Los acontecimientos que desde hace algo más de una década vienen agitando el mundo árabe e islámico han convertido a éste en motivo de curiosidad periodística e intelectual. La reafirmación de valores religiosos con fines políticos ha motivado que muchas miradas busquen una nueva consideración del proceso de cambio social que allí se está dando. Para explicar este proceso, Occidente suele recurrir a categorías y conceptos sociales que no tienen nada que ver con la realidad de ese mundo, precisamente porque en él las creencias religiosas, que se están reafirmando  sólidamente, se presentan como la única seña de identidad frente a la dominación occidental que hasta hace poco ha sufrido.
El mensaje xenófobo, islamófobo e antiinmigrante que acompañó la campaña electoral del actual Presidente de los EE.UU. Donald Trump, está más vigente que nunca; pues ya cumplió con una de sus promesas electorales al firmar la orden ejecutiva para iniciar la construcción del muro en frontera con México, y también ya vetó la entrada de refugiados e inmigrantes como lo manifestaba desde Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia, Yemen e Irak, países de mayoría musulmana.
Considerando sólo los últimos 16 años, mediante una conducta de depravación evidente, la entidad sionista, encabezada por el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, ha sido protagonista de una política masiva de asesinatos contra la población palestina, tanto en la Franja de Gaza como en la Ribera Occidental. La suma total de víctimas en la sociedad palestina entre el año 2000 – cuando se inicia la segunda Intifada, en la Franja de Gaza cuando se concretan las autodenominadas: Operación Militar israelí Plomo Fundido, el año 2012 con la Operación Pilar Defensivo y la Operación Margen Protector del año 2014 unido a las agresiones contra los habitantes del West Bank en las ciudades de Al Quds (Jerusalén) Al Jalil (Hebrón) Bayt Lahm  (Belén), Beit Jala,  Ramallah, Tulkarm, Nablus, Ariha – Jericó - entre otras suma, aproximadamente, 13 mil muertos y 40 mil heridos – de los cuales 2.100 muertos son niños - a lo que hay que añadir 25 mil palestinos que han pasado por las cárceles israelíes de los cuales quedan 6 mil tras las rejas, 500 de ellos niños menores de 16 años.
Setenta naciones, junto a las cinco potencias mundiales miembros del Consejo de seguridad de la ONU, se reunieron el pasado 15 de enero en parís, con el fin de relanzar un proceso de paz estancado entre palestinos e israelíes. El resultado fue el previsible: nada nuevo bajo el sol.A dicha cita no fueron invitados los miembros de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como tampoco de la entidad sionista. El gobierno francés pretendía que tanto Netanyahu como Abbas se reunieran en París como broche de esta Conferencia, idea imposible de llevar a cabo por la rotunda negativa del Primer Ministro israelí. El objetivo de la Conferencia  era sentar una política de consenso destinada a avanzar en el término de un conflicto que se arrastra  ya por 59 años y que se ha expresado, en lo concreto, en la pérdida territorial de gran parte de la Palestina histórica, la ocupación de los territorios de la Ribera Occidental a partir del año 1967, el cerco a la Franja de Gaza, la política de asentamiento con colonos judíos en el Wests Bank en una cifra que supera ya los 650 mil colonos y el establecimiento de bantustanes  sujetos a la administración civil y militar sionista, que hacen imposible pensar hoy en un Estado Palestino.
Se hace un poco utópico y hasta irrisorio pensar en un periodismo objetivo, veraz, libre de toda manipulación mediática, ideológica y política donde se informe la verdad de los hechos en la actualidad, pues lo que se presenta en estos momentos hacia el ciudadano de a pie; es decir el receptor que recibe toda esa vorágine de desinformación, porque no podemos calificarla de información propiamente dicha, es sin lugar a dudas la maquinaria del falso periodismo en los medios de comunicación vendidos a las grandes corporaciones, que favorecen a la élite empresarial mundial.
Ese hombre esencial e irremplazable es Akbar Hashemí Rafsanyaní, fallecido a los 82 años de edad luego de una vida entregada para la grandeza de su país. Nacido un 25 de agosto del año 1935 en el seno de una familia ligada a la producción del Pistachos, en la aldea de Behraman en la provincia suroccidental de Kerman. Sus inquietudes más que ir por el lado de la empresa familiar lo llevaron por el camino de la Teología. Desde muy pequeño su camino estuvo trazado, brillando con luces propias.
""Este articulo tiene notable actualidad a pesar que fue escrito antes de la caída del bloque de países socialistas encabezados por la URSS"" En este conflictivo mundo de grupos dominantes ubicados en dos campos separados, el capitalista y el socialista, en el que ambas partes están armadas hasta los dientes con bombas atómicas y misiles balísticos, el hombre de hoy día está en apuros, gimiendo bajo el gran peso del materialismo y el ateísmo.
La casta gobernante en Israel, tanto la civil como la militar, han sido sacudidos por el temor de ver concretado el aislamiento de la entidad sionista, a partir de la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de impulsar la Resolución N° 2334 aprobada el pasado 23 de diciembre del 2016.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aprobó el día viernes 23 de diciembre la resolución N°2334 contra los asentamientos ilegales del régimen de Israel, pese a las presiones ejercidas por Trump y Netanyahu, junto al lobby sionista. De nada sirvieron las amenazas y coacciones  desplegadas por sectores políticos – principalmente republicanos – junto el presidente electo estadounidense Donald Trump y el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, asistidos por el lobby de organizaciones como el Comité de Asuntos Público Estadounidense-Israelí (AIPAC);  pues a pesar de esa actividad política el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas – CSNU - aprobó la Resolución N° 2334,  con la coautoría de Nueva Zelanda, Malasia, Venezuela y Senegal, que condena los asentamientos de colonos judíos en territorios de la Ribera Occidental.
De un tiempo a esta parte hemos sido testigos como nunca de una serie de atentados terroristas, asesinatos, raptos, genocidios, intervenciones armadas; etc… en suma una serie de injusticias que se viven en estos tiempos; lo que ha conllevado a buscar a culpables y por supuesto las posibles “soluciones” a cada uno de estos acontecimientos catastróficos, nefastos y hasta inhumanos.