¿Por qué el ser humano necesita tener un Profeta o mensajero de Dios? El hombre está dotado con habilidades mentales, mediante las cuales puede distinguir entre lo bueno y lo malo. Uno puede decir que no hay necesidad de una guía divina para que nos diga qué hacer o qué no hacer. El promedio individual es capaz de conducirse así mismo, sensatamente, así que se puede tratar con otros y con su propia familia de una manera racional, sin la necesidad de una ley divina. Este artículo da continuidad a este excelente diálogo interrreligioso.
…‘Al·lâmah Amînî cita los nombres de ciento diez Compañeros del Profeta, ochenta y cuatro Tâbi‘în (Compañeros de los Compañeros) y de trescientos sesenta sabios y narradores de hadices de Ahl-us Sunnah que citaron el Hadîz en sus libros, con todas las características y explicaciones de la situación y condición de sus narradores: cincuenta y seis sabios del siglo II de la hégira, noventa y dos del siglo III, cuarenta y tres del siglo IV, veinticuatro del siglo V, veinte del siglo VI, veintiuno del siglo VII, dieciocho del siglo VIII, dieciséis del siglo IX, catorce del siglo X, doce del siglo XI, trece del siglo XII, doce del siglo XIII y diecinueve del siglo XIV.
“Imponeos el silencio, la paciencia, y la veracidad y apartaos de la gente del mal. Absteneos de las palabras falsas y de la mentira, de calumniar. Y debéis comportaros con calma, solemnidad, humildad, sumisión…”
...La hora de la mubahala llegó. El día anterior el Profeta y la delegación habían acordado realizarla en un sitio desértico, lejano a la ciudad. De entre todos los musulmanes y parientes el Enviado de Dios sólo eligió cuatro personas. Ellas eran Alí, Fátima, Hasan y Husain. Salvo ellos nadie más lo acompañaría, puesto que no existían almas más puras y firmes en la fe que las de ellos cuatro Muhammad atravesó la distancia entre su casa y el sitio designado con especial esplendor, cargando al Husain en sus brazos y tomando de la mano a Hasan. Fátima y Alí lo seguían. Les había dicho: “Cuando yo pronuncie mis palabras ustedes agreguen ‘Amín’ (Así sea)”...
Monoteísmo significa la creencia en la Unidad de Dios en todos los conceptos. Él es Uno en esencia. Él es el Único Creador. Él es el Único que dirige el mundo. Solamente El merece la adoración y veneración. Y Él es Uno en muchos otros aspectos. La mayoría de los versículos del Corán sobre esta materia enfatizan la Unidad de Dios con respecto a la Creación, las órdenes (la dirección del mundo) y el culto. Primero llaman la atención del hombre al hecho de que solamente Dios es el Creador del mundo. Solamente Él tiene la autoridad soberana sobre el mismo. Luego extraen la conclusión de que solamente El merece ser adorado.
Las oscuras nubes de la ignorancia se habían abatido sobre Arabia. La iniquidad y maldad generalizadas, las guerras sangrientas, el incremento del saqueo y la matanza de las hijas mujeres, habían extinguido casi por completo las cualidades morales de ese pueblo. La sociedad árabe estaba pasando por el período más oscuro y triste de su historia.
Ningún escritor, no importa lo hábil que sea describiendo los minutos de la historia y analizando los eventos puede describir, exacta y profundamente el desastre y la sedición que atacó a la nación islámica después de la partida de profeta como ha sido descrita por el Corán en la siguiente aleya:Muhammad no es sino un enviado, antes del cual han pasado otros enviados. Si, pues muriera o le matarán ibais a volver atrás quien se vuelva atrás no causará ningún daño a Dios y Dios retribuirá a los agradecidos.” (Corán 3:144)Desde el mismo momento en el que el Profeta (PB) falleció y aún no había sido enterrado, serios desacuerdos tuvieron lugar entre los musulmanes. Debido se establecieron diferentes grupos luego de la muerte del Profeta (PB). Los siguientes son algunos de estos:...
Como su nombre lo indica, esta sura se refiere a la Unicidad de Dios, comprendida en tan sólo cuatro breves aleyas.Su descripción es tan grandiosa, que no requiere en absoluto de ningún agregado. Relató Imam As-Sâdeq (P), respecto a la ocasión de su revelación, que los judíos habían rogado al Profeta (PB) que les describiera a Dios. Él mismo aguardó durante tres días, que la respuesta le fuera revelada. La Sura al-Ijlâs, es el capítulo que refuta el interrogante hecho al Profeta (PB).
La carta de Imam Ali( P) a su gorbernador de Egipto, es unos de los más grandes textos didácticos sobre el arte del buen gobierno que se hayan escrito. Esta epístola se encamina a lograr un gobierno pletórico de justicia, autodominio de las bajas pasiones que provoca la posesión del poder y el logro de una ética espiritual, además de aconsejar el conocimiento de la historia como medio para lograr la compresión del destino de grandes imperios y reinos hoy inexistentes, como metáfora lo efímero del poder terrenal. Este texto es desconocido en gran medida por los historiadores, sociólogos y estudiosos de la historia de las ciencias políticas de occidente que sólo validan textos como ""La República"" de Platón y ""El Príncipe"" de Maquiavelo desconociendo obras como la que presentamos acontinuación.
Cuando nació el fundador del monoteísmo Babilonia estaba gobernada por Nimrod Ibn Canaan, idólatra empedernido y megalómano hasta el punto de considerarse el dios del universo y gran difusor en su pueblo de falsas supersticiones. El principal arsenal de que se valía Nimrod lo constituía un grupo de astrólogos y adivinos quienes (con su apoyo) fortalecían su gobierno. Nimrod vivía inmerso en un mar de supersticiones. Cierto día, mientras se encontraba en medio de una de sus tantas orgías, lo interrumpieron los astrólogos para darle la primera señal de alarma: “Tu reinado está próximo a ser destruido por un babilónico”.
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