Desenmarañando el misterio de Boko Haram (II)

Autor: Eric Draitser - Fuente: Rebelión

Aunque la implicación de Alemania en África no fue nunca tan profunda ni tan duradera como la de Francia, Gran Bretaña u otros imperios europeos, no es muy probable que alguien acuse a Alemania de quedarse atrás en lo que se refiere a imperialismo agresivo. Aunque el "reparto de África" del siglo XIX está desde hace mucho tiempo en el espejo retrovisor bien diseñado de Alemania, Berlín ha demostrado recientemente un cambio en sus compromisos en el continente; Alemania intenta ser un actor a nivel militar y, sobre todo, económico.

En un reciente documento político titulado Directrices Políticas para África del Gobierno Federal, el gobierno alemán señala que "el potencial de África se deriva de su desarrollo demográfico y del hecho de que es un inmenso mercado de futuro con fuerte crecimiento económico, ricos recursos naturales, un gran potencial para aumentar la producción agrícola y la seguridad alimentaria por sus propios esfuerzos... Los mercados africanos están desarrollándose dinámicamente y –más allá de las industrias extractivas- serán de interés creciente para las empresas alemanas" (recogido también aquí).

En esencia, Alemania considera a África en sentido general, y a África Occidental en sentido específico, como un importante mercado emergente que puede ser capitalizado por las corporaciones alemanas. Quizá sea por esto que la Cancillera Merkel ha reiterado el compromiso de Alemania para proporcionar ayuda militar en forma de apoyo financiero, entrenamiento, logística, vigilancia, etc. para su socio desde hace tiempo en Ghana. Y es a través de la mediación de Ghana que Alemania busca ampliar su presencia militar en la región. Tras un reciente encuentro en Alemania entre los dirigentes de los dos países, se informó en la página oficial del gabinete alemán en Internet en respuesta a la amenaza de Boko Haram:

"Angela Merkel apoyó la propuesta del Presidente de Ghana de fundar una fuerza de intervención regional africana... El Presidente de Ghana prometió que desplegaría las tropas de su país. El Bundeswehr las fuerzas del ejército alemán coopera con las fuerzas armadas de Ghana. En aras a la construcción de la paz y prevención de crisis, Alemania está trabajando para poner en marcha y estabilizar estructuras de seguridad regional, en parte a través del Centro de Formación para el Mantenimiento de la Paz Internacional Kofi Annan, que se fundó hace diez años con apoyo alemán. Alemania apoya también a Ghana en el establecimiento de un regimiento de ingenieros como parte de la planeada fuerza de intervención de la Unión Africana."

Está claro que Alemania ve en Ghana un socio viable a través del que puede conseguir presencia militar en la región. Utilizando como pretexto a Boko Haram, parece que una vez más la fuerza militar alemana, junto con la ayuda financiera, se utilizará para garantizar el acceso a todos los mercados importantes que Alemania desea tan desesperadamente.

También está claro el contexto más amplio. Alemania es la segunda mayor economía exportadora por detrás de China (excluyendo a la UE como economía única) y como tal, considera a China como su principal rival en la penetración de aquel mercado. No hace falta decir que, al igual que a Francia, a Alemania le preocupa que la hegemonía económica china en África Occidental pueda marginar a las empresas alemanas, obligándolas a ocupar el asiento trasero respecto a China. Y por tanto, al igual que su prima europea Francia, Alemania mira hacia su ejército y utiliza el pretexto del contraterrorismo para asegurar su propia posición económica.

El elefante imperialista en la cacharrería

Aunque Alemania y Francia tienen claras motivaciones económicas para expandir su presencia en África Occidental, la agenda de EEUU es mucho menos obvia. Aunque EEUU invierte mucho en total en África, casi no depende de las materias primas africanas o del mercado emergente como sus aliados europeos. Lo que realmente le preocupa a Washington es quedarse rezagado respecto a China en todo el continente.

Como la respetada profesora y experta en China Deborah Brautigam señalaba en su informe de 2013 "Chinese Investment in Africa": "Las importaciones y exportaciones chinas, el flujo de inversiones y la financiación de las exportaciones están creciendo cada vez más. Por ejemplo, el comercio entre China y África aumentó de 10.000 millones de dólares en el año 2000 a 166.300 millones en 2011... En 2012 los dirigentes chinos anunciaron un objetivo de 20.000 millones para financiar a los países africanos en 2015. Si se llevara a cabo, entre 6.000 y 7.000 millones de dólares fluirían de media cada año hacia África".

Las cifras de Brautigam ilustran el hecho de que, a pesar de estar aún un poco por debajo de la inversión total anual de EEUU en el continente (9.000 millones de dólares), China está desafiando con toda rapidez la hegemonía económica estadounidense en África. Al haber invertido en toda una variedad de sectores, desde la minería y el petróleo a las telecomunicaciones y la banca, China se ha convertido en una alternativa viable a las inversiones y ayudas de EEUU, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Naturalmente, esto ha molestado al establishment corporativo y político en EEUU, que ven en China una amenaza a su poder. Es precisamente este desafío de China lo que verdaderamente motiva la callada expansión de la presencia militar estadounidense en el continente, especialmente en África Occidental y el Sahel.

EEUU ha establecido una inmensa red de bases e instalaciones para aviones no tripulados por toda la región, aunque los oficiales del ejército se niegan a reconocer que las instalaciones sean algo más que "zonas temporales de tránsito" o algún otro vacuo eufemismo. Sin embargo, una simple mirada al mapa, combinada con los dispares informes aparecidos en diversos medios, pinta un cuadro mucho más insidioso acerca de lo que EEUU está haciendo.

Bajo los auspicios del AFRICOM, EEUU se halla presente en casi cada país importante de la región. En el Chad, que aparece de forma preeminente en la narrativa de Boko Haram, EEUU ha estacionado indefinidamente personal militar para buscar, aparentemente, a las niñas de Chibok. Sin embargo, el propio comunicado de prensa de la Casa Blanca revela un objetivo de mucho mayor alcance, a saber: "Ese personal apoyará las operaciones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de aviones para las misiones desplegadas sobre el norte de Nigeria y áreas circundantes". Traducción: EEUU tiene aviones no tripulados y otros medios de vigilancia cubriendo toda la cuenca del lago del Chad.

Aunque EEUU sólo admitió un pequeño contingente de soldados, la realidad es que hay muchas más fuerzas estadounidenses presentes en el Chad de una u otra manera. Quizá esto quede mejor ilustrado por el desconcertante hecho de que el Chad ha sido seleccionado para albergar los ejercicios militares Flintlock 2015 del AFRICOM, "que se iniciarán el 16 de febrero de 2015 en la capital, N'Djamena, con zonas remotas de avituallamiento en Níger, Nigeria, Camerún y Túnez, y que durarán hasta el 9 de marzo de 2015". ¿Enterados? El personal militar estadounidense estará dirigiendo maniobras por toda la región, con especial atención en los países de la cuenca del lago Chad. Pero la cosa no acaba ahí.

EEUU anunció en 2013 que estaba construyendo una importante base para aviones no tripulados en Níger. Como informaba el Washington Post:

"Los aviones no tripulados Predator en Níger... le facilitan al Pentágono un bastión estratégico en África Occidental... Níger tiene también fronteras con Libia y Nigeria, que están también luchando para contener movimientos armados extremistas... El Presidente nigeriano Issoufou Mahamadou dijo que su gobierno invitó a Washington a enviar aviones no tripulados de vigilancia porque estaba preocupado de que el país no pudiera defender sus fronteras de los combatientes islámicos que tenían bases en Mali, Libia o Nigeria... 'Damos la bienvenida a esos aviones", dijo Mahamadou... 'Nuestros países son como un ciego llevando a otro ciego'. Confiamos en países como Francia y EEUU. Necesitamos su cooperación para afianzar nuestra seguridad'."

Y ahí queda dolorosamente clara la conexión entre la implicación militar estadounidense y Boko Haram y otros grupos terroristas. EEUU explota cínicamente la inestabilidad en la región –una consecuencia directa de la guerra de la OTAN y EEUU contra Libia- para atrincherar aún más su potencia militar.

Como si fueran necesarias más pruebas de las intenciones estadounidenses, Marine Corps Times informaba en septiembre de 2014 de que: "El Cuerpo de Marines ha establecido tres nuevas zonas remotas de avituallamiento en Senegal, Ghana y Gabón que ayudarán a los marines a responder con mayor rapidez a las crisis africanas". Desde luego el AFRICOM y la burocracia militar no se refieren a esas instalaciones como "bases", sino como "instalaciones de seguridad cooperativa". Pero ese nombre cambia poco el hecho de que son instalaciones militares permanentes de EEUU en África Occidental.

Al parecer no hay ningún país en la región que se vea libre de la penetración militar estadounidense. El Washington Post informaba en 2012:

"Un enclave fundamental de la red de espionaje estadounidense puede encontrarse en Ouagadougou, la... capital de Burkina Faso... En función de un programa clasificado de vigilancia, denominado Creek Sand, docenas de contratistas y personal estadounidense han llegado a Ouagadougou en los últimos años para establecer una pequeña base aérea en la zona militar del aeropuerto internacional. Aviones-espías desarmados estadounidenses vuelan cientos de kilómetros hacia el norte hasta Mali, Mauritania y el Sahara."

Considerando todo lo expuesto, queda claro que EEUU ha establecido una inmensa estructura militar por todo África Occidental y el Sahel, mucho más grande de lo que se haya reconocido públicamente o incluso a nivel privado. Aparentemente, EEUU está levantando esta red de bases con objetivos contraterroristas, para enfrentar los desafíos a la seguridad generados por Boko Haram, Al-Qaida en el Magreb, y otros grupos. Sin embargo, los que somos algo menos crédulos y sentimos a menudo escepticismo sobre las intenciones de EEUU y su ejército, podemos ver claramente lo que Washington está haciendo.

La infraestructura militar, la vigilancia, la ayuda a los países de la región, etc., son parte de un intento coordinado de EEUU para controlar la creciente influencia de China en la región. EEUU conoce perfectamente el hecho de que cada vez es más incapaz de competir con China en términos de inversión y comercio mutuamente beneficioso en el continente. Y, por tanto, EEUU recurre a su principal palanca de hegemonía: su ejército. Considerado bajo este prisma, el terrorismo no es tanto una amenaza como una ventana de oportunidades para consolidar el lugar de Washington como supremacía dominante en África.

Quizá lo más trágico es que el destino de las niñas de Chibok, junto con los inocentes de Baqa y otros muchos por todo el norte de Nigeria y la región, se ha convertido en una mera coletilla en el gran esquema del imperialismo en África. Sus vidas han devenido en moneda de cambio con la que jugar en beneficio de Francia, Alemania y, sobre todo EEUU.

Desde luego, hay que hacer chitón en todo lo que se refiere a las verdades incómodas. "Aquí no ha pasado nada", nos dicen nuestros valientes medios de comunicación. Por desgracia y de forma innegable, esto es así para la inmensa mayoría de los occidentales; piensan sencillamente que no hay nada digno de ver.
Eric Draitser es el fundador de StopImperialism.com. Es un analista geopolítico independiente que vive en la ciudad de Nueva York.

 

Fuente: Rebelión; Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

Article_image
Article_rate
No votes yet