Recientemente más de 4700 personas haciendo el rito de la peregrinación Mayor (Hajj) han perecido por una estampida. Hubieron acusaciones, incluso para el Príncipe Saudí, Salmán bin Abdulaziz Al Saud,  quien por su presencia y gran escolta habría ocasionado la misma, o como otras versiones manifiestan de la mala organización por parte de la administración de este lugar Sagrado para el mundo islámico.Y es que la visita a estos lugares no solo se las realizan por turismo o paseo; sino ello obedece a una obligación dada por Dios en el Sagrado Corán, la misma que obliga (siempre y cuando tenga posibilidades) a los musulmanes y a las musulmanas que puedan visitar y realizar el Hajj al menos una vez en la vida.
Tanto Al-Bujari como Muslim, ambos Shaij afirmaron en sus libros que el Mensajero de Allah (BP) realizaba dos ciclos de oraciones en Mina, y Abu Bakr después de él; asimismo ‘Umar después de Abu Bakr, y también ‘Uzman al comienzo de su Califato, pero luego este último se apartó de la regla en el transcurso de su Califato, y comenzó a realizar cuatro ciclos. Muslim, además, expresó en su libro que Az-Zahri le preguntó a ‘Urwah: “¿Por qué ‘Aishah hace sus oraciones completas durante el viaje?”. Éste respondió: “Ella interpretó de la misma manera en que lo hizo ‘Uzman”.‘Umar ibn Al-Jattab también solía interpretar y hacer dictámenes que contradecían los claros textos de la Tradición del Profeta, e incluso los textos evidentes del Sagrado Corán, sobre el cual juzgaba según su propia opinión, como él solía decir:“Había dos Mut‘ah permitidos durante la vida del Mensajero de Allah, pero yo los prohibo, y castigo a quienes los realicen”…
“A las 8.45 del 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos sufrió el peor ataque de su historia en su propio suelo por parte de sus enemigos extranjeros. Visto que los detalles de lo que sucedió ya son tan conocidos como los del 7 de diciembre de 1941 y los del 11 de septiembre de 1939, no me voy a extender sobre el número de aviones utilizados, la cantidad de víctimas mortales o las múltiples llamadas telefónicas de adiós por parte de seres queridos que viajaban en los aviones que los terroristas suicidas estrellaron en el World Trade Center y en el Pentágono. Lo que sí desearía hacer, ahora que me acerco al final de este libro, es formular una serie de puntillosas preguntas a nuestro Comandante en jefe, quien por haber sido designado por los amigos de papá (Bush) en el Tribunal Supremo, piensa que no tiene que responder a nada. Aquel día murieron 3.000 personas y hay algo en dicha tragedia que a mí y a un montón de gente más no nos acaba de cuadrar. Así que señor Bush, ¿podría aclararme estas cuestiones? 
En un discurso emitido en la universidad New School de Nueva York, Noam Chomsky explicó por qué cree que EE.UU. representa la mayor amenaza contra la paz mundial. “[Estados Unidos] es un país deshonesto, indiferente a las leyes y convenciones internacionales, con derecho a recurrir a la violencia a su voluntad. Piensen, por ejemplo, en la doctrina Clinton, a saber, que Estados Unidos es libre de recurrir al uso unilateral de poderío militar, aun para fines tales como asegurar el acceso sin restricciones a mercados clave, suministro energético y recursos estratégicos, por no hablar de seguridad o cuestiones supuestamente humanitarias. Y la adhesión a esta doctrina está muy bien confirmada y practicada, y necesita ser discutida seriamente por la gente que desea analizar los hechos de la historia actual”. Chomsky también explicó por qué cree que EE.UU. y sus aliados más acercamos, a saber Arabia Saudita e Israel, están socavando las posibilidades de paz en Medio Oriente. “Cuando decimos que la comunidad internacional se opone a las políticas de Irán o la comunidad internacional hace alguna otra cosa, eso significa Estados Unidos y algún otro país que esté de acuerdo con su política internacional”.
Así se tiene una encuesta que monitorea la intimidación dirigida hacia adolescentes y niños musulmanes en California considera que la mitad en algún momento ha sido objeto de comentarios y rumores infames sobre su religión, en la que fueron encuestadas 471 estudiantes musulmanes en las escuelas públicas de California entre las edades de 11 a 18 años, donde el 50% denunció acoso social, a lo largo de las historias y otras observaciones.
Ante todo, debo decir que Allah -Glorificado y Elevado sea- elogió en muchos lugares de Su Libro Sagrado a los Compañeros del Mensajero de Allah (BP), quienes amaron, obedecieron y siguieron al Mensajero sin codicias personales y sin oposición ni arrogancia, sino que solo procuraron la complacencia de Allah y de Su Mensajero. Son aquéllos de quienes Allah está complacido y ellos lo están con Él.Este es el grupo de Compañeros cuya posición es conocida por los musulmanes a causa de sus actitudes hacia el Profeta (BP) y sus acciones junto a él. Por eso son amados y honrados por los musulmanes, quienes respetan su jerarquía, y les desean la complacencia de Allah cada vez que se mencionan sus nombres.Mi estudio no se relaciona con ese grupo de Compañeros que son respetados tanto por los Sunnis como por los Shi‘as, como tampoco se ocupa de aquéllos que fueron conocidos por su hipocresía, y que son maldecidos por todos los musulmanes, Shi‘as y Sunnis, cada vez que sus nombres son mencionados.
En este tiempo en donde el islam y la comunidad islámica es vilipendiada interna y externamente, se hace urgente analizar las cuestiones periféricas de la fractura o la división que se le quiere asignar; pues muchos “Islamólogos” y “Orientalistas” se han dado el lujo de poder lanzar análisis y críticas fuera de la cosmovisión islámica, los pocos, con los conocimientos de lengua y cultura y los muchos, conocedores del tema solo por el aparataje mediático por el cual han sido aculturizados y dogmatizados, aquel que de manera intencionada trata de destruir el mundo islámico, aquella frase de “divide y vencerás” nuevamente toma vigor en un mundo en el que solo importan la noticias sinuosas que venden y tan solo dan su enfoque sedando y acallando a aquellos medios y analistas musulmanes, los cuales debido a su disparidad con los “islamólogos” y “analistas” en boga tienen las de perder a la hora de demostrar una verdad contra la falsedad.
“Oh mundo, uf a la amistad contigo. ¡Cuántos de tus amigos y buscadores matas por las mañanas y tardes!Y, aún con el cambio, no quedas conforme. Ciertamente que las obras dependen de Dios, Majestuoso. Y cada persona viva, es transeúnte de este camino”.“Oh, querida hermana, dirígete hacia el camino de la paciencia y entereza. Sabe que toda la gente del mundo muere, tampoco los habitantes de los cielos quedarán y, ciertamente, toda cosa perecerá, excepto Dios, Quien ha creado a la Tierra con su poderío, resucitará a las criaturas y regresarán, Dios es Uno y Único. Mi padre fue mejor que yo, mi madre fue mejor que yo; y mi hermano fue mejor que yo; y todos ellos se apresuraron hacia la otra vida. El enviado de Dios es el mejor modelo para mí, para ellos y para cada musulmán”. Luego, agregó: “Oh, querida hermana (Zainab), oh Um Kulzum (otra de sus hermanas), oh Fátima (su hija), oh Rabab (su esposa y madre de Ali Asgar), luego de mi martirio no rasguen sus vestiduras ni rasguñen sus rostros y no expresen ninguna palabra que no se espere que ustedes digan”.
Es vox populi que después de los sucesos del 11 de septiembre con las “Torres gemelas” se ha creado un odio e intolerancia denominado hoy “Islamofobia” hacia los musulmanes y eso sin duda marcó las prácticas y costumbres de quienes siguen el Corán y las enseñanzas de Muhammad, la cual se ha expandido como una epidemia con la ayuda de las redes sociales; así como la ayuda misma consiente o inconsciente de la mayoría de los musulmanes, los cuales llevados por su ego de verse y hacerse ver por el resto del mundo, publican fotos, videos; etc… develando su intimidad a un precio de gallina muerta, rifando no solo su intimidad, sino la de su familia y lo peor de toda la seguridad de su entorno.
 “El Imam atacó a sus enemigos. En la batalla recibió treinta y tres heridas de lanza y treinta y cuatro cortes de espada. Estaba cansado, sediento, hambriento y desconsolado. De pronto, escuchó un llanto. Apoyó su lanza en la silla de montar.” “Abu Al-Jutúf Ya’afa hirió la frente del noble Imam con una flecha que le rompió el hueso frontal. Quiso parar la sangre que manaba de la herida pero vio que era imposible. Se desató el cinturón y tomó el faldón de su camisa para tratar de taponar la herida de su frente, pero otra flecha de tres puntas envenenadas se le clavó en el pecho.