro y al devenir de uno. En pocas palabras, es eso mismo a lo que los europeos llamaron Epicureísmo.
La cuestión de aprovechar el "dam" o el "΄eishe naqd" es uno de los puntos en el que se basa el poema de Hafedh. Quizás indicó este concepto treinta o más veces en sus palabras. Es obvio, que la poesía de Hafedh, siguiendo la tradición de la literatura mística, en donde se habla en muchas ocasiones figurativa y simbólicamente (y no explícitamente) muestra párrafos en donde podría interpretarse como muestras de actos de corrupción, sin embargo muchos otros versos indican lo contrario.
Qoshaîrî dice: "El que llamen al sufi Hijo del tiempo tiene que ver con que el debe actuar en cada estado según lo que considere que es prioritario para el." También se ha dicho que "el tiempo" es una espada filosa (cortante), como queriendo significar que todo aquel que no lo aproveche será en su propio detrimento.
2 y 3. El Estado y La Estación espirituales
Uno de los términos muy divulgados entre los místicos son: el del "estado" y la "estación" espirituales. Lo que entra en el corazón del místico involuntariamente es llamado "estado", mientras que lo que el místico consigue por propia voluntad se lo denomina "estación". El "estado" suele pasar rápidamente, pero la "estación" es permanente. Se ha dicho que los "estados" son como un relámpago que ilumina potentemente pero que se apaga de inmediato.
En las anteriores lecciones habíamos citado la siguiente frase del Nahyul Balâgah:
"El (un fiel musulmán) mantuvo viva su mente y fresco su conocimiento, mató sus pasiones y abandonó la vida fácil, hasta que se redujo su peso y se volvió delgado y fatigado. Un rayo de luz Divino le mostró el camino a la salvación…"
Los místicos llaman a estos rayos de distintas maneras, según el grado de permanencia, brillo, rapidez, etc. Algunos de sus nombres son Laua'eh, Lauame' o Tauale' (astros, señales, brillos).
4 y 5. La contracción y la expansión (La congoja y la serenidad)
Estas dos palabras también tienen un significado especial según los místicos. La contracción (Qabd) significa la depresión del alma del místico y la expansión (Basd) tiene que ver con un estado de liberación del alma. Los místicos han hablado mucho acerca de la contracción y la expansión, así como de las causas de éstos.
6 y 7. Unión (síntesis) y Separación
Estos dos términos han sido muy utilizados por los místicos, Qoshaîr dice: "Lo que está relacionado al siervo y lo que éste consigue con su propio esfuerzo y es apto de su estatus de servidumbre, se llama separación (Farq), mientras lo que se relaciona a Dios como por ejemplo los lanzamientos Divinos (bendiciones, estados y demás) es llamado unión y síntesis (Yam'). Aquel a quien Dios acerca hacia El, a causa de su obediencia y devoción está en un estado de separación, mientras que el que es bendecido por el cuidado de Dios y Su favor, está en estado de Unión".
8 y 9. La ocultación (inconsciencia) y la presencia
La ocultación o estado de inconsciencia es lo que afecta al místico cuando se encuentra desconectado de lo que le rodea. En este estado el no es consciente de sí mismo ni lo que ocurre en su entorno.
El místico en este estado, está tan inmerso en su Señor, con su entera presencia que se olvida hasta de sí mismo. Es como si dijera "estoy tan ocupado en Ti, oh Faz paradisíaca que mi consciencia ya no me recuerda".
Es posible que en este estado, es decir en presencia ante el Señor e inconsciencia de sí mismo y de su alrededor, ocurran importantes sucesos sin que éste lo perciba. Los místicos han narrado al respecto, diversas leyendas fantasiosas.
Qoshaîrî escribe que cierta vez ΄Abû Hafs Nîshâbûrî (el herrero) que finalmente se vio obligado a dejar su profesión de herrero, se encontraba en su lugar taller trabajando, cuando una persona leyó para él una aleya del Corán, en ese momento un estado espiritual se apoderó de su corazón a tal punto de quedar inconsciente de sí mismo, sin darse cuenta metió la mano al fuego y sacó de él un hierro caliente; su empleado gritó: "¿Qué estás haciendo ΄Abû Hafs? " y desde ahí no volvió a trabajar en su oficio.
El también escribe que Shibillî se encontró cierta vez con Yunaîd que estaba sentado junto a su esposa. Su esposa quiso salir del lugar e irse a lo que Yunaîd respondió, siéntate, ya que Shibillî se encuentra en un estado de inconsciencia en el cual no te percibe y la esposa se sentó. Yunaîd empezó a hablar con Shibillî hasta que poco a poco éste comenzó a llorar. Fue ahí cuando Yunaîd le dijo a su esposa, ahora tápate ya Shibillî volvió a estar consciente.
Los místicos interpretan de esta misma manera el estado que desciende sobre los santos en los momentos de rezar, cuando caen en un estado de inconsciencia de la realidad. Luego explicaremos que existe un estado aún mayor a la ocultación, el cual recae sobre estos compañeros de Dios.
10, 11, 12 y 13. Degustación (Experiencia personal), bebida, satisfacción (saciar la sed), embriaguez
La degustación es probar algo. Los místicos creen que el conocimiento científico de algo no viene seguido de una atracción y encanto, ya que estos son posteriores a la degustación, tal como lo plantea Avicena al final de la sección ocho del "Al ΄Ishârât", cuando habla de este mismo tema.
Allí da el ejemplo del impotente, el cual, a causa de no poseer instinto sexual y haber probado su placer, nunca podrá sentir atracción hacia ello por más que se le describa su placer.
Por lo tanto, la degustación tiene que ver con la prueba del placer. La degustación gnóstica significa, la percepción presencial de los placeres producto de las manifestaciones e intuiciones. El concepto de probar en un comienzo es degustación, cuando este continúa, se le llama "bebida" (beber), al estímulo producido por ésta, se le denomina embriaguez y el saciarse completamente, es llamado satisfacción (Raî).
Los místicos consideran que lo que se obtiene a causa de la degustación no es "embriaguez" si no una "pseudo embriaguez", mientras que lo que se obtiene por la "bebida" es la verdadera embriaguez.
En cuanto al estado que se obtiene de la satisfacción, se trata de la lucidez (Sahû) o el despertar.
Es en alusión a este mismo tema que entre los términos de los místicos aparecen palabras como: vino.
14, 15 y 16. Anulación (Mahû), exterminio (Mahq) y lucidez (Sahû)
Es muy común encontrar palabras tales como la anulación y exterminio entre los dichos de los místicos. En cuanto a la anulación quiere significar la anulación del místico en su unión con Dios, es decir la aniquilación de sí mismo; algo así como decir que yo me he borrado en El (en unión con El) y de ahí en adelante ya no se ve a sí mismo como "yo", al igual que los demás.
Cuando dicha anulación llega al límite en donde los efectos de éste (yo), desaparecen se lo llama ¨exterminio¨ (Mahq). Tanto el Mahû, como el Mahq son superiores al estado de ¨ocultación.¨ La anulación y el exterminio son en sí aniquilación. Sin embargo el místico puede que se traslade de un estado de ¨aniquilación¨ a un estado de "permanencia" (Baqâ΄), sin significar esto un descenso hacia su primer estado, si no que encuentra un nuevo nivel denominado "la permanencia en Dios". Dicho estado que es superior a la anulación es el que llamamos exterminio.
Los místicos llaman a los lanzamientos (Divinos) que entran en el corazón, como "ingresos"(wâridât). Estos ingresos pueden darse como contracciones, expansiones, alegría, tristeza y en algunos casos en forma de mensaje oral o palabras, es decir, percibe como que alguien habla con él desde su propio interior. En dicho caso estos "ingresos" son llamados "ideas" (Jawâtir).
Dentro de las muchas cosas que los místicos hablaron acerca de las ideas, suelen decir que éstas pueden tener un origen "Misericordioso" (proveniente de Dios), satánicas, o egoístas.
Es por este motivo que las "ideas" pueden ser hasta peligrosas, ya que a causa de una desviación, Satanás, podría apoderarse del hombre, tal cual lo describe el Corán: "Ciertamente los demonios inspiran a sus amigos" (Corán, 6:121)
Dicen que los hombres de mayor grado espiritual (más perfectos) son los encargados de discernir entre las ideas misericordiosas (Divinas) y las satánicas. El criterio de discernimiento en este caso es saber qué ordenan y prohíben dichas ideas. Si estas órdenes y prohibiciones fueran contrarias a la ley canónica del Islam (Sharîah) con seguridad, estas serán satánicas.
"¿Tengo que informaros, sobre quien descienden los demonios?
Descienden sobre todo mentiroso, pecador" (Corán, 6:221-222)
18, 19 y 20. El corazón, el alma y el secreto (interior)
Los místicos se refieren a la dimensión interior del ser humano, algunas veces como "ego" (nafs), otras como "corazón" (qalb), "alma" (rûh) o "secreto" (sirr). Se lo llama espíritu cuando su interior es prisionero de los instintos y está gobernado por ellos, mientras que se llama corazón, cuando éste es utilizado para atesorar las ciencias Divinas. En cuanto al término alma, se llama así, al interior del ser humano, cuando se refleja en él, el amor Divino y si esta llega al nivel de contemplación mística (Shuhûd) es llamada "secreto" (sirr).
Extraído del libro Misticismo Islámico; Editorial Elhame Shargh
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[1] Risala Qoshaîrîa Pág.33