La pandemia del Covid-19 además de los hechos de contagio, muertes, afectación de la salud de millones de seres humanos y la crisis económica que ha traído consigo, posee un componente relacionado con la posible utilización de este virus, como un agente biológico en el plano del bioterrorismo.
El 14 de mayo del año 1948, antes que la medianoche de ese nefasto día señalara el fin del Mandato británico en Palestina, en forma unilateral, y con la complicidad de las superpotencias surgidas tras el fin de la segunda guerra mundial, unido al sostén político, militar y diplomático del agonizante imperio británico; los líderes sionistas, apoyados por sus bandas terroristas, declaran el nacimiento de la entidad israelí.
Entender la política de Asia Occidental tras la derrota del imperio otomano en la primera guerra mundial y la intervención de las potencias occidentales aliadas de la Triple Entente (Francia y Gran Bretaña) en la división de los territorios al este del Levante Mediterráneo implica dar cuenta de Acuerdos, Cartas y Tratados donde ese imperio otomano, pagaría esa capitulación con sus antiguas posesiones imperiales.
Hablar de hechos históricos o diferencias en jurisprudencia no debe de ninguna manera desalentar la unidad de los musulmanes, ya que la mayoría de los historiadores musulmanes de todas las escuelas de pensamiento están de acuerdo en hechos históricos similares. Las diferencias entre los filósofos, eruditos y pensadores de las escuelas de pensamiento pueden ser constructivas o destructivas.
Atestiguo que no hay dios sino Dios. Atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Dios. Atestiguo que 'Alī ibn 'Abī Tālib, el príncipe de los creyentes, y sus hijos inmaculados —los doce Imames— son nuestros Imames Infalibles, y que son las pruebas de Dios [sobre la Tierra]. Atestiguo que el Día del Juicio es verdadero, el Corán es verdadero, el Paraíso y el Infierno son verdaderos, las preguntas y respuestas [en la tumba y el Día del Juicio] son verdaderas y que la Resurrección, la justicia de Dios, el Imamato y la Profecía son verdaderas.
Las recientes noticias en el mundo han pasado del terrorismo en Medio Oriente al Coronavirus, y para hacerlo frente aparecieron pronósticos científicos, médicos e incluso manifestaciones de líderes evangélicos que han declarado que “los que paguen el diezmo estarán protegidos contra el coronavirus” y es que las organizaciones evangélicas en este último tiempo, no solo se han dedicado a las tareas de “sanación y curación” dentro de sus recintos; sino que también desde sus pulpitos han comenzado a planificar lo que sería la toma de las riendas de los sistemas políticos y de decisión en la zona a partir de que el gobierno de Jesús y el Espíritu Santo deben reinar en América Latina (y en el mundo) por sobre otro tipo de creencias.
El método más fácil y exento de complicaciones para erradicar a un grupo o minoría indeseable de una sociedad consiste en la firme oposición incruenta que se lleva a cabo mediante la unión y la solidaridad del pueblo. La lucha armada, en cambio, necesita de otros medios. Se requiere el armamento, se producen bajas y pérdidas, y se logra el objetivo deseado sólo después de múltiples problemas y obstáculos. Esto sin contar con las aflicciones que provoca. Los líderes hábiles e inteligentes sólo optan por este último medio (la lucha armada) como último recurso y luego de emprender el planeamiento y la preparación necesarias.
La emigración a Etiopía de un grupo de musulmanes dio cuenta de su gran fe y sinceridad en el Mensaje divino. Debieron abandonar la Meca para librarse de las persecuciones y torturas de los quraishitas y poder continuar con la adoración del Dios Único, dejando sus bienes, familias y comercios.
Qasem Soleimani nació el 11 de marzo de 1957 en la ciudad de Rābor, en la provincia de Kermán, Irán; en el seno de una familia humilde y al final de su vida se convirtió en el mártir musulmán más conocido del mundo.
Durante las tres últimas décadas, Riad ha gastado decenas de miles de millones de dólares exportando el Wahabismo a través de miles de mezquitas y madrasas (escuelas religiosas) en todo el mundo. De Asia a África, y desde Europa a las Américas, esa perversión teológica ha hecho estragos. Como declaró un extremista kosovar al The Times: “Los saudíes cambiaron por completo el Islam de aquí con su dinero”. A pesar de que solo ha atraído a una mínima porción de los musulmanes, el Wahabismo ha tenido un impacto devastador.