La ayuda a los refugiados es una obligación de los estados

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Ya llega el invierno a Europa y en lo que va del año más de 600.000 migrantes y refugiados han llegado a este Continente pasando por el mar Mediterráneo, y más de 3.400 han muerto o desaparecido, de acuerdo a la Organización Internacional de las Migraciones (OIM)[2].

Y de acuerdo a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) cientos de miles de personas continúan arriesgando su vida en peligrosas travesías por el Mediterráneo para llegar a Europa[3]. Las cifras más recientes de este organismo, señalan que una cantidad récord de 218.000 personas han utilizado esa ruta solamente en el mes de octubre, a pesar de las malas condiciones climáticas.

“Grecia continúa siendo el principal punto de desembarque de refugiados, seguida por Italia. La mayoría parte de Turquía y hace el viaje en precarias balsas inflables. Más de la mitad de los refugiados y migrantes son Sirios, uno de cada cinco son Afganos, y el resto Iraquíes”.[4]

Vemos que este problema sobre la crisis de refugiados, se está intensificando cada vez más; ya que otra vía de entrada de ellos hacia Europa es por el círculo polar Ártico; evadiendo el frío y la nieve que existen en este lugar, cruzando en bicicleta desde Rusia.

“Y entre enero y septiembre de este año, el gobierno de Noruega le dio la respuesta favorable a 8 de cada 10 solicitudes presentadas por Sirios. En Noruega existe mucha comprensión para aquellos que llegan huyendo de la guerra en Siria; pero también hay preocupación por el número creciente de solicitudes de asilo”.[5]

Por otro lado los más afectados son los niños y los bebés, recientemente trece migrantes, entre ellos dos niños y cuatro bebés, se han ahogado tras dos naufragios frente a las islas Griegas de Samos y de Farmakonisi, en el mar de Egeo[6].

Y a eso se suma las cifras más dolorosas; pues más de 70 niños se ahogaron intentando llegar a Grecia desde el fallecimiento del pequeño Aylan Kurdi, hace dos meses; entre ellos 7 niños; según la ONG Save The Children.[7]

Recordemos que el cuerpo del pequeño Aylan fue encontrado ahogado en una playa de Turquía el 2 de septiembre de esta gestión, foto que conmocionó a todos y que acaparó los medios de comunicación del mundo. Ahora bien, sino se pone un alto a esta crisis traumática de los refugiados el mencionado número de niños ahogados podría seguir creciendo; ya que miles de ellos continúan emprendiendo este peligroso viaje durante el invierno, arriesgando sus vidas y la de sus pequeños.

“El tiempo en invierno hace que cruzar el mar sea aún más peligroso, los niños suelen llegar empapados y temblando de frío cuando llegan a la playa; lo que aumenta el riesgo de hipotermia debido a la falta de refugio adecuado en los campos de tránsito”.

Esta es la peor crisis de refugiados y migrantes que enfrenta la región desde la segunda guerra mundial, y no sólo lo decimos nosotros, sino también muchos analistas políticos, que al mismo tiempo responsabilizan a Estados Unidos y la Unión Europea por las muertes de refugiados que intentan entrar al llamado viejo Continente desde sus países golpeados por conflictos armados y crisis humanitaria, a lo que ellos no tienen nada que ver; así como lo declaró el Ministro de Relaciones Exteriores de Eslovaquia[8].

“Ayudando a los rebeldes Sirios los países Europeos están creando con sus propias manos las bases para la afluencia de refugiados, el bloque comunitario participa activamente en los acontecimientos en la nación Árabe”.[9]

“Hay países que suministran armas y entrenan a los grupos armados que quieren derrocar al Gobierno de Bashar Al Assad; entre ellos está EE.UU”.[10]

Al respecto, el propio Presidente de Rusia, Vladimir Putin, que en la actualidad apoyado por el triángulo militar de Irán, Hezbolá (Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano) que es la forma más efectiva de combatir el terrorismo en Siria, así lo destaca la página Web estadounidense al-Monitor, [11]culpó a la administración de Estados Unidos y a sus políticas en Medio Oriente por la crisis de refugiados que enfrenta Europa.

Hay que destacar la presencia e intervención Rusa en Siria; ya que con el último giro de los acontecimientos provocados por el inicio de la ofensiva antiterrorista Rusa en Siria que comenzó el 30 de septiembre se completó esta alianza.

“El mencionado triángulo Irán-Rusia-Hezbolá, contrario a la idea de algunas potencias occidentales y sus aliados regionales, cree que una solución para la crisis Siria radica en primer lugar en combatir el terrorismo y pide a todos respetar el derecho de la nación Siria a la autodeterminación”.[12]

“En tan sólo 18 días, los Rusos han destruido con bombarderos 380 posiciones del grupo terrorista EIIL (Daesh en árabe), informa que el 40% de la infraestructura de ese grupo terrorista está destruida”[13].

Y esta noticia fue recibida con alegría por el Gobierno de Siria y su Presidente, Bashar al-Asad, y porque además los bombarderos rusos ayudan al ejército del Gobierno de Siria a avanzar en su lucha contra los terroristas, así ha recuperado varias localidades.

A eso Estados Unidos dice que enviará más apoyo a los rebeldes en Siria[14], y por si fuera poco el otro protagonista es Turquía, el país que está violando la soberanía de Siria al enviar soldados a destruir casas en territorio Sirio para construir un gran muro en la frontera, con el objeto de contener a los miles de refugiados que cruzan hacia el lado turco[15].

Y a esto el incremento cada vez mayor de refugiados, que siguen llegando diariamente a Europa, huyendo de los ataques de los terroristas, que como lo hemos podido apreciar continúan financiados por el imperialismo y sus grandes aliados.

“Miles de refugiados siguen viajando a Europa para huir de la violencia y de la guerra existente en sus países de origen. A pesar de los peligros de la travesía, asumen el riesgo para llegar a Estados Europeos”.

Y estos Estados Europeos en muchos casos, escogen cerrar sus fronteras e impedir la entrada de esas personas, tal fue el caso de Alemania [16]y Hungría[17], que esta última cerró su frontera con Croacia para impedir el tránsito de refugiados;  de ese modo algunos países del llamado viejo Continente están desconociendo su responsabilidad en esta crisis humanitaria que enfrentan países de Oriente Medio y también de África.

Pues es una verdad contundente,  así como lo señala Noam Chomsky[18]; quién criticó la política exterior de Estados Unidos, así como la de su aliado, el Reino Unido, especialmente por el apoyo que ofrecen a las dictaduras; pues los países que más le importan a los EE.UU. son las dictaduras petroleras, poniendo como ejemplo Arabia Saudita.

“Irán, el Líbano, Turquía y Jordania, entre los países que acogen a los migrantes, denunciamos la falta de colaboración de otros, que de hecho son los responsables de la situación como es el caso de EE.UU. donde existen zonas como Newhampshire (Nuevo Hampshire) [19]y Vermont (ambas en el Noreste) con muy baja población. En el oeste del suelo norteamericano también existen enormes zonas deshabitadas, donde la densidad de población es extremadamente baja, pero al parecer no podemos acoger a ningún refugiado”.

Es hora de ponernos en el lugar de los refugiados que están atravesando esta crisis humanitaria, viajando en condiciones infrahumanas, poniendo en riesgos sus vidas y la de sus niños; pues el derecho al refugio no es un acto de caridad; sino un derecho consagrado internacionalmente por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, también conocida como Convención de Ginebra y la posterior modificación de la misma mediante los protocolos de 1967 y sucesivos; así como por otras Convenciones Internacionales de carácter regional como la Directiva de la Unión Europea de 2004[20].

Básicamente en estas convenciones se establece que refugiado es quien:

· Esté fuera de su país de origen.

· Tenga razones justificadas por las cuales tema ser perseguido en su propio país por motivos de religión, política, raza, o por ser miembro de algún grupo social perseguido.

· No pueda obtener la protección de su propio gobierno o la rechace, o no pueda regresar a su país por miedo a las persecuciones a que antes me refería.

Hay que tener en cuenta que una persona es un refugiado en el momento en que cumple con los criterios antes mencionados, no cuándo se determina oficialmente su condición de refugiado por algún país. El reconocimiento oficial de la condición de refugiado tiene un mero carácter declarativo, es decir, una persona no pasa a ser un refugiado debido a este reconocimiento oficial sino por el contrario obtiene este reconocimiento debido a que es un refugiado. Por tanto el reconocimiento es un simple acto declarativo, nunca es constitutivo.

Ciertamente un refugiado tiene derecho de asilo en condiciones de seguridad, pero además la protección internacional incluye algo más que la propia seguridad física, pues los refugiados deberían recibir de los estados al menos una ayuda básica que les permitiera salir adelante en los primeros momentos, y además se les deben garantizar los mismos derechos que a cualquier otro ciudadano extranjero que sea residente legal en ese país.

Por tanto, la ayuda a los refugiados no es algo que deba depender de la sociedad civil, sino que es una obligación de los estados[21].

Y finalmente está en manos de la Unión Europea de parar esta guerra, refiriéndonos a la de Siria, y esto sería la solución del problema principal y Europa, si quisiera, cuenta con grandes posibilidades para presionar en pos de ese objetivo.

Al mismo tiempo en palabras de Mikail Alvarez Ruiz[22], asumir su responsabilidad no solamente legal en cuanto a países firmantes de los diferentes tratados internacionales sobre asilo; sino también la política por la directa responsabilidad de algunos países como: Francia y el Reino Unido en la creación y mantenimiento de estos conflictos, e indirecta general por la pertenencia de prácticamente todos los países de la Unión Europea a la OTAN, entidad utilizada recurrentemente de manera directa o indirecta en todos estos conflictos.

Y ante esa responsabilidad, los gobiernos de los diferentes estados de esta Unión deberían implementar todos los medios y recursos necesarios para que en los mismos se acogiera a todos y cada uno de los refugiados que optasen por venir a Europa, sin hipocresías y sin conveniencias como las de la señora Merkel y Alemania.

“Pero no sólo a los gobernantes, también debemos exigir a nuestros representantes que no están en los gobiernos, para que realicen las propuestas prácticas en aquellas instituciones en que se encuentren, que conduzcan a hacer posible el desbloqueo de las normativas que propician las condiciones inhumanas a las que se someten durante su camino a las personas que pretenden llegar a los diferentes países europeos”.[23]

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