Se hace un poco utópico y hasta irrisorio pensar en un periodismo objetivo, veraz, libre de toda manipulación mediática, ideológica y política donde se informe la verdad de los hechos en la actualidad, pues lo que se presenta en estos momentos hacia el ciudadano de a pie; es decir el receptor que recibe toda esa vorágine de desinformación, porque no podemos calificarla de información propiamente dicha, es sin lugar a dudas la maquinaria del falso periodismo en los medios de comunicación vendidos a las grandes corporaciones, que favorecen a la élite empresarial mundial.

Un periodismo que busca manipular la información que la desarticula, la mancilla, la falsifica de acuerdo a sus intereses mezquinos e inhumanos, esa exitosa empresa del periodismo de la manipulación como lo señala la escritora Ilka Oliva[2] ha tenido mucho que ver en dictaduras, genocidios, en el exterminio humano y la tierra arrasada, en invasiones estadounidenses alrededor del mundo, en saqueos y desfalcos millonarios gracias a que encubren la corrupción y el tráfico de influencias. Este tipo de periodismo coloca a un ladrón en el banco de gobierno, afines a una oligarquía que es la que decide qué son tocar si así lo autoriza la embajada estadounidense en el país[3].

Y es exactamente lo que en estos momentos ese falso periodismo se encuentra reflejando sobre la situación del conflicto en torno a Siria, mostrando por ejemplo a los rebeldes y terroristas como personas éticas y a los partidarios del gobierno como malvados por sólo dar un ejemplo.

Al mismo tiempo la destrucción de las ciudades de Homs, Palmira o Damasco por acción de los bombardeos de Estados Unidos ha sido mostrada en muchas ocasiones como el producto de los ataques del ejército árabe sirio, contra la oposición armada y los grupos terroristas[4].

“Los medios de comunicación occidentales solo han transmitido una visión del conflicto sirio y que responde a los intereses de Estados Unidos y sus aliados que buscan apropiarse de los recursos gasíferos y petroleros existentes en el país”

“El drama del pueblo sirio y las consecuencias de la guerra no se reflejan en los medios occidentales ya que atenta contra la estrategia de generar una matriz de opinión a favor de la injerencia occidental en los asuntos sirios”.[5]

Ya lo señaló la analista política Francisca Quiroga[6], que en Siria se está llevando a cabo una guerra mediática y propagandística impulsada por los gobiernos de Occidente, que buscan apropiarse de los recursos petroleros del país; además del interés geopolítico en Medio Oriente, pues los medios occidentales usaron la excusa de una tercera guerra mundial para desviar la atención de la opinión pública sobre lo que realmente ocurre en Siria, en donde Estados Unidos y sus aliados occidentales han apoyado a grupos armados para hacerse con el poder y los inmensos recursos energéticos del país.

Y precisamente esta versión recientemente la confirmó el propio Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, quien admitió que Washington había usado al grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) para intentar derrocar al gobierno sirio.

“En aquel entonces, Washington esperaba que el auge de Daesh pudiera empujar a Al-Asad a la mesa de negociaciones, añade, pero Rusia se involucró y con su operación antiterrorista en el país árabe impidió que tal cosa sucediese”[7].

Sin lugar a dudas lo estamos comprobando, que la guerra mediática en torno a Siria continúa vigente y más fuerte que nunca; pues el periodista para informar verazmente debe estar en el lugar de los hechos y así poder reflejar toda la realidad que se está suscitando en esos instantes; pero cuando estos medios no se encuentran ni siquiera en el lugar, difícilmente podremos corroborar a ciencia cierta la veracidad de los hechos, así lo manifiestan personas que presenciaron y testificaron toda la realidad a través de sus testimonios vividos en el lugar de los hechos en torno al conflicto de Siria, como la cineasta boliviana Carla Ortiz[8], quien se encuentra realizando el documental “Voz de Siria”, sobre el rol de las mujeres en este conflicto, la que recorrió cerca del 75% de toda Siria y la que señala que ha estado en medio del tiroteo y jamás vió prensa occidental en las zonas del conflicto en Siria.

“Es como si los medios hubieran creado una propaganda a la que se ha apoyado con buena y mala intención. Los que teníamos buena intención, ¿por qué no hicimos el trabajo profundo? He estado en Siria en muchas ocasiones y nunca en mi vida he visto en las masacres una persona de los medios occidentales”[9].

“Sin embargo, en los seis frentes de guerra donde he estado, que cubren todo el este de Alepo, no he visto a ninguno aparte de Russia Today. Entonces cómo nos pueden venir a decir que han estado cubriendo la guerra de la liberación o que Alepo está en llamas si yo no los he visto ahí durante esos días. Yo sí he estado en medio del tiroteo, yo sí te lo puedo contar. ¿Ellos de dónde sacan la información? Estas cosas los medios hegemónicos no las cubren. Se enfocan en el conflicto bélico donde además se habla de una guerra civil, pero se han olvidado de contar a todos los grupos extranjeros que han sido los causantes de la verdadera desestabilización. Cuando llegué a Palmira, tras ser liberada del ISIS [Daesh, proscrito en Rusia y otros países], era una ciudad fantasma. La gente en la calle te contaba cómo les cortaban los cuellos con latas de sardinas. Los niños nos contaban estas historias. Hemos cometido muchísimos errores. Nos dejamos llevar y repetimos las noticias sin verificar las fuentes que nos traen esas noticias”[10].

De igual manera la religiosa argentina, la hermana Guadalupe Rodrigo[11], que vivió 4 años en Alepo-Siria, también manifiesta que lo que muestra la prensa internacional es “al ejército supuestamente masacrando a los civiles” en vez de mostrar “a los habitantes que salen con alegría a encontrarse con los soldados que los están liberando”.[12]

“Podemos testimoniar, por haber vivido antes de la guerra y conocer a ese pueblo, que lo que está sucediendo en Siria está muy lejos de ser una guerra civil. Si hubiera que ponerle una etiqueta sería más bien una invasión. La manipulación de los medios logró que en poco tiempo la gente crea exactamente lo opuesto a lo que está pasando; ya que, tras la salida de los terroristas de la ciudad "la gente está festejando en las calles”.[13]

“El conflicto estuvo manipulado desde el comienzo, fue inventado”, “No nació en la calle por una revuelta popular, sino que fue una guerra, como tantas otras de hoy en día, planeadas sobre un escritorio", se intentó "debilitar Siria para debilitar Irán" y allí entró en juego "el tema del petróleo y el tráfico de armas”.[14]

Como lo hemos podido comprobar sobran los testimonios para dar a conocer a ciencia cierta lo que hoy está atravesando el pueblo de Siria, y que toda esa estrategia del periodismo de la manipulación mediática fue creada y planificada hace ya 6 años de vigencia de esta invasión, y por ende está demás señalar que los intereses económicos y geopolíticos del imperialismo junto a sus aliados entre ellos Arabia Saudita entre otros son los que financian toda esta campaña de desprestigio en contra el gobierno de Al Asad.

El verdadero periodismo es el que deberá reflejar las dos aristas de la verdad y no ponerse en la conveniencia de una sola sólo por servir a los intereses de la oligarquía y de los amos y señores del poder de los medios de comunicación; pues es el deber del propio ciudadano es investigar más allá de los medios occidentales y poder utilizar los “Medios Alternativos”, aquellos que difunden la verdad de los pueblos como Telesur, Hispan TV, Russia Today (RT), tal como lo manifestó el Presidente Venezolano, Nicolás Maduro en la XVII Cumbre del Movimiento No Alienando (MNA).[15]

No debemos olvidar que la comunicación alternativa es un instrumento de la lucha popular contra el poder, de ahí que una de las diferencias fundamentales entre la teoría de la comunicación alternativa y la teoría de la comunicación dominante, deba encontrarse en el área de la teoría del emisor y las condiciones de producción del significado y es a través de una comunicación alternativa, es decir en la utilización de estos medios alternativos que se podrá combatir contra el poder que ejercen los imperios con los medios de comunicación o mass media; pues en la actualidad como lo hemos podido corroborar son ellos los que dirigen ¨la información¨, entre comillas porque lo que brindan es una información tergiversada, manipulada, en la que se muestra una sola cara y una verdad a medias; prueba de ello son las grandes cadenas: C.B.S, C.N.N, The New York Times, N.B.C, Le Fígaro; etc…por no decir todas[16].

Pues los grandes empresarios de estas compañías, están relacionadas con el Sionismo[17], este movimiento que quiere adueñarse del mundo a través de la difusión de mensajes de todo tipo por los mass media como: la televisión, la prensa, radio, internet, actualmente las redes sociales. También la publicidad que hace uso de la persuasión al consumismo, a la competencia, al libertinaje, a la corrupción dejando de lado la parte educativa, formativa, ética, moral; ya que la publicidad que ellos utilizan sólo está enfocada al mensaje subliminal para el consumo de productos totalmente dañinos tanto para el cuerpo humano como la mente, un ejemplo de ello es la Coca Cola, las hamburguesas y pollos Mac Donald´s, Burger King; etc…, la cual obviamente está dirigida a un público sin participación, a un receptor totalmente pasivo, aun sin voz, a un oprimido; pues la teoría comunicacional que se está utilizando es vertical, dominante, sin tener retroalimentación, pensando en sólo en el control del poder para sus fines, y a esto se hace presa omisa la mayor parte del mundo de occidente, sin saber las estrategias, las ambiciones que estos empresarios tienen por “debajo del mantel”.

Está ya por demás decirlo, pero está en manos del propio ciudadano la lucha en contra de toda esa empresa del periodismo de la manipulación que hoy gobierna al mundo; pues la revolución deberá ser ejecutada a través de la comunicación alternativa, a través del uso de todos los “Medios Alternativos”; pues son los únicos que difunden la verdad de los pueblos.

Todos derechos reservados.

Se permite copiar citando la referencia.

Fundación Cultural Oriente