Día del descubrimiento de América, 12 de Octubre de 1492:
523 años de la hegemonía económica y cultural de Occidente, a través de la “globalización” económica neoliberal e informática
“Una religión que no estipula la guerra contra la opresión, es una religión incompleta”
Imam Jomeini
Sdenka Saavedra Alfaro[1]
El 12 de Octubre de 1492, fecha que es celebrada con gran júbilo por muchos españoles y personas que desconocen el verdadero significado de su existencia, mal llamado día de la hispanidad o como el día de la raza, o el día de la fiesta nacional de España; etc…
Pero lo que muchos de ellos desconocen o quieren hacerlo, al margen de su uso manipulado que el estado español le ha dado, es que esta fecha simboliza el inicio de la explotación y miseria de todo el Continente Americano; es decir de toda Abya Yala[2], a través del saqueo y devastación europea, imponiendo incluso sus ideas devastadoras, su religión y toda su maraña nefasta de maniobras, porque la etnicidad de la pobreza que hoy perdura no sólo es un hecho evidente, sino que además refleja una tendencia que ya había señalado el mismo Carlos Marx: “La ideas de los dominadores son las ideas dominantes”[3], o dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es al mismo tiempo, su poder espiritual dominante.
Así pues; el 12 de Octubre de 1492, los navíos españoles capitaneados por Cristóbal Colón, que luego demostraría sus dotes de mando y esclavismo explotador, como lo señala G. Fiscer[4]:
…”junto a Juan de la Cosa y los hermanos Vicente Yañez y Martín Alonso Pinzón; llegaron a las caribeñas costas de Guanhaní, dato no muy preciso, ya que existe la posibilidad de que desembarcasen más al sur, en las costas de Cayo Samaná”, donde los nativos de Abya Yala, mal llamados indios o americanos contemplaron por primera vez las cruces y estandartes de los desconocidos occidentales; ignorando en ese primer momento el desastre que este hecho iba suponer para su civilización.
“El “indio” o bien es declarado sub-humano (un animal sin alma), o bien puede convertirse y ser convertido en cristiano (y por lo tanto será “como nosotros”), tal como dice una expresión conocida de la Conquista: “Sólo un indio muerto es un buen indio”, sólo una alteridad negada (conquistada, alienada, asesinada), sirve para el gran proyecto universalista de Occidente”.[5]
Tal como se está comprobando las y los indígenas de Abya Yala sólo podían ser cristianos/as, a través de la circuncisión occidental; es decir fueron sometidos a una religión tan distinta a la que ellos practicaban, y además a unas filosofías, pensamientos, leyes tan lejanos a la de ellos, y obviamente quien no lo haría era asesinado[6]o sometido a trabajos forzados.
Después iniciada la colonización, conquista y expolio más vergonzoso de la historia, los españoles se dedicaron al robo de las joyas y objetos de valor que poseían los indígenas, que al agotarse, continuaron con el saqueo de las minas de metales preciosos, explotadas mediante el trabajo forzoso de una población indígena esclavizada que pronto registró un empeoramiento de su nivel de vida, reflejado en un incremento muy pronunciado de la tasa de mortalidad en un corto período de tiempo.
De acuerdo al informe de la Organización Survival Internacional[7], en 1492 existían aproximadamente 90 millones de indígenas viviendo en Abya Yala (66,5 millones en Sudamérica, 13,5 en América Central y 10 millones en Norteamérica. Cien años más tarde el equilibrio demográfico se había roto de tal manera a consecuencia de los trabajos forzados, las guerras, las enfermedades y las matanzas, que los habitantes indígenas de Sudamérica se habían reducido en 40 millones de personas.
En 1652, los 13,5 millones de indígenas Centroamericanos se habían transformado en 540.000 y en 1692 en el segundo centenario del desembarco Europeo en Abya Yala, la población indígena total superaba los 4,5 millones de habitantes.
Comprobamos que lo que ocurrió hace 523 años fue un total genocidio humano, fruto de mentalidades de gente opresora, imperialista que no toleraban otras culturas diferentes, ni otros idiomas, ni formas de pensar, sino sólo la de ellos, la de los dominantes contra los oprimidos, estos últimos, los que poseen y continuarán teniendo su riqueza cultural identitaria de sabiduría existente propia de los pueblos originarios.
También se usaron otros sistemas de control de la población indígena, como el repartimiento, con trabajo forzado por turnos, donde se reclutaba a la fuerza a los indígenas de los pueblos o aldeas, para llevar a cabo trabajos en las haciendas, o los sometidos a una especie de esclavitud oculta denominada por los nativos Yanaconazgo o Yanaconaje[8], igual a efectuar servicios personales para el patrón noble, entre los que se contaban también los requerimientos sexuales.
Y no sólo se contentaron con su esclavismo y muerte, sino también estos vándalos sedientos de riquezas saquearon todo cuanto pudieron, la gestión de las tierras nuevas y su explotación económica estuvo presidida por la transferencia permanente de recursos hacia la Metrópolis, ya que no cesaría durante toda la dominación europea, como lo señaló Pedro Voltes[9].
Durante el período 1505-1660 las remesas totales de metales preciosos embarcados desde América hacia España alcanzaban los 181.333 kilos de oro y 16.886.815 kilos de plata; según la constancia oficial registrada en los libros de cuenta y razón y cargo y data de la Casa de Contratación. Indudablemente, entre estos datos no se cuentan las cargas de los navíos clandestinos que no figuraban en los listados de navegación de la Casa de Contratación; ni las inversiones realizadas por los nobles y burgueses españoles en castillos y mansiones en el propio territorio americano[10].
Es así que lo que ocurrió hace 523 años con el continente americano, se perpetúa hoy día mediante la hegemonía económica y cultural de Occidente, a través de la “globalización” económica neoliberal e informática, sustentada y fomentada en parte por la filosofía postmoderna, así como lo menciona Estermann[11], porque también su legado es la extrema pobreza en la que continúa Abya Yala.
“De las 100 millones personas latinoamericanas que tienen que vivir con un dólar por día, un 80% pertenece a la población nativa y mestiza, tiene color moreno o negro y vive en el campo o en las grandes barriadas o villas urbanas. Muchas y muchos que sufren de hambre y viven en la miseria, tienen como lengua materna el nahua, aimara o quecha”.[12]
Y precisamente líderes como Evo Morales Ayma, primer Presidente Indígena, contemplan dentro sus objetivos, como pilar fundamental la lucha contra toda opresión imperialista de toda estirpe defendiendo a las 36 naciones originarias del estado Plurinacional de Bolivia; así como a su cultura, su identidad y toda su riqueza humana, al igual que otros líderes como del Ecuador, Rafael Correa, o como la propia Cristina Kishner de Argentina, o Daniel Ortega de Nicaragua, o como el propio Nicolás Maduro actual Presidente de Venezuela, seguidor del Comandante Hugo Chávez; quienes por propia misión tienen como meta librar la batalla anticolonialista opresora, a la que fueron sometidos por más de 500 años los indígenas originarios de Abya Yala, es decir América, los que deben crear proyectos y leyes para sacar adelante a sus países de la pobreza en la que se encuentran y por sobre todo la defensa de su riqueza cultural.
“La filosofía andina es preponderantemente, la epifanía sapiencial del “otro” en su condición de pobre, marginado, alienado, despojado y olvidado, pero desde la “gloria” de su riqueza humana, cultural y filosófica”.[13]
Entonces cómo podemos siquiera pensar en celebrar esta fecha tan nefasta como lo impusieron los españoles, esta fecha existe para recordarnos que existió un genocidio, un saqueo a nuestros hermanos indígenas originarios, a nuestros ancestros, y que debemos continuar adelante por el camino de la defensa de nuestra cosmovisión andina, de nuestra filosofía, de nuestros pueblos originarios, pensar de otra manera sería aniquilarnos.
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www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente
[1] Escritora, Periodista, Profesora e Investigadora Boliviana, miembro de la Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) La Paz-Bolivia.
[2] Abya Yala que significa “Tierra en plena madurez”, la elección de este nombre fue sugerida por el líder aimara Takir Mamani, quien propone que todos los indígenas hombres y mujeres lo utilicen en sus documentos y declaraciones orales, porque desde la conquista, el término “indio/a” se usa indistintamente para todos y todas los nativos/as del continente, desde Alaska hasta la Tierra del Fuego y surge el problema de cómo distinguir las y los “indios/as” de Abya Yala de las y los habitantes de la India (¿”indios”, “hindúes”, “índicos”?). Y por otro lado, la expresión “indio de la puna” por ejemplo, es un insulto para una persona sucia, no civilizada y bruta, sin que realmente sea runa/jaqi o campesino andino.
[3] C. Marx & F. Engels, Feverbach; “Oposición entre las concepciones Materialista e Idealista”; Digitalización: Mía, Julio-Septiembre 2001.
[4] G. Fiscer, “La verdadera cara del 12 de Octubre de 1942”; (12/10/2010).
[5] Estermann Josef; “Filosofía Andina, Sabiduría Indígena para un mundo nuevo”; 2da. Edición, ISEAT, La Paz-Bolivia, 2006.
[6] Bonfill Batalla Guillermo, “Identidad Étnica y movimientos Indios en América Latina”; Intermom, 1992.
[7] Informe “Indígenas de las Américas”; Survival Internacional; 2009.
[8] Cuena Boy Francisco, “Revista de estudios jurídicos”, “Yanaconazgo y derecho romano: ¿Una conjunción extravagante?”; 2006, XXVIII; 401-402.
[9] Voltes Pedro, “Dos mil años de Economía Española”; Planeta, Madrid-España, 1988.
[10] Ídem.
[11] Estermann Josef; “Filosofía Andina, Sabiduría Indígena para un mundo nuevo”; 2da. Edición, ISEAT, La Paz-Bolivia, 2006, págs. 9-10.
[12] Idem.
[13] Estermann Josef.