En realidad, la historia misma del Islam, se inicia el día en que Muhammad es designado profeta. A partir de ese acontecimiento se suceden multitud de eventos que, en muy pocos años, cambiaron la faz del mundo. Ese día, en el que Muhammad fue elegido para guiar y albriciar a la humanidad y en el que oyó la voz del ángel que le decía: “Ciertamente eres el Mensajero de Dios”, asumió una gran responsabilidad. La misma gran responsabilidad que cupo a todos los profetas que le precedieron.
Es la madrugada del 7 de Safar del año 128 d.H. (sábado 6 de noviembre de 745 d.C.), en la aldea de Abûâ’ reina un ambiente diferente; los rayos del Sol han iluminado a las palmeras hasta su cintura y las largas sombras de éstas caen sobre los techos de adobe de las casas del pueblo.El ruido de los camellos y las ovejas que apresuran a sus pastores y se preparan para salir a herbajar, siembra en los corazones la alegría del amanecer y llena los oídos con el regocijo de la vida.
Es importante recalcar que cuando los  Shi´as usan el término “Imamato” o “Imam”, abarca todas las cuatro dimensiones de la wilayat. No excluye ni a la autoridad espiritual ni universal, ni la social, ni política. En este sentido, el termino  Shi´a “Imamato” o “Imam” es más amplio que el termino Sunnita “khilafat” o “califa”. En los libros que tratan sobre el debate  Shi´a-Sunni del liderazgo después del Profeta, el enfoque es más sobre el liderazgo socio-político pero no con el fin de negar la autoridad espiritual y universal del Imam. Por lo tanto al leer o discutir el tema de la sucesión del Profeta Muhammad (BPD), uno no debe perder el significado universal del estatus de un Imam desde el punto de vista  Shi´a.
Por otro lado, el mismo Profeta (BPD), describe la amplitud de su sucesor:“Todo aquel que quiere cumplir con el conocimiento de Adán, la compresión de Noah (Noé) (P), la paciencia de Ibrahim (Abraham) (P), el ascetismo de Yahya (Juan) (P), y la valentía de Musa (Moisés) (P), debe mirar a Alí (P)”.Este gran líder destacado por su extraordinaria y grandiosa personalidad, fue reconocido por su poder de atracción en las personas, no sólo porque reunía en sí la perfección física y espiritual; sino también por poseer las mismas características del filósofo, las de un sheij sufí, las de los líderes revolucionarios, y algunas de las características de los Profetas. Su escuela es la escuela del intelecto y la reflexión, la escuela de la revolución, la de la sumisión y disciplina, y también la escuela de la bondad, la belleza, el éxtasis y el movimiento.
Los fuqahâ’ del Islam están de acuerdo en que las ga­nancias de la guerra se di­viden entre los combatientes a excepción del jums o quinto del botín, puesto que ello debe ser gastado en asuntos especiales que fueron mencionados en las pala­bras del Altísimo que rezan:«Y sabed que de lo que obtengáis (mâ ganimtum), a Dios pertenece su quinto, y asimismo al Mensajero, a sus parientes, a los huérfa­nos, a los indigentes y al viajero (que se ha quedado sin recursos)».
La doctrina islámica, que mejor que ninguna otra garantiza y protege la felicidad humana en la vida, se presenta a los musulmanes a través del Sagrado Corán. Las cuestiones religiosas del Islam, que consisten en una serie de creencias y leyes morales y prácticas, tienen su origen en el Libro revelado. Dios Altísimo dice en el Corán :“Ciertamente esteCoránguía hacia lo más justo (recto)”. (17:9)
Contenido: El Significado de Din, Fundamentos y ramas del Din, Cosmovisión e Ideología, La Cosmovisión divina y materialista, Las Religiones celestiales y sus principiosTal como se explica en lógica, el origen de los conceptos, ideas o sus deben anteceder a las demás consideraciones.La palabra Din, es una palabra árabe que significa obedecer y retribuir, y en un uso técnico se emplea para designar la creencia en un Creador para el mundo y el hombre, así como las disposiciones prácticas correspondientes a esta creencia...
El Gran Profeta Muham­mad (BP) falleció en los comienzos del año XI de la héjira lunar, luego de veintitrés años de esfuerzo en el camino de anunciar la sharî‘ah o ley islámica.Con el fallecimiento del Gran Profeta (BP), concluyó la Revela­ción, y se selló la profecía, y de esa manera no hubo ni habrá más profeta después de él, ni otra ley divina después de la suya; sin embargo, los debe­res y obligaciones que pesaban sobre los hombros del Profeta Muhammad (BP), a excepción de lo concerniente a recibir Reve­lación y su anunciación, ob­viamente no concluyeron.
La naturaleza primigenia de la humanidad juzga que el ser humano no acepte sin pruebas ninguna afirmación. Aquél que acepta algo o lo pre­supone sin pruebas, está contrariando su naturaleza humana. La afirmación de ser pro­feta es la mayor invocación que puede realizar una per­sona. Es evidente que para de­mostrar tremenda preten­sión debe exponer pruebas con­tundentes al respecto. Esa prueba puede ser una de las tres cuestiones siguientes: 1- Que haya sido estipu­lado claramente por un pro­feta anterior cuya profecía haya sido categóricamente es­tablecida, así como el Profeta Jesús (P) anunció y dio albri­cias de la profecía de Muham­mad, el Sello de los Profetas...
Dios, el Prudente, eli­gió a al­gunos hombres probos para guiar y orientar a la humani­dad, haciéndolos responsa­bles de hacer llegar Su Men­saje a to­dos los miembros de la espe­cie humana. Estos hom­bres son los Profetas y Mensajeros por cuyo medio fluyó la gracia de la guía de parte de Dios, Glorificado Sea, a Sus sier­vos. Esa gracia bendita co­menzó con la Revelación de parte de Dios, desde que el gé­nero humano llegó a estar preparado para aprovecharse de ella, y continuó hasta la época del Gran Mensajero del Islam (BP).Debemos saber que la reli­gión de cada uno de los profe­tas se considera como la más completa en relación a su época, y su legislación como la más íntegra. Si esa gracia divina no se hubiera prolon­gado, la humanidad no hubiera alcanzado su nivel de perfec­ción.