El pensamiento y la influencia del Ayatolá Jomeini en Latinoamérica: Recordando un aniversario más de su fallecimiento

Roberto Chambi Calle[1]

Después de un exilio de 15 años impuesto por los sirvientes del imperialismo estadounidense, el clérigo llegaba de Paris a Teherán para consolidar la Revolución Islámica el 11 de febrero de 1979, sepultando con su presencia 2500 años de una monarquía absolutista, que se había enriquecido sobre el dolor y el sufrimiento de un pueblo que, flotando en mares de riqueza, vivía en la miseria.

Después del triunfo de la Revolución, este clérigo fue el arquitecto de la construcción y la consolidación de un estado que tenía otro tipo de paradigma; así, el estado teocrático no obedecía en sus formas a moldes y esquemas occidentales tradicionales, aportando un nuevo enfoque a las relaciones internacionales; así como al Derecho Internacional con su no alineación a ninguno de los sistemas políticos que otrora como hoy son las vertientes para que una nación independiente pueda asumirla como una postura frente a la sociedad internacional, en ese escenario mundial, un país que antes era el sirviente de EEUU, la Corona Británica y Francia, rompía sus cadenas expulsando al régimen totalitarista de Reza Sha Pahlavi , devolviendo los “medios de producción” al pueblo para su soberanía, independencia  y autodeterminación.

La cristalización de Irán como estado no fue una tarea sencilla, pues no sólo se tenía enemigos internos; sino externos, ya que los alaridos del imperialismo denotaban aun su no aceptación a semejante pérdida, en tal sentido se mutaron en otros actores y países para que la República Islámica fracase, en esa línea, títeres como Saddam Husein —El dictador de Irak — impusieron un ataque y una guerra que comenzó el 22 de septiembre de 1980 hasta el 20 de agosto de 1988, bajo la égida de la Casa Blanca, perjudicando no sólo la economía y los recursos de la joven nación; sino cometiendo los mayores actos de genocidio contra un pueblo que había dicho sí a la República Islámica. 

La “Defensa Sagrada” de la nación iraní, no fue sólo contra Irak; sino en la realidad fue contra EEUU, Inglaterra, Francia y todos los aliados, pues Saddam sólo era su esbirro. A nivel interno, el imperio y sus huestes cometían a diario actos terroristas asesinando a miles de clérigos, líderes y luchadores sociales, ya que el fin de EEUU era apagar y borrar de un plumazo a Jomeini, pues no debían permitir que las ideas de este “anciano” traspasaran las fronteras del país, porque era un peligro inminente, peor aún para su “patio trasero”, Latinoamérica.

Las cadenas informativas de la época en su mayoría manipuladas por el imperio y su séquito, nunca imaginaron que el pensamiento del anciano octogenario, llegaría a tierras lejanas, y es que en la actualidad las políticas de solidaridad y hermandad son una realidad tangible cuando el país de los Ayatolas colabora y alivia las sanciones y los golpes híbridos que EEUU y Europa propinan contra Venezuela, Cuba o Nicaragua, países a los cuales hoy coopera enviando ayuda; como la llegada de los tanqueros de gasolina a la Venezuela[2] bloqueada, la instauración de hospitales Iraníes en Bolivia[3], la asistencia en materia  petrolera, energética, agraria y ganadera a Nicaragua, o a  Cuba en materia pesquera, biotecnológica y de recursos hídricos, entre tantos. Los lazos de amistad y cooperación no sólo son con estos países; sino incluso con aquellos que no tienen la misma postura ideológica.

Los frutos y los efectos del forjador de la República Islámica de Irán, hoy traspasaron sus fronteras, y es que sus principios, no sólo tienen un fundamento político ideológico; sino una raigambre espiritual, lo cual obliga al país persa, que la solidaridad y la ayuda no sólo es para los musulmanes o un territorio determinado, sino para toda la humanidad; en cada lugar donde se cometen actos de injusticia y opresión, tal cual reza su ley de leyes, —Art. 154— ya que  “La República Islámica de Irán considera su fin principal la felicidad del hombre en todo el conjunto de la comunidad humana. Reconoce que la independencia, la libertad y un gobierno justo y verdadero es un derecho de todos los pueblos”, así como “respalda la justa lucha de los desheredados frente a los arrogantes en cualquier parte del mundo”.

Ruhollah Musaví Jomeini, fallecía el 4 de junio de 1989 a los 87 años, sus legados se han trasuntado a todo el mundo, aquel humilde anciano temeroso de Dios, logró instituir principios de vida, libres de cualquier tipo de opresión y esclavitud, por ello es que hoy Irán tiene una presencia sólida en Latinoamérica, sus consulados, embajadas, mezquitas y huseinias son una muestra de ello.

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www.islamoriente.com ; Fundación Cultural Oriente


[1] Jurista, Teólogo y Analista en RRII, “Instituto de Análisis Geopolítico Qasem Suleimani”

[2] CHAMBI, Calle, Roberto, “Amor con amor se paga”: Irán y Venezuela dos ejes de la rebelión y la dignidad contra el Imperialismo” en; https://articulo.islamoriente.com/article/iran-y-venezuela-dos-ejes-de-la-rebelion-y-la-dignidad-contra-el-imperialismo-de-eeuu

[3] CHAMBI, Calle, Roberto: “La República Islámica de Irán y el Estado Plurinacional de Bolivia: “Su lucha y resistencia es en favor de todos los pueblos que se oponen al imperialismo”, en: https://es.abna24.com/news//la-republica-islamica-de-iran-y-el-estado-plurinacional-de-bolivia-%E2%80%9Csu-lucha-y-resistencia-es-en-favor-de-todos-los-pueblos-que-se-oponen-al-imperialismo%E2%80%9D_1216693.html

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