Alabado sea Dios, el Altísimo en Su Unicidad, el Único en Su Singularidad. Glorioso en Sus dominios y Magnánimo en los pilares de Su creación. Su conocimiento todo lo abarca, sin ocupar lugar ni desplazarse. Todo se encuentra bajo el dominio de Su poder y Su razón. Su grandeza y Su magnificencia no tienen límites Ha sido alabado eternamente y será alabado para siempre. Él es el origen y el principio y todo regresará a Él...
La carta de Imam Ali ( P) a su gorbernador de Egipto, es unos de los más grandes textos didácticos sobre el arte del buen  gobierno que se hayan escrito.Esta epístola se encamina a lograr un gobierno pletórico de justicia, autodominio de las bajas pasiones que proboca la posesión del poder y el logro de una ética espiritual , además de aconsejar el conocimiento de la historia como medio para lograr la compresión del destino de grandes imperios y reinos hoy inexistentes , como metáfora lo  efímero del poder terrenal. Este texto es desconocido en gran medida por los historiadores ,sociólogos y estudiosos de la historia de las ciencias políticas de occidente que sólo validan textos como ""La República"" de Platón y ""El Príncipe"" de Maquiavelo desconociendo obras como la que presentamos acontinuación.
Una persona llamada Abu Qurrah llegó ante el Imam Ridâ (la paz sea con él)y le preguntó sobre distintos temas, hasta que el debate llegó al asunto del monoteísmo y este hombre le preguntó: - ¿Dónde se halla Dios?- La palabra ""donde"" implica un lugar y preguntar ¿Dónde está tal cosa? es la pregunta de un presente acerca de un ausente. Como cuando entro a la casa de un amigo y al no verlo, pregunto: ¿Dónde está fulano? Pero Dios Altísimo no está ausente. Nadie llega a Él pero Él está presente en todos los lugares. Él es el Creador y Administrador del mundo. El Constructor y Protector de los cielos y de la Tierra...
Al-lah es un ser ilimitado perfecto en todo aspecto. Crear (dar la existencia) es munificencia (Yamāl) y Al-lah (s.w.t) es munificente. Su munificencia demanda que conceda la existencia a todo aquello digno de ser creado. Por lo tanto, Al-lah (s.w.t) creó porque es munificente. En otras palabras, el objetivo y motivo detrás de la creación yace en el atributo de la Munificencia. Puesto que los atributos de esencia de Al-lah (s.w.t) no son ajenos a Su Esencia, podemos concluir que el objetivo de la creación es la esencia de Al-lah (s.w.t).
El ayuno por sí mismo tiene efecto en el cuerpo y el alma del ser humano, y es uno de los favores de la misericordia de Allah que permite beneficiarse a todos, ricos o pobres, por igual. Pero si este acto de culto se realiza acompañado de un sentimiento espiritual y moral correctos, sin duda el resultado del ayuno será mucho más efectivo en el propósito de acercar al ser humano a la perfección. Por ello el ayuno de una persona común es diferente al de alguien que cruzó los diversos grados de abstinencia y perfección humana, y ha obtenido la moral Divina.
El Profeta Muhammad (PB) trajo una nueva Ley, mientras que la misión del duodécimo Imam es la revelación del sentido oculto. Es por ello que en todo creyente acontece la gesta de una espera interior, dentro de su corazón se realizan los preparativos para recibir al Esperado, allí es donde irá a buscarlo. Si su corazón no está listo para agasajarle no lo dejará entrar encontrándolo como un extraño, pero si su corazón es educado en la espera, tendiendo hacia el bien al otro y en la batalla sucesiva sea contra las enfermedades que se sedimentan en su interior como las injusticias que acontecen en lo exterior, le reconocerá de inmediato y abrirá con gozo las puertas de su ser. El siguiente artículo nos habla de la espera del Imam del Tiempo.
Los principales de los Nombres y Atributos de Dios han sido mencionados en este versículo. Los grados más altos de todas las vir­tudes y de todas las excelencias pertenecen a Dios. Por ejemplo, la fa­cultad y la capacidad para hacer cosas es una buena cualidad. Dios es el más capaz y el más eficiente y puede hacer cualquier cosa. Dice el Corán:“Seguramente Dios puede hacer todas las cosas” (29:20)
La libertad, desde el punto de vista de la religión puede estudiarse bajo dos títulos: La libertad espiritual y la libertad sociopolítica. Según la perspectiva espiritual, la esencia del hombre o su ser inmaterial está libre de corporalidad, materialidad y de rasgos materiales. Siente nostalgia por su lugar de origen, la dimensión del Dominio y el mundo espiritual. Pero debido a la adherencia de su alma al cuerpo, se regocija con los asuntos materiales mundanales. El hombre no tiene opción excepto buscar la perfección por medio de los medios que este mundo le permite, porque este mundo es el campo de siembra para la otra vida. Sin embargo, la mayoría de la gente tiende a ver al mundo como si fuese algo independiente e ignoran su verdadero valor, el cual está relacionado con la otra vida. Es por eso que son atrapados por las frivolidades y placeres triviales y estos les impiden ascender a niveles de perfección.
La creencia en la existencia de Dios Creador del mundo, como hemos visto, constituye la base de la religión y es la diferencia fundamental entre la cosmo­visión religiosa y la materialista. Por eso, la primera cuestión con que se enfrenta el buscador de la verdad y a la que debe encontrar una respuesta correcta, es si existe Dios o no. Para encontrar dicha respuesta debe, como hemos explicado en la lección anterior, utilizar la razón hasta alcanzar un resultado definitivo, sea éste positivo o negativo.
EL Islam considera este mundo con toda su grandeza, vastedad y maravillas y todas las interconexiones entre sus distintos fe­nómenos, como una realidad homogénea dependiente de otra Realidad que es Independiente, Soberana y Suprema. A esta Realidad independiente llamamos Dios. Al igual que todas las otras realidades imperceptibles, Él es reconocido por Sus signos perceptibles. Es a través de estos signos que obtenemos un conocimiento fructífero y valioso de Él.