Arabia Saudita y sus aliados; La persistente violación a los derechos humanos en Yemen

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Recientemente, la República Islámica de Irán  ha denunciado ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) la persistente violación sistemática de los derechos humanos en Yemen, condenando los mortíferos ataques de la llamada coalición liderada por Arabia Saudita la que está respaldada por EE.UU. como crímenes de guerra, tras el reciente ataque del régimen saudí, realizado el 21 de enero de esta gestión, contra un centro de detención provisional en la provincia de Saada, noroeste de Yemen, en la que más de 100 personas perdieron la vida y otras 260 resultaron heridas.

Además de ello, ha señalado que dicha coalición ha llevado a cabo más de 839 ataques aéreos contra la población yemení, edificios residenciales e infraestructura pública solo en este mes en curso, en plena pandemia del coronavirus, reiterando que todos los ataques a civiles e infraestructura civil son “un acto criminal, cruel e inhumano que quebranta todos los principios del derecho internacional”[2], recordando que el informe de la ONU de 2021 sobre la protección a los civiles advertía que los conflictos armados continúan llevándose un alto número de civiles muertos, heridos, desplazados y desaparecidos, así como la destrucción de viviendas, escuelas, hospitales y otras infraestructuras claves.

A esta denuncia se suman cada vez más informes sobre la agresión en curso de la coalición saudita contra el pueblo yemení, los que confirman que lo que está sucediendo son crímenes de guerra saudí-emiratíes con el respaldo de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Canadá, países que están asistiendo en el suministro de armas, y aviones de combate, "Las ventas de armas sólo de Estados Unidos ascendieron a tres mil millones de dólares entre 2015 y 2020, acordando la venta de armas a Riad por valor de 64 mil 100 millones de dólares". "En 2020, Canadá envió cerca de dos mil 900 millones de dólares en armamento a Arabia Saudí. Las exportaciones incluyeron vehículos blindados ligeros, 31 sistemas de artillería de gran calibre y 152 ametralladoras pesadas".  "Las armas fabricadas en el Reino Unido han desempeñado un papel devastador en los ataques liderados por Arabia Saudí contra Yemen, y en la crisis humanitaria que han creado, y sin embargo el gobierno británico ha hecho todo lo posible para que la venta de armas siga fluyendo”[3].

Todo un genocidio e infanticidio asistido, ante los ojos del mundo, al cual ni el Consejo de Seguridad, ni la propia ONU, ni los organismos internacionales, hacen nada para detener la muerte diaria de  niños, mujeres y gente civil; pues callan, en su nefasta hipocresía ante las constantes violaciones al derecho humanitario que realiza el régimen de los Saud hacia el pueblo de Yemen, que no sólo lo llevó "la peor crisis humanitaria del mundo en la historia"; sino que también en un estado donde los niños son los que pagan por la agresión saudí, así lo revela el  informe de la Organización Entesaf para los Derechos de Mujeres y Niños, con sede en Yemen, citado por la cadena Al-Masirah , el que documenta la trágica  situación de los niños yemeníes como resultado del asedio y sus efectos que desde el comienzo de la invasión de la llamada coalición liderada por Arabia Saudí a Yemen, el número de niños que ha perdido la vida por los bombardeos, se eleva a  más de 3825 y a 4157 [4] el de los heridos, y esto va en aumento cada vez más ante los constantes bombardeos a población civil, ¿Cómo detener la masacre y los crímenes de guerra de Arabia Saudita y sus aliados hacia Yemen?.

Porque también el reciente informe emitido por las Naciones Unidas, el pasado mes de septiembre, confirma la existencia de pruebas convincentes de que Arabia Saudí cometió crímenes de guerra contra yemeníes indefensos. Asimismo, el informe señaló que Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y el Consejo de Transición del Sur, respaldado por los Emiratos Árabes Unidos, tienen la responsabilidad de las violaciones masivas de derechos humanos en Yemen; es decir todo un complot para estrangular a una nación que también es islámica, como lo señala el jurista y analista en Relaciones Internacionales Roberto Chambi, ya que “Yemen no sólo es atacado y acosado por sus enemigos, sino paradójicamente es apuñalado por sus propios “hermanos” (en su mayoría Países islámicos pro imperio), ya que los aliados de Arabia Saudita; Catar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Egipto, Jordania, Marruecos, Sudán y Senegal debían ser las voces fuertes de defensa del ataque desmedido que sufre un país islámico, quiénes en vez de cercenarlo deberían ser el apoyo para que este sea liberado del terrorismo mediante sus propios mecanismos jurídicos en el marco de la Organización para la Cooperación Islámica (O.C.I  ) o  interponiendo en bloque sus buenos oficios ante la Corte Internacional de Justicia, Corte Penal Internacional  o ante La Corte Islámica Internacional de Justicia” [5].

Con todo ello, comprobamos una vez más, que el régimen de Arabia Saudita y todos sus aliados, se ha convertido en violador de los derechos humanos, como genocida de la infancia Yemení, responsable de crímenes contra la humanidad sobre la niñez, la adolescencia y la juventud, como ya ha sido denunciado como lo hemos visto por países que sufren también las injerencias y bloqueos de parte de Estados Unidos como la República Islámica de Irán, que piden a la ONU castigar a  Riad por crímenes de guerra en Yemen; sino también por organismos internacionales que velan por la niñez como la Unicef, Save the Children e incluso por la propia ONU, de ahí su doble rasero, y su hipocresía, de este organismo, pues corresponde al Consejo de Seguridad garantizar la protección de los civiles, obligar a los infractores del DIH a poner fin de inmediato a esas flagrantes violaciones y a juzgarlos por sus graves infracciones,  ya que el derecho internacional humanitario, mediante los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales de 1977 ofrecen protección específica a los niños durante los conflictos armados, en tal sentido se debe hacer cumplir la norma jurídica internacional para así  juzgar a los criminales y restablecer el derecho de Yemen como nación libre, independiente y soberana.

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