Musulmanas, Cristianas, Kurdas y Zoroastrianas unidas contra la avanzada del imperialismo

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

 

Las luchas por la independencia y la autodeterminación en la mayoría de los casos comenzaron después de la 2da. Guerra Mundial, Oriente Medio fue y es actualmente un territorio de disputas, revueltas y conflictos armados en donde las más vulneradas son las mujeres y sus familias, por ejemplo el constante sufrimiento y asedio de la entidad sionista a Palestina, quien mediante sus aparatos represores encarcela como a la joven palestina Ahed Tamimi tras ocho meses en prisión por abofetear a un soldado del régimen ocupacionista; así como golpea y asesina a mujeres sin importar la nacionalidad como la Estadounidense Rachel Carrie quien fue aplastada con un Bulldozer en marzo de 2013 mientras protestaba en la Franja de Gaza por la violencia del ente Israelí, o el reciente asesinato de la periodista Estadounidense-Palestina Shireen Abu Akle mientras informaba desde el campamento de refugiados de Yenín. 

La lucha de las mujeres fue visible en las revueltas del mundo árabe (2010-2013), las cuales han sido un termómetro para medir el impacto del rol que han jugado, muchas de ellas invisibilizadas por los distintos gobiernos y regímenes árabes.

La plaza Tahir en Egipto (2011) ha sido uno de los tantos testigos de su lucha; jóvenes, adultas y ancianas junto a sus hijos o esposos demandaban democracia, libertad y dignidad.

En ese contexto; musulmanas, cristianas, zoroastrianas, marxistas; etc., dejando de lado su postura personal derrocaron a regímenes que las oprimían. Hoy siguen en esta tarea en Afganistán, Arabia Saudita, Bahréin u Omán, por citar algunos ejemplos y es que su causa no tiene fronteras.

La lucha de las mujeres en Medio Oriente no debe ser interpretada erróneamente; pues analistas y “activistas” usan los guiones y estereotipos de la mujer occidental para juzgar el actuar de las mujeres en Oriente Medio, por lo tanto, tildarla de sometida, oprimida, esclava, velada, peligrosa, o terrorista como lo hacen las feministas radicales fortalecidas por los medios corporativos de comunicación es un craso error.

A tal fin criticarlas por su vestimenta holgada o el uso del velo islámico en sus cabezas no debe sesgar el análisis; ya que muchas de ellas como en el caso Iraní fueron quienes durante la guerra impuesta por EEUU, Inglaterra y sus socios Europeos  (1980-1988) utilizando a su gendarme Sadam Hussein, hicieron la defensa voluntaria e incondicional  de su nación mediante las armas, la lucha cuerpo a cuerpo y el apoyo a las fuerzas armadas Iraníes en todo los campos, fue tanto su compromiso revolucionario y de defensa que ante la falta de combatientes —sus esposos, hermanos y padres  asesinados por el ejército enemigo— entre el llanto y el dolor y fieles a sus principios revolucionarios enviaron a sus hijos para que vayan al frente de la batalla.

Afganas, Palestinas, Kurdas, Iraníes, con o sin velo siempre defendieron su familia y su territorio, por ello decir que la mujer en Oriente Medio, es sumisa, mansa y obediente es un error y una injusticia.

La revolución de las mujeres no sólo es por la vía armada, sino también por la educativa e institucional dentro las esferas estatales y gubernamentales donde ellas actualmente van copando y ocupando cargos jerárquicos de poder, aún está en ese proceso, ya que su lucha también es la lucha de toda una nación para transformar una sociedad que sea igualitaria y justa; pues la mujer es la educadora de la sociedad”, es el yunque forjador de la resistencia, la dignidad y la soberanía.

En esa línea, es loable destacar la participación de la mujer en la Revolución Islámica de Irán en 1979, la que continúa de pie en estos 44 años, tras la derrota del régimen del Sha; pues debemos recordar que Irán, durante las dinastías de Pahlavi y Qayar, fue definitivamente una base confiable de Estados Unidos en la región del Oeste de Asia, y la dependencia del Sha (Rey de Irán) a Washington fue tal  que lo convirtió en un elemento dependiente, en un títere más para extraer sus riquezas, al igual que durante el reinado de Mohamad Reza Shah, Irán fue severamente humillado y atrasado; sin embargo gracias a la Revolución de Irán y su pueblo entero, donde las mujeres tuvieron un papel central se puso rápidamente en el camino del progreso, para derrocar a toda una dinastía, la aniquilación de un sistema monárquico de 2500 años,  negándose a ser dominado por un régimen servil y dictador del imperialismo y sus lacayos, tras lograr su independencia absoluta, para convertirse en un modelo a seguir para el mundo entero, irguiéndose como una potencia regional y extra regional.

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