El lado oscuro de las redes sociales proclives al terrorismo y fundamentalismo

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Las redes sociales en la actualidad se han convertido en herramientas que favorecen la publicación de información, el aprendizaje autónomo, el trabajo en equipo, la comunicación, la retroalimentación, el acceso a otras redes afines y el contacto con expertos; entre otros elementos. Esto en el plano positivo, es decir si las utilizamos como aporte a la sociedad, sin un fin de daño a la humanidad; viéndolo así Gómez, Roses & Frías[2] nos hablan de la importancia de las redes sociales en el ámbito académico:

“En el siglo XXI, en la “era digital”, las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, web 2.0, han permeado los procesos de enseñanza-aprendizaje, dando lugar a una construcción del conocimiento, a partir de la interacción entre el estudiante y el profesor, y entre ellos mismos, potenciando el trabajo en grupos, la autonomía y la toma de decisiones; ya que el aprendizaje pasa de ser una construcción individual, a ser una construcción social, mediante el uso de las herramientas colaborativas como: el blog, los wikis, el twitter, el facebook; etc…, siempre y cuando tengan la posibilidad de crear redes cerradas conformadas por grupos que puedan convertirse en comunidades de práctica o aprendizaje”.[3]

También en este aspecto no dañino son utilizadas  en aplicaciones médicas, en investigaciones penales y jurídicas; así como para el bien social. No debemos olvidar que internet es una tecnología antigua, que fue creada en 1969, pero lo más importante es que también es un producto cultural, que se organizó a partir de los valores como la libertad y la autonomía[4] y es así que con estos principios se crearon espacios orientados hacia fines autónomos de las plataformas y herramientas que ofrece internet; fuera de los partidos políticos, el Estado, las empresas; etc…que han sido aprovechadas muy bien por los movimientos sociales en la actualidad donde los actores son colectivos, sin papeles, sin jerarquías. Las redes de internet no tienen límites de tiempo y espacio, pudiendo reconfigurarse constantemente.

De ahí que como lo menciona Marc Goodman[5], en el lado oscuro de las tecnologías de información[6], es que si bien las tecnologías han abierto al mundo un sinfín de oportunidades como lo hemos mencionado; esta apertura puede tener consecuencias negativas y no deseadas, como la utilización de estas herramientas por terroristas y/o criminales y ya estaríamos hablando de la delincuencia cibernética y el terrorismo cibernético, como efectos perjudiciales del progreso tecnológico.

Otra visión casi de película respecto a la utilización de los nuevos medios de tecnología de información, “Visión de los crímenes del futuro” en palabras de Goodman; es ver cómo los criminales y los terroristas han utilizado estos medios de información para llevar a cabo sus ataques terroristas, que los emplean no sólo para aglutinar gente a sus filas, como lo hace el EI (Estado Islámico) o el ISIS; sino también para identificar víctimas y asesinarlas.

Como lo sabemos estos grupos terroristas extremistas, como por ejemplo el Estado Islámico tiene su estrategia de crear un movimiento fundamentalista mundial, (es decir un nuevo “califato”), gracias al efecto multiplicador de las redes sociales de internet; por eso es que han conseguido movilizar miles de jóvenes de múltiples países, la mayoría europeos, y según Lorenzo Vidino entre 2.500 y 3.000 occidentales forman parte del grupo terrorista[7].

“Terroristas del EI utilizan las redes sociales para justificar las masacres, presentan a Irak como un paraíso y contar la guerra como si fuera un video juego; esa es la estrategia 2.0 de los yihadistas islámicos para reclutar jóvenes europeos”[8].

También vemos la existencia de revistas que se propagan por internet como “Informe del Estado Islámico” o “Califato 2”, siendo Twitter el altavoz digital predilecto por el aparato mediático propagandístico del Estado Islámico para dar a conocer sus avances y sus atrocidades; de acuerdo la ABC[9], por ejemplo el perfil de twitter @is_conquests o @anbar_news, que si cualquier lector indaga superficialmente en la citada red social, encontrará con facilidad las supuestas bondades del nuevo califato y los objetivos de difusión de su falsa yihad.

Con esto estamos comprobando que ahora con estas nuevas tecnologías del 3G (Sistemas que permiten el desarrollo de entornos multimedia para la transmisión de vídeo e imágenes en tiempo real, fomentando la aparición de nuevas aplicaciones y servicios tales como videoconferencias o comercio electrónico) [10]y además la existencia de los aparatos móviles con internet, se hace de cierta manera más fácil el trabajo de estos terroristas y de los criminales, el hecho de que ahora estos además de usar armas de alto calibre, utilicen estos medios, estamos hablando de cuan han avanzado las tecnologías de información y cómo se han desarrollado frente a este contexto, de quienes hacemos uso de estos como un aporte a la sociedad.

Y así como lo menciona Castells de aquí en adelante podemos ver, cómo de cierta manera podría provocar que estos medios que en un principio eran “el grito” de todos quienes vieron su evolución, ahora sólo vendrían a “silenciar” a quienes realmente confían en estos:

“La confianza se desvaneció, y la confianza es lo que cohesiona a una sociedad, al mercado y a las instituciones. Sin confianza nada funciona. Sin confianza el contrato social se disuelve y la sociedad desaparece, transformándose en individuos a la defensiva que luchan por sobrevivir”.[11]

Esperemos que no se construya una realidad donde los medios de comunicación se caractericen por la inseguridad de la sociedad como lo estamos viviendo día a día, y que más bien estos nuevos aparatos tecnológicos sean utilizados de manera eficaz y responsable, que la propia sociedad logre la cohesión necesaria para acabar con esta lucha tecnológica frente a los criminales y a los terroristas; pero esto sobre todo dependerá mucho de los gobiernos de turno, o mejor dicho de los más poderosos, para una vez más comprobar como lo argumenta en su libro: “Cuando google encontró Wikileaks”, Julian Assange, nos demuestra y prueba cómo google, facebook y amazón; nos espían y vigilan, y cómo transmite esa información a las agencias de inteligencia de EE.UU[12].

“Este libro dice Ramonet[13], nos abre los ojos sobre nuestras propias prácticas de comunicación cotidianas cuando usamos un Smartphone, una Tablet, un Ordenador, o cuando navegamos simplemente en internet con la candidez de quien se cree más libre que nunca; ¡Ojo! Nos explica Assange, como pulgarcito vas sembrando rastros de ti mismo y de tu vida privada que algunas empresas como Google, recogen con sumo cuidado y archivan secretamente. Un día las utilizarán contra ti”.

Pero por otro lado, también nos atrevemos a decir que esta misma revolución tecnológica, ha permitido a muchas personas, en todas partes del mundo, educarnos unas a otras, mediante la transferencia lateral de la información y eso nos permite en principio informarnos mejor y comprender cómo funciona realmente el mundo. Lo que planteamos también al respecto es el cuidado que debemos tener de los espías y ya dejar de proporcionarle información que revela nuestra identidad, como en la subida de los selfie[14] o continuaremos colaborando con el terrorismo cibernético.

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com; Fundación Cultural Oriente