“No está permitido comercializar productos israelíes ni (comprometerse con) las empresas que estamos seguros respaldarán efectivamente a “Israel”; es decir que "Todo trato comercial que beneficie al régimen israelí está prohibido".
EL Profeta Muhammad (P.B.D) según historiadores y testigos era analfabeto, por lo tanto era imposible que haya escrito un texto divino, al respecto ponemos a consideración algunos argumentos que demuestran este pensamiento errado. Primero: Muhammad (PBD) hubiese naturalmente omitido del Corán aquellos versos que pudiesen perjudicar sus ambiciones; pero no lo hizo así.
En el Islam, el término árabe futuwwat, que la historiografía occidental ha traducido por «caballería», estaba dotado de una subyacente dimensión religiosa, y aún mística, y revelaba antes que nada un estado espiritual. La «caballería» islámica, por consiguiente no constituía una orden como los templarios u hospitalarios, ni debe entenderse, al igual que en la Europa medieval, como una institución ligada al feudalismo, ya que no era sino una virtud característica de la ciudad o estado islámico «ideal» explicado por al-Farabí, Averroes y otros sabios musulmanes.
El papel de la mujer dentro de la religión llegó a estar tan sumido en la desgracia que se cuestionó por parte de algunos sínodos cristianos la presencia del alma en sus cuerpos, en abierta oposición al sentido de las escrituras y de las palabras de Jesús (P), lo que dio por sentado que la superación de la misma no era más que una pérdida de tiempo. Conforme a la tradición islámica, muchos de los antiguos conceptos del Dios Padre fueron dejados atrás, lo que resultó molesto para comunidades acostumbradas a ver a Dios de una manera masculina...
El espiritismo, la práctica de comunicarse con los espíritus de los muertos, alcanzó su mayor auge durante el siglo XIX en que se convirtió en una disciplina codificada. Numerosas personalidades en todo el mundo han observado la posibilidad de tal comunicación, que puede ser considerada una de las pruebas vivas sobre la autonomía e inmortalidad del espíritu.
La cristianización de Roma y con esto la consolidación del dominio papal, trajeron aparejados la expansión de las ideas judeo-cristianas y el triunfo de una sociedad patriarcal. La figura del hombre como centro del mundo se entronizó, dejando a un lado, no solo a la mujer, sino también el carácter femenino de la Existencia.
El Gran Profeta Muham­mad (BP) falleció en los comienzos del año XI de la héjira lunar, luego de veintitrés años de esfuerzo en el camino de anunciar la sharî‘ah o ley islámica.Con el fallecimiento del Gran Profeta (BP), concluyó la Revela­ción, y se selló la profecía, y de esa manera no hubo ni habrá más profeta después de él, ni otra ley divina después de la suya; sin embargo, los debe­res y obligaciones que pesaban sobre los hombros del Profeta Muhammad (BP), a excepción de lo concerniente a recibir Reve­lación y su anunciación, ob­viamente no concluyeron.
Ningún escritor, no importa lo hábil que sea describiendo los minutos de la historia y analizando los eventos puede describir, exacta y profundamente el desastre y la sedición que atacó a la nación islámica después de la partida de profeta como ha sido descrita por el Corán en la siguiente aleya:Muhammad no es sino un enviado, antes del cual han pasado otros enviados. Si, pues muriera o le matarán ibais a volver atrás quien se vuelva atrás no causará ningún daño a Dios y Dios retribuirá a los agradecidos.” (Corán 3:144)Desde el mismo momento en el que el Profeta (PB) falleció y aún no había sido enterrado, serios desacuerdos tuvieron lugar entre los musulmanes. Debido se establecieron diferentes grupos luego de la muerte del Profeta (PB). Los siguientes son algunos de estos:...
El Imam Mahdi (P), al que generalmente se lo menciona bajo el título de Imam-l Asr (el Imam del "Período") o Sahib Al-Zaman (el Señor de la Época), es el hijo del undécimo Imam Hasan al Askari, la paz sea con ambos, nació en Samarra el año 255 H. (869 d. C.) y vivió hasta que su padre fue martirizado el año 260 H., siendo cuidado y tutelado por su progenitor.
Cada creyente debe cumplir sus obligaciones espirituales, las mismás que no solo obedecen a estos axiomas, sino que van en concomitancia con sus acciones como , dormir, caminar, comer; etc.…, en ese sentido un principio elemental es la obediencia a Dios y cuando esa fuerza superior ordena no cometer cierto acto, los creyentes deben abstenerse de realizarlo; así por ejemplo manifiesta el Sagrado Corán en la Sura 33 Aleya 36: "Cuando Dios y Su Enviado han decidido un asunto, ni el creyente, ni la creyente tienen ya opción en ese asunto. Quien desobedece a Dios y a su Enviado está evidentemente extraviado".

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