Imam Alí (P), el gran hombre de la historia, un modelo para todas las generaciones del mundo

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Sin lugar a dudas, que el Imam Alí (P), el  "León de Dios y Puerta del Conocimiento de la Ciudad de la Sabiduría", Amir Al-Mu´minín  Alí Ibn Abi Talib (P);  el primero de la familia de la Casa y de los compañeros (Ahlul Bait) en creer en Dios único y el Profeta del islam (BPD), "El comandante de los creyentes, de los fieles”, Alí Ibn Abi Talib,  sucesor del Profeta Muhammad (BPD), quien nació en la Ka´ba, en la Meca, un día viernes trece del mes de Rayab, que fue reconocido por el Sagrado Corán como wali (maestro), no sólo es un modelo para el mundo islámico; lo es para todas las generaciones del mundo de hoy, no sólo por sus características y sus rasgos de personalidad, sino por poseer un enfoque en su liderazgo que grandes historiadores, filósofos, escritores, poetas y demás gente Cientista reconocieron su verdadera calidad humana y divina que poseía como líder, como sabio, como gran guerrero, al considerarse un siervo de Dios, y un siervo del pueblo.

Es en ese sentido, que dentro sus muchísimas características dentro su personalidad del Imam Alí (P), destacamos la particular destreza que poseía en saber combinar la justicia y la benevolencia en su liderazgo; pues desde el punto de vista de este gran Imam, el líder se debe fundamentar en principios y valores, sin dar prioridad a intereses personales y grupales, desterrando a la arrogancia en todas las dimensiones, porque para el Imam Alí (P), el arte del liderazgo requiere en primera instancia de construirse a sí mimo antes de enseñar a otros, y antes de enseñar con el habla se debe enseñar con los hechos, tal como lo señala en su baluarte que es el Nahj al-Balaghah, donde nos presenta dentro de sus sermones las características del líder, y debemos destacar, que en una parte del Sermón 209, está la alienación con los pobres. Un discurso pronunciado después de la batalla de Basora y después de ver la lujosa casa de uno de sus compañeros, Alaa bin Ziad,  recordó las consecuencias de descuidar a los pobres:

“… Dios ha obligado a los líderes de la verdad a alinearse con las personas desamparadas, para que la pobreza no excite a los pobres y no los lleve a la rebelión”[2].

Y esta particularidad del Comandante de los Fieles, Alí Ibn Abi Talib, es fundamental, poder adquirirla en estos momentos que está atravesando el mundo, donde los más poderosos, los gobiernos neoliberales capitalistas, las monarquías, sólo velan por sus intereses arrogantes, dejando en la pobreza extrema a los más humildes, tal es el caso de los pueblos de Palestina, Yemen, Siria, Líbano, Irak, Irán, dentro del Eje de la Resistencia, y los de Cuba, Venezuela, y otros en América Latina, quienes se ven afectados por los intereses imperialistas, y sionistas; pues esta visión del Imam Alí es sin lugar a dudas fundamental, de ahí es que es un referente para todas las generaciones del mundo; pues en todas las etapas de su bendita vida, siempre se consideró un siervo de Dios y un siervo del pueblo, porque no vendió arrogancia a sus subordinados, porque la justicia, la equidad, la rectitud, el ascetismo; así como la honestidad y la franqueza fueron entre otros rasgos sus más preciadas virtudes como  líder social, un hombre que combatía su ego y un fiero y valiente soldado, juez y obrero, orador y escritor, un erudito y un sabio, en suma, en todos los sentidos del término, era un hombre perfecto, al que se lo debe seguir.

Ya lo dijo el escritor George Jordac en su libro “Imam Alí, Voz de la Justicia Humana” donde hace referencia al Nahj al-Balaghah, en su equidad hacia el pueblo; pues el Imam Alí (P) quiso gobernar sólo para extender la Justicia y de ahí su crítica hacia con los poderosos, por eso también es que hemos señalado que el "Imam Alí (P) es amigo de los oprimidos y enemigo de los opresores y tiranos", porque debemos también reconocer que entre sus valiosas cualidades morales, que reaviva su total grandeza está su humildad, pero frente a los pobres y los oprimidos, y no frente a los poderosos y soberbios como lo mencionamos, de ahí es que también el Imam Alí (P) es el símbolo de la justicia; pues durante sus días de gobierno, impuso nuevamente el trato igualitario entre los miembros de la comunidad, al igual que lo hacía el Profeta Muhammad (PBD).

El Imam Alí (P) dijo: “! Por Dios!, si me ofrecieran los siete continentes con todo lo que contienen como remuneración o soborno para que prive a una hormiga de la cáscara del grano de cebada que lleva, nunca lo haría”  Nahj al-Balaghah, Discurso 224.

En ese sentido, podemos también señalar, que en tiempos del califato del Imam Ali Ibn Abi Talib (600-661 ) existió un gobernador en Egipto llamado Muhammad ibn Abu Bakr el cual fue asesinado en el 658 (año 38 de la Hégira ) . En su lugar fue nombrado Maalik Ibn Ashtar, un gran combatiente  y comandante de las tropas de Hazrat ‘Ali Ibn Abi Talib. El Imam Ali  le escribió una carta con consejos para un buen gobierno, esta carta es sin duda una precisión de los principios de administración y justicia, tal y como son dictados por el Islam; ya que trata de los deberes y las obligaciones de los Gobernantes, sus responsabilidades como Jefes, la cuestión de los derechos y obligaciones prioritarios y de la administración de la Justicia, donde se leen los pasajes dedicados a los principios  de la distribución igualitaria de las riquezas, el trato a los huérfanos y su educación, el cuidado de los lisiados y minusválidos y otras obligaciones para con ellos y la creación  lugares  para ancianos e incapacitados donde reciban atención, Carta  53 del ¨Nahyul  Balagha¨. Además al respecto también le dijo:

“Siempre debes apreciar y adoptar una política que no sea demasiado severa ni demasiado indulgente; una política que se base en la equidad y la justicia y que sea largamente apreciada y aprobada. Recuerda que las quejas y el descontento del hombre corriente, sin recurso y de la gente abatida, tiene preponderancia a la aprobación de personas importantes y, el desagrado que unas pocas personas importantes -será disculpado por el Señor- si el pueblo está feliz contigo”.

Es en ese sentido, que estas y muchas lecciones del Imam Alí (P), marcan sin lugar a dudas los caminos que se deben seguir en la actualidad para ponerlo como modelo en adquirir un gobierno justo, destacando así también  su sentido de democracia como lo describe el maestro, Ayatollah Murtada Mutahhari:

“Alí procedió con los jariyitas con la mayor liberalidad y espíritu democrático. Él era el califa y ellos sus súbditos; y por consiguiente todo tipo de acción punitiva en su contra estaba as u disposición. Pero él no los encarceló، ni los hizo flagelar; ni siquiera les interrumpió su cuota del tesoro público. Se ocupó de ellos igual que de otros individuos. Quizá un grado tal de libertad، en el cual un gobierno actúa hacia sus opositores con tal espíritu democrático y sentido de justicia, carezca de precedentes en el mundo”.

Con todo lo expuesto,  sin lugar a dudas que el verdadero islam defiende al oprimido, a los más débiles, a la clase pobre, y es en esa visión que el legado de los que siguen al Imam Alí, el Príncipe de los creyentes, el símbolo de la justicia, el gran hombre de la historia, es el referente para el mundo entero, en esa su cosmovisión de equidad también mencionamos que dentro su filosofía, está la relación  con la piedad, es ese miedo de librar a todo ser humano de toda esclavitud; pues como lo dijimos, quien tiene "Taqwa", no se arrodilla ante la lujuria, no cede a la posición y otros deseos carnales, por lo que está a salvo de cualquier destrucción, por ende, la piedad tiene muchos efectos positivos en la vida humana, como la humanización, como lo señala el Imam Alí (P): “La piedad es un rasgo espiritual y una formación espiritual de la luz de cual el alma humana se hace y se apaga”.

Al mismo tiempo, como lo hemos manifestado, según el Imam Alí (P), en el Nahj al-balaghah, en el Sermón al-Muttaqin (el sermón de los piadosos)[3], señala que:  “Una persona piadosa, es un ser humano virtuoso que ayuda a las personas y satisface sus necesidades, es una persona humilde, que habla correctamente; es decir dice algo útil tanto para él como para la sociedad, cierra los ojos a lo prohibido y escucha la ciencia que es necesaria, que sea beneficiosa la sociedad, es paciente en las dificultades y sólo ve a Dios”, en otras palabras, la piedad siendo la abstinencia del pecado, como uno de los factores más importantes de la salud comunitaria, tan importante para el mundo de la actualidad. Sin lugar a dudas el que el Imam Alí (P), el León de Dios y Puerta del Conocimiento de la Ciudad de la Sabiduría, es el gran hombre de la historia y un modelo para todo el mundo y todas las generaciones.

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[1] Escritora, Periodista, Profesora e Investigadora Boliviana, miembro de la Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) y la Asociación de la Comunidad Islámica Ahlul Bait de Bolivia.

[3] “El sermón de Al-Muttaqīn (en árabe: خطبة المتّقین , el sermón piadoso) es uno de los sermones más famosos del Imam ‘Ali (a) en el que describe a los musulmanes piadosos” Ibn Abī l-Ḥadīd, ʿAbd al-Ḥamīd b. Ḥibat Allah. Sharḥ Nahj al-balāgha . Editado por Muḥammad Abū l-Faḍl Ibrāhīm. Qom: Ismāʿīlīyān, [nd].

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