Aniquilar la Revolución Islámica de Irán: El objetivo del Imperialismo

Roberto Chambi Calle[1]

Durante más de 41 años el imperialismo ha tratado de eliminar  la Revolución Islámica de Irán, pues haber perdido “una pieza” fundamental en Medio Oriente es hasta el día de hoy su mayor oprobio; ya que aun contando con todas sus fuerzas de presión (Económica, Política y militar), no ha podido derrotar a los “Ayatolas”, quienes pese a las críticas mal fundamentadas, el país persa hoy tiene autonomía, soberanía, independencia y autodeterminación frente a un escenario mundial que quiere ser controlado por EEUU, el sionismo y sus aliados. 

Desde la victoria de la Revolución en 1979,  los enemigos no han parado de asediarla tratando demagógicamente de desprestigiarla mediante toda su panoplia mediática; así como haciendo uso de sus escribanos a sueldo como algunos iraníes renegados del nuevo sistema político parido de la revolución, quienes se han empeñado en lanzar una serie de mentiras respecto a las libertades individuales en desmedro del verdadero pueblo revolucionario, pues se debe recordar que el otrora Sha (Rey Persa) había prostituido las riquezas naturales del país, favoreciendo solo a la familia imperial y su entorno.  

Actualmente, Irán junto a Corea del Norte, Siria o Venezuela son considerados como parte del “eje del mal”, cuando en los hechos es uno de los pocos países que lidera la Resistencia en Medio Oriente, ya que a la fecha el imperialismo no ha podido derrotarlo, no obstante, de haber cometido una serie de atentados, asesinatos, sanciones y bloqueos no solo a sus empresas estatales sino también a directivos y personas particulares. 

Este estrangulamiento en vez de debilitarlo lo han fortalecido ; pues la producción nacional, así como el apoyo a las pequeñas empresas e iniciativas nacionales ha concientizado a producir y consumir el producto nacional, pero este fortalecimiento no quedó dentro, sino que hoy Irán se ha convertido en una de las piezas claves en el eje mundial estratégico financiero y que aun con sanciones, hoy se ha convertido en uno de los principales enemigos del tío Sam, en esa línea junto con China han iniciado “La ruta de seda” un proyecto que está desportillando las ambiciones del imperio; así como en un futuro no muy lejano destruirá las finanzas, la economía y la hegemonía de EE.UU y sus aliados, ya que más allá de las diferencia políticas con el socialismo o el marxismo, leninismo, en los hechos Irán va cercenando el “Estado profundo” del imperio y su sequito, así como va confrontando sin miedo a nada sus políticas amenazantes y belicistas. La ruta de la seda prevé una inversión millonaria, pues Irán es el tercer proveedor de petróleo de China, por otro lado, Pekín hará una inversión de 400.000 millones de dólares en diversos proyectos iraníes cuya proyección será hasta el 2045. Este no solo será de beneficio para ambos, sino para todos aquellos países por donde pase esta ruta pues conectará Asia Central, Asia Occidental, las Costas del Golfo Pérsico, así como Europa generando millones de dólares para asiáticos y europeos. 

Irán siendo uno de los estandartes de la resistencia frente al imperialismo, se ha convertido hoy en una potencia no solo militar sino política, ética y por sobre todo moral para la zona junto a las organizaciones que luchan junto a este como Hezbolá en el Líbano, el Movimiento Hash al-Shaabi de Irak, así como Bashar Al Assad en Siria; pero, ¿Qué ha hecho que se convierta en el líder del Eje de la Resistencia? 

Han habido muchas críticas a su estatus; pues se ha convertido en un paradigma en lo que respecta al gobierno y sistema político, ya que la estructura de lo político y la política no solo está formado por las teorías y sistemas occidentales; sino por dimensiones propias que reposan en su raigambre combativa cuando enfrenta a los opresores en favor de los oprimidos siendo su sistema sui generis, frente al imperialismo y al sionismo en contraposición con las otrora “política” complaciente de Reza Pahlavi antes de 1979 cuando Inglaterra, Francia y EE.UU se enriquecían con el petróleo iraní, dejando una porción a la familia del Sha y solo migajas al pueblo. 

Tras el triunfo de la Revolución, se llevó a cabo un referéndum, el cual aprobaba una nueva constitución con un 99.5 % de aprobación, refrendándose nuevamente en  1989 con un 97.30% de votos a favor, sobre la base de esta legalidad y legitimidad, estableció su política exterior e internacional contra el imperialismo, el sionismo y cualquier tipo de opresión y sometimiento, tal cual la manifiesta ; pues “La política exterior de la República Islámica de Irán se basa en la negación de toda dominación o sometimiento a ésta, la salvaguarda de la independencia en todos sus aspectos, la integridad territorial del país, la defensa de los derechos de todos los musulmanes y la no alineación con las potencias dominantes, así como en las relaciones pacíficas recíprocas con los Estados no beligerantes” (Art. 152). Pero la política exterior iraní, no solo hace referencia a la negación de todo sometimiento o dominación; sino que fundamentalmente vela por el bienestar y la felicidad del ser humano, ya que “La independencia, la libertad y un gobierno justo y verdadero es un derecho de todos los pueblos respaldando la justa lucha de los desheredados frente a los arrogantes en cualquier parte del mundo”. (Art. 153) 

Seguramente el imperialismo y el sionismo, seguirán socavando y confabulando la destrucción  del Eje de la Resistencia, como ya lo hicieron cuando en enero de 2020 asesinaron a uno de los generales de la Guardia Revolucionaria de Irán; Qasem Suleimani, quien estaba junto a Abu Mahdi Al Muhandes, responsable adjunto de las Fuerzas de Movilización Popular Iraquí (Hash al-Shaabi) , y otros militares en un ataque aéreo estadounidense en la ciudad de Bagdad Irak, ordenado por Trump, asesinatos cobardes e infames para intimidar a la resistencia en el mediterráneo; pero lo que  olvidan  ellos es que Irán, Siria, Líbano e Irak  están guiados por una cultura cuya epifanía es la escuela del martirio y el sacrificio, siguiendo esa dimensión, los hombres y mujeres, así como los grupos de autodefensa siempre estarán listos para defender a sus pueblos de la  tiranía y la arrogancia imperialista:  ya van 41 años y la Revolución en Irán continua viva. 

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