Ibrahim Raisi 8vo Presidente de Irán; Punta de lanza del Eje de la Resistencia contra el Imperialismo
Roberto Chambi Calle[1]
En días pasados, en una ceremonia con características espirituales, fue elegido el octavo presidente de la República Islámica de Irán, el Seyed Ibrahim Raisi Al Sadati de 60 años , un hombre con una carrera política desde sus 20 años al servicio de su pueblo, a quien ahora le toca dirigir a un país de más de 80 millones de habitantes, flanqueado por un bloqueo inhumano impuesto por EEUU y sus socios Europeos, quienes no bastando con ello también lo sancionaron y que aún con todo ese lastre deberá enfrentar la guerra con el imperio y sus aliados.
El actual Presidente es un “Seyed” (descendiente del Profeta Muhammad) nació en Mashad, se formó como clérigo en el Seminario religioso de la Santa Ciudad de Qom en la escuela del Ayatolá Boroujerdi y Pasandeh, habiendo terminado sus estudios religiosos en lógica, jurisprudencia, el HuyatulIslam continuó sus estudios en Derecho Privado obteniendo más adelante el Grado de Doctor en Jurisprudencia y Derecho Privado.
Habiendo obtenido la victoria el 18 de junio pasado con casi 18 millones de votos, en primera vuelta obtuvo la mayoría absoluta para dirigir al país por 4 años; Raisi tomará las riendas de la décimo tercera administración ejecutiva del país persa.
El nuevo presidente iraní, según varios medios corporativos (CNN, BBC, ABC, etc.) proclives a EEUU y Europa no tardaron en criticar las elecciones del pueblo iraní; así como al nuevo presidente llevando a la palestra pública un sinfín de acusaciones que hasta la fecha no han sido probadas, ya que el interés de sus detractores es desteñir y perjudicar a la República Islámica denominando al presidente electo como el “de la línea dura”, tal es el sine qua non de su hipocresía que las sanciones impuestas a Raisi actualmente continúan, pues para ellos un hombre que está apegado 100% a lo legal y lo constitucional peyorativamente es denominado “ultraconservador”, “el de la línea dura”, en ese sentido es clara la Constitución de la República Islámica cuando manifiesta que “La política exterior de la República Islámica de Irán se basa en la negación de toda dominación o sometimiento a ésta, la salvaguarda de la independencia en todos sus aspectos, la integridad territorial del país, la defensa de los derechos de todos los musulmanes y la no alineación con las potencias dominantes; así como en las relaciones pacíficas recíprocas con los Estados no beligerantes[2]”, en tal sentido cuando un jefe de gobierno se somete a todo el espíritu de su ley suprema (como debe ser), Washington y sus socios lo tachan de “ultraconservador”…
Las negociaciones llevadas en torno al acuerdo nuclear de 2015 (PIAC, siglas del Plan Integral de Acción Conjunta), fueron de buena fe, por lo cual el gobierno dirigido en su momento por Hassan Rohanni, pensó que llegaría a buen puerto cuando Donald Trump, sin ningún recato y respeto a la normativa internacional pateó el tablero mandando al tacho de la basura dicho acuerdo; pues para éste era “ridículo, demencial y ruinoso” quedando claro que con la administración estadounidense no se puede negociar, entonces; ¿Qué sentido tiene firmar tratados con EEUU?
La Revolución Islámica de Irán en la actualidad lleva más de cuatro décadas vigente, en todos estos años ha sido atacado mediante todas las formas que el imperio y el sionismo han querido; sin embargo, la República Islámica ha sabido resistir y defenderse, por lo tanto, un hombre de la talla de Raisi no será la excepción para seguir la lucha y la resistencia contra el “estandarte de la democracia y los derechos humanos”; pues EEUU donde se presenta solo trae lágrimas, sufrimiento y dolor.
En ese escenario, Ibrahim Raisi ha sido taxativo al subrayar que la política exterior iraní no empieza, ni acaba con el Acuerdo Nuclear y que “EEUU debe levantar todas las sanciones, y debe regresar y cumplir con sus obligaciones”, así mismo y de manera cortante y firme dijo que “NO” se reunirá con Joe Biden, ni, aunque sean levantadas las sanciones. Asimismo, el día de su juramento el 5 de agosto en el Parlamento Iraní dijo: “Somos verdaderos defensores de los derechos humanos y no aceptamos el silencio ante la opresión, el crimen y la violación de los derechos humanos. (…), sea en el corazón de Europa, América, África, Yemen, Siria o Palestina, apoyaremos a los oprimidos”
Ésta, no solo es la postura de un jefe de gobierno, sino es parte de la naturaleza misma del país persa, de la estructura filosófica espiritual y política de Irán regentado por la Wilayat Al Faqih[3], quien en definitiva (y si es que fuese necesario) es quien toma las decisiones del estado, sin dejar de lado las acciones del ejecutivo; ya que “El Presidente de la República es la máxima autoridad oficial del país, después del Líder, y tiene a su cargo la responsabilidad de cumplir la Constitución y presidir el Poder Ejecutivo, excepto en aquellos ámbitos que corresponden directamente al líder[4]”.
Actualmente Irán, está siendo castigado no solo por el bloqueo económico, sino también por la 5ta ola del coronavirus, en ese contexto el trabajo del nuevo presidente será determinante a nivel interno y fundamentalmente en la zona (Siria, Irak, Afganistán, Líbano, Turquía, Arabia Saudita, Palestina) a la hora de delinear su política exterior; pues sus enemigos lo flanquean a cada momento en especial EEUU e Israel a los cuales no les teme, así mismo se debe recordar que Raisi siempre estuvo en los momentos más duros frente a los enemigos, pues aun no se olvida el asesinato de su compañero y hermano el General Qasem Suleimani, en Irak por las tropas estadounidenses en enero del 2020, por ende él no se inmutará para tomar cualquier acción que sea necesaria para defender la revolución; así como la soberanía de la República Islámica, hoy como el presidente de los más de 80 millones de iraníes y quizás mañana como el Líder Supremo después del Ayatolá Ali Jamenei.
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[1] Jurista, teólogo y analista en Relaciones Internacionales, miembro de la Asociación de la Comunidad Islámica “Ahlul Bayt” de Bolivia.
[2] Constitución de la República Islámica de Irán, Art. 152. (El subrayado y las negritas son nuestras)
[3] El gobierno Islámico liderado, tutelado por el más sabio quién puede emitir fatuas (dictámenes jurídicos de carácter obligatorio)
[4] Ibidem Art. 113