La Cátedra “Imam Jomeini” en América Latina
Roberto Chambi Calle[1]
Siempre que se habla de islam en América Latina inmediatamente es asociado con terrorismo, con fanatismo, con guerra santa o simplemente con el casamiento de un hombre con unas 40 mujeres o una niña, tales cuestiones son alimentadas por la mayoría de los medios de comunicación en occidente que no toleran al sistema de vida islámico, porque no van de acuerdo con los formatos que han sido educados. Asimismo los que vilipendian lo hacen con adjetivos calificativos como “alienado” “ignorante” “sin identidad” o “aculturizado” sin cuestionarse a sí mismos cuál ha sido el origen de sus creencias como por ejemplo el catolicismo o el cristianismo, las mismas que también han emergido en Medio Oriente; por lo tanto no tiene coherencia denigrar o discriminar a aquellas personas que alentados por otros principios espirituales decidieron adoptar como su forma de vida una “nueva” práctica religiosa como lo es el islam.
Para ser un buen cristiano (na) se debe imitar a los Profetas que enarbolaron esa forma de vida por ejemplo a Jesús, Noé, José., etc, y seguramente seguir sus principios y formas de vida debe ser una regla de vida no solo de palabra sino de hechos.
En gran parte de América Latina acaso hay verdaderos cristianos que al igual que Cristo practicaban los principios que Dios estableció, ¿Será posible que cuando un individuo es sopapeado en una mejilla ofrezca la otra para seguir los principios de Cristo?, es muy dudoso. Asimismo los que decían ser cristianos han llevado a las hogueras a muchos aborígenes, científicos y chamanes; quienes al igual que los conquistadores tenían ya sus principios de vida, con la única diferencia que estos axiomas estaban fuera de sus cánones espirituales, que para ser puros debían sus vidas y sus almas ser expiadas en la hogueras de acuerdo con la Santa inquisición. Son muchos los pasajes de estos sucesos en la historia de la humanidad cuando los hombres ejecutaban en nombre de los principios así como fueron las Cruzadas o el Ku Klux Klan contra los negros de Estados Unidos
La memoria es frágil y a veces uno olvida la historia, por lo cual es irracional cuando algún cristiano está acusando o denigrando a otro tipo de creencias que están más allá de estos principios, en otro trabajo habíamos mencionado cómo la iglesia católica por ejemplo en esta última época no ha podido engranar bien con el estado, debido a que el pueblo se sentía defraudado que esta creencia no haya podido aplicar en el manejo del estado los principios que Jesús había enseñado. Estos tópicos han sido enseñados de esta manera en varias cátedras y estudios en la Universidad e incluso en los centros de enseñanza media y superior.
En aras de ello, se debe proponer que de la misma manera que en los centros educativos con especial énfasis en Casas de Estudios Superiores se pueda implementar una cátedra o una clase para mostrar los aportes de la cultura y la civilización islámica. Por supuesto que ello debe estar dentro del marco de la legalidad educativa para que los estudiantes puedan conocer y desmitificar las falacias sinuosas entorno a la religión islámica y el modelo que tiene como estado.
La armonía que existe entre el estado y el poder religioso es otro de los temas que debe ser desmitificado; pues lo político y la política están “yugularmente” conectados con los principios islámicos, los cuales antes eran como el agua y el aceite. Muchas personas hacen sus diferencias cuando hacen mención a la cuestión política estatal manifestado que no se puede mezclar los temas del estado con los personales, en este caso con los religiosos, cuando en la praxis en muchos países del orbe el tema religioso está unido con el tema político económico y científico.
La Cátedra Imam Jomeini es una propuesta para que se imparta de manera cultural el pensamiento Político de este gran hombre que ha revolucionado la historia, tumbando al sistema imperial totalitarista como lo fue la del Sha, para crear el estado Islámico sobre la base de las enseñanzas del libro sagrado de los musulmanes: el Corán, demostrando con ello a los teóricos del Estado y la ciencia política que el gobierno y la religión puedan sostener al estado.
Sin duda la educación es el compromiso que tiene cada país con sus ciudadanos –es una actividad pública- a los cuales debe darles todos los implementos necesarios para su desarrollo en niveles inferiores, medios como superiores. Asimismo se puede evidenciar por el análisis constitucional que la mayoría de los países Latinoamericanos pregonan el derecho a la educación que tienen sus habitantes ahora ¿De qué manera?, esto en lo genérico es correcto; sin embargo el problema radica en que una mayoría de nuestros países a excepción de algunos, no especifican objetivos claros y uniformes, en el marco de que los fines de la educación se relacionan con el Estado y el desarrollo de sus sociedades.
Las políticas de educación y enseñanza no van uniformes aunque parezca perogrullesco decirlo, no hay objetivos claros con respecto a la enseñanza de la cultura islámica, que en último caso será la enseñanza del respeto y la tolerancia.
La postura que hacemos de ninguna manera es totalitarista; sino considera la formación multidimensional del ser humano, pues este aparte de ser formado en su entorno también debe tener una educación en otras esferas para que puedan munirlo de una cultura de respeto y tolerancia aquella que en el futuro será el mecanismo para la convivencia humana.
Muchos de los críticos manifiestan que el islam es una imposición cuando en los prescritos mismos de su libro Sagrado manifiesta que en el islam no hay opresión, ni obligación[2]; por lo tanto cada una de sus enseñanzas son para todas aquellas personas que se sienten identificadas con los principios de paz y amor.
(ver la continuación en archivo pdf)
Todos derechos reservados.
Se permite copiar citando la referencia.
Fundación Cultural Oriente
[1] Musulmán Aimara Boliviano, Miembro del Comité para el Estudio y la Difusión del Derecho en América Latina (CEDDAL) y de la Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) Bolivia.
[2] Ver el Corán, Sura de la Vaca aleyas 255-57: “No haya compulsión en religión, pues ya se ha distinguido claramente la buena dirección del error”