Arbain 2020: El compromiso moral, ético, revolucionario y espiritual de los creyentes

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

“Yo veo en la muerte, solo felicidad, y en el vivir con un tirano, solo desdicha”, decía el Imam Hussein (P) hace 1400 años. Sin lugar a dudas, el levantamiento de Ashura constata una importante característica en la importancia y el énfasis en mantener viva la memoria de los mártires de Karbala, aquella filosofía trascendente del martirio del “Señor de los Mártires y los trágicos acontecimientos que la acompañaron; pues la épica de Karbala simboliza un movimiento, una lucha que nunca terminará ya que es un ejemplo vivo y manifiesto ante el mundo en contra de todo tipo de opresión, de tiranía, de discriminación, de injusticia en contra de los más oprimidos constituyéndose hoy y para siempre en un  legado manifiesto y categórico para la humanidad.

Asimismo, en el plano antiimperialista y anti sionista muchos países la han tomado como modelo de lucha y resistencia, por ejemplo la República Islámica de Irán cristalizó la misma, en su normas constitucionales, tal cual reza  el art. 152 cuando declara que  “La política exterior de la República Islámica de Irán se basa en la negación de toda dominación o sometimiento a ésta, la salvaguarda de la independencia en todos sus aspectos, la integridad territorial del país, la defensa de los derechos de todos los musulmanes y la no alineación con las potencias dominantes; así como en las relaciones pacíficas recíprocas con los Estados no beligerantes.” Pero la lucha no solo se limita a su territorio sino en otros donde se los requiera, pues la República Islámica “respalda la justa lucha de los desheredados frente a los arrogantes en cualquier parte del mundo”. (Art. 154 Constitución Iraní)

El "Señor de los Mártires, dejó escrito en la memoria de todos, que “Morir con honor y gloria es mejor que vivir con humillación”, ya que debemos recordar que este gran siervo de Dios se sublevó junto a sus 72 hombres contra la dictadura de Yazid hijo de Muawiyya, en una batalla no proporcional, enfrentándose a un ejército de 40.000 hombres, ese valor, ese coraje es digno de admiración, porque la revolución que inició continúa viva en favor de los más débiles del mundo.

El amor y el recuerdo hoy en pleno siglo XXI continua, siendo una muestra de ello, la peregrinación y la  Zyārat  de Arbain, que es el vigésimo día del mes de Safar del calendario lunar y que marca los 40 días después del martirio del Imam Hussein (P), y la que representa la congregación religiosa cultural más grande del planeta, constatándose en un importante punto de inflexión en la civilización islámica; pues no solo musulmanes y musulmanas peregrinan sino otras creencias y religiones del mundo siendo la más concurrida, ya que más de 20 millones de personas provenientes de todas partes de la orbe viajaron a Karbalá para celebrar Arbain, el pasado año no solo los fieles de las religiones monoteístas, sino también los indios y los budistas; así como representantes del Vaticano, junto a grupos de autoridades cristianas iraquíes quienes recorrieron  un camino de un kilómetro hacia Karbala.

Estas fechas tan importantes como Arbain recobran la reflexión y el entendimiento de las enseñanzas del sacrificio en el camino de Dios, lo que hizo el Imam Hussein (P) al dejar todos sus bienes para emprender el camino de Dios, y aún en las últimas horas de la epopeya de Karbala, incluso cuando su bebé Alí Asghar fue asesinado en sus brazos, el Imam Hussein (P) dijo: “Esta calamidad también es fácil para mí, porque Dios me ve”, y sus últimas palabras fueron: “Señor con todas las dificultades y tragedias, yo obedezco tu orden”.

El camino de la resistencia ya comenzó a exportar este legado de quién fue el Imam Hussein, Ashura y Karbala, porque sólo conociendo su historia, la gente oprimida ve en su ejemplo la lucha contra el opresor; pues decía el Imam Husein (p) “Que la gente del mundo sepa que yo no soy un rebelde deseoso de la guerra, que no soy un corrupto ni un desobediente que busca una posición, como tampoco soy un opresor. No tengo tales propósitos. Mi levantamiento es de reforma. Yo me he revelado para reformar la nación de mi abuelo. Yo quiero ordenar lo bueno y prohibir lo malo.” Hussein (P)

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